jueves, 13 de agosto de 2009

IN THE MOONLIGHT Ch. 03

Fan Fic Basado en Gravitation
Yuki x Shuichi
By Itzukiai

ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª

Capitulo 3:

El cambio de Shuichi.


La cálida luz del ambiente alumbraba su piel acentuando su color ligeramente bronceado. Yuki recorría su boca con excitado deseo. Anhelante, desesperado, como si quisiera guardar ese sabor dulce para siempre, atraparlo, para vivir una eternidad saboreándolo...
Ni siquiera se dieron cuenta en que momentos subieron las escaleras hasta llegar a la habitación, ya que la pasión había desbordado tanto que temieron hacer el amor en las escaleras sin mas...

La mano derecha del rubio contenía la cabeza del pequeño acariciándola sensualmente, enterrando sus dedos una y otra vez en la suave cabellera rosada que lo caracterizaba, esa que olía siempre a shampoo y que se escurría sobre su piel como suaves hebras de seda...

Su pecho desnudo cubría el cuerpo de su pequeño en su totalidad transmitiéndole todo su calor... Su corazón se sentía tan acelerado y alborotado que temía pudiera fallarle de un momento a otro. Sus manos tanteaban con desesperación su ropa intentando de liberarlo de ella solo para volver a sentirlo... como antes, como siempre, como nunca debería haber dejado de ser...

Para ese momento Shuichi estaba más dócil que nunca... casi como una masilla que podía modelar a su deseo, provocándole una excitación salvaje la cual apenas podía controlar.

Un gemido quedo se ahogo contra su cabello dorado... De soslayo vio cuanto se mordía los labios para no gemir fuertemente... Dejo su boca tranquila un momento para bajar su mano izquierda y desabotonar el ultimo impedimento que lo separaba de su piel... Shuichi estaba completamente desnudo y entregado a sus caricias... solo movía el cuerpo ondulantemente al compás de lo que sus manos requerían. Atrapo su sexo con la mano provocándole un violento escalofrío, seguido de un quejido placentero. Lentamente empezó a acariciarlo, recorriéndolo con maestría, jugueteando con su piel hasta sumirlo en el éxtasis total.

- Ahhh... Yuki... Mmmmmm... Yuki... - La voz del pequeño sonó casi como una melodía... Amaba su voz, a pesar de lo ruidosa que podía ser algunas veces, la verdad es que no imaginaba que iba a extrañarla tanto, a desear tanto oírle mencionar su nombre... - Por favor... Yuki... - Le rogó en busca de algun alivio...

Pero no... el tenia otros planes, iba a hacer durar ese momento todo el tiempo que pudiera, así tuviera que reprimirse para que su cuerpo no le ganara de mano... No quería que todo terminara para encontrarse solo nuevamente... Para entender que el tiempo había pasado y que Shuichi ya no estaba a su lado... No supo como, pero logro deslizar su propio pantalón ayudándose con sus pies para retirarlo completamente y quedar el también desnudo...

El escritor volteo al pequeño poniéndolo de espaladas. Beso su cuello por detrás y trazo el largo de su espalda con sus dedos, deslizándolos hasta juguetear con sus nalgas... Shuichi se arqueo al paso de sus dedos tibios... El cantante lo sentía como una tortura placentera... fuera como fuera deseaba que lo hiciera suyo de una vez... Sentirlo dentro, moviéndose contra su cuerpo, apretando sus manos entre las suyas, solo sentir la deliciosa sensación de volver a ser suyo... de pertenecerle.

De pronto sintió algo frío que goteaba en su espalada, Yuki jugueteaba con un trozo de hielo que estaba cerca de los vasos sobre la mesita, el liquido frío se acumulo en su espalda derritiéndose casi al instante que en que toco su piel, acumulándose en el huequito que estaba antes de sus nalgas... Los labios tibios del rubio bebieron cada gota hasta que no quedo nada, arrancándole fuertes gemidos y un deseo tan grande que lo estaba haciendo perder la poca racionalidad que le quedaba.

- Shu... Shu-chan... Te extrañe tanto... mi Shu-chan - La voz de Yuki se perdió entre los roncos gemidos de su amante...

Pero algo había cambiado, algo que hacia el momento aun más especial, era cierto que Shuichi estaba disfrutándolo como nunca, pero parte de la inocencia de el había quedado atrás... este nuevo Shuichi gemía sin inhibiciones y parecía totalmente entregado al placer... A decir verdad Yuki estaba fascinado... Le parecía aun más excitante que antes.

