jueves, 13 de agosto de 2009

IN THE MOONLIGHT Ch. 04

Fan Fic Basado en Gravitation
Yuki x Shuichi
By Itzukiai

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Capitulo 4:

Palabras que queman



J.K salió rápido, antes de que el cantante terminara de ducharse. Se dejo ganar por los impulsos, por la necesidad exclusiva de hacerle frente... Su cabeza era un cúmulo de sentimientos contradictorios.
Odio, celos, furia, quizás algo de temor, pero por sobre todo... Venganza.

Iba a enfrentarse a la persona que había cambiado su vida para siempre.
Ese que le había arrebatado a la persona que más quería y admiraba en el mundo y que, ahora, pretendía robarle a su Koibito, a su cantante... ¡Ja!... Justo quien lo había abandonado primero... El mismo que lo había hecho sufrir, ahora se atrevía a molestarlo...

Echo su cabello largo hacia atrás en actitud nerviosa y aun así, este volvió sobre sus ojos de inmediato. Su mirada brillaba, como dos zafiros que destellaban colores azulados, en ellos se veían claramente lo que sentía, la ira, la frialdad, el deseo de venganza.

Llevaba el regalo de Shuichi sobre su cabeza, los lentes oscuros. Unos jeans negros, algo gastados que se amoldaban a su cuerpo y una camisa color natural completaban su atuendo. Tenia una actitud agresiva, segura.
De lejos se notaba que no era una persona fácil de llevar...

Bajo del taxi cuando reconoció la dirección. No tenia mucho tiempo. No quería que Shuichi se enterara. El no lo perdonaría.
Entonces... ¿Porque hacerlo después de todo?... Estaba seguro que el escritor no le diría nada, tenia demasiado orgullo para eso. Ahora solo bastaba aclararle los puntos... El no iba a pasarlo, a robarle lo que por derecho ya era suyo... se lo había ganado y no lo iba a compartir, mucho menos con él... Yuki Eiri no tenia ningún derecho de molestar a su Shuichi.

Se detuvo frente a una larga cadena de edificios de pisos bajos, metió la mano en el bolsillo y extrajo el arrugado y maltratado papel... Miro la dirección y supo que estaba en el lugar indicado, ahora tenia que encontrar a la persona indicada. Por suerte estaba la puerta del frente abierta... no tendría excusa para negarse.

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El departamento se sentía vacío, frío, como si la luz se hubiera ido... pero no. Yuki conocía muy bien esa frialdad, era la misma que siempre sentía cuando su pequeño rayo de sol ya no estaba con él.

Llevaba la camisa abierta y unos pantalones descuidadamente puestos. Estaba tumbado en el sillón, con la vista fija en el cielorraso. Aun sentía su boca sedienta de el... con la necesidad de retener ese vestigio de sabor dulce en los labios. Su perfume en la piel y la increíble sensación de haberlo tenido nuevamente retorciéndose de pasión entre sus brazos.

Se sintió como un real y increíble idiota... Lo había dejado ir una vez mas sin confesarle lo que sentía, lo que tenia en su corazón y aun así, no podía quejarse... Todavía sentía la calidez de su piel y su voz suave gimiéndole al oído, el calor de su cuerpo temblando de emoción con cada caricia...

Sin saber porque, lo abordaron las lagrimas, esas que le eran tan difíciles dejar salir, que traicionaban por completo su autosuficiencia. Esas lagrimas que solo Shuichi había visto, aunque ahora no estuviera para consolarlo como la primera vez.

Se había enamorado... si, tenia que admitirlo, ese chiquillo cabeza dura, inocente, bullicioso y molesto le había robado el corazón...
Suspiro... si tan solo no lo hubiera dejado ir, aun estaría arqueándose entre sus brazos, dándole ese calor que necesitaba.

Estaba decidido... Aunque no quisiera escucharlo, él lo encontraría... él debía decirle lo que sentía... ese amor iba a terminar de enloquecerlo y a quemarlo por dentro... El volver a estar juntos solo había intensificado su agonía...

Cerro los ojos un momento luego de apagar el cigarrillo. Maldito habito... tenia que ponerse conciente y dejarlo de una vez...
Su mente divago perdiéndose en los recuerdos, en aquella hoja de papel que voló a sus dedos una noche de luna llena... Una sonrisa se dibujo en su rostro, parecía tan lejano aquel momento, aquélla pequeña silueta recortándose en la noche... Cerro los ojos para recordar... Zero talento...
Ni siquiera él supo porque le dijo semejante tontería, pero aquel muchachito inocente le corto el aire desde ese mismo momento... Algo había en el, algo mágico, algo de lo cual si se hubiera alejado no estaría sufriendo ahora.

