martes, 21 de julio de 2009

¿QUE TANTO SABES DE EL? Ch.04

Basado en Gravitation
By Ishida Rio

Gravitation no me pertenece. Todos los créditos a Murakami Maki-san.

Me doy cuenta que los cap se ven cortitos una vez publicados.....

Capítulo 4.

21.15pm

Aún no llegaba. Hiroshi paseaba de lado a lado de la esquina en donde Haruno le había pedido que se vieran. Un mal presentimiento lo llenaba, como hace mucho no sentía.

Vestido enteramente de negro y su larga melena suelta, la noche cubría fácilmente al guitarrista de Bad Luck, que reía mientras esperaba.

-“Esto es una locura... ¿quién diría que yo estaría listo para lo que podría ser una pequeña masacre?... ¡¿quién diría que se manejar un arma?!...” ¿Quien lo diría?

-Ciertamente nadie.

Haruno le sonreía desde su posición, a pocos pasos de él.

-¿Porqué me llamaste? -ella extiende una segunda arma y un silenciador extra-

-Porque tenemos que hacer.

-¿Qué pasa?

-Hoy me acompañarás.

El camino entre la esquina de encuentro y el lujoso edificio no era muy largo que digamos, por lo que rápidamente ambos jóvenes se encuentran en el ascensor del lugar, subiendo hasta el último piso.

-¿Piensas que algo pasa?

-Los vi cerca...

Las luces del ascensor parpadean mostrando la baja de voltaje que afectaba al edificio completo.

-Bajemos -dice Hiro- Si una falla nos encuentra aquí no podremos hacer nada en caso que algo pase.

Tres pisos los separaban de la escalera de emergencia que había en el pasillo del piso de Eiri.

Las luces de las linternas los guiaron sin problemas (y sin ser vistos) hasta la puerta, en donde encontraron a 4 sujetos que supuestamente cuidaban la entrada, distraídos con el espectáculo que ofrecería la muerte del muchachito de ojos raros.

El primer parpadeo de luz les dio visión suficiente para disparar con certeza. El resto, fue como disparar a un barril lleno de peces.

***

-¿Están todos bien? -preguntó uno de los recién llegados mientras se oía que alguien cerraba la puerta.-

-¡Yuki! -Shuichi rápidamente fue con su pareja para librarla de las cuerdas que lo apresaban- ¿Estás bien?

-Si... ¿y tú?

-Bien -un gran abrazo de parte de Shindo distrae un poco al escritor de la muerte que ronda su departamento-

-¿Cómo estás Kotaro?

-...Bien Hiro-san, gracias.

En ese momento Yuki cae en cuenta de que uno de los sujetos es nada menos que... !Hiroshi!

-¿Todos bien?

-¡¡Gracias por venir Hiro!! -dice casi con un grito su compañero de grupo. El escritor no entendía nada, ¿el mejor amigo de Shuichi había matado a todos esos tipos?... ¿y Shindo no se sorprendía?-

-No te preocupes Shu... además, no vine solo...

Yuki se levanta y toma del brazo con fuerza a Shuichi. Este mira impaciente hasta que la segunda persona aparece desde la puerta. Eiri puede sentir la tensión de su baka al verla, ya que era una mujer. Mientras aparecía se ponía unos lentes con vidrios de color amarillento, que no dejaba ver bien el color de sus ojos. Llevaba una larga melena negra (muy parecida a la Nakano, pero más larga), además de que vestía de negro y andaba armada, al igual que el guitarrista.

-¿Quién...?

-¡Haruno!

-Tanto tiempo Shu...

Shindo intentó zafarse del escritor y correr hacia la mujer, más este se lo impidió.

