jueves, 3 de septiembre de 2009

DULCES Y SORPRESAS Ch.03

Dulces y sorpesas.

Cap. 3

By Saiyi-chan


*******************************************************


Se sentía pesado, todo intento de moverse se veía frustrado debido al peso que sentía sobre su cuerpo. Shuichi abrió los ojos lentamente, enfocando lo que parecía ser el techillo de una caseta de campaña. Al intentar incorporarse para desperezarse, comprobó como aquello que pesaba sobre su cuerpo no era otra cosa mas que Ryuichi durmiendo placidamente sobre él.

El cantante de cabellos rosados dibujó una mueca nerviosa, intentando librarse de aquel que lo tenia aprisionado con brazos y piernas. Cuando consiguió mover un poco el cuerpo del otro para conseguir sentarse, enseguida se dio cuenta de que el cantante de NG tenia a Kumagoro sujeto por una oreja posesivamente. Enseguida recordó como aquella noche se había quedado dormido abrazando al peluche, como es que ahora lo tenia Ryuichi?.

Sacudió la cabeza enérgicamente, no podía estar pensando esas tonterías cuando tenia cosas mas importantes que hacer, como por ejemplo ingeniárselas para librarse de aquel que a pesar de haberlo movido, seguía sobre él. También estaba la opción de tratar de despertarlo, pero con lo ocurrido la noche anterior no tenia ninguna intención de encontrarse de nuevo con la mirada del cantante.

Suspiró pesadamente, cerrando los ojos a su vez, al abrirlos se encontró de lleno con los azules de Ryuichi que lo miraban entre abiertos, con una mirada inocente y una sonrisa calmada.

-Buenos días Shuichi, dormiste bien no da?- se incorporó restregándose los ojos con los puños cerrados, aun con Kumagoro sujeto de una orejita.

-Eh? Si, si.- contesto nervioso, sintiendo como el corazón le daba un vuelco y un intenso calor invadía su cara.

-Te ha gustado dormir en una cama de agua? Me gustan las camas de agua na no da, son muy divertidas.- de un salto se puso en pie sobre el colchón comenzando a pegar saltos en él como un crió, consiguiendo que el equilibrio de Shuichi peligrase aun estando sentado. –Vamos salta con nosotros!- le extendió la mano que no sujetaba al peluche invitándole a hacer lo mismo.

El de cabellos rosados sonrió mas tranquilo al comprobar que el otro cantante no recordaba lo ocurrido la noche anterior, o al menos no le había sacado el tema, lo cual él tampoco haría. Se levantó con dificultad tomando la mano que le era ofrecida, pero en un mal movimiento, los dos acabaron entre risas tirados de nuevo de cualquier manera sobre el colchón.

-Jajajajajajaja que divertido no da.- Shuichi asintió en respuesta, cambiando enseguida su expresión o una de preocupación. –uy, que pasa Shu-chan?-

-Que hora es?- dedicó una fugaz mirada al reloj de su muñeca. – Bua!!!!!!! Es taradísimo! No llegare a tiempo! K-san me matara!- en un momento se halló fuera de la caseta bajo la atenta y confundida mirada del cantante de NG que lo observaba con la cabecita fuera de la misma.

-No pasa nada Shuichi, Kumagoro hablara con Tohma para que no te regañe.- asomó al conejito agitándolo animadamente.

-La verdad es que me da mas miedo K-san que Seguchi-san.- hizo una mueca nerviosa mientras se rascaba la cabeza.

-Kumagoro también puede hablar con K no da.-

-Mejor será que me de prisa e intente llegar solo 1 hora tarde...- a toda prisa se dirigió al baño para darse una ducha rápida, aquel día no le daba tiempo ni siquiera desayunar, ya tomaría algo a media mañana en la cafetería.

Ryuichi por su parte se mantuvo dentro de la caseta jugando con Kumagoro, hasta que se le ocurrió la genial idea de ir a jugar a otro sitio con su peluche...

***********************************************************************

La suave brisa y los rayos del sol entraban por la ventana del dormitorio donde aun descansaba el rubio escritor dormido sobre su cama, cubierto casi en su totalidad por las sabanas.

Adormilado se giró hacia el otro lado al sentir un cosquilleo en sus pies, encogiéndolos a su paso. Esta vez el cosquilleo se volvió mas insistente, consiguiendo que el rubio entreabriera los ojos aun sin hacer demasiado caso de este. Comenzó a notar como algo se paseaba desde sus piernas hasta llegar a su espalda.