El ruido del timbre lo saco por completo de sus pensamientos. El corazón se le paralizo ¿Acaso su Shu-chan había vuelto?
Sin detenerse a pensar si es que podía ser otra persona, corrió hasta la puerta con impaciencia, pero al abrirla en vez de los alegres y violáceos ojos de su ex amante, se topo con una mirada tan fría y fuerte como el hielo y una persona que lo miraba con rencor contenido.

- ¿Tu? - Pregunto Yuki levantando sus cejas en expresión intrigada

- Tenemos que hablar - Dijo secamente pasando su mano por el cabello retirándolo de los ojos

Yuki se limito a moverse dándole paso... No estaba muy asombrado, después de todo eso era algo previsible, aun así, no le gustaba nada su presencia allí... Ese tipo hacia que su piel se erice... No le gustaba, es mas lo odiaba.

¿Dónde había conseguido su dirección? ¿Shuichi?... Mnno... no podía ser, su pequeño no podía hacer esas cosas... ¿Tatsuha?... Mmmmm tampoco, su hermano no podía ser tan maldito y aun menos ponerse para enfrentarlo.

Pronto la sensación de estar cerca de quien vivía junto con el cantante le escoció en la piel... No podía verlo a los ojos, por algún motivo ese tipo le ponía los pelos de punta, le generaba una corriente negativa que no era capaz de entender. Y, sin embargo, algo se le hacia absolutamente conocido, como si tuviera un cartel de peligro tatuado por toda su piel.

Era un tipo muy apuesto, no podía negarlo, por algo había conquistado a Shuichi. El cabello negro resplandecía por sobre las blancas y perfectas facciones donde brillaban grandes ojos azules. Sin embargo, no era un azul limpio, mas bien oscuro, o quizás su mirada lo fuera... no lo sabia.

Pero al repasar su cuerpo reparo en otra cosa mas, un sweater que conocía bien, un suéter que sabia de Shuichi y el verlo le causo aun más resquemor...

- ¿Cómo conseguiste mi dirección? ¿Shuichi te la dio?

- El nunca haría eso... Que poco lo conoces... es demasiado noble para hacer una cosa así...

- ¿Y tú si lo conoces? - Dijo con tono ligeramente burlón

- Mas que tu

- Lo dudo... ahora... no creo que hayas venido para discutir cual de los dos conoce mas a Shuichi ¿Verdad?

- No, claro que no... Quiero que lo dejes en paz...

Los ojos dorados se volvieron a el desafiantes, molestos, fríos... Pero el morocho parecía no dejarse intimidar... Yuki siempre había intimidado con su mirada, pero este tipo no le tenia el menor miedo, al contrario... su mirada resultaba tan fría y desafiante como la suya

- Eso es algo que no puedes decidir...

- No, pero no quiero que lo lastimes mas... destruyes todo lo que esta cerca de ti, no te permitiré lastimar a Shuichi como lo hiciste con... - Su voz se apago, Yuki lo miro intrigado... ¿Acaso ese tipo conocía su pasado? ¿Shuichi le habría contado? - Sé que has dejado un tendal de corazones rotos, tanto masculinos como femeninos... Deja a Shuichi en paz

Yuki se recargo contra la ventana seguro de sí mismo. Si él estaba ahí era por algo, se sentiría inseguro del cantante, por tanto, el tenia una chance para reconquistar a Shuichi.

Se movió recostándose contra la pared para mirarlo a sus anchas. Se preguntaba como había sido, como había conquistado el corazón de su pequeño. Camino unos pasos hasta quedar a un metro de el y le hablo nuevamente.

- Que sea él quien me lo diga - Expreso Yuki tranquilo - Si es que él quiere que lo deje en paz, claro

- El no va a escucharte, hagas lo que hagas el no te escuchara...

- ¿Y tu como lo sabes?

- Porque lo conozco, te repito... - contesto con un gesto triunfal que molesto profundamente al rubio

- Si no tienes otra cosa que decirme ahí tienes la puerta

- No seria lógico que te dijera lo que pienso de ti... estoy en tu casa y no pienso caerme a golpes contigo - Contesto el morocho mas que desafiante

- Claro, claro... Además, trabajas con tu bonito rostro... ¿Seria una pena que se maltratara? ¿No? - Se burlo Yuki muy sádicamente

- Realmente me odias ¿Verdad?

- No tengo porque... no te conozco lo suficiente...

