lunes, 17 de agosto de 2009

DREAM WITHIN Ch.07

By Chekie Girls



Cap. 7




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Ese día se celebraría una cacería como bienvenida al rey Tohma y su reina Mika, hermana de Eiri. La caza era un deporte de nobles. Cazarían ciervos ese día, era la lucha del hombre contra la bestia, solía ser un buen pasatiempo pero al rubio le parecía tan aburrido como las fiestas y demás eventos sociales de la realeza, claro todo cambiaba cuando cazaba solo, pero personalmente lo suyo era escribir.
Era muy temprano aun, ya habían comenzado con los preparativos de aquella "bienvenida" no tenia muchos ánimos de asistir pero era obligatorio, no podía hacerle un desplante así a su hermana y al rey Tohma, eso seria "una falta imperdonable", palabras textuales de su padre. Dejó escapar un suspiro de su boca. Por lo menos se llevaría a su esclavo para entretenerse un poco además de que se divertiría haciendo rabiar de envidia a el tio ese que no deja de estorbarle y seguirle cada vez que salían de caza. Era aristocráticamente idiota, un tipo muy molesto jactándose de su superioridad en la caza y en el éxito con las doncellas, mas de una vez se habían retado mutuamente en alguno que otro duelo y Eiri siempre había ganado.

Alguien entro en la habitación distrayéndole, sin siquiera tomarse la molestia de tocar antes de entrar, el chico de cabellos rosas cerro la puerta y dio un largo bostezo.
- Porque estamos levantados tan temprano Yuki?- pregunto con voz somnolienta.
- Porque hoy iremos de caza- respondió sin mucha emoción el rubio.
- Caza? Que es eso?-
- Perseguir animales y matarlos para poner sus cabezas como trofeo sobre las chimeneas o en algún cuarto especial, o simplemente para obtener como alimento, depende, por ejemplo hoy solo será como trofeo-
- Pero que cosa mas horrible es esa! como que cazan animalitos?- Aquello molestó a Shuichi, disipando toda bruma de sueño que aun quedara en él. - es asqueroso eso, solo por ponerlos en cuartos? ¿Cómo pueden siquiera mirar al pobre animalito?-
- No sabia que te tomaras tan apecho lo que sucediera en el mundo animal- Eiri se dejó ver algo sorprendido. - Acaso de donde vienes no realizan cacerías?-
- No!, jamás le quitaríamos la vida a un animal por el simple hecho de obtenerlo como trofeo, solo matamos animales para alimentarnos- dijo algo ofendido por aquella pregunta.
- En serio?- Eiri trato de disimular su sorpresa frente a la respuesta de su esclavo. - Eso quiere decir que son más conscientes... Aca es un deporte, tan sencillo como eso, no le tomes importancia. Veo que ya estas listo así que andando!- culminó levantándose del sillón y saliendo por la puerta seguido por un protestante Shuichi.


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Eiri estaba vestido con una sencilla y amplia camisa negra, unos semi-apretados pantalones de cuero negro sujetados por su cinto y sus usuales botas de piel. Amarró su espada al cinturón y acomodó el fusil a la silla, escogió otras dos pistolas mas pequeñas de una caja de madera y terciopelo que le ofrecía un criado, nos estaban de mas, por sí acaso.

Después de varios intentos fallidos por parte de Shuichi para montarse sobre el caballo decidió que lo llevaría en el suyo, no fuera a ser que ese baka acabara cayéndose por el camino.

- Ven yo te ayudo a montarte- dijo con prisa mientras lo empujaba con ambas manos hacia el lomo del caballo, mientras este se movía un poco. Inmediatamente el rubio subió colocándose delante de Shuichi. –sujétate fuerte- y tomando las riendas del caballo empezaron el recorrido seguidos por dos *mastines, uno gris y otro negro y ambos llevaban collares de puntas metálicas.
Antes de adentrarse en el bosque Eiri saludo brevemente a Mika, Tohma y a su padre, sonaron las trompetas dando inicio a la caza.
Eiri tiro de las riendas haciendo que el caballo corriera a galope adentrándose en el bosque sintiendo como Shuichi se aferraba fuertemente a su pecho.