-Uhm? Shuichi que haces?- preguntó sin volverse a mirar, aun con los ojos cerrados.

Seguidamente aquello que se estaba paseando por su espalda decidió esconderse entre su hombro y su cuello, llegando a rozar sutilmente su oreja, ocasionándole un suave gemido que lo hizo abrir los ojos. De inmediato se volvió encontrándose con un conejito de peluche color rosa.

-Pero que demonios es esto?- dedicó seguidamente una mirada a toda la habitación en busca de quien estaba a cargo de ese peluche.

De inmediato halló una mano que sostenía al animalito sobre la cama y como mas de medio brazo se asomaba por el borde de esta, asomándose a su vez varios mechones de cabello.

-Buenos días na no da!- saludó el conejito con energía. –dormiste bien Yuki-chan?-

-Que?- su cara dedicó una expresión de confusión e incredulidad ante lo que estaba presenciando. –No pienso hablar con un muñeco.- Tomó su caja de cigarros de la mesita y encendió uno dándole una calada.

-No soy un muñeco! Soy Kumagoro na no da!.-

-Lo que seas, me da lo mismo.- lo miró con indiferencia, decidido a cortar el juego con el conejito, ya que al fin y al cavo le estaba siguiendo la conversación.

-Fumas tan temprano na no da?- volvió a decir el peluche, consiguiendo por parte de Eiri otra mirada de indiferencia y que el humo que expulsaba de su boca acabara sobre la carita del conejito.

-No! Kumagoro no fuma! Le lastimaras los pulmones no da!- en un momento el rostro de Ryuichi con gesto enfadado se dejó ver ante el escritor mientras abrazaba con fuerza a Kumagoro para que el rubio no le hiciera mas daño.

-Pues ya sabes, sácalo de aquí, no sea que se muera de cáncer.-

-No digas esas cosas, eres malo Yuki-chan.- los ojitos azules se volvieron vidriosos y su boca comenzó a hacer pucheros.

Eiri suspiró con resignación, le quedaban muchos días por aguantar allí a ese cantante que aun no sabia como pese a su edad podía comportarse de aquella manera. Teniendo en cuenta que ahora tenia a dos “crios llorones” viviendo en su casa, y a un peluche que se podía poner enfermo, mejor seria no hacer nada para empeorar las cosas, no tenia ninguna gana de aguantar a su pequeño amante y a su amigo berreando para que accediera a hacer de doctor con el animalito, y mucho menos tener que prepararle un funeral al mismo.

-Donde esta Shuichi?- preguntó tratando de cambiar de tema.

-Esta en la ducha no da, decía que iba a llegar tarde. Pero no pasa nada, yo hablare con Tohma.- contestó orgulloso de si mismo.

La puerta de la habitación se abrió cortando la interesante conversación entre los dos hombres. Inmediatamente entró un Shuichi medio histérico, se dirigió corriendo a abrir el armario y buscar su ropa, sin percatarse de las miradas que lo observaban.

-Donde esta, donde esta...- comenzó a rebuscar entre sus ropas desordenándolo todo.

-Shuichi...-

-Me quiero poner la sudadera naranja pero se me ha perdido!-

-Shuichi...- insistió Eiri.

-Eh?- el cantante de cabellos rosados se volvió hacia el escritor hallando al lado de este al otro cantante y al peluche. –Yuki! Estas despierto!-

-... la toalla.-

-Que?-

-Que se te ha caído la toalla.- le indicó Eiri señalando a donde debía estar dicha toalla.

-Bua! Mi toalla! Donde esta! Donde!- con nerviosismo comenzó a buscarla, pero ni rastro de ella.

-Eh, Shuichi, te presto mis pantalones.- intervino Ryuichi haciendo ademán de quitárselos, consiguiendo que la mirada de la pareja se volviera hacia él.

-NO! No Sakuma-san, no hace falta!- se volvió de nuevo cogiendo del armario uno de sus pantalones, colocándoselos con nerviosismo. –mira ya uso estos míos.- comentó nervioso y con un tono bastante rojizo en sus mejillas, ese ya era el 2ª accidente ocurrido con Ryuichi en menos de un día...

