martes, 21 de julio de 2009

¿QUE TANTO SABES DE EL? Ch.12

Basado en Gravitation
By Ishida Rio

Gravitation no me pertenece. Todos los créditos a Murakami Maki-san.

Capítulo 12.

Estaba ronca. Definitivamente se había quedado sin voz de tanto gritar y cantar.

**Jamás podré corear una de tus canciones mientras tenga entre mis manos un lienzo que diga "Shuichi eres el mejor".**

Falso Haruno...

**Algún día iré a un concierto de Shu como una fánatica más con un gran lienzo blanco que diga Shuichi eres el mejor.... **

Habías ido. Habías cantado. Habías gritado elogiando la belleza de tu hermano y su talento. Habías cumplido el segundo de muchos "Algún día..."

Incluso... incluso se había cumplido un sueño que habías tenido de niña... que tú y Shuichi tenían de niños. Una esperanza lejana y fantasiosa que te tomó completamente por sorpresa...


-¡Muchas gracias por venir! .-gritó entusiasmado el vocalista- Quiero agradecer su apoyo incondicional a este sueño realizado que se llama Bad Luck -un grito de la gente lo interrumpió- Y la verdad es que al igual que para ustedes, este concierto es tremendamente importante para mí... Tal como vieron, los teloneros fueron nada menos la dupla Ukai Noriko-san y Sakuma Ryuichi-san. Saludos a Tohma-san que está enfermo.... Pero como les decía, este concierto tiene un gran significado para mí, y verán por qué en la siguiente canción. Quisiera invitar al escenario, con la previa autorización de mis compañeros, a una persona que es vital en mi vida...

La mirada violeta de Shuichi se posó justo en el palco en donde se encontraban ellos (Yuki, Omi, Kotaro, Yamato y Haruno). Eiri tembló ante la sola idea de que a Shindo se le ocurriera hacerlo subir.

-Me gustaría que en la siguiente canción, In the Moonlight... me acompañara Haruno... Shindo Haruno, mi hermana....>

Antes de que la muchacha pudiera impedirlo o razonar las palabras de su hermano, un par de brazos fuertes la elevaron e impulsaron hasta el escenario, donde Shuichi era el anfitrión. El público aplaudió con fuerza vitoreando su apellido "Shindo, Shindo"... Hiroshi y Fujisaki sonrieron. Si eso era necesario para que Bad Luck funcionara bien, no era mala idea hacer que Shu dejara a su familia visitarlo más seguido.

En cuanto la música comenzó, las luces bajaron su intensidad y las voces mezcladas de Shuichi y Haruno llenaron el Domo. Por esa vez, nadie coreó las estrofas, maravillados por el dueto de ojos violetas. La canción pasó y el aplauso fue mucho más fuerte. Haruno se disponía a bajar cuando el rasgueo de la guitarra de Hiro la detuvo... reconocía la melodía....

**Cada vez que yo me voy, llevo a un lado de mi piel tus fotografias

para verlas cada vez

que tu ausencia me devora entero el corazón

y yo no tengo remedio mas que amarte**

Las lágrimas quisieron caer en ese momento. Era la canción que ella y su hermano cantaban cuando eran niños....

**Y en la distancia te puedo ver

cuando tus fotos me siento a ver

y en las estrellas tus ojos ver

cuando tus fotos me siento a ver

Cada vez que te busco te vas

cada vez que te llamo te no estás

es por eso que debo decir que ti solo en mis fotos estás

Cuando hay un abismo desnudo que se opone entre los dos

yo me valgo del recuerdo taciturno de tu voz

y de nuevo siento enfermo este corazón

que no le quede remedio mas que amarte

En la distancia te puedo ver

cuando tus fotos me siento a ver

en las estrellas tus ojos ver

cuando tus fotos me siento a ver

Cada vez que te busco te vas

y cada vez que te llamo no estás

Y es por eso debo decir que tu solo en mis fotos estás**

¿Había sido o no un gran día Haruno?

-...Claro que si....

***

Tohma hervía de rabia desde su cama. La transmisión del concierto había terminado dejándolo sin nervios.

-¡¿Cómo se atreve a reírse de mí?!

“Saludos a Tohma-san que está enfermo....”

¿Cómo sabía que estaba enfermo?... aunque en realidad había sido un claro intento de asesinato... ¡Habían querido matarlo en su propia oficina!.... Ahora estaba más seguro que nunca... Shindo estaba involucrado. Nadie en el concierto sabía de lo que había ocurrido, las palabras de Shuichi fueron una sorpresa para todos.

El control remoto se estrelló contra la televisión acabando con el aparato.

-Voy a denunciarte... ¡voy a acabarte Shuichi Shindo!, y no creas que me he olvidado de tí, Nakano Hiroshi.... Tú si sabrás lo que es desafiar a Seguchi Tohma....

Mika escuchaba tras la puerta con cierto temor. Pocas veces había visto a su marido realmente molesto... y parecía que esta ocasión superaba todas las anteriores. En ocasiones como esa sentía la urgente necesidad de prevenir a su hermano Yuki sobre la extraña personalidad de Tohma...

***

-Buenas noches a todos...

-Buenas noches Yuki.

-Buenas noches Eiri-san.

-Que duerma bien Eiri-san

-¡Buenas noches Yuki-san! -gritó Omi antes de sumirse en un gran bostezo-

-Que pase buena noche Yuki-san.

-Hasta mañana Eiri-san.