El decisivo y penetrante perfume que Eiri usaba poco a poco calaba hasta los huesos de Shuichi, estremeciéndole. Sentía un cosquilleo en el estomago, aquella calidez que le provocaba la cercanía del rubio comenzaba a invadir su cuerpo erizándole la piel. Se aferró aun más hundiendo su cara completamente sonrojada en la espalda de Eiri, estaba feliz, tan feliz de estar así con su amo.


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- Ese es el esclavo de Eiri?- inquirió Tohma.
- Si, no entiendo como se le ocurrió a mi padre darle semejante regalo a Eiri.-
- Algo de especial habrá visto en el chiquillo- respondió fingiendo tranquilidad.
- Bueno...- dudó -Es un chico muy amable e inocente, me dijo que su don era el canto. Lo mas seguro mi padre pensaría que su compañía le ayudaría en cierta forma aunque lo dudo.-
- Y que le pediste que hiciera, Mika?- hablo divertido Tohma, su esposa de seguro le había pedido a aquel chico que hiciera entrar en razón a Eiri, pero eso era imposible; Eiri jamás actuaría para beneplácito de los demás. Eiri era Eiri.
- Cómo me preguntas eso Tohma?- dijo de forma sorprendida teniendo la gracia de sonrojarse.
- Es obvio Mika, quieres lo mejor para tu hermano. Lo mas seguro le has pedido a aquel esclavo que intente hacer entrar en razón a Eiri o me equivoco?-
- No.-
- Y que te dijo?-
- No pude hablar bien con él, mi padre me llamo en ese momento por algo de suma importancia. La princesa Ayaka llegara mañana al mediodía y mi padre desea hacer una fiesta en su honor y quería mi opinión sobre que hacer para festejar y ese tipo de cosas.-
- Eiri sabe de esto?.-
- Aun no.-


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Ya bien adentro del bosque, lejos de la multitud Eiri detuvo el caballo, de un salto bajó de él y lo ató a una de las ramas mas bajas de un gran árbol, en ese lugar lo único que podía oírse era el suave murmullo de algunos pajaritos.

- No te vas a bajar del caballo?- pregunto en un tono bajo el rubio.
- Será mejor que me quede aquí, no quiero ver como cazas- respondió apesadumbrado el pequeño.
- Como quieras, pero eso si no hagas ruidos fuertes- Eiri comenzó a sacar su fusil, el cual se encontraba atado a la silla de montar y caminó alejándose del lugar.


Shuichi espero a que Yuki se alejara lo suficiente para bajarse del caballo, acción que le costo bastante, termino sentado en el suelo. Prefería permanecer allí alejado de la cacería, Hiro también estaría haciendo lo mismo?. Pronto algo se movió sobre las ramas del árbol provocándole curiosidad, este se acerco un poco mas buscando con su mirada violácea, podía ver algo de color café allí escondido, sin pensárselo dos veces comenzó a trepar acercándose cada vez mas, hasta no satisfacer su curiosidad no se quedaría tranquilo. Pronto diviso a una extraña criaturita de pelaje café, orejitas pequeñas, hocico algo largo, nariz negra, bigotitos y una cola larga y ancha estirada hacia arriba. El pequeño animal al sentirse descubierto se quedo estático y de un momento a otro salto sobre la cabeza de Shuichi.

- YUKI!!!!!!!!!!!!!!!!– su grito hizo temblar todo el bosque, provocando la huida despavorida de cuanto animal se hallaba cerca.
Empezó a correr por todos lados llamando a su amo para que le quitara aquella cosa de encima que solo se sujetaba cada vez mas a su cabeza.