- Pero el esta conmigo... se acurruca junto a mi cada noche, mías son sus sonrisas, su piel, sus labios sedientos... Sus gemidos cuando hacemos el amor, todo el esta conmigo ahora y me pertenece - Dijo J.K con una sonrisa triunfal en los labios. La mirada del rubio se intensifico, pero ningún signo de su estado apareció en su rostro, entonces se cruzo de brazos y una sonrisa curvo sus labios

- Pero es a mí a quien ama - Dijo levantando la mirada hacia él. El morocho lo miro con furia, echo su cabello hacia atrás

- No te acerques mas a el... - Fustigo terminante

- ¿Es una amenaza? - Pregunto Yuki divertido

- No, una advertencia... - Le dijo antes de salir por la puerta

El golpe sacudió el departamento. El escritor solo sonrió para sí, sabia que tenia todas las de ganar... Si el se había atrevido a confrontarlo era porque no estaba tan seguro como aparentaba de Shuichi.
Desde la ventana pudo ver como se subía a un taxi y desaparecía en el trafico.

Yuki volvió entonces hasta la habitación. La cama aun estaba revuelta y se recostó sobre ella con la mano cubriéndole los ojos.
De pronto el aroma de un perfume llego a su nariz, perfume... su perfume, aquel aroma que desprendía del cabello de su pequeño. Enterró su nariz en la almohada para absorber su esencia...
Si que se había vuelto importante para él... No podía imaginarse su futuro sin él...

Lo tenia decidido, iba a recuperar a Shuichi de una forma u otra. Tenia que pesar como, cada paso seria importante, pero aquella vista del morocho le había demostrado que todavía tenia una oportunidad y esta vez no pensaba desaprovecharla... Shuichi siempre había sido quien insistía y mantenía aquella relación a flote, ahora le tocaba a el pelear un poco por recuperarlo.

Tomo el control remoto del equipo y un CD comenzó a funcionar... Una canción... la misma que era favorita de su pequeño... no era raro que a ambos les gustara la misma... después de todo, era la que más reflejaba los sentimientos de uno para el otro...

Los párpados se le volvieron pesados, cayeron irremediablemente contra sus mejillas... Abrazado a la almohada que tenia su perfume y arrullado por el dulce eco de su voz, el sueño vino hasta el rápidamente. Mientras el CD de Bad Luck giraba nuevamente para volver a empezar...

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Días después, aun sin saber nada, Shuichi comenzó a recibir regalos...

Sí, regalos anónimos y de todo tipo. Comenzando con las más románticas flores, hasta adminículos... Ejemmm... de esos que sonrojarían al mas osado Desde ropa interior sexy, hasta juguetes especiales que hicieron que Shuichi se sonrojara furiosamente con solo verlos e imaginar para lo que servían, aunque Tatsuha y Ryuichi se ofrecieran a probarlos ante la mirada asombrada de Hiro y Suguru...
El cantante no entendía que pasaba. Solo tenia la misma misiva una y otra y otra vez...


"Shuichi... Quiero verte, por favor... Yuki"


Y Shuichi ya no sabia que inventar para que J.K no se diera cuenta... Además, que no quería verlo, después de lo que había pasado, no sabia como enfrentarlo.
Cuando él llamaba, sé hacia negar por teléfono, y hasta había dejado de salir porque donde quiera que iba lo veía. No es que él estuviera siguiéndolo, la mayoría de las veces solo era producto de su imaginación, estaba poniéndose un poco paranoico...

No entendía bien que pasaba. ¿Porque quería verlo con tanta insistencia? Pero el realmente no iba a flaquear... Aun menos quería que se enterara J.K.

La primera vez había logrado mentirle con bastante trabajo, pero no sabia si podría mentirle otra vez... Sabia que iba a quedar en evidencia.
Además, ¿No habían dejado todo en claro? ¿Qué mas quedaba por hablar?


Todo iba bien hasta esa mañana.


Una mañana como cualquiera, Tatsuha preparaba el desayuno para todos... Realmente amaba ocuparse de esas cosas y ahí estaba, con su short negro y una remera blanca cubierta por un delantal en forma de conejito Kumagoro... gentileza claro de Ryu-chan... Olía delicioso, porque no decirlo y el aroma estaba despertando los estómagos de sus somnolientos amigos y de su Koibito

Estaba muy ensimismado escuchando música, mientras sostenía una naranja frente a la juguera. En ese momento una mano se deslizo por debajo del delantal sobresaltando al menor de los Uesugi. Los ojos azules se voltearon para encontrarse frente a frente a Ryuichi.
No a Ruy chan... a Ryuichi o Sakuma-san, como le decía Shuichi. El sabia perfectamente lo que eso significaba... El juego había empezado y en realidad no estaban solos después de todo...