Yuki lo volteo ligeramente volviéndolo frente a el. Las mejillas estaban ardiendo y enrojecidas tal cual las recordaba, los labios humedecidos por la saliva e hinchados por la fuerza de sus besos, el cabello rosado desparramado y enredado en la almohada... El rubio coloco ambas manos a un costado de su pecho evitaba caer sobre el cantante pero le daba lugar para enterrar su rostro en su cuello, oler su perfume, robar de su piel pequeños mordiscos que dejaban apenas un rozado que el curaba inmediatamente lamiendo con su lengua.

El viejo Shuichi ya hubiera acabado entre sus dedos a tamaña provocación con las caricias, pero este nuevo se estaba aguantando, evitando dolorosamente el orgasmo... ¿Acaso estaba esperándolo a el?
Todavía no se había contestado a sí mismo cuando la figura delgada y firme del cantante se enderezaba sobre él dándole un ligero empujón sobre la cama, los ojos dorados se abrieron en sorpresa...

¿Desde cuando Shuichi se había vuelto tan “Lanzado”?

Cuando iba a enderezarse nuevamente sintió una boca que atrapaba firmemente su sexo envolviéndolo con su calor... Echo la cabeza hacia atrás en confusión y deseo... un potente gemido escapo de sus labios con fuerza... Pero el no se movió, siguió por un rato jugueteando con su boca, deslizando la lengua en su extensión, acariciando con premura su piel intensificando los sentidos ya alborotados del rubio quien solo veía el lento vaivén de una cabellera rosada que apuraba el paso a cada momento...

Yuki se aferró a la almohada con toda la fuerza que pudieron sus brazos, los ojos violeta amatista brillaron en la oscuridad de la habitación como dos joyas, las cortinas cerradas habían cortado de paso del sol, salvo por uno o dos rayos traviesos que se colaban por la ventana iluminando quedamente su piel bañada en sudor...
Shuichi se veía increíblemente atractivo... aun más de lo que su mente podía recordar...

Una mezcla de sentimientos viajaban por la cabeza de Yuki. El solo pensar que él había aprendido de aquel tonto modelo de ojos azulados todo lo que ahora hacia, le ponía los pelos de punta, los celos intensificaban sus deseos como agujas que lo arponeaban... Y cuando su lucha interior le estaba ganando la batalla sintió que su pequeño se sentaba sobre su sexo de un empujón.

Todos sus sentidos perdieron perspectiva al sentir la estrechez de Shuichi, el calor que lo abrazaba como ningún otro, sus pequeños dedos afirmados a su abdomen sosteniéndose para no caerse, el temblor de deseo que lo hacia serpentear contra su cuerpo, los ojos violáceos cerrados profundamente junto con sus labios rojos de placer... y por ultimo el coro de gemiditos tibios que tanto conocía y que había extrañado... No pudo evitar sonrojarse al pensar que el había sido el primer hombre en la vida de Shuichi... el pequeño había aprendido de el, y ahora se daba cuenta de lo tonto que había sido al dejarlo ir sin mas...

Shuichi intentó moverse lentamente, como una tortura, empujándose hasta que no podía bajar mas, cuando en ese momento su compañero comenzó a masajearlo también, volviéndose un volcán de puro deseo... El ritmo subió y las exigencias también, pero su cuerpo se venció antes y le gano antes de podes seguir... El liquido caliente se desparramo por aquel abdomen del rubio. Yuki vio el cansancio en su pequeño y lo atrajo hacia sí, acomodándolo en su pecho, todavía dentro de el, apenas moviéndose...

- Lo siento Yuki... quería esperar... quería... quería... contigo - Balbuceo apenado el cantante entre jadeos, imaginando la cara de desilusión del rubio, dejando salir unas lagrimas que enfriaron su rostro marcándolo como grietas en el desierto, pero por el contrario, este lo beso tiernamente en la frente y con la mano libre lo trajo hacia sus labios para susurrarle suavemente

- No digas mas... es mi turno... -

Con rapidez lo volteo apoyándolo sobre las frías sabanas de seda, le recorrió la cara con besos tibios, limpiando sus lagrimas, sintiendo el temblor en su piel, acariciándolo como si fuera la primera vez, recorriendo cada rinconcito, como si quisiera grabarlo en su memoria para siempre... Shuichi... el calor del sol que había entrado a su vida cuando mas lo necesitaba... Shuichi

Lentamente comenzó a moverse... El cantante se preguntaba como es que al voltearse no se habían separado... pero el rubio deseaba tenerlo para sí, no iba a permitir que se moviera medio centímetro alejándose de el...