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Ya se había alejado lo suficiente para poder concentrarse en la caza. Sus pisadas eran amortiguadas por la hierba mientras caminaba despacio esperando ver a algún ciervo pronto, les gustaba beber agua cerca del claro al que se dirigía; había cazado a mas de uno en ese lugar.

Se posicionó detrás de un árbol cercano, apoyándose en una de las ramas bajas colocó el fusil en posición, relajando, su cuerpo se inclino un poco mas hacia delante, su respiración se hacia cada vez más suave. Vació su mente tratando de armonizar con la naturaleza, sintiéndose uno con ella, percibiendo los suaves movimientos que realizaban las ramas de los árboles contra el viento, captando los suaves sonidos del agua. Mientras menos ruidos hiciera mejor, si el ciervo captaba algún sonido extraño probablemente huiría antes de que pudiera darle.
Su dedo índice rozó el gatillo del fusil en signo de impaciencia.
Los ciervos tenían un oído muy sensible, podían presentir fácilmente las presencias a su alrededor.


Un tímido ciervo se asomó como inspeccionando el lugar y se acercó al claro. Eiri se inclino un poco hacia delante tomando firmemente el fusil con ambas manos moviéndolo un poco hacia la izquierda para obtener un mejor ángulo, su dedo índice volvió a rozar de nuevo el gatillo mientras calculaba el tiempo y la distancia que tomaría la bala en darle al objetivo. La adrenalina fluía en su sangre esparciéndose por todo su ser, el ciervo termino de beber y levanto su cabeza fijándola en la dirección donde se hallaba Eiri, un poco mas hacia la izquierda y abajo apuntando al *codillo, su dedo apretó el gatillo disparando pero el ciervo ya se hallaba lejos de su mira sorprendiéndolo. Había huido por culpa de un estruendoso ruido que provenía por su costado derecho.


- YUKI, YUKI, YUKI!!!!!!!!!!!!!!!! YUKI!!!!!!!!!!!!!!!!!!– Shuichi gritaba desesperado corriendo meneando su cabeza a los lados tratando de zafarse del animalito.
Sin darse cuenta que enfrente se hallaba su amo se golpeo contra el tan fuerte que hizo que se tambaleara y ambos cayeron rodando por el piso que se hallaba cubierto de hojas amarillas y otras de tonos verdosos. El rubio ni siquiera quería abrir los ojos, sabia a quien tenia sobre sus piernas, el enojo crecía cada vez más.

- Porque Demonios gritabas mi nombre de esa manera? -pregunto en tono frío haciendo pausa en cada palabra que salía de su boca y abriendo sus ojos le lanzo una mirada furiosa a su esclavo. Shuichi estaba a punto de llorar, hasta se había olvidado del animal que tenia de "adorno" en su rosada cabecita al ver aquella mirada que le lanzo su amo, y aquellas palabras le helaron el corazón. - Exijo una respuesta con sentido- demando Eiri aun molesto enderezándose un poco para sentarse.

El pequeño pelirosa al oír de nuevo la voz de su amo en aquel tono dejó escapar unas lagrimas y un pequeño gemido de tristeza cosa que dejó aturdido al rubio. Con ese gesto del pequeño su mal humor quedo en el pasado, aquello hizo eco en su corazón, lo había lastimado al hablarle así y entonces reparó en su apariencia; su esclavo traía una ardilla aferrada a su loca e imposible cabellera... – “Este baka...”- pensó. ¿Cómo llego ese animal ahí? Con cuidado para que no le mordiera intento zafar a la ardilla de las rosadas hebras de pelo, estas solían ser muy ariscas, con un poco mas de fuerza logró quitarla y la lanzo algo lejos, al diablo con el animal ese.