La mano pequeña del cantante de Nittle Grasper jugueteo sobre su piel deslizándose por entre la ropa y colándose por su pecho. Allí sintió una mano apretar sensualmente sus pezones hasta endurecerlos... En ese mismo momento sintió el aliento cálido del cantante en su cuello. El cuerpo de Ryuichi se pegaba al suyo con perfecta forma, casi cono si fueran piezas de un mismo rompecabezas, entonces una suave voz le canto al oído...
La reconoció de inmediato, "Sleppess Beauty", lenta, suave, como un ronroneo sexy que despertó todos sus deseos haciéndolo olvidar de todo lo demás.

La boca de Ryuichi seguía aun melodiosa cuando su mano resbalo franqueando las barreras del pantalón. Tatsuha acurruco el rostro contra la cabellera de su amante, llenando, su nariz del aroma avainillado de su pelo. El gemido del morocho se ahogo cuando la boca de Ryuichi robo la suya... Aquellas manos pequeñas masajeaban con demasiada maestría su piel desnuda, jugueteando con su sexo y llevándolo casi al éxtasis.

Sabia que estaba perdido, si algo lo atraía de esa relación, eran las extrañas dos caras que tenia su amante. El pequeño delicado que él tomaba amorosamente cada vez o el hombre maduro que se abalanzaba sobre el salvajemente cada tanto para acariciarlo y amarlo de la manera mas osada.

Y cuando Ryuichi estaba así... él estaba perdido. Rogó que nadie los interrumpiera porque ahora el cantante le daba de mordiscos impiadosos a su cuello excitándolo de una manera incontrolable... En el momento en que estaba sintiendo que su cuerpo empezaba a temblar. Una densa capa de humo cubrió la cocina. La alarma contra incendios se activo sonando tan fuerte que agujereaba los oídos... Pero en ese momento una mano pequeña manoteo la sartén del fuego y la arrojo al lavabo. Ryuichi y Tatsuha estaban congelados, cada uno con la mano en el pantalón del otro, detenidos en el medio, mientras la nube de humo y olor a quemado escapaban por la ventana, ahora abierta.

El joven de cabello rosa se volteo con su mejor sonrisa para verlos...

- La Hi Ho!... Buenos días muchachos... ¿Qué hay para desayunar? - Rió cómplice... Entonces los ojos del su compañero cantante se aflojaron y Ryu-chan apareció de la nada.

- ¡¡¡¡¡SHUICHIIIIII !!!!!... -Grito alegremente dejando arrastrar la palabra de forma juguetona, luego se sentó en la silla de al lado con una sonrisa de oreja a oreja.

Tatsuha miraba la escena con ojos incrédulos...

Ahí había quedado, en el medio de la cocina, con la ropa desarreglada, el delantal de conejo que se levantaba misteriosamente por debajo de su cintura y un dolor en el cuerpo que lo doblaba literalmente en dos

¿Cómo se atrevía a dejarlo así? ¿Cómo podía amar a ese cretino que después de acariciarlo apasionadamente se iba con Shuichi a desayunar como si nada?

No podía enderezarse, sus mejillas ardían... y sinceramente no era lo único que ardía... Shuichi se había dado cuenta, pero bueno esos no eran sus asuntos y Sakuma - San... Bueno Sakuma - San siempre era así de especial.

Ahora compartía la mesa del el cómo si nada, comiéndose una enorme tostada untada con mermelada de frutillas...
En ese instante su Koibito lo tomo del brazo intentando levantarlo

- ¿Vamos Ryu - Chan? necesito... errrrrr..... mostrarte algo -Le dijo el menor de los Uesugi llevándolo del brazo

- ¡Buuuuuu!... noooo... no quiero... ¡Quiero desayunar con Shuichi! - Protesto

- Pero Ryu - chan... yo...

- Pero no... no... no quiero... quiero mi tostada con dulce... - Rezongo poniendo cara acongojada

- Tráela... - Fue la respuesta seca de su amante arrastrándolo a la habitación con visible nerviosismo mientras el cantante no podía ni hablar ya que tenia la tostada cubriéndole los labios - Perdona Shuichi - Le dijo Tatsuha remolcándolo tras la puerta - Por favor Shuichi... contesta el teléfono

Shuichi se quedo viendo a Tatsuha con los ojos abiertos... no es que le extrañara la escena, pero bueno la verdad es que se veían muy ardientes cuando él apago el quemado desayuno. Lamento que J. K estuviera durmiendo porque se había perdido la diversión. Se echo atrás en la silla recostándose sobre el respaldo mientras sorbía su taza de café.

