lunes, 17 de agosto de 2009

BONUS DE DREAM WITHIN

Bonus 1: Sueños Humedos
By Chekie Girls


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ATENCIONNNNN!!!! No quiero enredos acá, esto no es un capitulo oficial del fic, es en plan de posta, una cosa loca que salió de mi cabecita ~.~ Es un bonus como esos que salen al final de algunos animes para que se hagan la idea, son especies de caps. con cosas que nunca pasaron, sueños, fantasías y demás cosas locas e interesantes en las que piensan nuestros queridos personajes ^^u talvez hagamos 2 bonus para este fic, es un regalito por haberme demorado tanto con el capitulo, así que sin mas que decir disfrútenlo.


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Shuichi se fue quitando prenda por prenda para encaminarse a la bañera sin dejar de mirar directamente a los ojos de Eiri, comenzó a descender levemente por las escaleras hasta sentarse de forma sensual sobre él, dejándole totalmente desconcertado.
- Dime amo ¿deseas que te frote la espalda? ¿O acaso quieres un masaje?- le susurró al oído haciéndole sentir un corrientazo por todo el cuerpo, su respiración acariciando el espacio entre su oído y su mandíbula, y esa voz tan suave complementándole. Sin esperar respuesta comenzó a darle pequeños besos en el lóbulo de la oreja descendiendo hasta su cuello, sus manos acariciaban tiernamente su pecho, su abdomen, bajando y subiendo, viajando a su antojo y despertando deseos. Los besos se intensificaron más, volviéndose húmedos, haciéndole perderse en un mar de placer. Algo estaba mal en el ambiente, el chico no era así, es mas, era extremadamente tímido... Dulce... Inocente... Puro...

Pero eso en ese momento no importaba, le estaba haciendo sentir tan bien... Shuichi se deslizo un poco hacia abajo y mordió su pecho tiernamente para luego lamerlo como tratando de calmar un dolor que no había. Pero no se detuvo allí, bajó un poco mas hasta su ombligo volviendo a subir, dejando a Eiri con ganas de más, mucho más. El chico se detuvo para volver a levantarse, fijando sus ojos violetas en los dorados del rubio como esperando alguna orden.

Eiri al fin respondió atrayendo al pequeño hacia él, pasando su brazo izquierdo por su cintura, mientras su mano derecha se deslizaba enterrándose en su cabello y atrayéndolo aun más, hasta su cara, sus mejillas sonrosadas, su boca roja como las fresas, entreabierta, su mirada pura y traviesa, su piel bronceada, su menudo cuerpo sobre el del rubio, quemando su piel.

La mano del chico acariciaba su mejilla mientras la otra la colocó sobre su corazón, corazón que estaba desbocado. Eiri comenzó a besarlo, apretando su boca contra esos tibios labios, masajeandolos tiernamente, reclamándole. Los labios del pequeño se separaron permitiéndole la entrada, cálida y sorprendentemente dulce, el escritor no pudo hacer mas que cerrar los ojos, abandonándose a la exquisita sensación. Sintió como aquel cuerpo se movía lentamente provocándole, sintiendo como se excitaba el pequeño entre sus brazos, sus gemidos cada vez más fuertes quedaron atrapados en su boca, cosa que lo llevaba hasta el limite.

Se separaron respirando agitadamente, ahora era el turno de Eiri para con Shuichi, recorrio su cuello con la mirada, desciendo hasta el espacio entre éste y su hombro, depositando suaves besos que le hacían temblar, el pequeño se había acurrucado contra él, pasando sus bracitos alrededor del cuello de su amo, abrazándole.

El rubio empezó a subir besando de nuevo su cuello a la vez que su otro brazo vagaba por la tibia piel de su espalda.

En un extraño momento Shuichi empezó a lamer su oreja. Eiri escuchaba unas risas a lo lejos, volteó a ver al chico y ya no estaba en sus brazos.
-maldición!- aun sentía como lamían su oreja o.ô
Se esforzó por despertar y cuando abrió los ojos lo que pudo ver fue una cosa grande y peluda de color tostado que estaba sobre él lamiendo su oreja.
-que asco es un perro!!!!- el susodicho perro era el perro de su hermano quien se estaba riendo a todo pulmón.

- HAHAHAHA acaso tenias sueños húmedos hermanito?! - el moreno se acercaba con un poco de miedo a quitarle al labrador.
- AHHHHGGGGGGGGG TATSUHAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!! PAGARAS POR ESTO!!!!!!!!!!! - gritaba abalanzándose contra su hermano pero éste conocía muy bien al rubio, logro esquivarlo. Eiri cayo contra un cojín, levantó el rostro dirigiéndole una mirada asesina.
- esto..... ejem Eiri.... Hola!!! y Adiós!!! - salió corriendo por la puerta como alma que lleva el diablo seguido por el perro.

Eiri puso una carita de frustración y la hundió en el cojín. Esto no se quedaría así, su hermano sufriría, ese mocoso, como se le había ocurrido entrar en su habitación cuando se lo tenia estrictamente prohibido? y además con ese animalejo!

Perdido en su refunfuñadera no se había percatado del pequeño pelirosa que entro, Shuichi con algo de miedo se acercó al rubio, posó suavemente su mano sobre su cabeza acariciándola tiernamente, como para reconfortarle. Eiri pensó que se trataba del cabezota de su hermano, lo jaló bruscamente hacia el piso haciéndole quedar bajo el.
- HAHA te tengo Tatsuha de esta no te escapas - dijo con voz desquiciada mirándole a los ojos y se sorprendió muchísimo al ver que era su esclavo y no su hermano, mientras Shuichi le veía de forma extraña. Eiri suspiró frustrado, se acomodo junto a Shuichi colocando su cabeza en su pecho, usándole de almohada.

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Notas de Cathain:

Es enserio quería ponerle algo de comedia a este bonus y mira lo que me salió, una escena patética con un perro y un Eiri más "afectuoso" de lo normal *sigh* -_- no puedo seguir así, MUSA!!!!!!!!!!!!! Vuelve que sin ti la vida se me va ;_; miradme no mas cantando esto ;_; *sigh* te lo ruego........

Notas de Saiyi:

JEJE estuvo divertido lo del perrito XDDDD esperemos que les haya gustado el regalito ^_^

Cualquier comentario o lo que sea a: chekie_girls@yahoo.es


Bonus 2:
By Chekie Girls



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Tatsuha estaba sentado en un gran sillón junto a la chimenea que estaba encendida debido al frió. Shuichi se acerco aun más quedando en el centro de la habitación.

- Me dijeron que me llamabas Tatsuha - dijo suavemente el pelirosa.

- Ah, sí. Quería mostrarte algo Shuichi - contesto el moreno levantándose del sillón y pasando muy cerca al pelirosa haciéndole una seña para que le siguiera.

Tatsuha iba adelante de Shuichi con cara de victoria, pasaron por varios pasillos antes de aproximarse a uno bien alejado de cualquier persona que pudiera interrumpirles. Se adentro en una habitación a la izquierda, espero a que el chico pasara y cerro la puerta con llave. Acorralo al otro contra la pared y atrapo las muñecas del pelirosa con una mano poniéndole sus brazos por encima de la cabeza antes de que pudiera siquiera intentar apartarse, había deseado esto por mucho tiempo y no pensaba dejarlo así nada mas.