Shuichi se había quedado con la cabeza gacha esperando el castigo que vendría, pero cual fue su sorpresa al sentir las manos de Yuki quitarle de su cabeza al animal, luego sintió los dedos de su amo posarse bajo su barbilla haciéndole subir la mirada.
- La ardilla fue la que te hizo correr y gritar así?.-
- Aja- asintió.
- ... Dejaremos para luego tu castigo- la voz seductora del rubio hizo estremecer a Shuichi. Eiri se inclinó y susurro algo en el oído de su esclavo haciendo que este se parara de golpe todo sonrojado.
- Ese será tu castigo, mi esclavo... pero por el momento se me antoja hacer otra cosa contigo...- su tono sonó irónico.

Poniéndose de pie, Eiri intento acercarse a Shuichi quien solo caminaba en retroceso viéndolo como si este fuera a hacerle algo malo, a veces esa situación era divertida pero en este momento se sentía frustrado por haber perdido a su presa. Sin previo aviso envolvió aquella fina cintura con sus brazos, apretándolo contra su cuerpo. Sus labios atraparon los de Shuichi en un beso apasionado, pronto su lengua se abrió camino en la boca del pequeño, este la recibió con gusto, entrelazándola con la suya, dejándose llevar por aquel beso.
Sus brazos estaban aprisionados sobre el pecho del rubio.

Eiri dejó la delicada cintura para posar sus manos en ambos hombros del muchacho, terminando de empujarlo contra el árbol que estaba a su espalda, dejándolo atrapado entre este y su propio cuerpo. Sus labios no se separaron en ningún momento, Shuichi pasó sus brazos sobre el cuello del rubio, abrazándolo con fuerza, Eiri no pudo hacer mas que pegar su cuerpo todo lo que podía al cuerpo de su esclavo, sin dejar espacio alguno entre ambos, intentando que el beso se hiciera aun mas profundo.
El cuerpo de Shuichi empezaba a reaccionar, haciendo que su erección oculta tras su ropa quedara apretada contra su amo. Al notar como el muchacho ya estaba bastante excitado, Eiri comenzó a besar con deseo su cuello, en su oído chocaba la agitada respiración del pequeño haciéndolo sentir un estremecimiento en todo su cuerpo. Como loco comenzó a acariciar el pequeño cuerpo, despojándolo de su ropa con ansiedad.

Shuichi se sobresaltó, no imaginaba que su amo pretendiera llegar tan lejos en un lugar como ese a pesar de lo que había sugerido antes...
-Yuki... Aquí no... Pueden vernos.- Su voz era casi un susurro, quería seguir con aquello, pero el solo pensar que los pudieran ver le ponía nervioso.
-Cállate- las palabras de Eiri se mezclaba con los besos que le proporcionaba al cuerpo del muchacho. -Sé que lo estas deseando-
-Pero... que pasa si nos ven?- El rubio se detuvo un momento, miro a Shuichi, este le devolvió la mirada algo asustado, seguro que había hecho enfadar de nuevo a su amo. Observo como el rubio lo encaraba, acercando de nuevo sus labios a los suyos, demasiado cerca.
-Estamos bastante alejados de los demás, ni siquiera te oirán cuando te haga gritar de placer. Además, no te resulta excitante el que puedan vernos?- de nuevo se encontraban besándose con pasión, con deseo. Shuichi notó como se había sonrojado por el comentario de Eiri, pero lo único que pudo hacer era lo que estaba deseando... dejarse llevar.

De nuevo las manos del rubio se perdieron por el cuerpo que ya le pertenecía dejándolo desnudo frente a sí. Eiri acariciaba cada centímetro de piel, esa piel suave, bronceada que lo llamaba a gritos. Shuichi sujetó con fuerza la tela de la ropa de su amo entre sus manos cuando este comenzó a acariciar su sexo, masajeándolo despacio, ofreciendo ligeras caricias. Sus labios eran incapaces de separarse de los del pequeño, el cual hacia todo lo posible por mantener el beso y no romperlo con los gemidos que estaban a punto de salir de su boca.