-¿Quién eres? -exigió con el tono más frío que la situación le permitió. Ella lo miró y sonrió con algo de superioridad, quitándose los lentes, mostrando unas perlas violetas tanto o más intensas que las de Shuichi o las de Kotaro, pero heladas como las suyas-

-Shindo Haruno desu. Un gusto conocerlo Eiri-san. -más el saludo no disminuyó lo más mínimo la desconfianza del rubio. Sin duda alguna la chica y Nakano debieron entenderlo, ya que dejaron sus armas lejos, aunque no tanto.-

-Comprendemos su desconfianza Yuki-san -dijo Hiroshi- Pero Haruno nunca le haría daño a Shuichi.

Una vez más la mirada miel y la mirada violeta chocaron en una batalla de hielos y nieve. Sin embargo, ella se colocó de nuevo los lentes y caminó hasta quedar frente a Yuki y a Shindo. Eiri tiró hacia atrás a su pareja en una inconfundible muestra de protección. Haruno lo miró sin darle importancia, poniendo su mano en su espalda, de donde rápidamente sacó una tercer arma, que apuntó de inmediato en el medio de los ojos del escritor.

-¿No cree que ya estaría muerto si ese fuera mi objetivo?

Rápidamente la pistola giró en la mano de su portadora, y esta le ofreció el mango a Eiri, para que la tomara en señal de confianza. Sin embargo, fue la blanca mano del cantante quien la tomó.

-Yuki no sabe de armas Haruno -dijo con una expresión de forzado enojo, mientras se paraba entre ambos. Ella le sonrió de una forma increíblemente tierna, para luego alejarse unos pasos y estirar los brazos.-

-Ven acá Shu...

Shindo no pidió que se lo repitieran. El arma cayó lejos, mientras el corría hacia los brazos de la mujer, que lo esperaban protectores. Yuki se sorprendió de las emociones que la escena irradiaba... era... era como un reencuentro entre personas que se aman más allá de todo límite... no era amor carnal, ni de pareja... era algo distinto que jamás había visto pero que se le hacía conocido... ¿Dónde lo había visto....?, ¿dónde?

“Siempre hay alguien pendiente de uno Yuki, siempre....”

Sus novelas... Claro, el amor de gente que daría la vida por otro... La confianza que supera la distancia y el tiempo. Sin importar que no se vean, que no se hablen, que no se toquen... siempre la confianza de que el otro estaba en alguna sombra, en alguna esquina... en algún lugar perdido esperando para brindarle una sonrisa y desaparecer otra vez.... Sin embargo, a pesar de todo, algo no encajaba....

-¡Te extrañaba tanto Haruno!... cuando te vi la otra noche... y oí los disparos.... -de un momento a otro Shindo rompió a llorar, soltando por fin la angustia que le producía no saber que era de la muchacha-

-Sabes que estoy bien Shu... no llores pequeño... No es bueno que llores...

-Em... muchachos... -interrumpe Hiroshi- Siento molestar este lindo momento... pero tenemos ocho muertos y un departamento lleno de balas.

-Eso se arregla fácil -dijo Haruno- Kotaro, Shu, Eiri-san, saquen solo lo imprescindible. Ropa, papeles, lo que crean que necesiten.

-¿A donde iremos prima?

-A tu departamento Kotaro.

-¿Qué pasará con mi departamento? -inquirió el rubio.-

-Ya lo verá...

La luz para esos momento ya estaba completamente reestablecida. Y las cosas estaban sobre un plástico que se mantenía cerca de los sillones manchados de sangre y aún adornados con los cuerpos de los 8 tipos.

-Saldremos a primera hora -dijo Haruno- Son las 2.30am, a las 6.00 comenzaremos a salir metiendo algo de ruido para que noten que nos vamos. A estos tipos los metemos en los cuartos de atrás.

-¡Quiero saber que es todo esto! -gritó Yuki cansado de ver a esos muertos que tantos recuerdos desagradables le traían a la mente-

-... Entonces adelantemos los planes. -dijo sin inmutarse por la pregunta- Vamos a una fiesta muchachos, vístanse para la ocasión.