Se inclino y le beso con fiereza, lamió con urgencia cada espacio de su boca; era toda dulce y deliciosa. Su otra mano comenzó a deslizarse por la cintura del pelirosa mientras este se retorcía tratando de liberarse de su opresor. Removió parte de la camisa y logro meter su mano que acaricio el vientre provocándole suaves estremecimientos, dejo resbalar un poco sus dedos de nuevo hasta la cintura.

Shuichi ya había comenzado a relajarse y había dejado de tratar de zafarse, momento que aprovecho Tatsuha para cambiar de posición. Rompió el beso y sin perder el tiempo tomo el brazo izquierdo del pelirosa colocándolo sobre su espalda y lo empujo contra una mesa cercana, a lo que Shuichi soltó un grito sobresaltado y empezó a moverse de nuevo para tratar de soltarse.

- Tatsuha que es lo que pasa? Por favor dejadme ir -rogó el chico.
- No, no en este momento que tengo la oportunidad Shuichi -respondió algo agitado el moreno.
- ¿La oportunidad?, ¿De que? -pregunto el pelirosa de nuevo
- La oportunidad de que seas mío -Dijo Tatsuha y de inmediato beso al chico.

La fuerza de Shuichi no podía compararse con la suya, pero de que lo excitaba todo ese movimiento para que lo soltara, lo excitaba. Con la otra mano acaricia el vientre del chico, trazando suaves círculos alrededor de su ombligo provocando que la piel de Shuichi se erizara. Luego dejo resbalar sus dedos hasta tocar el borde del cinto el cual quito con brusquedad provocando un fuerte gemido por parte del pelirosa, gemido que fue absorbido por su hambrienta boca. Soltó los dulces labios del chico y su lengua comenzó a jugar con su oreja mientras introducía la mano bajo el pantalón. Al contacto de su mano con la sensible piel del pelirosa, este dejo escapar un sonoro gemido que reboto placenteramente en los oídos de Tatsuha.

Tomo su miembro entre su mano derecha, lo apretó un poco y luego comenzó a masajearlo con suavidad, recorriéndolo de arriba abajo provocando que Shuichi comenzara a lanzar varios gemiditos ahogados.

Dio un beso en la nuca de Shuichi y luego se inclino de nuevo hacia su oreja. - Voy a soltar tu brazo Shuichi, quiero que pongas las manos apoyadas en la mesa -dijo con voz autoritaria.- Si intentas escapar recibirás una azotaina que no olvidaras jamás.

Shuichi asintió con la cabeza como pudo y acato las ordenes, puso cada mano en la mesa y cerro la boca tratando de reprimir sus gemidos. Tatsuha aumento el ritmo, cada vez mas, y más rápido haciendo que el pequeño comenzara a mover sus caderas entre la mano que lo sujetaba y el cuerpo detrás de sí.

El moreno cogió su barbilla y lo hizo voltear el rostro para verle directamente a los ojos - Dime si esto no te gusta Shuichi? No puedes negarlo solo mira como reaccionas, tu cuerpo lo esta disfrutando - Tatsuha sonrío burlonamente ante la expresión gruñona de Shuichi que cambio inmediatamente provocada por un nuevo apretón en su miembro de parte del moreno. Le hervía la sangre al sentir como el cuerpo del pelirosa se retorcía contra el suyo de esa forma así que decidió "ayudarlo" un poco, coloco su mano libre también sobre la mesa y empezó a moverse el también contra Shuichi, como si estuviera poseyéndole por detrás.

Su pequeña boca divina soltó un gemido aun más fuerte que los anteriores, tan excitante que Tatsuha empujo sus caderas contra el trasero del pequeño aun más fuerte hasta que al fin este no aguanto mas y termino por liberar toda la carga de placer acumulada.

Tatsuha hizo dar la vuelta a Shuichi, lo cogió por la cintura y lo monto sobre la mesa, este aun respiraba muy agitadamente. Le obligo a separar las piernas con su rodilla y se posiciono en medio de ellas, Los pantalones de Shuichi cayeron al piso con un suave "plaff" seguidos por su camisa.

Shuichi lo miro asombrado, el rubor en sus mejillas se intensifico aun más, volteo su rostro hacia la izquierda evitando el contacto con los ojos azules nublados por la lujuria.

Con su mano derecha tomo a Shuichi por la nuca y lo atrajo hacia él besando con pasión desenfrenada sus labios, de repente soltó la boca del pelirosa. La mano que estaba en su nuca se enredo en su cabello y lo jalo hacia atrás dejando su cuello al descubierto. Mordió la unión entre el cuello y el hombro de Shuichi haciendo que este se quejara, luego su lengua siguió así hasta llegar a uno de sus pezones el cual lamió con la punta de su lengua y luego succiono provocando en el otro gemidos más fuerte. Después de esto aplico el mismo proceso en el otra y bajo hasta su ombligo alrededor del cual trazo varios círculos con su cálida lengua.

Su otra mano se mudo a la rodilla del pelirosa y comenzó a acariarle el muslo subiendo hasta acercarse peligrosamente a su semi-erección y bajando de nuevo hasta la rodilla. Shuichi sacudió las caderas contra Tatsuha a manera de ofrecimiento. Este bajo mas su mano y rozo el miembro de Shuichi provocando en este un suspiro cargado de placer.

- Aun no Shuichi - dijo Tatsuha con una sonrisa maliciosa adornando sus labios, dejando resbalar los dedos por las mejillas sonrojadas del chico.

Shuichi se sonrojo aun más, paso sus brazos alrededor del cuello del moreno pegándose contra su torso. Tatsuha revolvió sus cabellos y bajo su mano en busca de algo que tenia muchas ganas de probar.

Pasó un brazo por la esbelta cintura de Shuichi para impedir que intentara huir ante lo que venia. El pelirosa no tardo en sentir que algo frío y duro se deslizo dentro de sí penetrándole cada vez mas fuerte. Lanzo un grito ahogado y apretó fuertemente la suave tela de la camisa del moreno entre sus manos, cuando se repuso un poco miro hacia abajo y vio que lo que le estaba penetrando era la punta de una botella*. - Sácala!!!.... Por favor Tatsuha sácame... Eso.. Sácala!!! - Shuichi gritaba con angustia.

Tatsuha metía y sacaba suavemente la parte de arriba de la botella para no hacerle daño al pequeño, mientras la cara de Shuichi estaba bañada en lagrimas y sus mejillas se encontraban aun más rojas.
- Si has aguantado la de mi hermano esto entra bien Shuichi, no te aceleres, tomadlo con calma. Además, que sigues moviéndote de forma muy bonita, eh? Por que será? - Dijo Tatsuha con una mirada llena de deseo - Quieres que la meta un poco mas? Venga Shuichi sé que quieres, tu cuerpo me lo pide a gritos.

Las caderas de Shuichi ondularon salvajemente contra Tatsuha, mientras la empuñadura de la daga entraba y salía, entraba y salía. Pronto alcanzaría la cima del clímax así que el moreno saco la botella y la puso sobre la mesa, el pequeño aun seguía fuertemente abrazado a el. Tatsuha volvió a besarle, esta vez más calmadamente, recorriendo el interior de su boca con su lengua, jugando con la suya para terminar el beso mordisqueando su labio inferior.