Mordisqueo sus tetillas hasta que la piel se volvió roja y sensible, Shuichi casi estaba desmayado, se sentía flotar en una nube, tenia que reconocer que solo una persona lo hacia sentir así y ese era el escritor... Su sexo se recupero inesperadamente rápido acoplándose una vez mas al movimiento esta vez impuesto por Yuki, aprisionado por el cuerpo del rubio y el suyo, humedecido con el resto de liquido de su anterior orgasmo, en segundos estaba nuevamente erguido y dispuesto a seguir...

El ritmo se acelero volviéndose sincrónico, fuerte... sensual, y segundos mas tarde Yuki explotaba dentro de el en espasmos incontrolables seguidos de roncos y mudos gemidos que se ahogaban en su garganta sin tomar el sonido, logrando así hacer explotar también al cantante...

El cuerpo del rubio se desplomo agotado sobre el pequeño, las hebras doradas se desordenaron sobre su pecho humedeciéndose con su sudor mientras su pecho subía y bajaba violentamente producto de los movimientos... El cansancio en Shuichi estaba mas marcado que antes

Yuki se corrió ligeramente liberándolo de su peso para que respirara mejor pero paso una mano por su cintura atrayéndolo hacia sí e impidiéndole moverse de su lado. El cantante agradeció el gesto y dejo apoyar la cabellera rosada en al arco de su cuello...

Cómo antes, como siempre... Ahí estaba, sintiendo el perfume de su shampoo, las cosquillas que le causaba esa cabellera rebelde de su amante... Sonrió... ¡Qué bonito era volver a estar así con él!

- ¿Estas bien Shu-chan?... Te ves algo cansado, hasta noto que estas más delgado - Hablo Yuki contra su cabellera mientras acariciaba su espalda arriba y abajo con la yema de sus dedos

- Aja... - Fue su única respuesta dándose cuenta que sus manos se habían aferrado también al rubio en torno de su cintura, casi de manera posesiva... Se sentía deliciosamente bien... ¿Para qué pensar en algo mas?
La cálida suavidad de aquella piel que conocía lo acompañaba, aquella piel que había aprendido a acariciar y que tanto amaba... ¿Amaba? ¿Aun?... .

La pregunta se formo en su cabeza impidiéndole pensar en otra cosa... ¡Yuki!... como si el tiempo se hubiera detenido, como si el pasado se hubiera borrado de un plumazo... ¿Qué importaba el mañana sí lo tenia ahí hoy?

La caricia de Yuki resultaba una droga embriagante, el saberse sobre su piel, otra... ¿Para qué mas? Si... se había dejado guiar por sus más bajos instintos y aun así, no se arrepentía... Por lo menos no en ese momento...

Habían hecho el amor otra vez, despertando no solo los viejos deseos si no también los viejos sentimientos que estaban llegando a la superficie con una velocidad meteórica para devorarlo todo...

El sonido embriagante de la música lenta que sonaba aun en el equipo de audio pareció adormecerlo, casi no se había movido, estaba atrapado entre los fuertes brazos de Yuki, quien a diferencia de otras veces, tampoco parecía querer moverse, simplemente lo abrazaba fuertemente, corazón a corazón... Con la piel tibia temblando de emoción y su corazón rebasando de alegría... No supo como, ni porque, pero se encontró adormecido deliciosamente entre sus brazos una vez mas...

ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª

Tenia la cabeza enterrada en la almohada, un manoteo involuntario sobre la cama le hizo sentir únicamente la sabana fría contra su piel. La calidez había desaparecido. Emitió un leve quejido de desaprobación... ¡Otra vez!... parece que las viejas costumbres aun existían... Yuki se había marchado sin decirle nada, dejándolo solo en la inmensa cama de sabanas de seda que enfriaban tanto su piel como su corazón...

Abrió los ojos violetas con desgano para darse cuenta que había caído nuevamente en sus encantos, como una víbora cascabel que hechiza antes de dar el zarpazo final... aun peor... se sentía como un tonto una vez mas...

Baka... baka... baka...

Pero no... esta vez no pasaría, no iba a permitirlo... no podía ser.
Con una rapidez única se sentó al borde de la cama estirándose para recoger una a una sus prendas... Se coloco la ropa interior y el pantalón... No podía encontrar su remera por lo que se coloco la camisa aun abierta sobre la piel... En ese mismo momento la larga figura desnuda del rubio apareció con un vaso de jugo de naranjas en la mano mientras él intentaba tontamente calzarse las zapatillas.