Cuando hubo jugado lo suficiente con sus besos y caricias, hizo que Shuichi se diera la vuelta haciéndolo quedar de espaldas a él. El de ojos violetas lo miró con inseguridad, con un movimiento Eiri le indicó que inclinara su cuerpo hacia delante, este obedeció aun sin saber bien lo que pretendía su amo. Para sujetarse alargó sus brazos apoyando las palmas de las manos en el árbol, el rubio se inclinó un poco sobre Shuichi, también había apoyado una mano sobre aquel gran árbol que los cobijaba, al igual que el chico, sin dejar que su peso cayera sobre el pequeño cuerpo. Besó su cuello, con su mano libre tomó el rostro de Shuichi encarando como podía esos ojos violetas con los suyos dorados. De nuevo beso sus labios, con escasos roces, aquella postura no daba para mucho mas... dejo el suave rostro para dirigir su mano hasta el pecho de Shuichi, acariciándolo, haciéndolo suspirar sobre sus labios. Volvió a resbalar su mano hasta la erección del pequeño, este dejo de mirar los dorados ojos de su amo y comenzó a gemir silenciosamente en respuesta.

El rubio deslizó sus labios por toda la superficie del cuello, hasta llegar a la espalda. Una vez allí besaba suavemente, pasando su lengua de arriba hacia abajo, provocando en Shuichi un cosquilleo que hacia que se le pusiera los vellos de punta. Era una combinación bastante excitante, por una parte Shuichi sentía todo ese cosquilleo en su espalda y por otra parte el placer que le proporcionaba las caricias de su amo sobre su sexo.

Tras recorrer su espalda completamente, Eiri quedo de rodillas tras del pelirosa, a la altura de su trasero, sin mas paso su lengua por la unión de ambas nalgas. Cuando Shuichi sintió esa caricia miro hacia atrás, tratando de ver a su amo. Al segundo contacto de la cálida lengua sobre esa zona no pudo reprimir mas sus gemidos. Eiri lo miro, sus miradas se volvieron a cruzar, el chico no pudo mas que apartarse de esos ojos, notaba como su rostro estaba completamente ruborizado y lo que menos quería en ese momento era cruzarse con la mirada del rubio.

Sus ojos se abrieron de par en par al igual que su boca cuando sintió que la lengua de Eiri penetraba en él. Jamás pensó que se vería envuelto en una situación tan vergonzosa como esa, por un momento sintió ganas de llorar y pedirle a su amo que se detuviera, pero el placer que estaba sintiendo le impidió hacerlo.

Eiri no pudo evitar sorprenderse cuando Shuichi separo algo mas sus piernas, facilitándole el trabajo. Estaba bastante satisfecho con la reacción de su esclavo, si le resultaba excitante que el chiquillo se resistiera, mas excitante le resultaba que se le ofreciera sin decir una palabra, solo con gestos, movimientos y miradas. Dejo de masajear el miembro del pequeño, esas caricias ya resultaban peligrosas... llevo su mano hasta la entrada que aun era acariciada por su lengua, pero esta fue sustituida de inmediato por un par de dedos que entraron sin miedo, provocando un débil grito oculto tras un gemido.

Sus dedos salían y entraban cada vez a mayor velocidad, de vez en cuando eran sustituidos por su lengua. Cuando a Eiri le pareció que ya estaba bastante lubricada la zona se puso de pie, sin dejar de introducir sus dedos, pero esta vez mas lentamente. Con la otra mano se desprendió de parte de su ropa, dejando su sexo al descubierto, dirigiéndolo hacia la entrada a la vez que sacaba sus dedos de allí. Shuichi seguía respirando agitadamente, las piernas le temblaban, sentía que casi no podría mantenerse en pie, pero no podía parar, no ahora y tampoco quería hacerlo.

-AHH!!!!! YUKI!!!!!!- su cuerpo se estremeció por completo cuando Eiri entro en él de una vez, de un solo movimiento. Las lagrimas estuvieron a punto de resbalar por sus ojos debido al dolor que había sentido cuando lo penetro tan rápidamente, pero se contuvo, sabia que tenia que aguantar, que el dolor pasaría. Apretó los dientes y cerro los ojos cuando el rubio empezó a moverse dentro de el, Al principio despacio, después a mayor velocidad. Eiri vio como el rostro del pequeño cambiaba de dolor a placer, como su boca se abría para dejar escapar aquel sonido que le gustaba tanto... en cierto modo era para lo único que le gustaba oír la voz de su esclavo.