Tatsuha se desabrocho el cinto y dejo caer sus pantalones, se adelanto de nuevo entre las piernas de Shuichi rozando brevemente sus muslos sintiendo como Shuichi gimoteaba un poco y levantaba las caderas de nuevo ofreciéndosele, seguidamente comenzó a penetrarle.
- Tat... Tatsuha... -se quejo débilmente el chico al sentirlo entrar.

Había entrado en una especie de trance, Shuichi era completamente delicioso, Ah! que estrecho era. Lo abrazo por sus caderas atrayéndolo lo más posible hacia su vientre para luego adoptar un frenético ritmo de movimientos rápidos y bruscos. Si, esto era extasiante, se repetía a cada rato hasta que escucho el estruendo de la botella al caer al piso y romperse...




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Quedó sentado de una y soltó un gemido de desesperado al ver la botella rota en el piso. Rayos! Todo había sido una fantasía? Su calenturienta mente estaba jugando con el clon de su Ryuichi-sama.
Solo a el se le ocurría quedarse dormido con la botella en la mano, la verdad es que se le habían pasado un poquito los tragos esa noche... Que divina fantasía aquella, porque demonios su padre le había regalado ese esclavo a su hermano si el no lo iba a utilizar apropiadamente, ¡Aquello no era justo! Sin embargo, el que fuera de Eiri no quería decir que el no pudiera meterle una manito... -una sonrisa lujuriosa y desquiciada cruzo su rostro- Aunque quisiera meterle eso y muchas cosas mas. Talvez pudiera darle una visita nocturna alguna noche...



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Notas de Cathain:


Bueno eh aquí el 2do Bonus, ¿qué tal? Espero lo disfruten ^^;; yo me entretuve escribiéndolo ^^u además que me ayudo a quitarme el bloqueo que tenia(lo escribí antes que el cap.10). Para nadie es un secreto que Tatsuha sea algo sádico ^^;; esa idea perfectamente se le pudo ocurrir a el solito ^^;; errrrr... xq me miran así? ~.~

* Es obvio que es una botella vacía, just in case




Notas de Saiyi:

Ejem... si cada vez somos mas pervertidas... bueno yo no, estas dos :P yo solo me limito a escribir lo k me dicen... (esto no lo escribi yo k conste ^_^u) bueno, es otra de las locuras de este fic... para hacerlo un poco mas divertido... pk últimamente... esta la cosa dramatica... ^_^u

nada, k esperemos k les haya gustado nos vemos!!!!!!!!!!!

Notas de Ai:

AAAAAAAAAAAAAAAA KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA ^/////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////^

(Ai esta loca, perdonadla -_-) comentario de Saiyi



Bonus 3: Complacency
By Chekie Girls



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Shuichi había decidido dar un paseo matutino aquel día y termino por llegar a los establos, se asomó con curiosidad por la puerta principal, echó un vistazo dentro y lo único que pudo observar fue a blanquito quien curiosamente se volteo a mirar la entrada, ese caballo que parecía tenerla agarrada contra él.

Inconscientemente soltó el aire al ver como el caballo continuaba comiendo tranquilo.

- Buenos días Shuichi, na no da -saludo un sonriente Ryuichi provocando que el pelirrosa pegara un salto de inmediato y quedara de frente contra la pared con la mano izquierda apretándose el pecho y mirándolo asustado.

La risa del joven rey inundó el ambiente, definitivamente Shuichi siempre se las ingeniaba para parecerle tan lindo. Se veía sumamente gracioso con esa cara asustada y sus labios entreabiertos respirando agitadamente, como le gustaría verlo respirar así algún día entre sus brazos.

-Ryuichi!- dijo el pelirrosa contrayendo su carita en una expresión chistosa. -No vuelvas a asustarme así, mira que casi se me sale el corazón.-

-Ok, ok Shu-chan- dijo divertido. -Que hacías por aquí?

-Daba un paseo.-

-Shuiiichiiii!- gritó Ryuichi antes de saltarle encima. -me ayudas a bañar a blanquito no da?- preguntó muy cerca de su oído.

-Que?!- gritó Shuichi sorprendido.

-Venga di que si Shu-chan.- volvió a preguntar con expresión de niño inocente el castaño.

- Bueno, esta bien - asintió el pelirrosa reticente ante semejante pedido.

Ambos chicos atravesaron el arco y se adentraron en el establo. Ryuichi cerró la puerta y le hizo una seña al pelirrosa para que lo siguiera hasta el compartimiento en donde estaba encerrado blanquito comiendo tranquilamente.

Ryuichi depositó el barreño con el agua y el jabón en el suelo, tomó un par de cepillos extendiéndole uno a Shuichi, dedicándole una sonrisa.

-Esto es para bañar a blanquito no da.-
-Pero yo... nunca he bañado a un caballo, ni siquiera se como se hace.-
-No importa yo te enseñare.- tomó la mano de Shuichi haciéndole coger el cepillo, este miró el objeto en su mano.

Ryuichi mojó el cepillo en el agua enjabonada, procediendo a pasarlo sobre la piel del caballo. El joven esclavo dedicó una mirada desconfiada al animal que en aquel momento parecía estar bastante calmado y relajado. Se acercó al barreño, imitando la acción del rey, volvió a mirar al caballo, juraría que lo había visto dedicarle una mirada de pocos amigos en aquel momento... se retiró de blanquito todo lo que la longitud de su brazo estirado le permitía, y con temor empezó a frotar sobre la piel del animalito.

-Shu-chan blanquito no te hará nada, acércate mas na no da.- caminó unos pasos hasta colocarse tras de Shuichi, pegando su pecho a la espalda de este, consiguiendo que el chico de ojos violetas se aproximara mas al caballo. –lo ves? No pasa nada.- su voz sonó sensual sobre el oído del muchacho, consiguiendo que un escalofrío recorriera su cuerpo.

El joven esclavo comenzó a frotar la piel del animal con nerviosismo, sintiendo aun tras él el cuerpo del otro hombre. En un momento notó como este se retiraba de él, giró la cara buscando con sus ojos violetas el joven rey, observando como este se abría un poco la camisa dejando casi totalmente su pecho al descubierto y seguidamente ver como levantaba del suelo otro barreño que contenía solo agua. Enseguida sus miradas se cruzaron, Shuichi volteó la cara nervioso, se había quedado embobado observando el cuerpo del joven Rey.
Al percatarse de la mirada del chico de cabellos rosados sobre él, esbozó una sonrisa inocente, acercándose a blanquito cargando el barreño para dejarlo al lado del otro.

-Shuichi, me ayudas a mojar a blanquito na no da?- antes de que Shuichi respondiera, el caballo se movió inquieto, consiguiendo que el chico se asustara, de nuevo esa mirada en los ojos del animal... –jajajaja no pasa nada, siempre hace eso cuando le toca bañarse no da.- con un gesto indicó al joven esclavo que le ayudara.

Entre los dos levantaron el barreño, echándoselo por encima al caballo, mojando la negra piel de este, haciendo que brillara al contacto con el agua. En el mismo momento en que se acabó el agua, Ryuichi salió corriendo, retirándose bastante del animal.

