jueves, 13 de agosto de 2009

¿QUE TANTO SABES DE EL? Ch.27

Basado en Gravitation
By Ishida Rio

Gravitation no me pertenece. Todos los créditos a Murakami Maki-san.

Capítulo 27.

Los disparos en el exterior los alertaron. Alguien había bajado del techo y estaba dando problemas.

-Alguno de los de arriba están vivos...

-Ojalá que todos.

La puerta continuaba trabada y era imposible abrirla, sin embargo, extraños sonidos en los balcones llamaron su atención.

--¿Qué...?

--Shhh...

Yuuji y Yamato se colocaron cerca de las ventanas que daban al balcón, mientras Hiroshi se retiraba un poco hacia el pasillo.

--¿Están ahí verdad? –sonó la voz de Shuichi luego de un aterrizaje algo pesado- Soy yo, Shu...

--¿Shuichi? –Yamato salió primero, encontrándose con el cantante y su novio.

--Tenemos que salir de aquí. El edificio tiene una bomba, y casi no nos queda tiempo...

--¿Una bomba?

--¿Dónde esta Haruno?

--Ya viene, ¡rápido!

Una ráfaga de disparos se escucharon en el pasillo, y diversas exclamaciones y gritos. Luego, silencio. Pasos apresurados, y la puerta se abre violentamente.

--¡¿Qué hacen todavía aquí?! –regañó Haruno. -¡Debemos irnos!

Yamato de inmediato corrió hacia ella, en el momento en que comenzaba a desplomarse. Suavemente la tomó en sus brazos y vio con cierto horror las heridas que lucía, en especial la de la espalda.

--Haruno...

--Estoy bien... –le dijo apoyándose en él para levantarse... –Solo me rozó.

--¿Cómo salimos?

--Por los balcones –dijo Nekoi, adivinando las intenciones de su compañera. –Los disparos atraerán a los que quedan a este piso, al pasillo...

--Y nosotros estaremos bajando piso a piso sin arriesgarnos –completó Hiro –

--¿Dónde está Kotaro? –preguntó Haruno al no ver a su pequeño primo. Yuuji cerró los puños con rabia.

--Está atrás en la habitación... le rompieron una costilla a golpes.

--Debemos salir pronto...

--¡Mamá!

Omi aparece por el pasillo, con los brazos abiertos para recibir a su madre, pero Nekoi lo detiene a medio camino.

--Estoy sucia cariño –le dijo a modo de disculpa –Voy a cambiarme...

Rápidamente fue a la habitación y despertó a Kotaro. El muchacho no estaba muy herido, pero si adolorido. Mientras se colocaba una camiseta limpia para no llamar la atención de su hijo, explicó su plan y parte de lo que había pasado.

--Sujétate de mí. Te ayudaremos a bajar.

Shuichi bajaría con Yuki, Hiro con Omi, Yuuji cargaría a Kotaro y Haruno y Yamato serían los primeros y ultimos en bajar para cuidar a los demás de una posible emboscada.

Yamato tuvo que saltar primero al ver que Yuuji no podía sujetarse correctamente con el chico en brazos. Luego lo hizo este, le siguió Hiro, luego Shuichi, Yuki y al final Haruno.

-Y solo faltan 6 pisos.

Los minutos contaban y a cada momento se encontraban más abajo. Afortunadamente, nadie había notado la manera que usaban para bajar, aunque comenzaban a escucharse pasos apresurados y maldiciones mientras numerosos pies se dirigían a los pisos superiores.

Menos de 4 minutos faltaban cuando Haruno puso sus pies en el piso número 2. Yamato la esperaba y Shuichi recién comenzaba a bajar.

-No te ves bien Yamato... –ella pudo ver que el hombro de su pareja sangraba profusamente, seguramente por alguna herida hecha anteriormente-

-Estoy bien...

-Te ayudaré a bajar...

En ese momento la puerta se abre violentamente, dejando entrar la luz del pasillo, que cegó a los asesinos. Varios disparos resonaron, mientras ambos respondían casi sin saber a donde apuntaban. Varias exclamaciones de dolor se les escaparon, Yamato cayó al sentir una bala atravesar su rodilla derecha y Haruno tocó la baranda al retroceder por el dolor. Por fin el sujeto cayó muerto, y ella se apresuró a ayudar a su pareja a posicionarse.

