martes, 21 de julio de 2009

¿QUE TANTO SABES DE EL? Ch.02

Basado en Gravitation
By Ishida Rio

Gravitation no me pertenece. Todos los créditos a Murakami Maki-san.

Capítulo 2.

Shindo tarareaba una canción mientras buscaba entre sus cosas el disco que había conseguido recién.

-¿Dónde lo deje...?

Una sonrisa triunfal cruza su rostro cuando por fin halla lo que buscaba: la melodía que Fujisaki había terminado hace unos días sobre la cual planeaban comenzar la nueva canción. Ya era el tercer disco y debía ser realmente bueno.

El suave solo de piano llenó de calma el lugar. Shuichi cerró los ojos y se dejó llevar por la deliciosa música, arrepentido de haber negado en algún momento la llegada de un tercer integrante a Bad Luck.

-Los cambios son buenos... -pensó imaginando la guitarra de Hiro acompañando- Es genial...

De pronto, una idea cruzó su mente. Rápidamente buscó lápiz y papel, o en su defecto cualquier cosa sobre la que pudiera escribir...

-¡¿Dónde?!

El plumón en su mano temblaba por escupir las palabras que nacían en su cabeza. No estaba su cuaderno, no había papel, ¡no habían ni siquiera guías de teléfono a mano como para poder hacer su canción!... Entonces optó por la primera superficie lisa que encontrara... y la pared de su habitación fue la perfecta elegida. Las letras nacieron una tras otra con velocidad, a veces a tropezones, saltándose letras, tildes, comas y demases gustos de la gramática. Borrones diversos adornaban diferentes puntos de las estrofas garabateadas en la pared.

-¡Listo!.... Hiro... tengo que mostrársela a Hiro....

Entonces notó un pequeño problema... ¿cómo diablos se llevaba la pared entera a la casa de Hiroshi?...

-... Baka....

Ni una sola hoja de papel a mano. ¡Nada donde transcribir la canción que acababa de crear!.... La solución parecía una sola: pedirle a su amigo que fuera a su casa...

-Pero si llega a encontrarse con Yuki....

Miró a todos lados buscando por enésima vez algo de papel. Pensó incluso en usar el computador de Eiri para enviar la letra a su amigo por mail.

-No se dará cuenta si solo mando el mail....

Vigilando la hora y recordando el horario de su pareja aquél día, Shindo caminó hacia el estudio del escritor.

-Tengo casi dos horas antes que llegue...

Sin embargo, al entrar, quedó en silencio mirando el notebook. El aparato estaba cerrado, pero había un pequeño cuaderno sobre él.

"En lo ajeno reina la desgracia" Rezaba una cita escrita en la primera hoja. Shuichi sonrió al leerlo y mirando la suave letra.

-Tienes razón, las máquinas me odian... Y gracias por el cuaderno.

***

20.12 pm.

El departamento estaba completamente oscuro. Reinaba un silencio y una calma absolutos.

-¿Shuichi?

No hubo respuesta.

-Que extraño... -pensó Yuki- Me había dicho que salía a las 5.30 de los ensayos... Ese baka...

La luz del encendedor y el posterior reflejo ocasionado por la ceniza encendida acompañaron al rubio en su espera en el sillón.

-Baka...

22.36pm.

El portazo saca violentamente a Eiri de su adormilamiento. Una sombra entra rápidamente sin detenerse siquiera en sacarse los zapatos. Se puede oír como choca con los muebles camino a las habitaciones, mientras un segundo portazo indica su destino final.

Preocupación e inquietud llenaron al rubio escritor. Eran más de las 10, Shuichi no llegaba y de un momento a otro, alguien entraba corriendo a su departamento y se escondía en alguna de las habitaciones del otro lado del pasillo.

-¿Shuichi?

La distancia hasta la habitación del cantante se desvaneció rápidamente. La puerta cedió en silencio, y la penumbra de la pieza sorprendió un poco al adulto.

-¿Shuichi?...

-...Yuki...

-¿Qué pasa?

Varios disparos rompen el aire en la calle. Shindo se tapa los oídos y esconde la cara. Más descargas de bala siguen adornando la noche japonesa. Los temblores recorren el cuerpo del pequeño baka, provocando extrañas sensaciones en su amante. Yuki jamás creyó que Shuichi tuviera miedo del sonido de las balas.

-Tranquilo... -sus brazos pasaron alrededor de la figura delicada del pelirrosa, y pudo escuchar como este susurraba incesantemente-

-Está bien, está bien, está bien... tranquilo Shuichi... está bien...

Luego de unos momentos, no se escuchó nada más que las balizas de las patrullas corriendo por las calles que rodeaban el edificio. Poco a poco se alejaron hasta dejar de sonar. El silencio reinó luego de esos extraños momentos.