-Uhm? Que ocurre Ryui...- enmudeció en el momento en que sintió como prácticamente todo el agua que debía estar sobre el caballo ahora estaba sobre él, gracias a que blanquito se había sacudido en aquel preciso momento. –genial... este caballo me odia...- murmuró con un gesto de enfado, siendo él esta vez el que le dedicaba la mirada asesina a un caballo que lo miraba angelicalmente.
-Jajajajajajaja...- se escuchó una carcajada procedente del joven rey. –blanquito te ha empapado no da jajajajajaja.- se acercó sujetándose el estomago debido al dolor que la risa le ocasionaba. –Kumagoro no te lo dijo na no da?- se secó una lagrimita, Shuichi negó con la cabeza. –lo siento Shu-chan pero estas muy gracioso jajajajaja.- dejó de reírse cuando sintió la humedad del agua sobre él.
-Jajajajajajaja ahora estamos igual.- le sacó la lengua traviesamente.

La expresión de Ryuichi cambió a una mirada intensa, acompañada de un gesto divertido en su rostro, sus ojos azules brillaban amenazantes puestos sobre él pequeño, quien dejó de reírse al ver a aquel hombre aproximarse a él como un tigre que ataca a su presa.

-Eto... yo...-
-Quieres jugar Shuichi?- se acercó sensualmente al chico, acercando su cara a la de este, colocando ambas manos sobre los hombros del muchacho.

Ryuichi empujó el cuerpo del pequeño haciéndolo retroceder unos metros, hasta adentrarse aun mas en el establo. En un momento se encontraron tendidos sobre un montón de paja, el cuerpo de Shuichi se halló atrapado bajo el del otro, sintiendo la mirada penetrante de este sobre la suya, consiguiendo que su respiración se agitara al encontrar esos labios entre abiertos tan cercanos a los suyos, casi rozándolos, haciéndole excitar inevitablemente ante tal cercanía.

Una sonrisa satisfecha se dibujó en los labios del joven rey ante la evidente excitación del pequeño que era acompañada de aquel característico rubor en sus mejillas. Una ola de pasión los envolvió en el momento en que los labios de Ryuichi se hallaron acariciando los del joven esclavo, quien se aferró a su cuello consiguiendo profundizar el beso.

Las manos de Ryuichi comenzaron a perderse entre la ropa mojada del pequeño, acariciando sin miedo la piel desnuda bajo esta, desprendiéndose a su vez de las mismas. Shuichi procedió ha hacer lo mismo con algo de torpeza aun inseguro de si debia hacerlo, pero la mano de Ryuichi sobre la suya incitándolo a acariciar su piel bajo las prendas le dieron el permiso que necesitaba.

Sus cuerpos se encontraron desnudos, Ryuichi se apoyaba con los brazos y las rodillas, manteniendo a Shuichi acorralado, con una nueva sonrisa observó el cuerpo del pequeño, como este brillaba sutilmente debido al sudor que comenzaba a humedecer la piel que antes había sido humedecida por el agua. Sus ojos azules se centraron en aquel rostro, en aquella mirada que el chico le dedicaba, mostrando en sus ojos violetas un brillo que parecía indicarle que debía seguir con aquello.

Volvió a tumbarse sobre Shuichi, sin mas introdujo su lengua en la boca del pequeño, quien la acogió en la húmeda cavidad inmediatamente, recibiéndola con las caricias de su propia lengua. El chico de cabellos rosados gimió ahogadamente, respondiendo a aquellas caricias en el interior de su boca, la cual fue invadida seguidamente por un par de dedos que el joven rey introdujo en sustitución de su lengua.

Sujetó la mano de Ryuichi, lamiendo aquellos dedos con deseo, mordisqueándolos a la vez que sentía los leves pero evidentes mordiscos que los dientes del otro ofrecían a la piel de su cuello, enrojeciéndola a su paso, y succionando seguidamente con sus labios.

El joven de ojos azules gimió sobre la piel de Shuichi cuando este comenzó a moverse con inquietud bajo él, consiguiendo que sus erecciones rozasen, despertando en ambos ansias de mas. Entre jadeos bajó hasta el pecho que se movió agitado, tomando los pequeños pezones entre sus dientes hasta endurecerlos y conseguir que los numerosos jadeos del joven esclavo acabaran por ser evidentes gemidos.

Una vez se hubo deleitado con la suave piel, movió al chico hasta hacerlo quedar sobre él, de nuevo sus miradas se cruzaron, los ojos azules incitantes se clavaban deseosos en la tímida mirada de los violetas. Elevó un poco la cabeza, alcanzando nuevamente los labios que brillaban a causa de la saliva para volver a besarlos con lujuria, volviendo a recorre el interior de la boca que le había ofrecido ese sabor tan excitante.

Enredó sus dedos en los cabellos rosados, sujetándolos con fuerza, indicando a Shuichi que bajara por su cuerpo. Así lo hizo, deslizó sus labios acompañados por su lengua sobre el torso del joven rey, lamiendo toda la piel a su paso hasta que se detuvo peligrosamente cerca de la ansiosa erección. Ryuichi se incorporó hasta quedar sentado, encarando de nuevo los ojos violetas que lo miraban como si estuviera esperando una orden.

-Quiero que la metas en tu boca.- soltó el pelo de Shuichi para tomarlo de la barbilla y obligarlo a abrir la boca, con la otra mano tomó su propio miembro y lo introdujo en la boca del pequeño, estremeciéndose ante el placentero contacto.

Enseguida sintió como los labios del joven esclavo se deslizaban tímidamente al principio sobre la longitud, sintiendo la cálida respiración de este sobre la piel humedecida de la misma, volvió a tomarlo del cabello guiándole en su movimiento, haciéndole enterrar aun mas la erección entre sus labios.

-Ah... Shuichi... si...- los jadeos escapaban cada vez con mayor intensidad de sus labios entre abiertos, regocijándose con la imagen del pequeño a su costado, excitándolo mas con cada lamida que le ofrecía.

Con un hondo suspiro cerró los ojos dejándose caer hasta quedar nuevamente tumbado, disfrutando de las placenteras sensaciones que estaba experimentando su cuerpo. Deslizó la mano que sujetaba el cabellos rosado por la espalda de Shuichi, llegando a su trasero donde no pudo evitar apretar la piel con su mano, provocando que de la boca del pequeño se escapara un sonoro gemido.

-Sigue ah... Shuichi...- susurró jadeante el joven rey a la vez que movía las caderas hasta encontrar de nuevo la boca que lo acariciaba.

Esta vez llevó su mano libre hasta el trasero del chico, tomando la otra nalga con ella, al igual que lo hacia su otra mano desde momentos antes. Guió el cuerpo del pequeño hasta posicionarlo a “cuatro patas” sobre él, teniendo acceso con su boca a la erección de este a la vez que Shuichi podía seguir con su trabajo sin ningún otro impedimento que los gemidos que comenzaron a escapar impacientes de su boca en el momento en que Ryuichi le indicó que se agachara un poco sintiendo como la lengua del joven rey comenzaba a jugar en su entrada a la vez que ahora una de las manos masajeaban su miembro.

-Ah ah! Ry... Ryuichi... no, para ah !- las suplicas del chico solo sirvieron para que Ryuichi aumentase sus caricias e introdujese su lengua todo lo que la longitud de esta le permitía.