-Debes tener cuidado...

Yamato asintió y se colocó en la baranda, sin embargo un grito de los otros, que ya habían logrado bajar, lo hizo resbalar... Apenas lograron entender algo así como “Se acabó el tiempo”mientras Haruno intentaba soportar el peso de Yamato...

-Salta Yamato... –le dijo apenas- ...

-¡Haruno!

Una pequeña gota cayó sobre la cara de Nekoi, limpiando un pequeño camino de sangre.

-...Haruno....

-...Cuida a Omi, Yamato...

Seguido de la lágrima... sangre. El rubio vio aterrado como al sangre corría de los labios de su pareja, abriéndose paso también por los brazos...

-Haruno...

-¡Salta!

Sus manos poco a poco resbalan, ella sin fuerza para sostenerlo, él sin fuerzas para sostenerse. Sus dedos pierden contacto y Yamato cae hasta el balcón siguiente, mientras Haruno resbala lentamente hasta el suelo, pensando en lo dolorosas que son las balas en el cuerpo. Dos heridas en su pecho le cortaban la respiración mientras otra cerca de su estómago la torturaba lentamente... Con los ojos entreabiertos miró al sujeto que les disparó... era el guardaespaldas que Okura tenía cuando le avisó que el niño había nacido...

Gritos lejanos llamaban su atención. Varias lágrimas corrieron por su cara... El tiempo había terminado...

BUM.

Ubicada en el hall, la bomba estalló llenando de humo los pisos superiores y haciendo temblar los pilares del edificio completo. Aquellos que observaban ahogaron expresiones de espanto y temor. Varios sujetos se acercaron a Shuichi y los demás para alejarlos, mientras el cantante no dejaba de gritar.

***

Al caer, la pierna de Yamato le hizo gritar de dolor. La sangre seguía corriendo, aunque él lo único que deseaba era volver al piso anterior, estar con la mujer que amaba, mientras un solo pensamiento cruzaba su mente...

No puede ser... ¡No puede ser!

Apenas logró ponerse en pie cuando todo se estremeció, el calor de la bomba inundó todo en segundos, tomando su cuerpo y lanzándolo por el balcón con enorme fuerza. Nekoi ya no sintió cuando se estrelló contra el piso para luego quedar semi hundido en la pileta principal del hotel, mientras el agua amortiguaba el efecto de los trozos de concreto que caían sobre él.

***

Con enorme velocidad las unidades de rescate comenzaron a abrirse paso hacia el incendio, que se extendía sin control por todos los pisos del edificio. El humo tapaba el débil brillo de las estrellas y las sirenas y balizas resonaban por todo el lugar.
Varios hombres comenzaron a subir por las escaleras de emergencia para sacar a las personas que seguían en sus departamentos, dormidos por bombas con gas estratégicamente colocadas.

La planta baja estaba completamente destruida, al igual que el primer piso y el segundo amenazaba con desplomarse sobre el anterior. El fuego se extendía por los pisos cuatro y cinco, mientras el viento lo elevaba hacia el sexto.

Alejándose de los demás, un escuadrón pequeño oyó los gritos de Shuichi, que hablaban de una mujer en el tercer piso que podría estar viva. Uno de ellos se detuvo junto a la camilla que llevaba al hombre rubio que había salido disparado desde el segundo piso.

-Nekoi Yamato... –susurró antes de correr hacia el edificio –Entonces la mujer....

Los hombres que lo acompañaban lo vieron y comenzaron a correr tras él. Todos sabían que debían ser rápidos y precisos para no morir cuando el edificio se desplomara por completo.

Los pasillos estaban llenos de humo, pero eso no evitó que los sujetos, que llevaban una banda con una ‘O.D’ en el brazo, llegaran hasta el departamento indicado, y, esquivando el cuerpo del sujeto calvo, llegaron hasta la mujer, que se desangraba lentamente sobre el suelo semi derruido.

-Shindo Haruno...

El líder de ellos, un tipo de cabello castaño y ojos acerados y celestinos, la tomó y volteó, tomando su pulso y colocando su pañuelo en las heridas del pecho y costado. Los demás tomaron las armas y las metieron en bolsas, mientras preparaban una pequeña camilla plegable.

-¿Y bien señor?

-Está muerta.

-Entendido señor.

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