-¿Estás bien? -preguntó con su típica voz helada-

-... Aún no... -susurró. Yuki iba a preguntar a qué se refería cuando el celular de Shuichi sonó. Este de inmediato levantó la vista. Riiiing -Uno... -riiiing- ...dos.... -riiing...- tres.... -y dejó de sonar. Una enorme sonrisa iluminó la cara de Shindo, pero era una sonrisa que extrañó a su pareja... ya que nunca la había visto. No era alegría, ni risa, tampoco esos gestos despreocupados o caprichosos... Era una sonrisa de alivio... -Está bien

-¿Qué pasa?

-...Nada Yuki... ahora todo está bien...

-¿Porqué entraste así?, ni siquiera te sacaste los zapatos...

-Voy a hacerlo ahora, gomen Yuki...

En silencio y con sigilosa habilidad se libra del abrazo del rubio y camina hasta la puerta de la habitación. En ese momento la luz del pasillo le ilumina, mostrando a su pareja la camiseta manchada de sangre, el cabello revuelto y el golpe en la cara... Pero él sigue caminando sin importarle su estado.

Cuando Eiri lo toma del brazo y le obliga a voltear, una mueca de dolor se posa en la que antes era una sonrisa.

-¿Qué pasó?

-... Quisieron asaltarme, eso es todo... -dijo mirando el suelo- Estoy bien Yuki, no pasó nada...

-¿Te quitaron algo?, ¿te amenazaron?

-No -respondió este con calma.- Estoy completo... bueno, solo los golpes....

-Sangre...

-Si, es que me sangró un poco la nariz. En serio Yuki, estoy bien...

Shindo continúa su camino y regresa sin zapatos. Pasa por el lado del escritor con la mirada baja y el paso cansado.

-¿Tu mochila?

-¿Eh?

-Tu mochila... No la traías cuando llegaste. -preguntó con una mirada helada, sospechando que había algo que Shuichi lo había contado-

-Se debe haber caído cuando quisieron robarme... que lástima -dijo sin mostrar mayores emociones por la pérdida de su amada mochila-

-¿Ahí no estaban tus cuadernos con tus canciones, tu discman y otras cosas? -inquirió intentado sacar alguna reacción mas propia del hiperquinético cantante-

-Si, ahí estaba todo. Pero no importa, alguien la traerá... estoy seguro.... Si me disculpas Yuki, voy a dormir...

Otra sonrisa simple y falta de la excesiva energía del joven. Entró en su habitación, y cerró, dejando a Yuki con una enorme duda en la mente... Ese no era Shuichi... al menos no el que estaba acostumbrado a ver....

Aquella noche casi no durmió pensando en las escasas y extrañas reacciones de su pareja. Primero, entra corriendo. Después, el miedo. Luego, suena el teléfono y el miedo se evapora. Cero reacciones por la pérdida de su mochila... ¡Y para colmo había querido dormir solo!... se supone que lo habían asaltado. ¿No debería estar asustado, o nervioso al menos?, ya había pasado antes, pero había insistido en que durmieran juntos, y se había mantenido siempre cerca de Eiri... Ahora nada.... Cerró los ojos pensando que la oscuridad absoluta le ayudaría a formar el rompecabezas, pero lo único que llegó fue la pesadilla que había tenido hace más de un año.

***

-¿Estás nervioso no Hiro-san?

-¿Porqué lo dices?

-Enciendes el cigarro, pero no lo fumas. Como cuando te preocupaba que Shuichi no llegara o que lo hiciera solo.

Nakano sonríe. Si, parece que su manía no había cambiado mucho con los años.

-Si, estoy nervioso.

-¿Por lo de anoche verdad?

-Si, así es. Estuvo cerca.

-Sabes que no volverá a pasar. Lo prometo.

-... Supongo que si Kotaro... Igual me preocupó que te perdieras.

-Jaja, creí que encontraría el camino a tu departamento. Lo siento mucho. No creí que de noche esta ciudad fuera tan confusa.

Ambos ríen. Hiroshi apaga el cigarro definitivamente y pasa sus manos por su desordenada melena.

-Vamos con Shuichi.

-¿No es muy temprano?, son recién las 10.

-No, hoy tenemos ensayo a las 9.15 por lo que debe estar despierto ya.

-¿Hoy tienen ensayo?

-Si.

-¿A las 9.15?

-Si...

-Pero ya son las 10....

- Si.... oh-oh.... -una graciosa expresión de "Fujisaki-va-a-matarme" llena la cara de Nakano, que toma a su invitado del brazo y sale rápidamente del edificio en donde vive.

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