Shuichi y Kotaro obedecieron de inmediato dejando a Hiroshi, Haruno y a un Yuki completamente enfurecido y confundido.

-Tranquilo Yuki-san -dijo Nakano- Cuando lleguemos al departamento de Kotaro le explicaremos.

-Y pensar que estuve todo este tiempo cuidándolos para que esto no pasara... -murmuró ella, aunque, tan distraída que estaba, no se dio cuenta que lo había dicho en voz alta.- Necesito un cigarro.

Eiri suspiró buscando en sus bolsillos. Él también necesitaba uno.

-Ya es hora de irnos... -dijo Kotaro apareciendo junto a Shuichi.-

-Vamos entonces.

Hiroshi y Kotaro toman los bolsos y comienzan a acarrearlos hasta el pasillo. Shuichi los mira desde la puerta.

-Adelántense, los alcanzo en un momento

-Vamos Yuki...

Eiri, Shindo, Kotaro y Nakano bajan por el ascensor conversando, o más bien, los primos y el guitarrista lo hacían, ya que el escritor no abría la boca por nada. Al poco rato, Haruno bajó corriendo para encontrarlos en el hall.

-Listo. Vamos a tu departamento Kotaro.

Todos se despidieron del conserje y partieron en el lujoso auto de Eiri. El trayecto era silencioso, hasta que Haruno pidió a Yuki que se detuviera.

-Nos vemos en tu casa primo. Vayan directamente al departamento, todos estén atentos.

Sin decir más, se bajó y volvió sobre sus pasos, tomando el abrigo negro que Hiroshi llevaba puesto.

***

Eran las 4 am cuando la alarma de incendios rompió la calma del edificio. Toda la gente salió a los pasillos, asustada al ver como el humo bajaba desde el último piso...

Rápidamente y con un incontrolable caos, las personas corrieron hasta las escaleras de emergencia, intentando salvarse, viendo por las ventanas como las llamas comenzaban a lamer las paredes exteriores y el techo del inmueble...

“Pisos del 15 al 21 despejados, vamos a entrar” -se oyó decir por intercomunicadores a los bomberos que llegaron a los pocos minutos, pero poco antes que el primero se moviera, una bola de fuego ilumina la calle por completo... mostrando a la gente el impresionante espectáculo de una explosión... en el último piso de la estructura... en el piso del famoso escritor Eiri Yuki....

***

El tarareo de una canción llamó la atención del adormilado Shuichi. Era una melodía que conocía, y que le traía agradables recuerdos...

>>Cada vez que te busco te vas

cada vez que te llamo no estás,

es por eso que debo decir que tu solo, en mis fotos estás....<<

El sonido de la puerta le indicó que Haruno ya había vuelto. Lenta y perezosamente se levantó y estiró, puesto que se había dormido en el sillón.

-¿Qué te retrasó Haruno-san? -preguntó Kotaro mientras servía café-

-Algunos asuntos relacionados a lo que pasó recién....

Las sirenas de bomberos y ambulancias sonaban a lo lejos, opacando un poco la suave música que Nakano había puesto en el equipo de sonido de Kotaro.

-Exijo que me expliquen que es todo esto -dijo Yuki, negándose a compartir el café-

-Primero te sientas Eiri -ordenó Haruno- Como invitado no tienes derecho a decir que no a un café. Si lo haces, te explico.

-¿Y si no lo hago? -preguntó desafiante, molesto porque alguien se le encarara con tanta facilidad-

-Pues si no lo haces.... tendrías que llevarte a Shu a la casa de tus padres, no separarte de él en ningún momento, vigilar sus conversaciones, sus movimientos, con quien habla, quien le pide autógrafos, quien lo entrevista...Nada del otro mundo. Además, no quiero contarte, así que me facilitas las cosas con tu actitud...

Ahora si que el rubio estaba confundido. Si no pedía explicaciones, simplemente tendría que tomar a Shuichi y hacer una vida prácticamente normal.

