martes, 21 de julio de 2009

¿QUE TANTO SABES DE EL? Ch.09

Basado en Gravitation
By Ishida Rio

Gravitation no me pertenece. Todos los créditos a Murakami Maki-san.

Capítulo 9.

¿Qué tan difícil puede ser lograr que una persona entienda que no siempre puede tener lo que desea, simplemente porque algunas cosas le hacen daño?. ¿Acaso Yuki no veía que su relación con Shuichi no hacía más que arruinarlos a los dos?. Él no podía escribir y el otro no practicaba lo suficiente para ser un cantante de talla mundial.

Además... no se convenían. La personalidad de Shuichi solo causaba conflictos en la mente de Eiri, y la frialdad del escritor siempre deprimía a Shindo.

Shuichi era un niño inmaduro. Tenía que vivir mucho aún, no es posible que alguien como el cantante pudiera comprender lo que Eiri sufría.... ¿Porque el seguía sufriendo verdad?... No importa que a Shindo también lo hayan violado... ese es un punto aparte, solo una triste coincidencia del destino que no le molestó en su momento, puesto que pensaba que el suceso haría que por fin el pelirrosa dejara a Yuki tranquilo.

Solo tu lo comprendes, ¿no Tohma?. Nadie como tú sabe lo que él siente. Solo tú puedes ayudarlo... solo tú puedes complementarlo... solo tú puedes amarlo como el debe ser amado. Porque el amor común y corriente que Shindo le ofrece no es suficiente.

¿De veras piensas que Eiri solo está usando a Shuichi?... ¿lo crees capaz de tal cosa?... ¿o piensas acaso que es lástima?.... Lo segundo... si, debe ser solo lástima. Shuichi en sí da un poco de lástima, siempre lo has pensado. Su figura pequeña, su hiperquinesia, sus ganas de ser algo en la vida....

La risa cruel se te escapa Tohma, contrólala... No pueden saber que detestas a Shuichi. No pueden saber que Shindo te da pena...

No ha tenido nada en la vida. El dinero llama su atención, la vida de lujos de Yuki llama su atención. Si no hubiera conocido al escritor sería como cualquiera... sería como el resto de su familia....

No puedes negar tampoco que la primera vez que lo viste pensaste que Yuki se había quedado con una prostituta más tiempo del que acostumbraba. Pensaste que debía ser muy bueno en la cama para mantener los ojos miel de Eiri pegados en su trasero... Simple y vulgar vendido... Todavía lo piensas, ¿verdad?

Pero más de un año ha pasado... ¿Qué prostituta puede ser TAN buena?... Comienzas a perder las esperanzas de separarlos... Y no quieres que Yuki sufra de nuevo...

Shuichi no es para él... debes convencerlo como sea.

***

Tohma deja el vaso sobre la mesa mientras piensa en como hacer entrar en razón a Yuki. ¿Cómo hacerle ver que no está bien que sea pareja de Shuichi?... diablos...

Bien, ya verás como lo harás. Por ahora intentarás algo más desesperado... hablarás directamente con Shuichi. Si señor, ese mocoso tendrá que escucharte...

-¿No cree que Yuki-san está lo bastante crecidito como para decidir por si solo?

La voz desconcierta a Seguchi, que voltea rápidamente, viendo la puerta abierta, y a Hiroshi en el umbral.

-¿Espiando Nakano-san? -dijo lleno de rencor- Este no es horario de trabajo.

-Lamentablemente Seguchi-san, su oficina queda de camino al estudio, y lamentablemente, cuando está molesto habla más fuerte de lo que le conviene. Y en cuanto al horario, solo vine por mi guitarra eléctrica que la dejé la última vez. No creí que Shuichi me pidiera que tocáramos un rato para entretener a su pareja y a sus invitados.

-Ya veo. -gruñó con una falsa sonrisa- Usted también detesta a Eiri, asi que no veo porqué se hace el amigo perfecto.

-Yo no detesto a Yuki-san, aunque si comienzo a detestarlo a usted. -una fría mirada castaña se clava en los ojos claros de Seguchi, haciéndole temblar por un momento- Y en cuanto a hacer algo... El amor tiene sus propios Guardianes Secretos... no lo olvide... Shuichi también los tiene.

Tohma maldijo entre dientes al guitarrista de Bad Luck. ¿Qué se creía ese?, ¡el también era un donnadie!... basura que tuvo la suerte de aprender a tocar la guitarra... Como los odiaba, ¡como los odiaba!... Ya llevaba mucho tiempo aguantando, ya era hora de hacer algo para alejar a Eiri de esos muchachitos de mala muerte...

-Quizás si devuelva el llamado después de todo...

***

El sonido de las teclas había dejado de llenar la habitación hacía ya un buen rato. Risas, gritos, cantos y bromas ocupaban su lugar.

Yuki se tapó la cara con ambas manos en un gesto de angustiosa desesperación. Era cierto que estaban en peligro, que un mafioso los acechaba, que estaba viviendo con 3 asesinos a sueldo hace ya varios días y que su departamento había explotado... ¡Pero su editorial no sabía eso!, bueno, excepto lo de su casa. Pero de todos modos eso significaba que tenía que tener lista la novela de todas formas en el tiempo justo. Lamentablemente, el borrador no solo iba atrasado, sino que además se parecía peligrosamente a Darkness Fall.