-No piensas ponerte ropa interior?- preguntó Eiri al ver como el chico acababa de vestirse.

-Eh? No, da lo mismo! Es tarde me tengo que ir! Ya me la pondré luego!- se acercó al rubio para darle un beso en la mejilla provocando en este un gruñido.

-Espera Shu-chan vamos contigo no da!.-

-Vale pero date prisa es tarde!-

-Voy a la ducha, no tardo na no da.-

-A la ducha? Tienes que ducharte?- Ryuichi asintió en respuesta. –no puede ser... K-san me matara...-

**********************************************************************

-Lo sabia! No podía llegar a su hora! Tenia que llegar tarde! Ya pasan 47 minutos y 22 segundos exactamente de su hora! Y Shindou-san no ha llegado aun!.- un histérico Sakano daba vueltas a modo de remolino por toda la sala, chocando a su paso con cualquier mueble o pared que se interpusiera en su camino.

-Ya conoces a Shuichi, seguramente anoche se acostó demasiado tarde.- Hiro ajustaba las cuerdas de su guitarra con suma tranquilidad a la vez que Suguru repasaba algunos acordes y comenzaba a perder la paciencia mientras esperaba al vocalista.

-Se puede saber que tenia que hacer Shindou-san como para acostarse tan tarde?- gritó nuevamente el productor, esta vez bastante cerca del oído del guitarrista.

-De verdad quieres que te lo explique?- siguió a lo suyo ignorando la histeria de aquel hombre.

-Eh?- dibujó una mueca interrogante. –ejem...- carraspeó colocándose a su vez bien las gafas, tomando una posición un tanto mas seria.

La puerta se abrió de una sonora patada mostrando un brillante reflejo en el metal de aquel arma que sostenía el rubio americano.

-Aun no ha llegado?- el restó contestó negando con la cabeza. –Ok, le daré 10 minutos mas, si no tendré que ocuparme yo de esto.- esbozó una sonrisa triunfante.

**********************************************************************

-Sakuma-san aun no has acabado?- Shuichi golpeó la puerta del baño, el cantante de NG llevaba casi media hora en el baño. –jo... me parece que será mejor que al final no vaya a trabajar...-

-Ni pensarlo, te largas de aquí con ese tipo.- contesto Eiri inmediatamente, después de observar como su pequeño amante aporreaba al puerta del baño.

-Es que no quieres estar conmigo Yuki?- se acercó al escritor abrazándolo, resbalando hasta quedar de rodillas en el suelo rodeando las piernas de este y restregando la cara en la tela de los pantalones.

-Deja de hacer eso ahora mismo.- apretó el puño dándole seguidamente un coscorrón al cantante.

-Ite! Eso duele!.- enseguida soltó al rubio para llevarse ambas manos a la cabeza.

Eiri aprovecho su “libertad” para escapar de allí, dirigiéndose a su estudio donde trabajaría toda la mañana tranquilamente, una vez que ambos cantantes se marcharan claro... Shuichi seguía tocándose la cabeza cuando oyó como tras él se abría la puerta del baño, volviéndose a mirar hacia ella para encontrar a un Sakuma Ryuichi con una mirada seria y tapado tan solo con la toalla en su cintura.

-Shuichi!- cambiando su expresión a una infantil se lanzó encima del cantante de cabellos rosados, consiguiendo que ambos quedasen tumbados en el suelo. –si tu también querías entrar solo tenias que hacerlo no da.-

-No, no, solo estaba esperándote, si no nos damos prisa ni siquiera tu contacto con el presidente me salvara.- sonrió nervioso incorporándose cuando Ryuichi se hubo levantado.

-Entonces vamonos ya!-

-Eto... Sakuma-san, será mejor que te vistas no?-

-Jeje, si.-

********************************************************************

La tranquilidad se apoderó de la vivienda cuando ambos cantantes se marcharon no sin antes armar otro de sus muchos escándalos, pero esa tranquilidad comenzó a verse amenazada cuando el suave sonido del teclear se vio interrumpido por el estruendo de un helicóptero cerca del edificio. Eiri dejó de escribir, haciendo caso omiso del ruido se levantó cogiendo la taza de café que había estado tomando dispuesto a llenarla de nuevo y salió del estudio.