-¡Haruno! -reclamó Shindo- ¡No es justo!

Eiri miró a su pareja sin entender. ¿Acaso alejarse de los problemas (por que de lo único que estaba seguro es que estaban en problemas) no era justo?

-...Si... si me voy con Yuki se que no te veré más.... -sollozó-

-Siempre pensando que voy a morir Shu -dijo Haruno sin la menor de las preocupaciones- He vivido más de un año bajo tu sombra, y he sobrevivido. ¿Porqué habría de morir ahora?.

Hiroshi y Kotaro sonrieron cuando vieron a Yuki tomar un asiento y unirse a los comensales.

-La historia comienza muy atrás Yuki-san -dijo el guitarrista- Deberá tener paciencia.

-Mientras me expliquen que pasa y que pasará con mi departamento, escucharé. -Haruno sonrió ante la mención al departamento, pero nadie le dio importancia-

-Bien, entonces tendrás que empezar tu Haruno-san, eres la única que conoce la historia desde el principio.

-No soy la única Kotaro, pero si la única presente.

-Hablen de una vez.

-De acuerdo. La historia que desencadena en los hechos de esta noche empieza hace muchos años, cuando yo era una niña y vivía con mi familia en los barrios norte de la ciudad de Kyoto.

-¿Kyoto?

-Así es... pero muy lejos del lugar en donde usted vivía...

"La llegada de lujosas limusinas al edificio nuevo había llamado poderosamente la atención de los niños del barrio, que jugaban siempre en las poco transitadas calles."

-De un momento a otro, un viejo edificio se convirtió en una casa gigantesca. Mucha gente adinerada llegaba, y solían hacer largas reuniones.

"No pasó mucho tiempo antes que se impusiera el nuevo juego de moda. Uno hacía de millonario y los otros hacían de guardaespaldas. Con papeles y piedras simulaban monedas y billetes que transaban escoltados por sus fornidos acompañantes."

-Un día un sujeto se nos acercó y nos preguntó si queríamos ir a jugar con los hijos de aquellas personas. Poco a poco fueron ganándose nuestra confianza, después de todo, ninguno tenía más de 15 o 16. Yo tenía solo 7, Shu y Hiro aún no nacían, tampoco Kotaro. Pronto nos vimos conociendo a las personas que inspiraban nuestros juegos y deseos... A los más grandes pronto les comenzaron a pedir algunos encargos, por los cuales les pagaban bastante bien... todos queríamos trabajar para esos sujetos....

"A los dos años de instalados los sujetos millonarios, más de 20 niños de todas las edades trabajaban para los nuevos benefactores del barrio como los llamaban. Todos hacían cosas de diverso tipo, pero acorde a sus edades."

-Así fuimos aprendiendo a pelear, a creer que ellos nos ayudaban. Nos enseñaron lo que era un arma y como usarla. Nuestros amigos millonarios eran nuestra obsesión. Sabíamos que nuestro futuro era protegerlos para devolverles los favores que nos hacían aceptándonos.... Y comenzamos a aprender a cuidarlos.

"Demasiado tarde los padres se dieron cuenta de los millonarios no eran más que Bandas Yakuzas que ya tenían enrolados a sus hijos para los más sucios trabajos. Pronto los adorables niños y jóvenes del barrio norte, comenzaron a verse adornados de armas, paquetes de drogas, dineros mal habidos y gente de la peor calaña".

-Así formamos las bandas que hoy protegen el Barrio Norte en las Guerras de Tráfico que se forman. Protegen a los Yakuzas... Yo también lo hice alguna vez, siendo casi una niña... casi todos, tantos hombres como mujeres aprendíamos por igual... -una sonrisa detuvo su relato- El primer muerto era motivo de fiesta y orgullo... yo tuve esa fiesta a los 14... Shuichi ya tenía 6 años, Kotaro 4 y Hiroshi tenía 7....