En ese instante vio al morocho, calco de su Yuki, volver hasta la mesa.
Se sorprendió aun más que antes, tenia el cabello revuelto, los ojos azules ardiendo y el mismo tonto delantal aun puesto. Con las mejillas rojas y se acerco hasta la mesa. Tomo el frasco de mermelada de frutillas y lo miro a los ojos. El cantante le devolvió la mirada como si tuviera escrito un signo de interrogación en la frente.

- No preguntes - Le dijo a Shuichi volviendo a la habitación después de secuestrar el frasco de dulce... El cantante solo movió la cabeza asintiendo y lo observo anonadado, todavía mas cuando al voltearse se dio cuenta que debajo del primoroso delantal de Kumagoro, ahora no llevaba nada. La piel de su trasero brillo con la luz resaltando por blanquecina. Se sonrió pícaro mientras recordaba... No había duda que los Uesugi tenían muy buenos traseros...

Cuando estuvo lo suficientemente lejos para no escucharlo, Shuichi no aguanto mas y rompió en sonoras carcajadas. De todas las cosas raras que le habían pasado en la mansión de su amigo Sakuma -San... esta había sido la mas extraña. Aun se estaba riendo cuando sintió el repiqueteo del teléfono. Sin darse cuenta o pensar que hacia, llego hasta el teléfono y lo levanto con total normalidad.

- ¡La Hi Ho!... Casa de Sakuma san... ¿Quien habla? - Dijo alegremente, entonces se dio cuenta de su error cuando la voz al otro lado de la línea hablo

- ¿Shuichi?

- ¡Yuki!... - Balbuceo asustado, tenia intenciones de cortar pero el otro volvió a hablar

- No cortes Shu-chan... por favor...

- ................

- Tenemos que hablar... tengo que decirte algo

- ..................

- No tienes que contestarme si no quieres... pero si necesito decirte algo

- No creo que sea... - Empezó diciendo, pero él lo interrumpió

- Por favor, ven a casa... Dame una oportunidad para hablar contigo

- Eso no va a cambiar nada Yuki...

- ¿Entonces en que te perjudica?

- Lo hace y tú lo sabes

- No voy a rogarte mas, pero si me escuchas esta vez, ya no te volveré a molestar

- Estaré ahí en una hora

- Te espero

El teléfono inalámbrico cayo prácticamente de sus manos... ¿Qué acababa de hacer? ¿Volverse a meter en la boca del lobo? ¿Acaso se había vuelto loco?

No entendía porque, el simplemente no debía haber levantado el teléfono, sabia que Yuki lo encontraría de alguna forma y por su descuido había caído tontamente en su trampa.

volvió a tomar el teléfono enderezándolo, su mirada se volvió triste y pensativa, entonces automáticamente se golpeo una y otra vez la cabeza contra la pared

- ¡Baka!, ¡Baka!, ¡Baka!... - Se dijo gimiendo - ¿Cómo puedo ser tan idiota?... ¿Cómo puedo querer volver a escucharlo?... ¿Cómo? - Su cabeza golpea nuevamente contra la pared, varias veces mas, como si no le doliera en lo mas mínimo... - ¿Hasta cuando el solo oír su voz me va a aflojar el alma?... ¿Hasta cuando?... ¿Acaso no voy a poder ser feliz si no es con él? -

La pregunta quedo flotando en el aire, sin respuesta. Miro el reloj antes de dar el mas profundo de los suspiros... Recogió la taza y las cosas del desayuno y luego de acomodarlas se encamino a su habitación para vestirse. En el camino se cruzo con Hiro y Suguro que tenían cara de dormidos. A ellos los había despertado el sonido de la alarma de incendios y con la mano en alto los saludo mientras les explicaba en pocas palabras lo que había pasado. Luego ellos siguieron su camino y él empezó a subir por las escaleras, pero un gemido y un jadeo fuerte provenientes de una habitación vecina, volvieron a hacerlo sonreír...

Sus ojos se agrandaron una vez mas en sorpresa cuando cayo en cuenta de algo que se le había pasado. ¿Para que demonios usarían la mermelada?
Su cabeza razono antes que él y sintió que el calor volaba derecho a sus mejillas... Un sin numero de imágenes catalogadas como XXX aparecieron en su mente para jugarle una mala pasada...