- ¡Uh!... ¿Shuichi? - Pregunto intrigado, el pequeño apenas levantaba la vista del piso mientras probaba en vano de atarse correctamente el calzado deportivo - ¿Q-que pasa Shuichi?-

- Tengo que irme - Admitió el de un tirón y secamente - Nada ha cambiado... como siempre no estabas a mi lado cuando desperté -

- ¿Qué dices baka?... Solo fui por jugo de naranjas, tenia sed... -

- ¡NO!...No, no y no, no quiero escucharte... no puedo... no debo caer otra vez en tus encantos... -

Shuichi camino por la habitación hasta llegar a la puerta. Yuki intento detenerlo, bloqueándole la salida y asiéndolo contra la pared. Las mejillas del cantante ardieron al sentir la presión de su ex amante contra su pecho, la camisa desabrochada le dejaba sentir esa piel cálida que jadeaba de nervios... Pero no, algo estaba venciendo sus deseos convirtiéndose en un impedimento que esta vez le permitía aguantar... No dejarse engañar otra vez... eso era lo único que le importaba.

Los misteriosos ojos dorados lo quemaban, Shuichi tenia el rostro vuelto contra la ventana, no quería verlo, no quería flaquear, un leve temblequeo en los labios casi evidenciaba su nerviosismo. Una mano la tenia atrapada por la de Yuki por arriba de su cabeza mientras la otra, yacía paralela a su cuerpo, tan pegada a la pared como si también él estuviera sosteniéndola...
La mano libre de Yuki se apoyaba sobre su pecho sosteniéndolo firmemente...

- ¿Por que te vas? ¿Por qué huyes de mí? Tenemos muchas cosas para hablar... - Le dijo Yuki suavemente con esa voz embriagante que lo hacia desfallecer

- Por favor... Yuki... Por favor... Ya no me tortures mas - Gimió tristemente volteando sus ojos violáceos a el de manera suplicante - ¿Qué es lo que quieres hablar?... ¿No hemos hablado de todo bastante? ¿O todavía quedo algo por herirnos?-

- No quiero que te vayas... -

- Basta Yuki... No sirve de nada... Nosotros simplemente no podemos estar juntos... Tu no me amas... Nunca me amaste, yo solo fui tu juguete - Afirmo seguro pero las lagrimas se deslizaban por las mejillas del pequeño como cataratas de agua salada que irritaban su piel a su paso... Yuki no pudo soportarlo mas y lo libero. Aun así, el no se movió, simplemente dejo caer su otro brazo y su mirada se perdió en el suelo como tragada por la alfombra...

- .............. -

- Solo fui tu juguete... admítelo, del cual te cansabas después de hacer el amor y dejabas en la cama solo... ¿Puedes imaginar como me sentí cada vez?... ¿Puedes?... Llegue a pensar que tu computadora era más importante que yo... rogué por años que me dijeras algo tierno, que me estrecharas entre tus brazos solo para decirme que me querías como yo a ti... pero no... eso nunca paso... Me fui marchitando a tu lado... hasta perdí las ganas de vivir... ¡Demonios Yuki!... Tengo sangre en las venas... necesitaba que me amaras, aunque sea un poco, apenas me conformaba con una migaja de tu cariño - Lloro Shuichi desesperanzado mientras limpiaba sus ojos con la manga de la camisa irritándolos aun más

- Yo... - Balbuceo el rubio completamente shockeado... ¿Si Shuichi se sentía así porque demonios no se lo había dicho antes? ¿Acaso era realmente tarde para decirle lo que en verdad sentía por él?...

- Ahora apareces en mi vida de nuevo... después de lo que me costo recuperarme y de repente me besas apasionadamente devolviéndome el calor que creí perdido para siempre ¿Y para que?... Solo para satisfacer nuevamente tus deseos y escaparte a la primera de cambio... - Pero su actitud cambio de repente, se puso rápidamente de pie enderezándose con su orgullo al máximo... - Pero no... El Shuichi que conociste no existe mas, no dejare que vuelvas a usarme como un estúpido juguete -

Yuki se apoyo contra la pared shockeado. Las palabras le sonaron sinceras e inflexibles, era cierto que más de una vez se habían peleado y se habían dicho cosas duras e hirientes pero jamás unas palabras le dolieron tanto como las que su Shu-chan le estaba diciendo ahora... Nunca unas lagrimas le desesperaron tanto el corazón como las que caían ahora en la alfombra...