Cuando llegó al salón comprobó que el sonido era algo mas fuerte. La taza resbalo de sus manos, haciendo que el cristal de este se quebrara y el escaso liquido que quedaba en ella quedara esparcido junto a sus pies. Un helicóptero en su balcón? Un único nombre vino a su mente...

-Shuichi...- murmuró al confirmar sus sospechas cuando vio bajar del aparato al manager del cantante cargando su querida mágnum.

-Donde esta Shuichi?- preguntó seriamente ocultando sus ojos azules bajo sus gafas de sol oscuras.

-Lárgate, él no esta aquí. Ya se ah ido.- se dio media vuelta ignorando al rubio americano.

-Wait...- imploró con voz firme consiguiendo que el escritor se volviera nuevamente a mirarlo. –unos dulces?- con su mas sonriente cara sacó de algún lugar una cajita de dulces dispuesto a compartirlos con él escritor.

*************************************************************************

Los dos cantantes corrían como locos por las calles de Tokio, Ryuichi se detenía en mas de un escaparate, consiguiendo que Shuichi tuviera que jalarlo del brazo para continuar su camino.

-Oh! Espera Shuichi! Una tienda de dulces na no da! Vamos a comprar algo!- felizmente con su Kumagoro metido entre su chaqueta y asomando la cabecita, entro en la tienda muy sonriente.

A Shuichi no le quedó mas que resignarse y entrar tras él, observando asombrado como en menos de un minuto el cantante de NG ya llevaba entre sus brazos de todo; patatas, caramelos, dulces, chocolatinas... al cabo de 5 minutos salieron cargados de un par de bolsas cada uno con todo lo que habían comprado, y de nuevo se dedicaron a correr mientras que Ryuichi llevaba la boca llena de chocolate y trataba en engullir mas cosas sin que estas se cayeran al suelo.

Después de casi correr la maratón, consiguieron llegar a su destino. Cansados se detuvieron frente a la entrada de la compañía.

-Ya casi estoy...- el cantante de BL se arrastraba por el suelo en un ultimo esfuerzo por entrar al edificio.

-Eh Shuichi, quieres esta chocolatina no da?- con una expresión despreocupada le extendió la mano ofreciéndole la chocolatina.

-Sakuma-san, me van a matar por llegar tan tarde, no quiero una chocolatina!- enseguida observó como los ojitos de Ryuichi se tornaban brillantes.

-Shu-chan no quiere la chocolatina por que esta enfadado con Ryu-chan.- los gestos de su cara indicaban que rompería en llanto en ese preciso instante.

-No! No estoy enfadado contigo!.- se acercó al cantante de NG haciendo un gesto con las manos para tranquilizarlo. –dame la chocolatina, me la comeré ahora mismo.- sonrió aceptándola para seguidamente metersela entera en la boca manteniendo la sonrisa.

-Pero no estas enfadado por llegar tarde na no da?-

-No! Para nada! Además, solo llego casi dos horas tarde...- suspiró resignado.

-Eh Shuichi! Que haces ahí tirado?- en ese momento Hiro salía del edificio, encontrándose con el cuerpo de su amigo en mitad de la entrada obstruyendo el paso.

-Hiro!- esta vez se colgó del cuello del guitarrista.

-Esta bien, esta bien, suelta.- lo tomó de la tela de la sudadera y lo dejó caer al suelo, curiosamente Shuichi cayo de pie. –que ha pasado que llegas tan tarde?-

-Me quede dormido...-

-Que novedad...- contestó divertido, dedicando seguidamente una mirada al otro cantante que permanecía sentado en el suelo comiendo dulces. –ya me he enterado de lo ocurrido en casa de Sakuma-san.-

-Si, se quedara unos días conmigo y con Yuki. Eh? Espera, como te has enterado?-

-K nos lo contó esta mañana, decía algo de que si no llegabas pronto el mismo contrataría a Sakuma-san para que te prendería fuego a ti.- Shuichi tragó saliva en respuesta.

-Y donde esta K-san ahora?- miró de un lado a otro buscando a su manager, temiendo que fuera capaz de cumplir aquella amenaza.

-Pues... a ido a buscarte... a tu casa...-

-QUE?! Eso no puede ser! Pero yo no estoy allí! Estoy aquí!-

-Eh... eso ya lo veo Shuichi.-

–Espera... no puede ser! Yuki!- comenzó a moverse con nerviosismo de un lado a otro. –Yuki esta en la casa! Esta allí solo e indefenso! Tengo que protegerlo! YUKIIIIII!- en un momento recupero todas sus fuerzas, dejando en el lugar tan solo un rastro de humo.