Mejor no investigar ciertas cosas...

ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª


Casi como un De Ja Vu, sintió que esa escena se repetía...
Él, nervioso, acomodándose la ropa a la vez, mientras iba llegando a la casa de su ex amante. La expectación en el rostro, latente, palpitante como sus labios... El corazón que batía contra su cuerpo, sabia que él lo esperaba e imaginaba que iba a decirle para retenerlo...

Pero no... esta vez no, estaba decidido a no flaquear de nuevo, sin embargo, el fugaz recuerdo de Ryuichi y Tatsuha acariciándose íntimamente en la cocina lo había puesto nervioso llevándolo al limite de la provocación...
No podía negar que se había excitado, aun más, a sabiendas que iba a encontrarse con el ahora prohibido objeto de deseo.

Por mas que lo negara, tenia que reconocerse a sí mismo, que Yuki le generaba una estado de excitación y sensualidad que nadie había despertado en él hasta ese día. Ni siquiera J.K con su dulzura lo ponía tan nervioso.

El cantante llevaba un pañuelo en la cabeza que cubría la mitad de su cabello rosado, atándose hacia atrás en forma despreocupada. Llevaba una polera blanca ajustada al cuerpo y encima una camisa azulada a cuadros con gris, el pantalón de Jean negros se acomodaba a sus caderas cayendo de la cintura ligeramente y dejando por momentos su ombligo al aire.
Botas negras completaban su aspecto... y si... no podía negar que se había producido especialmente para él... casi como deseara que viera lo que había perdido con su actitud egoísta.

Con nerviosismo toco el timbre de la puerta, las manos le temblaban como gelatinas, de inmediato Yuki abrió.
El rubio le sonrió dejándole entrar. El simplemente siguió el camino hasta acomodarse en el sillón. El escritor se acerco y se sentó cerca del cantante. Volvió su mirada a sus ojos, por largo rato, sin decir media palabra.
El silencio era molesto y Shuichi estaba poniéndose irritable. En el lugar se percibía un extraño aroma, que combinado con el aire, hacían la mezcla exacta de sus recuerdos.

Trago saliva por tercera vez antes de decidirse por hablare de una vez.

- Al grano Yuki, ¿De qué querías hablarme?

- De nosotros

- No hay nosotros... no sé lo que tu creas

- ¿Recuerdas que me dijiste que te trataba como si fueras mi juguete? - El cantante solo asintió aun más intrigado que antes - Quiero que sepas que nunca fue esa mi intención, no quise lastimarte de esa forma

- ¿No?....

- No, Shu - Chan... nunca fue fácil para mi demostrar mis sentimientos, no es nada sencillo y admiro profundamente gente que, como tu, puede ser capaz de expresar lo que siente sin reparos

- Na Yuki... estas demasiado hablador esta mañana - Lo interrumpió Shuichi algo avergonzado, el no era de hablar confidencias así como así

- No me interrumpas Baka...

- ............

- Solo me di cuenta cuanto significabas para mí, cuando ya no había nada que hacer, cuando ya no estabas a mi lado... y lo peor de todo que nunca llegue a decírtelo...

Shuichi abrió los ojos asustado, Yuki simplemente no era de hablar así seriamente y cuando lo hacia no era signo de nada bueno. Titubeo, lo miro a los ojos. Gatunos, hechizantes, llenos de esa magia que lo había impactado desde siempre. El rubio camino hasta el y Shuichi simplemente quedo acorralado contra el sillón.

Yuki tomo su barbilla girando su rostro hacia él. El brillo amatista del pequeño centelleo para el una vez mas... esa mirada... esa cálida mirada que lo envolvía completamente... El cabello rosado y desordenado cayéndole sobre el rostro... Las cejas ligeramente curvadas en actitud de confusión...
Los labios temblorosos, palpitantes, húmedos...

¿Por qué demonios no podía estar cerca de el sin sentir las terribles e irrefrenables ganas de besarlo? Yuki lo miraba con intensidad, con deseo, con la necesidad que le generaba ese rayito de sol en su vida.

Así era desde el principio, puede que él para Shuichi fuera alguien muy importante, sin embargo, lo que el pequeño no sabia, era lo importante que era él en su vida... Si, debía admitirlo, ese loco cantante pelirosa había robado por completo su corazón aunque le pesara...
Depender tanto de alguien nunca había sido algo que Yuki pudiera manejar tan fácilmente...