"Entre los Yakuzas se barajaban muchos nombres que comenzaban a hacerse repetitivos entre las hazañas de los nuevos sicarios y guardaespaldas. Especial mención tenían los Shindo y los Nekoi, dos de las familias más antiguas del barrio, y por lo tanto las más numerosas... "

-En aquél tiempo salir del barrio era como pensar en tomar el cielo con las manos. Nosotros éramos muchos primos, al igual que los Nekoi... éramos más de las mitad de los que trabajábamos para ellos.

"Al poco tiempo, Okura Daisuke tomó el mando de ese lado de la ciudad. Su hijo, Satoshi, era conocido por su crueldad a pesar de su corta edad, y también por sus temibles acompañantes... "

-Nos dedicamos exclusivamente a la protección de Okura Satoshi. Tenía unos pocos años más que nosotros. Sohryu tenía 20, yo tenía 18 y Satoshi 23... Shu acababa de cumplir 10 años...

-¿Sohryu? -preguntó Eiri- ¿El Dios Dragón?

-Usábamos esos nombres como claves. Byakko y Sohryu. Nos gustaban desde el día en que Satoshi nos mostró su libro de historia y mitología... Prometimos usarlos cuando fuéramos los guardias de Satoshi...

"Común era ver a Satoshi pasear soberbiamente entre la gente, respaldado por dos personas, jóvenes como él, pero letales como el más peligroso asesino. Aquellos que no eran del barrio solo sabían que se les llamaba Sohryu y Byakko... y les temían mucho...."

-Hasta ese momento todo iba bien. Los problemas comenzaron cuando Satoshi conoció a Shuichi... en su cumpleaños número 11.... Nosotros sabíamos sus extrañas manías... pero jamás creímos que su capricho provocara que comenzara a eliminar a los Shindo como si fuéramos conejos en época de caza.

"Poco a poco, los Shindo comenzaron a desaparecer de las calles. Todos sabían el porqué, pero nadie hacía nada. Los amigos desviaban la vista al tener que disparar contra los niños y las mujeres. Muchos murieron al negarse a matar a alguno de aquella familia... Pero la obsesión fue más grande, y asesinos de fuera fueron traídos para borrar del barrio norte a los portadores de la locura de Okura."

-¿Porqué los mataba? -parecía una historia digna de una novela. Yuki notó que ninguno más hablaba, y mantenían las cabezas bajas-

-Por nuestros ojos Eiri...

-¿Qué...?

-... Satoshi con el tiempo desarrolló una extraña obsesión hacia los colores hermosos... creía que los tonos más exóticos se hallaban en los ojos de la gente hermosa y pura... En su "parque" como lo llamaba, tenía gente cautiva con tonos increíbles... grises, dorados, los azules más profundos y los verdes más intensos... Hasta que un día, removido de los años de vernos diariamente... notó que nuestros ojos eran púrpuras... y jamás había visto un color así en su vida... y nos deseó como nada en el mundo. Como la mayoría de nosotros era sicarios, pudimos defendernos los primeros meses pues nadie quería ser su mascota... pero ellos arremetieron con más fuerza. Al poco tiempo, antes que Shu cumpliera los 12, ya no tenía primos, ni tíos, ni sobrinos, nada... Solo mi madre, mi padre... Shu y los gemelos... Lamentamos el día que la familia de Kotaro llegó al barrio...

-En aquél entonces -dijo Hiroshi- teníamos una pequeña banda a espaldas de los Okura... Byakko, Sohryu, Kotaro, su hermano Masato y algunos de la familia Nekoi, que en secreto nos ayudaban a huir de las emboscadas que le tendían a los Shindo.

-Las cosas eran cada vez más difíciles... -Yuki se sorprendió al oír que era Shuichi quien hablaba- Tuvimos que escapar muchas veces... Haruno no se separaba de mi espalda... Todos habíamos recibido el entrenamiento de sicarios... podíamos defendernos mientras nos mantuviéramos unidos.