Su propia saliva resbalaba de su boca hasta su cuello, mezclándose con el goteo de la erección que era envuelta por su mano. Movió las caderas indicando al pequeño que siguiera, este a pesar de estar totalmente aturdido por las caricias, consiguió volver a tomar con ansias el miembro en su boca, lamiéndolo trabajosamente a causa de los gemidos que ya era incapaz de reprimir. Aquello solo conseguía excitar mas al joven rey, sentir esos caricias casi ingenuas sobre su piel, el empeño que el chico ponía en su tarea, aquellos gemidos siendo recogidos por la sensible piel de su erección; todo eso lo estaba volviendo loco.

Shuichi no pudo mas que liberar el miembro de su boca gimiendo con descontrol al sentir como la lengua de Ryuichi esta vez se deslizaba juguetona por su erección, lamiendo el goteo del liquido que escapaba de la punta de la misma. Esta vez fueron un par de dedos los que ocuparon el interior del esclavo, consiguiendo que arqueara su cuerpo para seguidamente moverse buscando mas contacto con la boca del joven rey.

Sus dedos se movían con libertad en el interior del pequeño, provocando que este abriera sus piernas lo mas que estas le daban, con la otra mano tomó el miembro del chico sujetándolo por la base, ayudándose para lamerlo mejor, llegando a la punta recorriéndolo con su lengua, dedicando varias caricias a esa zona.

-Ryuichi... ah... para, no aguanto mas...- sus palabras se mezclaban con el débil lloriqueo que escapaba de su garganta.

En ese momento se olvidó por completo de su tarea, solo podía sentir, sentir aquel placer que lo inundaba, llevándolo a lo mas alto en un intenso orgasmo que fue recogido por la lengua de Ryuichi, resbalando a su vez por la barbilla del mismo.

Con un largo suspiró dio por finalizaba su “tortura” sintiéndose temblar. Seguidamente sintió como Ryuichi se movía bajó su cuerpo, incorporándose para colocarse tras él, notando como la erección del joven rey rozaba esta vez con sus nalgas.

-Ahora es mi turno Shuichi.- dijo el ojos azules lamiendo con dulzura la oreja del pelirrosa, haciendole temblar.

Se frotó con fuerza contra Shuichi quien dejó escapar inconsciente varios gemidos sintiendo que en cualquier momento las piernas le iban a fallar.

Las manos de Ryuichi se aferraron a las caderas del pequeño cuerpo alejándose un poco para luego deslizarse suavemente dentro del pelirrosa quien lanzo un suave quejido, mientras posaba su mano derecha sobre la que se encontraba en su cadera apretándola.

Las sensaciones eran abrumadoras... aquella estrecha cavidad aterciopelada envolviéndolo, embriagándole el dulce y maravilloso cuerpo bajo si. Se inclino y mordisqueo un poco el cuello de Shuichi para luego lamerlo; mientras esperaba a que se acostumbrara a la invasión.

Lenta, muy lentamente, se retiro para luego penetrarle de nuevo, esta vez con mas fuerza hasta establecer un ritmo candente y constante.

Shuichi jadeaba con fuerza, su cuerpo perfecto brillando con una fina capa de transpiración. Sus manos se aferraron mas fuertes a las caderas del pelirrosa al comenzar a moverse con breves y candentes embestidas, observando con deleite como su miembro se hundía una y otra vez dentro de aquel cuerpo estrecho.

Comenzó suave y luego fue aumentando el ritmo y la intensidad del acto, retirándose casi completamente y luego embistiendo con fuerza, empujándose profundamente. Sonriendo con satisfacción al escuchar los gemidos irreprimibles que brotaban de los labios del pelirrosa.

Shuichi había soltado la mano para colocarla junto a la otra en el suelo y lograr apoyar se peso por completo consiguiendo el equilibrio, elevando sus caderas respondiendo a cada embestida.

La mano izquierda de Ryuichi abandonó su posición en la cadera del pequeño para moverse hasta su cabeza donde tiró del suave cabello haciéndole levantar el rostro y tomar posesión de sus labios en un beso un tanto salvaje.

-Quiero que digas mi nombre Shuichi... quiero oírlo salir de tu boca... cuando sientas... que ya no aguantas mas... cuando llegues al clímax...- susurró entrecortado Ryuichi al liberar la boca del pequeño, mientras arremetía mas fuerte contra Shuichi que estaba perdido en la complaciente y algo dolorosa penetración y a pesar de ello asintió al pedido del otro sonrojándose aun mas.

Deslizando la mano por el vientre del pelirrosa, Ryuichi tomó su erección y comenzó a acariciarla imponiéndole el mismo ritmo de sus embestidas.

Entonces, Shuichi dejó caer su cabeza hacia atrás, arqueando su cuerpo y de su boca brotando el mas bien en un gemido que en un grito el nombre de Ryuichi el cual empujo aún más profundamente dentro del pelirrosa y rotó sus caderas de forma experimental, satisfecho al escuchar su nombre en la voz musical de Shuichi.

Ryuichi no pudo evitar gritar seguidamente el nombre del pequeño al sentir como su erección era aferrada fuerte y deliciosa por los músculos internos de Shuichi a la vez que el clímax de este estallaba en su mano y su propio orgasmo estallaba dentro de él.

Cansados dejaron caer sus cuerpos bañados en sudor sobre el montón de paja que los había acogido. Ryuichi sentía su cuerpo arder, el calor brotaba de su interior, entonces sintió una helada corriente enfriarle hasta los huesos haciéndolo quedar parado, mirando a su alrededor desorientado hasta toparse con unos ojos azules y una risa que correspondía a K, enseguida comprendió que este lo había despertado de su cálido sueño con el barreño de agua fría con el cual se disponía momentos antes de quedarse dormido a bañar a blanquito, acabando de ese modo el sueño que habia confundido con la realidad.






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Notas de Cathain:

Que quieren que les diga, este bonus era de esperarse viniendo de nosotras, en especial Saiyi y yo que adoramos esta parejita =p



Notas de Saiyi:

KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA K PEDAZO DE LEMON!!!!!!!!!!!!! Jeje lo siento, no me pude resistir ^_^u bueno, pues eso, k lo escribimos entre cath y yo, cada una se ocupo de una parte jijijijiji nada, espero k les haya gustado, pk a mi me ha encantado!!!!!!!!!!!!! Si es k me encantan estos dos!!!!!!!!!! A si, este lemon se lo keremos dedicar tanto cath como yo a Ai, pk la keremos mucho y pk le gustan muchiiiiiiiiiiiisimo los lemon XDDDDDDDDDDDDD ^_^

Notas de Ai:

No puedo articular palabra solo puedo decir
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AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA kiero mas bonus!!! *-*
KIEROOO KIEROO KIEROOO *-* *-´* *-* *-*



Bonus 4: Enjoy.
By Chekie Girls



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Una figura se deslizó ágil por la puerta. Cerro con llave tras inspeccionar que no había nadie allí. Se detuvo en medio, memorizando cada detalle de la majestuosa recamara perteneciente al "objeto" de su adoración. Era toda una delicia, había un estante exclusivo de puros conejos en todos las formas, tamaños y colores. La cama era un paraíso flotante, repleta de cojines y con suaves y ligeras sabanas de seda púrpura, también había un cómodo sillón colocado de frente a la puerta que daba a la terraza, con las cortinas completamente abiertas dando la impresión de que el paisaje que se veía a través de ella fuera una obra de arte.