-Este Shuichi... nunca cambiará.-

-Eh? Que pasa na no da? Donde esta Shu-chan?- le preguntó a Hiro con curiosidad, consiguiendo que el guitarrista no pudiera aguantar la risa al verlo con toda la boca llena de chocolate. –de que te ríes?-

-Nada, nada, a Shuichi le ha salido un asunto que arreglar...-

*************************************************************************

Sobre la mesita de la sala se podía apreciar varios envoltorios de dulces, y sentados en el sofá estaban Eiri bastante serio limitándose a comer y al otro lado K bastante sonriente manteniendo mas que una conversación un monologo. Se había dedicado a explicar al escritor el como había salvado a Ryuichi y Kumagoro de las peligrosas llamas, y como aquella enorme caseta de campaña que ahora ocupaba gran parte de su salón, había ido a parar a manos del cantante de NG después de que él se la regalara en su ultimo cumpleaños.

Cuando K estaba en lo mas interesante de su conversación, el suelo empezó a temblar, enseguida se puso en pie en posición de alerta por si algo ocurriera, dedicó una mirada al escritor que permanecía inalterado comiendo uno de los dulces.

-No buscabas a ese baka?- se introdujo el resto del dulce en la boca.

Enseguida un fuerte golpe contra la puerta hizo que esta quedara descolgada e inservible. K desvió la mirada a la puerta, observando como de entre el humillo se comenzaba a formar una silueta y como unos ojos que parecían salvajes brillaban en aquel rostro que ese momento parecía de todo menos pacifico.

-Yukiiiiiiiiiiiiiiiiii! Aqui esta tu héroe!- con otra carrera se lanzó en brazos de su amante en peligro, rodeando su cuello con posesión, consiguiendo a su vez que el rubio se atragantara mientras comía. –no te atrevas a hacerle nada a mi Yuki villano!- señaló a K acusandolo.

Mientras tanto Eiri luchaba por deshacerse del abrazo que estaba a punto de dejarlo sin aire sumado al trozo de dulce que tenia atragantado y que no conseguía bajar.

-Oh! Quieres un duelo conmigo?- preguntó K con ironía y un gesto divertido, manteniendo la mirada desafiante del cantante.

-Eto...no.- se llevo una mano tras la cabeza sacando la lengua, dejando a su manager con las ganas de seguir jugando, y dejando que Eiri se tragara por fin el dulce. –pero no le hagas nada a mi Yuki!-

-Baka! Tu eres el único que va a conseguir matarme! Es que no ves que me estaba ahogando?.-

-Yuki estas bien? Necesitas el boca a boca? Que te hace falta dímelo que lo haré pero no te mueras ahogado por mi culpa!-

-Lo que necesito es que me sueltes.-

-Eh? Jejejeje.... si, ya esta.- con cuidado de no hacer un movimiento que pudiera “dañar” al escritor lo soltó llevándose las manos tras su espalda para esconderlas.

-Ok, ya nos hemos divertido bastante. Es hora de trabajar.- haciendo un gesto de despedida con la mano dedicado a Eiri, K salió por el balcón con Shuichi bajo su brazo mientras este berreaba por que quería quedarse a cuidar a su Yuki.

Eiri los miró indiferente, por fin se habían largado, y ahora tenia todo el resto de dulces para él solo.

***********************************************************************

-Buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Por que me has traído a la fuerza? Yo quería cuidar a Yuki! Y si le pasa algo por haberlo casi ahogado?-

-El único que va a necesitar ayuda vas a ser tu si no te comportas como un cantante profesional y acudes al trabajo a tu hora.- caminada aun con el chico bajo su brazo por los pasillos de NG causando que todas las miradas se centraran en ambos.

Cuando llegaron a la sala donde ensayarían, hizo entrar a Shucihi de una patada en el trasero. Este se volvió hacia su manager dispuesto a dedicarle unas palabras y algún que otro insulto, pero la intimidante mágnum cerca de su cara le hizo tragarse todo lo que iba a decirle. Enfadado se cruzó de brazos, dando media vuelta, dándose cuenta que había sido observado por el resto del grupo, por Sakano que se había quedado tan paralizado que ni siquiera intento poner calma y por Ryuichi que seguía jugando con Kumagoro y comiendo chucherias.