- ¿De verdad crees que te use todo este tiempo? - Hablo por fin dejando que la frase saliera casi sin permiso. Shuichi volteo la cara hacia el con enojo... La furia creciendo en su piel y la angustia en su corazón

- Debo irme... hay quien se preocupa por mí -

Camino dos pasos fuera del cuarto, bajo las escaleras con apuro y llego hasta la puerta principal un poco más recuperado. Cuando se disponía a irse, una figura le cerro el paso abrazándolo por la espalda... No le hizo falta preguntar, o dudar... sabia que era el escritor, sentía su perfume, sus manos asiéndose de su pecho, sosteniéndole para que no se alejara... El aroma y la suavidad de su cabello cosquilleando su oreja y la fría sensación de la bata que ahora llevaba puesta sobre la piel...
Se quedo inmóvil, con el corazón adolorido golpeando fuertemente, doliéndole como si una fiera salvaje le desgarrara por dentro apretándolo y desangrándolo...
Yuki simplemente lo tenia abrazado de tal forma que sentía que no podía escapar.

Presa de sus sentimientos a flor de piel, Shuichi sintió que sus piernas colapsaban... estaba muy nervioso, pero aquellos brazos no lo dejaban caer... Echo su cabeza hacia atrás, descansándola sobre su hombro...
No quería... pero no podía evitar que Yuki dominara cada uno de sus sentidos. Entonces sin saber porque, la voz de Yuki salió desde atrás de su cabellera, lenta, sensual como un lamento desesperado...

- Lo siento... Nunca quise que fueras mi juguete... aunque no lo creas... siempre fuiste lo más importante para mí... -

El abrazo cedió y Yuki simplemente lo libero. Shuichi sintió que sus pies caminaban unos pasos y sus manos se asían a la puerta para abrirla, su cuerpo temblaba por completo como un flan... Las ultimas palabras del rubio aguijoneaban sus oídos produciéndole aun más desasosiego en su alma... Entonces corrió, corrió como loco... como un desesperado...

corrió hasta que los pies le dolieron, corrió ciego por esa gran ciudad que no conocía pero que se desplegaba bajo su cuerpo amenazante y enorme... corrió hasta que su corazón se calmo lentamente, corrió hasta que los ojos dejaron de llorar... Entonces se detuvo... En medio de un gran parque, aun con la camisa abierta y los cordones desatados... llevándose la mano a la cabeza mientras en su mente solo se escuchaban los ecos de “In the Moonligth torturando su alma haciendo oídos sordos a la razón...

-¡¡¡¡¡¡¡¡YUKIIIIIIIIIIIII...!!!!!!!!! - Grito de repente liberando la tensión en su voz, vaciando todo lo que su cuerpo quería gritar, lo que quería ocultar tras aquella fachada de tranquilidad y seguridad...

Cayo de rodillas en las piedritas que cubrían el camino mientras los transeúntes contemplaban extrañados al pequeño de cabello rosado. Se abrazo a sí mismo intentando confortarse, pero aun tenia en la piel el aroma del rubio, sentía sus labios en su cuello, su perfume embriagándolo...
Se sentía doblemente miserable... Primero por haber sucumbido una vez mas a los encantos de Yuki y segundo porque había engañado vilmente a JK y el no se lo merecía... Realmente no

Se puso de pie lentamente, medio recuperado de su pequeña crisis de llanto y desesperación. No, no iba a dejarse vencer tan fácilmente... Le había costado mucho más de un año recuperarse de lo de Yuki y esta vez no podía ser... No iba a dejar que pasara una vez más.

Sexo... sí solo eso, Sexo...

Intento convencerse a sí mismo que solo había sido eso, quizás así seria más fácil soportar lo que acababa de pasar...

Los ojos violetas se volvieron aun más tristes, este viaje estaba resultando ser una verdadera pesadilla... Camino lentamente hasta una calle concurrida y detuvo un taxi... Conciente de su poca experiencia hablando ingles simplemente le extendió el papel con la dirección al chofer. El hombre entendió perfectamente y le devolvió el papel sin mediar palabra.

Pego su cabeza a la ventanilla donde el frío cristal le devolvió un poco de frescura a su rostro... Por mas que quiso, no pudo evitar el torrente de sensaciones encontradas que traía en la piel... Aun más le preocupaba lo que le diría a JK... Tendría que explicarle de alguna forma su ausencia repentina de casi toda la tarde...