Se acomodo en el sillón, observando el atardecer, observando parte de la ciudad y del vasto desierto que caía a sus pies. Se percató del aroma tan peculiar del sillón, bien podría decirse que era el del mismo Ryuichi. Enseguida reparó en la mesita adjunto a el, donde se hallaban unos cuatro libros apilados bajo una pequeña daga con empuñadura de oro incrustada por rubíes y zafiros. Con curiosidad las movió y tomo el primer libro; era uno de pasta negra con bordes de oro, era una especie de bitácora, como las que llevaban en los barcos, pero esta se refería a todo tipo de actividades y sucesos ocurridos en el reino durante el año anterior.

Fue revisando todos los libros a ver si hallaba algo interesante sobre su Dios, cuando se topo con el ultimo; el cual leyó del principio hasta el final. Había todo tipo de anotaciones, trozos de canciones, retazos de poemas, y una que otra anécdota. Sus ojos brillaron al ver su nombre escrito en un pequeño texto dedicado a uno de las tantas fiestas en las que se habían topado.

Pero entonces una mano le arrebató el diario, justo cuando iba por la parte mas interesante. Su corazón dejó de latir y su cuerpo quedó congelado al ser descubierto, no le había puesto llave a la recamara?. Entonces sintió unos brazos deslizarse suaves por su cuello y unas manos acariciando su pecho. Suspiró al sentir un aliento cálido imprimiéndose en su oído mientras su nombre era susurrado por una voz sensual. Realmente tuvo que tragar dificultosamente al percatarse quien era el que lo tenia abrazado.

Ryuichi soltó a Tatsuha y se arrodillo entre sus piernas, fijando sus ojos azules en los oscuros del moreno.

-Tatsuha te has portado mal leyendo sin permiso no da.- comento con voz infantil y distraída a la vez que colocaba sus manos una sobre cada una de las rodillas del joven príncipe.

Con movimientos lentos, Ryuichi comenzó a deslizar sus manos por el abdomen de Tatsuha hasta llegar a sus pantalones, deshaciendo el cinturón y seguidamente los botones, desapareciendo bajo sus manos.

El príncipe gimió ante el súbito ataque; su Dios le demostraba que no le era indiferente tocándolo de esa forma. Contuvo el aliento al sentir el frió colarse por su piel expuesta antes de sentir una de las manos cálidas deslizarse con premura dentro de su pantalón, jugando con su erección, envolviéndola en sus dedos juguetones.

La mirada hambrienta de Tatsuha se deshacía observando la mano de aquel a quien tanto adoraba jugar con su miembro, mientras sus ojos azules estaban fijos en los de él manteniendo una sonrisa sensual adornando sus labios. Gimió aun mas, sin pudor alguno y entonces con mirada perversa atrapó los labios de Ryuichi entre los suyos, introduciendo su lengua en aquella boca sin ceremonias; explorando la húmeda y cálida cavidad, serpenteando allí dentro, lamiendo cada espacio y mordiendo los labios carnosos, sintiéndose cada vez mas excitado por la boca sumisa del hombre entre sus piernas. Su cercanía era intoxicante, y ese perfume zumbaba en su cabeza, mareándose ante la sensación.

Ryuichi se deshizo del pantalón de Tatsuha a la vez que deshacía el beso. Pasó su lengua sobre sus labios rojos e hinchados por el beso y con una sonrisa entre infantil y sensual, bajó su cabeza hasta el regazo del príncipe, dejando que el aire caliente de su aliento rozara el miembro de este.

Con lentitud deslizó su lengua por la palpitante elección ante si, cerró sus ojos gimiendo un poco antes de succionar la punta del miembro, consiguiendo que el joven príncipe se estremeciera con aquello.

Tatsuha se sentía bien bajo aquellas caricias que esa lengua tan cálida le estaba ofreciendo, sentía aquella calidez tirando dentro de si cuando Ryuichi acogió toda la longitud que su boca podía acaparar, hundiendo seguidamente con suavidad sus dientes en la carne; deslizándolos por toda la piel, provocando gemidos aun mas fuertes en el príncipe, el cual había colocado su mano en la cabeza de su dios, jalando de su cabello con necesidad.

La mente del mas joven estaba perdida en la sensación de la lengua que estaba jugando con su miembro, enloqueciéndole; ese húmedo ardor cobrando cada centímetro de su piel. La boca y los dedos que le tenían atrapado habían conseguido sincronizarse en un movimiento cada vez mas rítmico e intenso que no podría soportar por mas tiempo. Aquella visión tan sumamente sensual de su Dios entre sus piernas turbaba sus sentidos, sentía como sus ojos se nublaban por el placer, por la cercanía al clímax.

No tardo mucho para que el ardor terminara por estallar en su cuerpo como un relámpago que le recorrió por completo haciéndole arquearse, mientras sus manos se apretaban a los brazos del sillón y sus labios saboreaban el nombre de Ryuichi en un gemido lascivo.

Entreabrió los ojos al sentir como la calidez del otro cuerpo le abandonaba, se sonrojó al observar la lengua de Ryuichi lamer con deseo sus propios labios, recogiendo un poco del liquido blanquecino que se había esparcido por su boca.

Ryuichi caminó con movimientos suaves hacia la cama, desabrochando su túnica de seda magenta, ofreciéndole a Tatsuha una vista tentadora de sus hombros desnudos; una piel que parecía ofrecerse a ser besada y acariciada por él.

Se volteó clavando unos intentos ojos azules en el príncipe; mirándolo con expresión hambrienta, haciéndole sentir como su miembro volvía a estar erecto nuevamente. Dejo deslizar la prenda por su brazos hasta que cayo en el piso, cubriéndole solo el pantalón. Volvió a centrar su mirada en la cama mientras se quitaba el pantalón, dejándolo caer por sus deliciosas piernas, quedando ahora si completamente expuesto ante la lujuriosa mirada de Tatsuha.

Se deslizó con movimientos felinos por la cama hasta llegar ala zona de la cabecera, la cual se hallaba repleta de almohadas y cojines de seda roja, entre los cuales Ryuichi se posicionó dándose la vuelta, quedando ahora si de frente al príncipe que aun se hallaba estático en el sillón, observándolo como una fantasía.

Ryuichi separó las piernas con suma sensualidad y se arqueó contra los cojines mientras gemía invitando a Tatsuha con su mirada incitante. Segundos después el príncipe se levantaba a toda prisa del sillón, desvistiéndose también en el camino hacia la cama.

Pronto estuvo sobre el cuerpo de Ryuichi, posicionándose entre sus piernas, aferrando sus manos a estas mientras su boca tomaba posesión de los labios ligeramente hinchados de su Dios.

Gruñó ligeramente al sentir como el cuerpo de Tatsuha se pegaba mas contra el suyo, haciendo que sus erecciones rozaran en una exquisita caricia que provocaba esa fricción de piel contra piel a cada movimiento.

-Ryu-chan también se ha portado un poco mal...- susurró el príncipe sobre los labios del otro, sonriendo de forma retorcida al mirar la cara de inocente que había puesto su Dios ante la forma en que lo había llamado.