-Eto... La liiiiiiiiii hoooooooooooo!.- sonrió como si nada hubiera pasado.

**********************************************************************

Después de que K “castigara” a Shuichi sin siquiera parar a comer por haber llegado tarde, ya que un poco mas y el rubio americano también hubiera acabado “castigando” a Ryucihi por intentar defender a Shuichi.

El cantante de cabellos rosados estiraba los brazos cansado, dejándose caer seguidamente sobre un sillón, cerrando los ojos mientras suspiraba. Notó como algo se posaba en su cabeza, abrió los ojos y miro un poco hacia arriba, encontrándose con el conejito de peluche.

-Shu-chan esta cansado na no da?- el cantante de cabellos rosados asintió afirmándolo. –entonces nos vamos a casa no da?- esta vez fue la cabeza de Ryuichi la que se asomo mostrándose ante Shuichi.

-Si, ya nos vemos a casa.- con esas palabras se incorporó sonriendo, además, K les había dado cuatro días de descanso, por fin podría pasar mas tiempo con Yuki, y con.... Ryuichi.

-Shuichi, te acerco a tu casa en la moto.- se acercó Hiro a ambos cantantes.

-Eh, si... pero...- dedicó una fugaz mirada a Ryuichi que los miraba interesado.

-Es verdad, no me acordaba que Sakuma-san se quedaba en tu casa.-

-No importa no da.- intervino el cantante. –iremos los tres en la moto!-

-Los tres?- dijeron al unísono cantante y guitarrista.

-Si, y Kumagoro también!- agitó al peluche en el aire. –montaremos en moto na no da!- comenzó a dar saltitos por la sala bajo la mirada nerviosa de ambos amigos.

**********************************************************************

Después de haber conducido la moto hasta casa de Shuichi peligrando la vida de los tres y también del peluche, Hiro se detuvo frente al edificio donde por fin acababa su aventura.

Ryuichi había pasado todo el camino sin dejar de moverse, saludando a todos los coches y peatones que veía a su paso, agitando al conejito en el aire y levantándose de la moto a cada momento. Shuichi se sujetó con fuerza al guitarrista en el mismo momento en que este arrancó, y no lo soltaba a pesar de haberse detenido. Por su parte, Hiro se había dedicado a mantener la calma y guardar el equilibrio de la moto para quitarse cuanto antes de la peligrosa carretera, o mas bien para quitarse de encima cuanto antes al peligroso cantante de NG y a su conejito el cual le había tapado la visión mas de una vez en mitad de la carretera.

-Ya podéis bajar.- indicó el guitarrista.

-Llegamos no da, fue divertido verdad Kumagoro?-

-Shuichi, ya te puedes bajar.- le informo a su amigo el cual seguía agarrado con fuerza a él.

-Eh? Ya hemos llegado?- preguntó abriendo los ojos asegurándose de que aun estaba vivo.

-Si, hemos llegado enteros...- sonrió aliviado.

-Vamos Shu-chan tenemos que ver como esta Yuki-chan!- lo tomó del brazo ocasionando que el cantante de cabellos rosados bajara de la moto de una vez, aterrizando sentado en el suelo.

-Yuki-chan?- repitió Hiro con tono de burla dirigiéndose a su amigo. – y tu querido Yuki sabe eso de “Yuki-chan”?-

-Eto... si, si, lo sabe.- Shuichi se levantó colocándose bien la ropa.

-Jeje lo tendré en cuenta.- rió divertido ante la reciente información. –eh... mejor que no bromee con tu Yuki...- la risa se convirtió en tan solo una sonrisa nerviosa despues de apreciar la mirada de pocos amigos que le habia dedicado el de ojos violetas. –bien, yo me voy ya, si necesitas algo llámame.- se volvió a colocar el caso y haciendo un gesto con la mano arrancó de nuevo la moto.

**********************************************************************

Habia conseguido acabar una buena parte de su novela aquella tarde. Abrió la nevera sacando una cerveza de ella, una vez abierta bebió un trago, dirigiéndose al sofá donde se acomodaría un rato para disfrutar de la dorada bebida y el silencio, lo cual se vio frustrado cuando escuchó la cerradura de la puerta y unas voces que reconoció enseguida.