El nunca había sido bueno para mentir pero esta vez quizás tendría que hacerlo... No quería lastimarlo y confesarle que había estado íntimamente con Yuki seria justamente eso... ¿Qué hacer? ¿Qué decir?

La cuidad pasaba por sus ojos como una película, ni siquiera prestaba verdadera atención al camino o a donde iba... Hasta podrían llevarlo a cualquier lado y en el estado en el que se encontraba apenas si lo habría notado... Pero una tienda grande si llamo su atención... Ordeno al chofer que se detuviera y que lo esperara... Bajo y entro en ella, minutos mas tarde regreso al auto y emprendieron nuevamente el camino.

Shuichi estaba más tranquilo ahora... llevaba un paquete en las manos y una buena excusa en los labios... Solo bastaba saber sí esta funcionaria...

ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª

Los ojos azules de JK brillaban de furia y frustración... Como gato enjaulado había recorrido toda la mansión en busca de su cantante de cabello rosado sin lograr dar con él... ¿Dónde demonios se habría metido?

Echo hacia atrás el cabello azabache con sus dedos. En verdad era un hombre bonito, sus rasgos parecían perfectos... Ojos azules profundos como el mar, gatunos, alargados enmarcados por enormes pestañas renegridas y sedosas. Nariz pequeña. Labios sensuales, carnosos y apenas rojos, que brillaban como si fueran frutas maduras. La piel blanquecina le daba un aspecto solemne... Su cuerpo era perfecto, bien moldeado, como si fuera un atleta, aunque nunca había hecho ni un ejercicio... todo natural. Por algo era un modelo reconocido de corte internacional...

Pero todo lo que era por fuera no podía ocultar el enorme resentimiento que tenia por dentro, ahora para colmo, aumentado por los celos y la inseguridad... Su sed de venganza para con el escritor estaba claramente opacada por la inseguridad de perder al cantante... Shuichi se había vuelto todo para él. El pequeño de ojos tristes entro en su corazón como nunca nadie lo había hecho... Hasta llego a olvidar la razón por la cual lo había conquistado desde un principio...

Tenia que admitirlo, lo que había comenzado como un juego de niños se había vuelto la razón de su vida...

Estaba completamente enamorado de Shuichi Shindou...

El viaje que en un principio le había parecido buena idea ahora se estaba convirtiendo en una pesadilla difícil de digerir... Encontrarse con Uesugi, Eiri no estaba para nada en sus planes... Desde aquel furtivo encuentro en el estudio de TV, Shuichi estaba actuando muy raro y eso le inquietaba... aun más... el pequeño había desaparecido y no tenia la menor idea de donde se había metido.
Camino lentamente por cada una de las habitaciones sin hallarle, pronto se encontró con una puerta cerrada y la abrió.

Era una sala de ensayo, en el escenario Hiro y Suguru tocaban junto a Ryuichi Sakuma, quien entonaba una de esas canciones que tantas veces había escuchado tararear a Shuichi... Se quedo mirándolo hipnotizado, tanto que ni siquiera se dio cuenta que no era el único, ya que Tatsuha contemplaba la escena desde una de las butacas con igual aplomo.

El cambio que experimentaba Ryuichi en el escenario era increíble... como para no quedárselo viendo... parecía brillar... Los ojos azules se tornaban fieros, como los de un animal salvaje ante su presa, su voz se desdibujaba en el silencio... seductora, atrayente, hechizando a quien lo escuchara como una sirena en alta mar... no era extraño saber que aquel extraño personaje había impactado de esa forma a miles y miles de fanáticos que de la noche a la mañana convirtieron a Nitlle Grasper en el conjunto numero uno de Japón...

El cuerpo de Ryuichi serpenteaba en el escenario haciendo gala de sensuales movimientos que solo podían compararse a los de su pequeño de cabello rosado... imagino que de no enamorarse de Shu-chan no le hubiera sido difícil enamorarse de Sakuma San... sencillamente era la viva imagen de la sensualidad... Cantaba de la misma forma en ese escenario sencillo que ante una multitud de espectadores... Pronto se percato que la canción había terminado y que aun seguía mirando a los tres en el escenario, pero un empujón de Tatsuha lo devolvió a la fría realidad... Y al piso, claro.

- Ni te atrevas... él es mío, solo mío - Gruño con los ojos azules chispeando de furia. JK se puso trabajosamente en pie y camino hasta él con expresión serena

- No seas tonto, solo me hechizo su voz... amo a Shuichi, y es a el a quien estoy buscando... ¿Lo has visto? - El rostro de Tatsuha se transformo ¿Si lo había visto? No claro que no, pero de sobra sabia donde estaba porque él había sido quien le había traído el recado... por otra parte ¿No se estaba tardando demasiado?