Ryuichi se mordió el dedo índice al observar como Tatsuha humedecía dos de los suyos en su boca antes de encontrar lo que buscaba para después acariciar con un dedo la pequeña abertura, haciendo estremecer a Ryuichi quien había cerrado los ojos dejándose caer totalmente sobre los cojines.

Un gemido inundó los oídos de Tatsuha cuando este deslizó el primer dedo dentro de la estrecha cavidad. La tensión en Ryuichi duró escasos segundos al sentirse invadido, permitiéndose relajarse al instante cuando sintió el movimiento en su interior, acariciando en círculos, saliendo y entrando suave. Pronto fueron dos dedos en su interior, tocando profundamente, alcanzo aquel punto que lo hizo arquearse contra el cuerpo del príncipe acercándose al clímax.

Tatsuha no podía aguantar mas tiempo el deseo de poder enterrarse en aquel cuerpo esbelto y exquisito que poseía su Dios. Sin mas retiró ambos dedos y masajeo su erección embadurnándola con su saliva y un poco de aquel fluido que quedaba en su miembro. Entonces empujó sus caderas hacia delante, hundiéndose dentro de la tibia y aterciopelada cavidad.

-Ah! Es... es tan estrecho.. Ryuichi ah!- Esperó unos segundos a que Ryuichi se acostumbrara a la invasión, pero antes de moverse pudo sentir las piernas de este enredarse en su cintura, empujándolo profundamente dentro de su cuerpo a la vez que de sus labios brotaba un gemido salvaje.

Tatsuha rotó sus caderas en forma experimental haciendo gemir de forma desesperada, gimiendo el a su vez con cada movimiento que le dedicaba a aquel cálido cuerpo que se sentía tan bien bajo el suyo. El ritmo de sus embestidas se torno suave al principio, subiendo a cada momento su intensidad, volviéndose a veces algo brusco pero placentero.

Estaba fascinado con los movimientos de Ryuichi bajó su cuerpo, los cuales conseguían excitarlo cada vez mas, al igual que conseguía que se moviera dentro y fuera de aquel cuerpo con fuerza, retirándose casi por completo y luego embistiendo con todo. Podía sentir como su Dios también se presionaba con urgencia contra el, moviendo sus caderas con tanta pasión y frenesí que sus manos no podían sostenerle sin hacerle daño; sus uñas ya estaban marcadas en su cintura dejando líneas rojas y sus dedos marcados en ligeros moratones.

Ryuichi cruzó los brazos sobre la espalda de Tatsuha a la vez que hundía su cabeza en su cuello mordiéndole el hombro con necesidad, sintiendo como su clímax explotaba contra el abdomen del príncipe, sintiendo como este se enterraba completamente en su cuerpo siendo estrechado violentamente por sus músculos internos que fueron bañados por el cálido liquido de su orgasmo.

Cansado dejó caer su cabeza contra el pecho de Ryuichi, escuchando el golpetear de su corazón acelerado, sintiendo a su vez como deslizaba una de sus manos sobre su cabeza, acariciándole suavemente mientras su risa alegre llenaba toda la habitación a la vez que rodeaba aun más su cintura con su piernas, claro indicio de que tenia ganas de seguir "jugando". Cosa que tomó Tatsuha con total beneplácito.


*************


Gimió aun más fuerte ante la textura metálica que se deslizaba por su cuello, apuntándole fijamente. Por instinto se había retirado de ese contacto pero nuevamente volvía a perturbarle el toque helado contra su tibia piel, porque se sentía bien caliente en ese momento, además de sentir una mano dentro de sus pantalones.

Su sonrisa se amplió mientras se estiraba por completo en aquella acolchada cama, pero seguía sintiendo el molesto frío, solo que esta vez en su sien. Abrió los ojos algo aturdido por la forma tan abrupta en que fue despertado... ¡¿Despertado?! Estaba dormido?, Su mirada buscó por todas partes el cuerpo de Ryuichi, pero con lo único que se encontró fue con unos ojos azules divertidos y una mágnum apuntándole directamente a su frente. Ahora si podía sentir el sudor frío escurriéndole por la espalda.





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Notas de Cathain:

Este bonus va dedicado por completo a Saiyi y Ainoah ^^ ya saben regalo de aniversario como las Chekie Girls y un monumento escrito en conmemoracion a nuestras largas charlas/peleas en el msn, desarrolladas sin bajas, solo algunos rasguños y moretones =p

Se fijaron? o.ô este es el primer bonus en el cual no aparece Shuichi.


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Notas de Saiyi:


Jeje, anda que detalle pro parte de Cath al habernos dedicado este bonus k escribio ^_^ (cada vez se le dan mejor los lemon!!! Me voy a jubilar ^_^u (Nota de Cath: QUE?! si tu te jubilas yo tambien ^^;)
Mira k es verdad, es el unico bonus donde no aparece mi niño ^_^u ( si es k esto es como los remix de gravi...) como shuichi es el prota pues tiene k aparecer en todos lados XDD (aunke hay ecepciones como esta ^_^u) pues nada, espero k les haya gustado, y k nos sigan dejando comentarios!!! Y muchas gracias por todos los k nos estan dejando!!! ^_^

Notas de Ai:

Me ha gustado mucho, me ha dejado obnubilada no puedo articular palabra!!! :P



Bonus 5: Leather.
By Chekie Girls



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El cuerpo de Hiro se encogió contra almohadones cubiertos en estética piel de cebra, respirando de forma agitada, mirándolo de forma fiera.

Sonrió con satisfacción.

-Abre las piernas.- ordeno K.

-No me apetece.- respondió Hiro con una sarcástica sonrisa bailando en sus labios.

K se acerco al pelirrojo deslizando la fusta entre las rodillas, deslizándola de forma lenta hacia abajo por la parte interior de sus muslos provocando que el cuerpo de Hiro temblara el placer de los escalofríos que le producía el cuero contra su piel levemente enrojecida.

Cerro uno de sus ojos ante el inevitable cosquilleo que producía el toque del cuero contra su piel, se mordió el labio inferior en un vano intento por retener sus gemidos. Entreabrió un poco sus piernas al sentir como la fusta entraba en un delicioso contacto con su miembro.

-Ábrelas Hiro.- ordeno nuevamente el rubio, usando esta vez un tono suave.

El pelirrojo volvió a dedicarle una mirada fiera, sonrojándose ante la imagen tan incitante de K, vestido solo con sus pantalones de cuero, su piel cubierta en sudor y su cabello suelto. Cuando logro enfocar sus ojos azules se percato de que estaba perdido, K quería jugar y él por mas que forcejeara iba a terminar por sucumbir. Con lentitud abrió las piernas desviando su mirada a cualquier otro punto de la habitación.

K se acerco al diván arrodillándose entre las piernas de Hiro y deslizo sus manos por sus muslos palpando la carne enrojecida y caliente, palpitando ante los azotes ofrecidos anteriormente, al acariciar cerca de su miembro provoco gemidos lastimados en su amante.

-Creo que se me paso la mano, eh?.- preguntó, sonriendo nuevamente ante la mueca molesta y avergonzada en el rostro del pelirrojo.

-Te excediste.- le reprochó Hiro.