-Poco a poco comenzamos a irnos del barrio -dijo Kotaro- Pero las ramas de los Yakuzas eran muy largas y nos tocaban en todas partes... Cuando Shuichi nos dijo un día que deseaba venir a esta ciudad para cantar... Fue unos de los días más felices para todos.

-Sabíamos que Satoshi estaba tras Shuichi antes que cualquiera de nosotros. Entonces decidí arriesgarme yo también y venir con él para que armáramos nuestro grupo de música como soñábamos.

-Y al tiempo te conocí Yuki.... -dijo Shindo con una hermosa sonrisa- en aquél tiempo yo me escudaba en mi hiperquinesia para no mostrarme ansioso... No sabía nada de mi madre, ni de mi padre. Mucho menos de mis hermanos. Me llenaba de terror pensar que podían estar muertos por mi culpa... Pero después de empezar a vivir contigo... las cosas cambiaron. Sentí verdadera felicidad por primera vez en mucho tiempo... supe que Haruno estaba cerca mío siempre, y eso me ponía muy feliz. Me olvidé de los días en que teníamos que ocultarnos... cuando veía morir a mi familia... todo eso quedó atrás...

-...Vayan a dormir chicos -dijo Haruno, dando por terminada la conversación abruptamente- Estamos cansados....

Kotaro y Shuichi se levantaron en silencio. Hiroshi se quedó unos momentos más, pero se retiró también. Yuki aún estaba sentado, pensando en lo que le acababan de contar. Haruno se levantó y fue hacia la ventana mientras esgrimía un cigarro entre los dedos...

-Aún hay algo que no me has dicho...

-¿Qué cosa Eiri?

-... ¿Cuál es tu parentesco con Shuichi?

-Somos hermanos.

-No me convences... ¿No me lo has contado todo verdad?

-Los detalles no te importan. Tú tienes tu historia triste, la cual no quieres contar a nadie.

-Pero se la dije.

-... ¿Y qué quieres que te cuente eh?, ¿cómo nos humillaba?, ¿cómo asesinaba a nuestros primos frente a nosotros para intimidarnos?... ¿quieres que te cuente porqué Shuichi no era virgen?

-¿Eh...?

-No creas que no se que te desconcertó ese detalle después de su primera vez juntos...

-¿Cómo lo sabes...?

-Yo lo sé todo sobre ustedes. He tenido todas las llaves de tu puerta. Conozco de memoria sus horarios, sus sitios preferidos, se que café tomas y la marca de tus cigarrillos. Estoy siempre en la sombra de Shuichi... y él se la pasa contigo.

-Y si estás siempre cuidándolo como dices -increpó ironizando la palabra "cuidando"- ¿Donde estabas el día que atacaron a Shuichi?

Fue visiblemente obvio que la pregunta toco un delicado punto en la mujer.

-... No estaba esa vez...

-Me di cuenta de eso

-¡¿Quién eres tu para increparme Eiri?!, ¡eres quien más ha hecho sufrir a mi hermano!, si no fuera por tu maldito apellido te hubiera matado a la primera de hacerlo llorar.

-¿Mi.... apellido?

-Tu familia hace mucho tiempo que tiene contactos con los Okura. Si fuera por eso, nada hubiera evitado que algo como lo de hace un rato hubiera ocurrido hace más de un año. Tu sola presencia lo protege... y esa es otra de las razones por las cuales aún no separo tu cabeza de tu cuello.

Demasiada información extraña. Aun le parecía rara, quizás incluso una parte de su mente creía que era mentira. Confundido y cansado, decidió mejor ir a dormir.

-¿Qué pasó con mi departamento? -preguntó antes de doblar al pasillo. Ella carcajeó un par de veces-

-Ya no existe...

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*La canción fotografías pertenece a Juanes...

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