- No sé dónde esta, no lo he visto - En ese momento un Ryuichi excitado por el escenario salto a sus brazos impidiéndole él seguir hablando, de inmediato le plantó un apasionado y largo beso ante la mirada curiosa de JK, Hiro y Suguru... luego de un rato, se libro de los posesivos brazos de su amante, quien seguía en su postura seria - No... se... - Jadeo casi sin are - Deberías buscarlo mejor, Shuichi debe andar por ahí -

JK clavo sus ojos azules en Ryuichi sabiendo de sobra que lo había hecho para distraerlo y salvar al menor de los Uesugi de responderle, no había que ser muy inteligente para darse cuenta que Tatsuha estaba mintiendo... Aun así, Ryuichi se acerco hasta él y puso su rostro a escasos centímetros del modelo.

- Creo que Shuichi salió... ¿Por qué? ¿Necesitas que te atiendan?... - Murmuro con una sexy sonrisa en los labios. Los ojos azules de JK se abrieron exageradamente mientras su cuerpo se ponía a temblar como un flan... No le gustaba aquel ser tan extraño que podía cambiar tan rápido de niño a adulto, pero ciertamente lo perturbaba cuando hacia este tipo de cosas... Estaba tan cerca que podía sentir todos los perfumes que emanaban de su cuerpo, aun el aliento de su boca, entonces vio una mole de peluche rosado que impacto en la cabeza del cantante y unos ojos azules que lo miraban furioso, ardiendo, ojos que concia bien...
Característica de los Uesugi...

- ¡BASTA RYU-CHAN!- Grito enojado

- AUCHHHHH... Na no da... Dolioooooo - Llorisqueo sobandose la cabeza... - Yo quería hacerlo sentir bien buuuuuuuu ¿Por qué me diste un Kumagoro Beam?-

“¡Dios!... ¡Que casa de locos!”... pensó JK... los amigos de Shuichi eran bien extraños después de todo. Pero en ese momento la figura de su querido cantante paso rápidamente por la puerta como la de una fantasma que se desliza sin ser oído. Sin mas, corrió tras él, abandonando la sala de ensayo y a sus ocupantes...

- ¿¿¿Shuichi??? - Llamo deteniéndole la marcha a la mitad de la escalera la cual subió rápidamente alcanzando a su amante. El cantante lucia algo agitado y respiraba pesadamente, sosteniendo algo por detrás del cuerpo intentando ocultárselo.

- ¡¡¡¡ JK !!!! - Saludo agitado

- ¿Dónde te habías metido? - Pregunto robándole un apasionado beso de los labios muy similar al que había presenciado hacia unos momentos - Te busque por todas partes... -

- ¡Gomen!... Salí a dar una vuelta... - Se excuso volteándole la mirada... pero ya era tarde... de nada servia mentirle... JK parecía haberse dado cuenta al besarlo... la piel de su pequeño olía a perfume... otro perfume... definitivamente sabia con quien había estado... o por lo menos lo sospechaba.

- Me hubieras buscado... hubiera ido contigo - Le dijo sosteniéndole la mirada, los ojos violáceos parecían confundidos y aun así lo miraban con sincero cariño

- Errrr... es que... es que... quería ir a comprarte algo -

Shuichi jugueteo con su mirada, nadie mas que el sabia como hacerlo derretir... y lo peor que era consiente de ello... Sus ojos se agrandaban con una chispa especial y sus mejillas se teñían de un rosado suave y atractivo, entonces se ponía de puntas de pie hasta llegar a las orejas del modelo donde le susurraba palabras suaves mientras le mordisqueaba suavemente el cuello, luego rozaba su boca a lo largo hasta arrancarle un sonoro suspiro... entonces lo sabia, solo tenia que pedirle lo que quería y el lo perdonaría... Sabia como conseguir lo que quería del modelo...

Saco sus brazos de atrás de la espalda y le extendió una cajita alargada forrada de cuerina negra poniéndola delante de sus ojos. El modelo la tomo entre sus dedos y la abrió lentamente con una sonrisa picara alumbrándole el rostro... Un par de lentes de sol yacían en su interior acolchado, JK los tomo y lo miro sonriendo... La mezcla de buen gusto de Shuichi era increíble, siempre le regalaba lo que más le gustaba, entonces lo tomo de la mano y lo arrastro escaleras arriba donde reposaba el espejo del pasillo.