Sus movimientos se relentizaron, tratando de profundizar todo lo que podía con cada empuje, como si intentase encontrar algún limite dentro del cuerpo de Shuichi que lo detuviese.
-Yuki... Ah! Yuki bésame...- las palabras del pequeño le hicieron sobresaltarse, de verdad que su esclavo aprendía rápido... Volvió a inclinarse sobre él, volviendo a buscar sus labios. Aparto sus manos de las caderas de este, una la coloco de nuevo sobre el árbol para sostenerse mientras que el otro brazo lo paso envolviendo el pecho de Shuichi, sujetándolo para no dejarlo caer al suelo, era obvio que el chico estaba algo agotado al estar de esa forma.

El de ojos violetas volvió su cara hacia el rubio, encontrándose con sus labios, tratando de besarlo, pero el placer que estaba escapando por su boca solo le permitía escasos roces. Los movimientos seguían, Eiri noto como su esclavo estaba a punto de llegar al orgasmo, sintió como el delicado cuerpo temblaba bajo el suyo. Movió sus caderas con rapidez y profundidad, haciendo que Shuichi gritara su nombre rozando sus labios, suplicándole que no se detuviese, a la vez que su cuerpo se sacudía fuertemente contra el de su amo.

El pequeño dejo caer por un momento todo su peso sobre el brazo de Eiri tratando de descansar un poco. De nuevo sintió los movimientos de su amo, el rubio había dejado de apoyarse sobre el árbol, tomando una posición erguida aunque aun sujetaba a Shuichi. Colocó su mano libre sobre la cadera de este, aumentando el ritmo de su cuerpo, moviéndose con libertad dentro de el. El pelirosa se sostenía en pie como podía, si no hubiera sido por la ayuda de Eiri hubiese caído al suelo.
En pocos minutos el rubio sintió que no podría mas, empujo lo mas fuerte que pudo, sintiendo en cada movimiento la presión que ejercía el interior de Shuichi sobre su sexo, invadiendo aquel lugar por un cálido liquido.

Se detuvo lentamente atrayendo a su pequeño hacia su cuerpo haciendo que pegase la espalda en su pecho. Shuichi casi podía sentir el corazón de su amo y su agitada respiración sobre su oído.
Eiri salió de su interior, beso el hombro de su esclavo, después su cuello.
-Yuki...-
-Uhm?- el rubio seguía con sus besos.
-Qui... Quiero que... me sigas acariciando.- Eiri abrió los ojos sorprendido al notar como su esclavo había tomado una de sus manos entre las suyas y la dirigía hasta su sexo haciendo movimientos que lo incitaban a acariciarlo. Así lo hizo, el rubio comenzó a acariciarlo de nuevo, esta vez rápidamente.
Shuichi apoyaba su cabeza sobre el pecho de su amo, sus ojos estaban cerrados, y sus labios entreabiertos gimiendo silenciosamente.
El rubio perdió su mirada en esa expresión, le gustaba verlo así, después de todo... no seria tan difícil enseñarlo a ser el esclavo perfecto.

-No.... no pares... ah Yuki... más rápido...- su cuerpo se curvo entre aquellos fuertes brazos, mientras Eiri seguía deleitándose con el cuello que quedaba expuesto ante él. Aumento la velocidad de sus caricias, provocando que su esclavo volviera a alcanzar el punto máximo del placer.

Shuichi quedó apoyado sobre el pecho de su amo con los ojos cerrados disfrutando del cálido cuerpo de este. Al momento el silencio que existía fue roto por voces que se dejaban oír bastante cerca del lugar.