-¿Cómo se supone que voy a terminar esto si no paran de gritar?

Justo en ese momento la puerta se abre dejando pasar a Omi, Kotaro y Shuichi que corrían desbocados y persiguiéndose mientras reían y gritaban.

-¡Salgan de aquí! -gritó Haruno al verlos irrumpir de esa forma- ¿Qué les he dicho que molestar a Eiri-san? -los tres Shindo (o los dos Shindo y el Nekoi) colocaron grandes ojos y caras de pena pero la mujer fue inflexible.- Fuera-ahora.

Omi fue el primero el salir corriendo seguido de Kotaro, finalmente Shuichi se levantó y quiso ir hacia la puerta, pero la voz de Yuki lo detuvo. Haruno los miró y salió, creía saber de que iban a hablar... Era lo mismo de lo que ella quería hablar con urgencia con Yamato...

-¿Qué pasa Yuki? -preguntó acercándose. Eiri lo observó de pies a cabeza, pensando en el tiempo que llevaba sin estar con Shuichi a solas. No digamos que era mucho, no más de 1 semana, pero eso para el rubio era demasiado tiempo. Sin mediar palabras, tomó de la cintura a su baka y lo sentó a horcajadas en sus piernas mientras sus labios se dedicaban a la exploración (¿o reconocimiento?) de ese cuello claro y delicioso- Yuki...

-Ya no aguanto Shuichi... -gimió buscando espacios en la ropa de su amante-

-Pero... -la lengua de Eiri cortó sus palabras, ahogándolas en su garganta, y logrando que su mente se concentrara en cosas más "productivas". Sin embargo, el mismo Eiri se separa lentamente de Shindo, sin mirarlo a los ojos y empujándolo suavemente- ...Gomen Yuki...

-No importa... en realidad a mi tampoco me acomoda con tanta gente cerca...

-En otro momento, lo prometo... -susurró en su oído para luego dar un suave beso en la punta de la respingada nariz de Eiri, quien lo tomó y le dio un apasionado beso-

-Te cobraré la palabra.

***

Chaqueta de reluciente cuero negro, gafas Gucci, pantalones de jeans Calvin Klein, zapatos Armani y polera Versace... ¿qué mas podía pedir?, oh! claro, sus cigarros Camel. Ahora si...

Tatsuha caminaba por las calles de Tokyo apreciando los efectos de su producida manera de vestir. "Yanquee-boy" le decían muchos, pero a él no le importaba. Ese era el objetivo: verse como el muchacho más top de EEUU.

Su metro 80 de estatura, sus miserables 70 y tantos kilos y su hermoso pelo negro no pasaban desapercibidos en ninguna parte. Su sonrisa avasalladora y su personalidad aplastante eran un imán para las mujeres, aunque nunca faltaba una con un poco más de aplomo que se le pusiera terca, sin embargo, todo era para que una sola persona lo viera... una que ni siquiera era mujer...

-Ohhh, Ryuichi... -suspiró- ¿Qué tengo que hacer para que un Dios como tú se fije en mí?...

Un puchero digno de sus 16 años se dejó ver causando la piedad de todas las mujeres que tenían sus ojos puestos en el guapo adolescente. Dejó caer su cabeza en un gesto derrotado mientras pensaba en lo incalcanzable que era el "todo-poderoso-Ryuichi-Sakuma" mientras disfrutaba de los susurros de todas las féminas que se preguntaban entre ellas que pérfida mujer o criatura pudo causar tal tristeza a tan hermoso jovencito. Y en eso iba, admirando las piedras del suelo, cuando las palabras de una pequeña niña llegan a sus oídos.

-Mamá... van a chocar...

Tatsuha miró a la pequeña (y de paso a la atractiva madre) y ese solo segundo bastó para que algo chocara duramente contra él, llevándolos a ambos al suelo de forma muy poco decorosa.

-"Mi chaqueta, mis pantalones, mi polera, mi.....!!" -los pensamientos de Uesugi se detuvieron bruscamente- Ryuichi...Sakuma...

-¡Gomen!, ¿eh? -una enorme sonrisa se formó al ver al joven- ¡El hermano de Yuki-san, Tatsuha-kun!

El cielo bajaba hasta sus manos y él podía disfrutar de la belleza de la sonrisa de Dios... ¿moriría ahora acaso?

-¡Qué bueno que lo encuentro Tatsuha-kun! -y tomándolo de la mano, lo levantó rápidamente y se llevó corriendo. Uesugi no comprendía que ocurría, ni siquiera se había dado cuenta que estaba siendo arrastrado por su ídolo...

Nadie puede ver a Dios sin morir... ¿sería él el primero?

***

La calma inundaba por fin el departamento. Ya eran más de medianoche y casi todos dormían, permitiendo a Yuki escribir sin interferencias. El sonido de las palabras de Haruno por teléfono no le incomodaba y la salida de Yamato había sido tan silenciosa que ni siquiera estaba tan seguro de que Nekoi hubiera salido realmente.