Se paro frente a el, acomodándose los alargados lentes en el rostro, mientras se rastrillaba el cabello con los dedos dispersándolos sobre su piel. Shuichi se asomaba por arriba del hombro mirando a su Koibito con sensación de tranquilidad... No había sido otra cosa que un halago para “pagar” por la culpa que sentía para con su pareja.
Estaba casi seguro que el no había sospechado nada... Apoyo la cabeza en su espalda y cerro los ojos... La culpa se reflejaba en su rostro... se sentía un gusano miserable por haberlo engañado, el modelo realmente se portaba bien con él a cada momento, y él, sin embargo... lo había engañado con Yuki...

Se abrazo suavemente a el, pasando sus manos por los pliegues de la camisa, aun sin moverse, entonces lo abrazo fuertemente mientras con voz afligida le preguntaba con voz atormentada

- ¿Tu me quieres verdad? -

- ¿Porque dudas?... Si no te quisiera no estaría aquí contigo... -

- Y si supieras que hice algo malo... ¿Me perdonarías? -

- ¿Por qué? ¿Hiciste algo que deba perdonar? ... - Pregunto mirando sus ojos a través del espejo. Los ojos violetas le devolvieron la mirada con un dejo de miedo, sus mejillas tomaron un suave color evidenciando su nerviosismo, entonces tomo las manos que se aferraban a su cintura y entrelazo los dedos con los suyos meciéndose en conjunto con el cantante. - Ai Shiteru, Shu-chan... -

Shuichi no respondió, simplemente se abrazo mas a el, pero cuando el modelo se volteo para abrazarlo y besarlo, Shuichi lo aparto levemente con sus manos y una actitud nerviosa.

- ¿.....? ¿Pasa algo? -

- No mi amor... es que estoy candado, me quiero ir a dar un buen baño... me debes el beso para después... - Le dijo guiñándole un ojo y corriendo hacia su habitación...

Shuichi cerro la puerta con el corazón latiéndole violentamente, se dejo caer en la cama agotado... Demasiadas emociones, demasiado dolor... aun podía sentir su perfume y por eso quería bañarse... quería borrar todo rastro de Yuki de su piel, aunque no pudiera borrarlo tan fácilmente de su corazón.

Suspiro levemente mientras se encaminaba al baño dejando caer una a una de sus prendas.
Puso a llenar el yakuzzi mientras terminaba de desnudarse... El espejo de la habitación lo reflejo por un momento... tenia un aspecto frágil y desvalido... ciertamente estaba mucho más delgado de la ultima vez en que se había visto bien... Casi no reconoció a aquel hombre que lo miraba en el espejo. Se abrazo a sí mismo con fuerza intentando llevar algo de calor a su corazón.

Por fin entro al baño y dejo que su cuerpo se sumergiera en el agua tibia a ver si conseguía así relajarse. Tenia que pensar, tenia que poner la mente en blanco para poder pensar cual seria el próximo paso a seguir... aunque no fuera nada fácil, si era muy necesario...


Con el pequeño cantante en el baño, completamente alejado de la habitación JK empezó a revolver uno a uno los bolsillos de la ropa que había traído puesta Shuichi... Hasta que en un bolsillo del pantalón dio con un pequeño papel color verde claro, cuidadosamente doblado en cuatro que tenia apenas garabateada una nota y una dirección.

Los ojos azules se tornaron duros y copio la dirección otro papel. Seguidamente volvió la ropa a donde la había encontrado y salió tan silenciosamente como había entrado... como un gato perdiéndose en el silencio. Camino por los pasillos hasta llegar a la puerta que daba al gran jardín. Salió por ella y se sentó sobre unos barandales de la glorieta.

Una vez seguro que estaba solo, volvió a desenrollar el papel... Sus ojos recorrieron las palabras con el disgusto de hacerlo... entonces estaba seguro que es lo que lo que debía hacer... Era hora de poner en claro algunas cosas y tenia que hablar con el escritor antes de que fuera demasiado tarde...

La vieja rivalidad salía una vez mas al ruedo, mientras el cariño luchaba por abrirse camino traspasando la sed de venganza...

Continuara...


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N de A:
Espero que les haya gustado este capitulo, me encanta escribir esta historia, este capitulo va dedicado a otra fana de gravi quien me sorprendió gratamente diciéndome que leía mis historias, Muchas gracias Kitten ^___^ *faby emocionada como tonta* este capitulo te lo dedico a vos

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