-Pero te gustó.-

Sin esperar respuesta se inclino hasta posar sus labios en la zona lastimada, deslizando luego su lengua por la piel caliente de sus muslos, lamiendo con delicadeza a la vez que repartía pequeños mordiscos incrementando así los gemidos de Hiro

-Awwwnn... K.- gimió sintiéndose al borde del clímax provocando que el rubio se detuviera.

Observo el cuerpo bajo el suyo, las manos atadas con unos cintos de cuero impidiéndole alejarse pero permitiéndole a su vez la libertad suficiente como para cambiar de posición. Le guiño el ojo al pelirrojo antes de levantarse bruscamente para tomar la fusta olvidada y regresar con ella golpeando entre sus muslos con la fuerza suficiente como para no causar un daño fuera de lo placentero, provocando que Hiro gimiera con fuerza ante la descarga eléctrica de placer.

Cerro sus ojos nuevamente en una breve contención de placer, no quería rendirse ante la necesidad de culminar aquel doloroso clímax.

-Basta!... K...- jadeó el pelirrojo.

K lo miro desde arriba con expresión hambrienta, no era suficiente, él quería verlo suplicar. Con naturaleza se acerco al pelirrojo y tomando su nuca entre una de sus manos lo hizo mirarlo directo a los ojos.

-Hiro...- susurro con sensualidad. -Quiero que te des la vuelta.-

El pelirrojo lo observo con miedo esta vez, sonrojándose por completo. Su mente gritaba que no lo hiciera, que luchara todo lo que pudiera para deshacerse de esas ataduras y salir de allí para no volver mas nunca, K tenia el maldito potencial como para hacerlo sentir sometido y a el no le gustaba esa sensación. Miro con fastidio al rubio, confrontando esa mirada azul cielo, retándole a que lo hiciera el mismo.

K beso con intensa pasión al pelirrojo haciéndole olvidar la situación, la bochornosa circunstancia de la exposición, despertando nuevamente el deseo en cada milímetro de su piel, robando su voluntad.

El rubio lo soltó, y Hiro gruño al sentir como lo abandonaba la calidez del otro cuerpo.

-Date la vuelta.- ordenó nuevamente.

Cerro los ojos y con algo de dificultad ante las ataduras se dio la vuelta, recostando su cuerpo contra los almohadones, relajándose contra ellos. El deseo de tener a K dentro de sí nublaba toda razón en su mente. Gimió ante el toque de la mano de K aplicando suavemente una especie de aceite en su piel, haciéndole hervir de frustración. Sentía como su vientre se contraía en suaves espasmos ante la espera. Jadeo ante el contacto de la fusta contra su trasero, escociendo su piel, invadiéndole de ardor y breve goce. Inconscientemente apretó entre sus manos los cintos de cuero que le ataban tratando de contener los gemidos. Luego de ese primer azote siguieron mas, y más leves laceraciones marcaron su piel excitándolo, obligando a arquearse contra los espontáneos contactos del cuero contra su cuerpo alimentando el fuego reprimido.


K observó complacido el cuerpo del pelirrojo arquearse echando su cabeza hacia atrás, permitiéndole detallar su boca ligeramente abierta por la cual escapaban jadeos mezclados con gemidos placenteros, sus mejillas sonrojadas y sus ojos fuertemente cerrados. Una composición de éxtasis surcando completamente sus facciones.

Cuando sintió detenerse la fusta contra su piel se derrumbo cansado contra los almohadones y gimió ante el toque suave contra su dolorida erección. Entreabrió uno de sus ojos para observar a K encontrándolo con una sonrisa maliciosa en su rostro a la vez que terminaba por quitarse los pantalones y se acercaba a el. Tembló al sentir el cuerpo del rubio presionarse contra el suyo, todo húmedo por la transpiración, en esa habitación sí que hacia calor.

K sonrió con cariño y deslizo su mano por el cuello de Hiro, acariciando u mejilla antes de depositar un breve y calmado beso. Con la otra mano procedió a desatar los cintos que ataban al pelirrojo, delineando las marcas rojizas que dejaron en la piel de su amante tratando de aliviar brevemente el ardor por la presión antes ejercida.

-Por... Favor...- pidió Hiro en un leve tono de suplica.

Volvió a besar los labios del pelirrojo antes de instarlo a colocarse de rodillas nuevamente, orden que Hiro obedeció sin muchas protestas. Al observarlo así no pudo evitar recordar todo el rato que llevaba conteniendo su erección. Se deslizo con lentitud dentro de Hiro, penetrándole de forma pausada hasta quedar completa y perfectamente dentro de aquella estrecha cavidad que lo obligo a gemir como en previos encuentros.

Hiro empujó sus caderas de forma ansiosa contra el rubio sintiendo su trasero arder contra el vientre de K. Simio largamente ante el placer quemante pulsando dentro de su cuerpo, sintiéndose dominado por completo.

-Más...- gimió con voz ronca y sin reparo ante la inamovilidad del rubio.

No pudo evitar reír ante el pedido del pelirrojo, sin poder contenerse mas comenzó a moverse dentro de Hiro acelerando el ritmo de las embestidas, excitándose con cada lascivo gemido que brotaba de los labios del pelirrojo ante cada entrada en su cuerpo, siendo correspondido con iguales movimientos por parte de Hiro que empujaba a su vez convirtiendo cada penetración en una sensación dispar y casi primitiva.

Y de pronto el torbellino de sensaciones duras y desesperadas se torno en uno de colores y rostros nuevos.

-El Sultán solicita su presencia en sus habitaciones señor.- comunicó nuevamente uno de los sirvientes intentando no mirarlo directamente a los ojos y con un extraño nerviosismo.

Parpadeó confuso antes de recordar que estaba muy entretenido en su propia fantasía personal. Siseo el nombre de Hiro con desesperación al sentir su erección insatisfecha oprimida entre sus pantalones. Se las iba a cobrar en cuanto volviera.


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Notas

Cath:

Ah! mil y un disculpas por la tardanza, la verdad pues mejor no digo nada, ya saben todas tenemos nuestros problemas personales asi que eso es todo. Respecto al Bonus jeje espero que se den por servidas las que querian mas de esta pareja y nada esto es un adelanto de lo que viene xD

Saiyi: bueno, antes que nada... aquí dejamos un bonus que teniamos que haber subido hace mucho pero que por cosas de la vida no ha podido ser hasta ahora ^_^u pensábamos dejarlo para despues del cap. 22 pero... como estamos tardando tanto en poder subirlo, hemos pensado que lo podiamos subir ya para que no os olvidarais de nosotras y que la espera sea menos (espero que Ai no nos pegue pro haberlo hecho sin consultar con ella... ^_^u) bueno, como ya comente en aquella advertencia que subi, aun vamos a tardar un poco con el cap. esta ya listo pero hasta que Ai no venga.. no lo podemos subir -_- estamos trabajando en el cap. 23, asi que lo mismo los subimos los dos a la vez si es que estan acabados. Solo pido un pokitin mas de paciencia, y muchas gracias por las respuestas a la advertencia, con lectores asi da gusto ^_^ en serio, gracias y sentiemos el retraso -_-
Bueno paso a comentar el bonus... PEDAZO DE LEMON K HA ESCRITO CATH!!! MADRE MIA!! *_* he babeando leyéndolo!!! Como puede ser tan sado??? >_<>

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