-¿Eiri-san? -el rubio detuvo su tecleo y miró a la mujer que se mantenía en la puerta-

-¿Si?

-¿Café? -él se sacó las gafas y notó que el sueño comenzaba a ganarle-

-De acuerdo.

Pocos momentos junto a su notebook había una bandeja con un humeante tazón de café negro, azúcar y algunos dulces.

-Eiri-san... -él la miró de nuevo- Tendremos el mes y medio que viene libre. No habrán problemas de ningún tipo. Se lo aviso por si quiere hacer planes con Shuichi. Se que necesitan un poco de privacidad, y que no están acostumbrados a tanto ruido.

-Ese baka hace tanto ruido como tu hijo y tu primo juntos. Es casi lo mismo.

-Bueno, solo era eso. Espero que pueda hacer algo entretenido con Shu.

-¿Cómo sabes que no habrán problemas?

-Em... digamos que...

-¿Él los llamó verdad?... no necesitas mentirme. Imagino que Okura los contactó. De otra forma no estarías así.

-¿Así como?

-... Tan maternal. Las mujeres suelen intentar tapar las preocupaciones con mimos y días cotidianos. Intentan que todo parezca normal para que ellas se preocupen de los problemas, y así los suyos no lo noten. -ella sonríe con algo de pena-

-Buenas noches Eiri-san.

-Buenas noches Haruno.

El rubio escritor vio la puerta cerrarse y quiso volver a su novela. Releyó las últimas líneas intentando retomar el hilo de la trama, pero maldijo entre dientes... Otra vez era parecida a Darkness Fall.

Mientras en la sala, Haruno pensaba para que el tiempo pasara con más rapidez. Así la espera de Yamato no sería tan tediosa.

-Hermosa noche para un trabajo fácil... -dijo mirando por el balcón. En efecto, las estrellas brillaban esa noche, cielo sin nubes y una luna menguante majestuosa. Bella noche para un asesinato sin dificultades.

La puerta se abrió silenciosamente. Byakko, a pesar de eso, pudo oír los pasos del recién llegado y sonrió.

-¿Cómo te fue?

-Bien, todo fue fácil.

-Me alegro, ¿quieres comer algo?

-No te preocupes, solo tengo sueño.

-Vamos entonces.

Nekoi se quitó los guantes llenos de sangre y los metió en la lavadora. Lo mismo hizo con todas las prendas que llevaba, llenas de pólvora y sangre.

-¿Sabes?, vi a Kiyosato-sempai.

-¿De veras?, ¿no pasó nada?

-No. Solo quiso conversar unos momentos.

-Bah, seguramente te dijo que me rindiera.

-No, de hecho me dijo porqué teníamos dos meses de gracia.

-...¿En serio?

-Sip... -Yamato notó la mirada curiosa de su pareja en su blanca figura y dudó si develar ese secreto o no a la mujer- Pues...

-Ya empezaste Yamato, dime.

-.... Megumi-san está embarazada de nuevo. -las perlas violetas se abrieron de sorpresa y luego se entrecerraron llenas de rabia-

-¡¿Qué...?!... ese bastardo....

-Sempai no sabía porque Okura decidió darnos este tiempo, pero dijo que después de eso habrían grandes cambios. Y dijo que al parecer tiene espías muy, pero MUY cerca de Shuichi...

-¡Desgraciado! -con todas las ganas del mundo Haruno hubiera gritado las palabras a todo pulmón, pero solo salieron escupidas llenas de rencor- Voy a matarlo....

-Tranquila cariño... -susurró abrazándola por la espalda- Tenemos tiempo para nosotros... para Omi... Se me hace tan extraño volver a vivir con él... estar todo el día con mi hijo...

-Yamato...

-¿Mm?

-...Cuando esto termine -comenzó repugnándose y saboreando al mismo tiempo del olor que, notó, ella y su pareja despedían... sangre y pólvora- ¿Viviremos tranquilos verdad?

-Verdad. Tendremos una casa con un gran jardín en las afueras de la ciudad. Tendremos varios perros, que a Omi le gustan tanto. Además construiremos un estudio para que nuestro hijo comience a aprender a tocar algún instrumento... Y lo inscribiremos en un buen colegio privado, para que sea una persona de bien... Y sea mejor que nosotros....

-Y nunca sabrá lo que es manejar un arma.

-Nunca sabrá lo que es ver como la sangre corre...

-Nunca su cuerpo estará impregnado de sangre...

-Nunca Haruno... Te lo prometo... Omi no será un asesino como nosotros.

Los labios de Sohryu se deslizaron por el suave cuello de la mujer, haciendo a un lado la larga melena mientras las manos se aferraban a la cintura con fuerza. Haruno cerró los ojos y se dejó llevar. Ambos necesitaban un poco de privacidad.

Definitivamente, la vida pública no era para ellos.

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*Notas: Yanque o Yanki es una manera usada en Chile (no se si en otro lugar) para denotar a los Estadounidenses. A ella se unen el "gringo" o el común "norteamericano".

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