Cerro los ojos lentamente, no podía seguir viéndolo frente a frente. Sentía su perfume casi rozando su piel, su cabello mezclándose con el suyo, y el cálido aroma dulce de su aliento que llegaba a su nariz como una potente droga.

Rodeo suavemente la nuca de Shuichi y lo atrajo aun más, borrando las distancias... Un beso... otra vez un beso robado entre los dos.

Shuichi suspiro en sus labios cuando el rubio deslizo dentro la lengua ardiente... El cuerpo del pequeño jadeaba con la misma necesidad que el suyo... Se volvió intenso, apasionado, absolutamente desesperado... como si fuera el primero... aun peor... como si fuera el ultimo.
Las palabras se borraron de la mente del escritor como la más cruel de las lagunas mentales, solo podía pensar en él, en Shuichi y en aquellas palabras que jamás había podido decirle.

Se separo un momento para tenerlo frente a frente, entonces sin mas sus labios dibujaron en un susurro lo que intentaba decirle

- Ai Shiteru... -

Shuichi se hizo para atrás impactado. ¿De que se trataba todo esto? ¿Un simple ardid por retenerle?
Los felinos ojos dorados quemaron su piel. Las manos de Yuki intentaron retenerle, pero el ya se había puesto de pie, como si en vez de decirle que lo amaba hubiera gritado "fuego".
El rubio se puso de pie y lo tomo por los brazos, intentando que él lo mirara a los ojos... obtener una respuesta de esa masa nerviosa que temblaba sin parar...

Enfoco sus ojos en él. Las inevitables lagrimas habían echo su aparición... Solo que esta vez le ardían mas que nunca. El corazón del cantante estaba estrujado apretándole el pecho de tal forma que apenas podía respirar.

- Ai Shiteru... - Repitió Yuki con pausada tranquilidad... Shuichi lo miro por fin de frente... - ¿Shuichi?... ¿Oíste? Ai... - Dijo pero no pudo seguir porque un par de manos pequeñas cubrieron sus labios

- ¡NO!... no... - Balbuceo con el temblor sacudiéndole el cuerpo - Esas palabras son demasiado grandes... demasiado importantes para que las digas solo para retenerme...

Se separo violentamente de el, sin mirarle a los ojos... pero la mano del escritor se aferró a su camisa impidiéndole alejarse

- ¿Ret...? DEMONIOSSSSS... ¿¿¿¿Realmente crees que te diría algo así solo para retenerte????

- ........

- Baka... Baka... ¡No puedo creerlo!... ¡No confías en mi!... - Murmuro Yuki soltándolo decepcionado - Te abro mi corazón por primera vez y no me crees...

- ¿Y que querías, ah? ¿Qué corriera a tus brazos y te dijera que también te amo?...

- ............

- En realidad si esperabas eso... - Balbuceo el pequeño estallando en lagrimas - Es tarde Yuki... ya no te creo...

- No me conoces

- No, cierto, eres un completo desconocido... un maldito egoísta que no pude soportar que yo sea feliz con otro - Su voz sonó amenazadora, sus ojos se cargaron de cólera y dolor

Yuki se quedo estático pero al ver que el pequeño daba unos pasos para irse corrió a su lado y lo apretó entre sus brazos. Shuichi lloraba inconsolable.
Entonces Yuki lo tomo de la nuca, jalándose los cabellos de manera que la cara del cantante quedara a su alcance... El pequeño gemía de dolor

- ¡Itaiiii!... Yuki... ¡Suéltame!... -Grito enojado retorciéndose de dolor. El rubio enfrento su rostro con el suyo y aflojo el agarre convirtiéndolo en una caricia. Los ojos dorados se volvieron ligeramente cristalinos...

- Mírame a los ojos... Mírame y dime que no me amas... ¡Dime Shuichi!... - Ordeno con voz firme

- Y-yo... nnnn...

Shuichi temblaba tanto que no podía contestarle... ¿Qué iba a decirle? ¿Qué no lo amaba? Si era la más absoluta mentira... el sabia que en su corazón seguía amando al rubio con la misma intensidad que al principio.
Los ojos lo quemaban, el aroma de su cuerpo embriagaba sus sentidos, el estomago le dio un vuelco mientras su ex amante esperaba una respuesta

- Yo... no... yo...

- Cuando te bese recién te sentí... sentí tus labios, sentí tu amor... no me lo niegues... no te mientas... -Dijo hablando casi sobre sus labios, con el aliento de Shuichi cosquilleando en su piel y las lagrimas mojando su rostro

- Yu... ki...