-Ite!!! Yuki! Por que hiciste eso?- Eiri lo había soltado, dejándolo caer al suelo.
-Date prisa y vístete, se están acercando.-
-Que?? ¿Cómo que se acercan?- su cara mostró pánico, de inmediato empezó a buscar su ropa, cuando la encontró comenzó a vestirse a toda prisa, mientras que Eiri ya estaba completamente vestido, como si no hubiera pasado nada... A excepción de las gotas de sudor sobre su rostro y a su pelo algo revuelto.

Se quedaron quietos en silencio y vieron pasar a unos hombres sobre sus caballos comentando sobre el lugar mas apropiado para conseguir una buena presa, iban tan distraídos que no repararon de la presencia de ambos.

-Vamos, es hora de seguir con la cacería.- Eiri se volvió dando la espalda a su esclavo, quien lo miraba con algo de desconcierto y con la respiración aun agitada.


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Notas de Cathain:

Este cap fue casi todo para Yuki y Shuichi =p para el próximo veremos a mas gente. No ahondé mucho en la cacería por que no soy experta en el tema, así que tendrán que perdonarme por que quedara tan simple ^^;; pero eso se cura con el pequeño lemon que escribió saiyi-chan que quedo muy bien ^.~ aunque creo que recalco mucho lo feliz que es Shuu con Yuki ^^;; por cierto ai-chan que yo recuerde hicimos un trato por lo de la armonica * no diré los detalles xq no viene al caso, aunque la guitarra me gusta mas y todo quedo resuelto con el escondite =p errrr... creo q hable de mas ^^;; por cierto en la parte del castigo tendrá algo que ver en un cap. futuro, en fin nos vemos en el próximo cap.

Agradecimientos a Eiri que abrió un post en el foro por nuestro fic y también gracias a los demás chic@s del foro que han dejado sus comentarios en ese post. Gracias a todos por vuestros comentarios que también nos dan ánimos.

*Un Mastín es un perro utilizado en algunas cacerías, aclaro por si acaso. Aunque eso depende de lo que desees del can y esperes de la presa, también se usaban sabuesos, galgos y fox-terrier por nombrar algunos.

*Codillo: En los cuadrúpedos, coyuntura del brazo próxima al pecho, y la parte comprendida entre esta coyuntura y la rodilla.

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Notas de Saiyi:

Bien aki cath como siempre con sus notitas y explicaciones k son tan utiles ^_^ pues como siempre lo dice ella todo no me repetire. Me encantó lo dela ardillita!!!!!!!!! K lindo mi shu-chan (pk es mio XDDDD) a si, una cosita... las tres estamos en contra de la caceria, pero era necesario escribir algo asi -_- asi k no nos maten por eso los amantes de los animales pk nosotras tb lo somos ^_^


Notas de Ai: (se han hecho de rogar ^_^U)

holaaaa ^^ k tyal estan? uff cuanto tiempo, os esta gustando komo esta kedando el fic? espero k sii ^^ jajaja las lokas de Saiyi y Cath casi no me matan ya k komo estoy de vacaciones pos estoy media perdida y no hemos hablado casi nada del fic ^^U
y k tal vuestras vacaciones? las mias muy bien jaja estopy casi todo el dia de compras(mira k soy pija XDD)
Cambiando de tema, k os a parecido el lemon de Saiyi??? *-* yo me he kedado toda mojada jajajajaja esta tia cada vez los hace mejores *-* no deja de sorprenderme *-* Saiyiii estoy pensando seriamenrte en hacerte el club de fansss cada vez me das mas razones pa k lo hagaaa *-* jajajaja me pregunto de donde sacara tan buenas ideas para los lemon, sera k ha practicado todo lo k escribe...?

Bueno, me despido ya, porfavorrrr dejad to opinión! ._.
nos vemosss en el proximo capitul besosssss muakaaaaaaaa



cualkier comentario, duda, keja o lo k kieras (menos virus) escribe a: chekie_girls@yahoo.es gracias ^_^

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