Hiroshi miró a su alrededor. Omi se estaba quedando dormido en brazos de Haruno, y esta en el hombro de Yamato. Shuichi descansaba en su regazo y Kotaro se retiraba a su dormitorio. El ambiente era sumamente relajado y tranquilo. Nakano cerró los ojos y deslizó sus manos por el cabello rosa de su mejor amigo. Shindo se mantenía callado sobre las piernas de Nakano, agradeciendo el gesto. Su mano estaba colgando por el sillón, mientras sus dedos jugaban con el pantalón del otro.

-Hoy fue un día grandioso. -murmuró el cantante cerrando sus ojos por el cansancio- Realmente grandioso...

Al rato, todos se encontraban durmiendo sobre los sillones. El silencio atrajo a Kotaro nuevamente a la sala, que sonrió ante la escena.

-Los dejaré aquí, pero.... -tomó a Omi en brazos y se retiró- Tú no puedes dormir así o enfermarás...

Mientras, Yuki permanecía en su nuevo estudio concentrado frente al borrador de su novela. Prácticamente había tenido que comenzarla de nuevo, logrando nuevos plazos por parte de su editorial. aludiendo que los problemas relacionados con la explosión de su departamento lo tenían aún un poco alterado. En eso pensó en dicha excusa... nadie había vuelto a mencionar lo de su departamento... ¿porqué sería?. Tenía entendido que la policía seguía investigando el hecho, pero no se habían comunicado con él ni con ninguno de los que esa noche los acompañaban.... Quizás la pareja de asesinos tuviera algún tipo de contacto dentro de los uniformados que permitía que todo transcurriera en silencio y bien alejado de la verdad....

Los dorados ojos de Eiri pasearon por la habitación que ahora era su lugar de trabajo. Eran tan espaciosa como la anterior, aunque con más luz y más al estilo de una oficina. Recordó que su estudio anterior era una simple pieza con un escritorio en el medio con su notebook. Esta nueva pieza tenía el escritorio pegada a la pared contraria, aunque a cierta distancia de la enorme ventana. Varios focos estratégicamente colocados en la pared daban justo sobre la pantalla de su laptop, ayudando a sus cansados ojos. Además había un equipo de música al otro lado, una bandeja móvil en donde siempre le dejaban café y dulces y cerca de la esquina contraria, se amontonaba un grupo de cojines grandes y pomposos, en donde el ocupante podía acostarse si estaba cansado. Yuki admitía en silencio que había hecho eso varias veces, siendo una práctica realmente relajante y adictiva. La pomposidad de los cojines solía invitarlo a dormir durante algunos momentos antes de seguir escribiendo. Sonrió para sí. Aquella casa era tan distinta a la suya... tan llena de vida, tan ruidosa... Sin embargo no le incomodaba en lo absoluto. Hacía mucho que había olvidado lo que era disfrutar realmente de la compañía de otras personas que no fueran Shuichi.

El silencio lo hizo suspirar. La tranquilidad una vez más lo llenó todo. Era hora de arreglar la novela, no podía quedar como una vil copia de Darkness Fall...

-Cielos, esa novela me persigue...

“El cielo era claro y el viento agradable. Su caminar era un tanto acelerado, ¡tenía tantas ganas de verla!. Sus pensamientos solo formaban la figura de su amada, era tan feliz a su lado...”

***

Un lujoso automóvil se encontraba frente al oscuro edificio, mirando fijamente el piso 7. "Solo dos departamentos por piso" pensó. El depto de la derecha estaba iluminado y varias figuras se veían pasear por él. El de la izquierda estaba en completa oscuridad. Las cortinas estaban corridas y no se observaba hacía ya un buen rato ningún movimiento.

Kiyosato Hidaka suspiró dejando que el humo de su cigarro saliera. Como lamentaba tener que perseguir a sus mejores alumnos, a aquellos en quien había sembrado la semilla de su propio odio contra los Okura... a aquellos que pensaba utilizar para vengarse algún día. Y sin embargo ahí estaba, vigilando el departamento del pequeño Kotaro, esperando que el joven saliera para darle fin a su vida y así martirizar a la única mujer libre de la familia Shindo. Pensaba también en lo cerca que estaba Satoshi-sama de averiguar la existencia de Omi.

-Fue un gran error invitarla a cantar Shuichi... -dijo para sí- Ahora ya saben su actual aspecto... ahora ya saben a quien atacar...

Vulnerables. Esa era la palabra que identificaba a sus alumnos en esos momentos. Sohryu y Byakko, nombres de fuerza mística que escogieron para adquirir el poder de la muerte. Nombres que los perseguirían por todas sus vidas. Pero ahora la fuerza de los dioses se esfumaba entre risas y nimiedades. Estaban viviendo una vida normal, eso era fatal para un asesino. Ellos no vivían normalmente, no podían hacerlo.

Esperanzado pensó en el asesinato de Kazuya Namari, la niñera de Omi. Un trabajo limpio y rápido, aunque algo ansioso. Nadie sospechó de nada... nadie tuvo tiempo de pensar en nada cuando la mujer ya estaba muerta y el niño en brazos de sus padres. Él mismo había pensado en ir por el niño antes que esos sujetos lo tomaran en complicidad con la Namari.

-De regalo lo querían para Satoshi-sama...

Pero esos muchachos eran más rápidos que astutos. Solo bastó su sola insinuación para que la situación fuera rápidamente subsanada.

-Sería tan fácil atraparlos ahora... Deben estar preparados muchachos... mis alumnos...

¿Sería prudente ir a verlos?. No, pero definitivamente era un buen reto y una buena amonestación para los asesinos... Si, subiría y hablaría con Haruno. Ya había hablado con Yamato, pero este, embelesado por el encanto de su hijo, había olvidado sus palabras. Quizás una plática con la mujer les haría sentar cabeza.

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