No supo más. Su mente no le respondía, su cuerpo tampoco. Las lagrimas seguían bajando por su rostro enrojeciendo su mirada... Las mejillas arrebatadas de rojo, mezcla de calor y de nervios... entonces hizo lo único que pudo. Con las fuerzas que apenas la quedaban safo de fuerte abrazo y giro sobre sus talones para salir corriendo como alma que persigue el diablo.

Yuki reflexiono un momento, muy corto, el suficiente para salir corriendo tras él sin prestarle atención siquiera a que estaba descalzo.
Corrió escaleras abajo tras la estela de lagrimas que acababa de dejar Shuichi... Tenia que alcanzarlo, tenia que detenerlo... no podía terminar así... no.

¿Por qué abrir su corazón para ser rechazado de esa manera?

El cantante por su parte, corría sin sentido, ni siquiera se había detenido a pensar porque lo hacia, solo lo hacia y ya... tenia que huir, correr, hasta que las piernas le ardieran, alejarse lo mas rápido de ese lugar, donde un grito pudiera opacar las palabras murmuradas por Yuki momentos antes...

¿Hasta donde iba a llegar su egoísmo?

Años espero por esas palabras, años de soledad, de amarga paciencia, solo para ser regalado con un tibio beso en la frente... Cuanto lo había deseado, cuanto lo había esperado... ahora no le sonaba verdadero... aunque su corazón luchara por convencerlo de lo contrario

- ¡SHUICHIIIIII! ... - Grito Yuki tratando de detenerlo

El cantante se detuvo sin prestarle atención de en donde estaba, las lagrimas le cortaban la visión, el corazón le golpeaba tan fuerte que podía oírlo. Todo él temblaba involuntariamente y la gente que caminaba por la avenida se desdibujaba ante la mirada del escritor que se le acercaba jadeante.

Pero de repente los ojos de Yuki se volvieron fieros y asustados, cuando corrió hasta él y le dio un empujón tumbándolo hasta la otra punta.
El golpe lo noqueo por un momento. Había caído de costado al piso.

Abrió los ojos buscando a Yuki y con horror vio un taxi detenido a media calle y a Yuki, su Yuki, caído en el piso con un hilo de sangre que salía debajo de su pecho. El corazón se le detuvo de pronto. Más pálido que una hoja de papel llego hasta el rubio.

Tenia los ojos cerrados y yacía inconsciente, se había puesto delante del taxi para evitar que este lo golpeara a el. Una multitud de personas que hablaba en ingles lo rodeo, gente que hablaba como marionetas ya que el no podía entender ni una sola palabra de lo que le decían, alguien parecía decir que llamaran al 911, como si él supiera que significaba eso.

Tomo la cabeza del rubio y la apoyo sobre su regazo. La sangre cálida de su pecho mojo su ropa tiñéndola de rojo. Desesperación... lo único que pasaba por su mente.

Los ojos dorados se abrieron lentamente, enfocaron en la cara angustiada de su amante. Una mano temblorosa se alzo hasta alcanzar la mejilla mojada de lagrimas... rodeo suavemente su rostro, para desplomarse pesadamente segundos después mientras el escritor volvía a caer en inconciencia

Shuichi lo apretó aun más contra sí, mientras de su garganta por fin salía algo mas que un gemido reprimido

- ¡¡¡¡¡¡¡YUKIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!!.... - El grito fuerte recorrió cada callejuela de la ciudad, un lamento sumergido en pena... Segundos después no se oyó nada mas que sus lagrimas, mientras a lo lejos una sirena de ambulancia se acercaba lentamente...

Continuara...


ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª

N de A:
No acepto virus, quejas o malas palabras... >_<>

Quiero agradecer a la cantidad increíble de mails que me llegaron por esta historia, en verdad no creí que gustara tanto, me paso lo mismo que con el Fic de Gundam que creí que nadie leía hasta que me empezaron a llegar pilas de mails... La verdad mil, mil gracias a todos, espero no defraudarlos.

Pero esta vez, este capitulo va dedicado a una persona que me esta alentando muchísimo desde hace un tiempo con sus palabras. Muchas gracias Eiri ^_____^ tu apoyo es muy importante, y aunque me imagino que me vas a matar porque demorare un poquito en seguirlo, pero tene por seguro que lo haré. Este capitulo es una forma de agradecerte por tu apoyo ^___^ GRACIASSSSS

También un enorme beso a Kitten ^_^ (espero que te guste como va la historia y pronto seguir leyendo de la tuya)

Bueno nos vemos en la próxima y no quieran matarme antes de que lo termine, les aseguro que todavía tengo un par de cartas guardadas...

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