-Fue divertido venir todos en moto verdad Shu-chan?-

-Tenemos que repetirlo...- comento el de cabellos rosados con tono sarcástico.

-Si! Volveremos a montar en moto no da!-

-Je... je... baka- murmuro dándose a si mismo un golpecito en la cabeza recordándose que debía tener cuidado con lo que decía delante de Ryuichi.

Al adentrarse en el salón encontró a Eiri sobre el sofá, el rubio descansaba su cabeza sobre el respaldo y mantenía los ojos cerrados.

-Yuki!- se acercó corriendo a su amante, subiéndose en el soba, colocándose de rodillas a su lado. –Estas vivo Yuki?!- se inclinó para sentir la respiración de este sobre su oído, y al levantar la vista mas tranquilo se encontró con los ojos dorados mirándolo fijamente. –estas bien! Me habías asustado!- lo abrazó dándole un beso en la mejilla.

-Mira que eres baka.- gruñó sin hacer el intento de quitárselo de encima.

-Jeje es que esta mañana casi te mato, por eso estaba preocupado.- Eiri acarició el cabello rosado en respuesta.

-Como te fue?-

-Pues...-

-Oh! Yuki-chan ha comido dulces no da!- tanto Shuichi como Eiri se volvieron a mirar al tercero, que examinaba los envoltorios de los dulces de aquella mañana sobre la mesa.

-Yuki... todos esos te has comido?- preguntó el cantante de cabellos rosados al ver la cantidad de envoltorios.

-No todos, ese manager tuyo se comió tres o cuatro.- se defendió el escritor.

-Uno, dos, tres, cuatro, cinco....... once, doce y trece na no da.- Ryuichi se dedicó a contar los envoltorios, sorprendiendo a su vez al rubio al descubrir que el cantante sabia contar mas de diez.

-Yuki! Te has comido nueve dulces?!-

-Vaya, uno sabe contar mas de diez y el otro sabe restar, podríais haber escogido ser matemáticos y no cantantes.- contestó con ironía.

-Jo, me preocupo por ti y así me lo agradeces!-

-No te pedí que te preocuparas por mi.-

El teléfono comenzó a sonar acompañando la armoniosa discusión. Ryuichi se acercó al aparato decidido a contestar, dejando sola a la pareja para que arreglaran sus diferencias.

-Soy Kumagoro na no da, quien es?......... oh! Tatsuha el monje budista!......... si claro que me acuerdo de ti............ mi casa se incendio, ahora vivo con Shuichi y Yuki-chan no da.......... si, te paso con él na no da, pero creo que no se lleva bien con los dulces.- se acercó al rubio ofreciéndole el teléfono, el cual no hizo caso del aparato debido a su interesante discusión con su pequeño amante. –Tatsuha? No se puede poner....... no, esta enfadado con los dulces que se comió esta mañana.......... de verdad?...... si yo se lo digo, bye bye na no da!.- y colgó.

De nuevo se acercó a la pareja, observando a Shuichi sentado en una punta del sofá con los brazos cruzados y gesto de enfado, y al escritor bebiendo su cerveza despreocupadamente.

-Era Tatsuha no da.- los otros dos se volvieron a mirarlo.

-Que ocurre con el idiota de mi hermano?-

-Viene a visitarnos, mañana temprano, podremos hacer una fiesta na no da!- a consecuencia de aquellas palabras, Eiri apretó con fuerza la lata vacía de cerveza en su mano, intentando canalizar de ese modo toda su furia.

-Yuki, estas bien? Tienes mala cara.- pregunto Shuichi algo preocupado, recibiendo como respuesta una feroz mirada de los ojos dorados.

-Me voy a acostar un rato, esta noche tengo trabajo que hacer.- se puso en pie. –si armáis alboroto os vais a la calle, los dos.-

-Yuki no me vas a dejar dormir contigo?- de nuevo la mirada del rubio sobre él. –eto... al menos cena algo no?- intentó mantener una sonrisa nerviosa. –ya se! Dentro de un rato te llevare algo de cenar a la cama.-

-Haz lo que quiera, de todas formas lo vas ha hacer aunque te diga que no.-

-Jeje, y también te llevare el postre...- le guiñó un ojo con gesto travieso.

-Postre na no da!-


Continuara...

_______________________________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario