jueves, 3 de septiembre de 2009

DULCES Y SORPRESAS Ch.11

Dulces y sorpresas.

Cap. 11

By Saiyi-chan




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Un insistente pitido le sacó de su sueño, consiguiendo que abriera los ojos con pesadez, sentándose a su vez en la cama mientras bostezaba sonoramente.

Shuichi dedicó una mirada de pocos amigos al despertador que estaba sobre la mesita, comprobando como efectivamente ya era hora de volver al trabajo después de unos días de descanso los cuales no fueron todo lo tranquilos que imaginaba.

Molesto por el pitido, apagó el despertador, mirándolo de forma casi amenazante, como indicándole que no se atreviese a sonar de nuevo. Con un gesto perezoso se tendió boca abajo en la cama, volviendo a cubrirse con las sabanas hasta la cabeza. En ese momento se percató de algo... la noche anterior se había quedado dormido en el sofá, o al menos eso creía... pero ahora se despertaba en la cama que compartía con el rubio. Volvió a asomar la cabeza en un gesto algo confuso, esta vez extrañado de que el despertador hubiera sonado a su hora sin él haberlo programado.

-Será que Yuki...- enseguida se volteó clavando su mirada en la persona que dormía a su lado.

Sonrió suavemente. Pensó que quizás Yuki le había puesto el despertador para que se levantase a tiempo, y seguramente también había sido él quien lo había llevado a la cama. No pudo evitar un leve sonrojo en sus mejillas ante aquella suposición que resultaba ser la mas acertada. A pesar de las circunstancias que se habían presentado, parecía que Eiri estaba mucho mas amable con él que de costumbre.

-Anoche... debió quedarse escribiendo hasta bastante tarde... debe estar cansado.- sutilmente acarició los sedosos cabellos rubios entre sus dedos, depositando seguidamente un beso sobre la mejilla del escritor.

Aun manteniendo su sonrisa hacia el rubio, Shuichi salió de la habitación, dispuesto a darse una relajante ducha, vestirse, desayunar e ir al trabajo. Rara vez le daba tiempo de hacer todo eso sin prisas, y esta vez aprovecharía.

Una vez en el baño, abrió el grifo dejando que el agua tibia rozara su piel, sintiendo un leve escalofrío en el momento en que esta lo hizo. Cerró los ojos disfrutando de aquella relajante sensación a esas horas de la mañana, dejando escapar un suspiro de sus labios para después curvarlos en una sonrisa.

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Los ojos azules de Ryuichi se abrieron alertado por el peso que sentía sobre su cuerpo. Enseguida descubrió que se trataba de Tatsuha; este lo tenia aprisionado con uno de sus brazos sobre él. Con cuidado de no despertarlo lo apartó, provocando que el muchacho se girara dándole la espalda mientras murmuraba algo in entendible.

El cantante suspiró pesadamente a la vez que se incorporaba, dedicando a continuación una mirada casi inexpresiva al conejito de peluche.

-Es hora de empezar el día Kumagoro.- tomó al conejito manteniendo una expresión algo abatida.

Con rapidez salió de la caseta, al hacerlo observó como las cartas con las que estuvo jugando la noche anterior con Tatsuha y la ropa de la que ambos se habían desprendido, estaban aun en el suelo.

Se acercó a recogerlas, dejando las prendas sobre el sofá, volviéndose a mirar nuevamente la baraja de cartas aun esparcida donde mismo. Sonrió sutilmente recordando el divertido juego; se había divertido bastante observando con una sonrisa de niño inocente como Tatsuha se lo comía con la mirada en el momento en que se desprendió de la camiseta, dejando a la vista del mas joven su torso bien formado y parte de su vientre plano.

Pero lo mejor fue la reacción de Tatsuha cuando Ryuichi de la forma mas natural del mundo, se desabrochó el pantalón, mirando lo que había bajo estos con gesto curioso, para después informarle que esa era la única prenda que le quedaba encima.

El mas joven sufrió una especie de parálisis en todo el cuerpo, había empezado a sudar frío, sintiendo un violento calor que azotaba su cuerpo, concentrándose todo en un mismo sitio... a Kumagoro le había costado mas de media hora conseguir que el joven reaccionara, reanudando el juego esta vez con mas afán por ganar.

-Lastima que llegara tu hermano... tenias las cartas ganadoras.- comentó recogiendo las cartas del suelo para depositarlas sobre la mesa. -Las cosas cuanto mas se alarguen, mas placenteras resultan cuando se consiguen.- una sonrisa algo maliciosa se dibujó en sus labios.

Aquella sonrisa cambió en un momento a una bastante mas jovial, acompañada por un par de ojitos redondos que asemejaban a los de un niño de unos cinco años.

-Iremos a ducharnos no da.- le comentó al conejito de peluche a la vez que se disponía a coger algo de ropa limpia. –Kumagoro, hoy acompañaremos a Shu-chan a NG. Tengo ganas de dibujar na no da.- al menos allí podría usar tranquilamente como mural de dibujo alguna de las salas de grabación sin que alguien se lo impidiese o le regañara.

Tras caminar por el pasillo, se detuvo frente a la puerta del baño, oyendo el sonido del agua procedente de la ducha. Permaneció un par de minutos allí parado, tan solo oyendo, oyendo como el sonido del agua se mezclaba perfectamente con la suave voz de Shuichi al cantar. Con algo de indecisión tomó el pomo de la puerta, dispuesto a abrirla cuando sus ojos azules se centraron en Kumagoro con mirada inocente.

-No me mires así Kumagoro, solo quiero ver un poquito no da.- se defendió en un tono algo compungido ante el peluche.

Abrió la puerta lentamente, dejando solo una pequeña abertura la cual le permitía obtener una perfecta visión del interior del baño. Sintió como el corazón el dio un vuelco en el momento que su mirada esta vez penetrante, se cruzó con la exquisita visión de aquel cuerpo de espaldas a él.

El agua resbalaba atrevida desde el cabello de Shuichi hasta el resto de su cuerpo; acariciando cada pedacito de piel con las cálidas gotas, dándole a esta un brillo excitante, incitando para ser besada. Las manos de Shuichi se movían ágiles sobre su cuerpo, enjabonándolo con calma, dejando que el agua que caía se llevara los restos de espuma para volver a ofrecer una vista perfecta de la piel.

El movimiento de aquellas manos sobre esa piel le había trastornado por completo. Pensó como seria tocar aquel cuerpo pequeño pero bien formado, acariciarlo de una forma intima, descubriendo las sensaciones que sus manos provocarían sobre aquella piel, las sensaciones que provocaría sobre si mismo dichas caricias. Ryuichi tragó saliva con evidente nerviosismo. Debía cerrar aquella puerta en ese preciso instante o acabaría por entrar y hacer cualquier cosa permitiéndose responder a todas esas preguntas que su mente se empezaba a formular.

Cerró los ojos tratando de relajar sus sentidos, intentando alejar el calor que comenzaba a recorrer su cuerpo. Con un hondo suspiro cerró la puerta, negándose aquella visión que no le pertenecía.

Se dio media vuelta dejándose caer pasadamente sobre la puerta, centrando su mirada esta vez sobre el conejito. La sensación de haber sido descubierto por alguien se hizo presente en él, obligándolo a volver la mirada a un lado, descubriendo como efectivamente, unos ojos lo estaban observando.

Enseguida tomó una actitud infantil, mostrando una expresión algo avergonzada e ingenua ante la persona que allí estaba.

-Tatsuha-kun, llevas aquí mucho tiempo na no da?- preguntó escondiendo la cara tras el conejito de peluche.

-No... acabo de llegar ahora mismo.- contestó acercándose al cantante. –que estabas haciendo ahí parado?- preguntó algo curioso, percatándose del sonido del agua y de la voz de Shuichi que seguía cantando ajeno a todo.

-Nada...- desvió la mirada a otro lado escondiendo aun mas sus mejillas rojas tras Kumagoro.

-Nada eh...?- comentó Tatsuha en un tono burlón, recibiendo como respuesta que el cantante asintiera esta vez con una amplia sonrisa. –no será que... has visto a Shuichi desnudo? En la ducha?- le preguntó intencionadamente.

Ryuichi volvió a sonrojarse, delatándose él mismo con ese gesto ante la mirada burlona y algo malévola de Tatsuha.

-Jeje... eres un pervertido... A mi también me gustaría verlo, y también me gustaría verte a ti...- comentó acercándose al cantante, dejándolo acorralado contra la pared.

-No digas esas cosas, a Kumagoro no le gustan no da.- Ryuichi comenzó a morder nervioso la oreja de Kumagoro a punto de llorar.

-Je, yo le enseñaré a Kumagoro algo que si le gustará.-

-Vamos a desayunar na no da! Tengo hambre y Kumagoro también.- comentó alegremente escabulléndose por debajo de los brazos del otro.

–Si desayunemos...*de hoy no te escapas.*-

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Shuichi entró en la cocina guiado por el olor de lo que parecía ser un buen desayuno, encontrando en el interior de esta a su cuñado y al cantante de NG. Claro que Kumagoro no podía faltar.

-La li ho!.- los saludó con una sonrisa para después sentarse a la mesa.

-Shu-chan! Buenos días na no da!.- Ryuichi lo abrazó enérgicamente, provocando en Tatsuha una mirada de pocos amigos dedicada a su cuñado.

-Eto... que hacéis levantados tan pronto?- preguntó algo confundido intentando sobrevivir al cariñoso abrazo de buenos días.

-Quería ir contigo a NG, tenia ganas de dibujar.- le explicó a Shuichi detenidamente bajo la atenta mirada de este. -Pero Tatsuha-kun me ha invitado a ir al salón de juegos recreativos, y Kumagoro esta de acuerdo no da.-

-Jeje, nos llevaremos todo el día fuera.- el rostro de Tatsuha no podía mas que mostrar una enorme sonrisa al saber que tendría a su ídolo para él solo hasta la tarde.

Shuichi sonrió aliviado, al menos no se quedarían en casa y pondrían a Yuki con los nervios peor de lo que ya estaba.

Tras el desayuno, los tres salieron del apartamento; Shuichi dispuesto para ir a trabajar y los otros dos con una mochila cada uno dispuestos a pasar un día divertido.

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Shuichi llegó a NG acompañado de Tatsuha y Ryuichi, quienes habían decidido acompañarlo según Kumagoro para que no se perdiera por el camino.

Al entrar encontró a Hiro en el estudio donde solían ensayar habitualmente, tocando algunos acordes con su guitarra.

-La li ho!- el enérgico saludo del cantante hizo que el guitarrista se percatara de su presencia, al igual que lo hizo Suguru quedándose mas que asombrado al ver aparecer al irresponsable vocalista de su grupo antes de la hora.

-Has llegado temprano Shuichi, estas enfermo?- comentó Hiro de forma divertida.

-No, no estoy enfermo, es solo que me desperté a tiempo gracias a...-

-Gracias a mi!- K apareció tras el cantante, dejando su frase inacabada. –vaya Shuichi, es la primera vez que llegas a tiempo después de haber estado unos días de vacaciones.- el rubio americano dedicó una mirada algo burlona a Shuichi, quien se la devolvió algo molesto por el comentario. –ya veo que mi llamada resultó bastante efectiva jajajajajajaja.-

-Eto... mas bien fue el despertador...- comentó tranquilamente llevándose una mano a la nuca. Claro que la llamada de K no había faltado aquella mañana...

-Pero si tu ni con el despertador te levantas a tiempo...- intervino Suguru aun mas sorprendido por la explicación del cantante.

-Jeje, es que Yuki lo puso para que no me quedara dormido.- bajó la mirada sonrojándose mientras jugaba con sus dedos de forma distraída.

-Es decir... te has levantado temprano por el simple hecho de que Yuki-san te puso el despertador?.- preguntó el guitarrista aun sabiendo ya la respuesta.

-Exacto!- concluyó el cantante levantando una mano enérgicamente.

-Debí imaginar que detrás de esto había una razón absurda...- el joven tecladista de BL suspiró resignado.

-Era demasiado esperar...-

-Hiro! Por que siempre os metéis conmigo?- Shuichi se cruzó de brazos con gesto malhumorado, sin percatarse de la expresión de enfado que comenzaba a aparecer en el rostro de su manager.

En ese momento sintió como algo frío se posaba en su nuca, provocandole un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo. Sus ojos violetas se centraron en los otros dos componentes de BL quienes miraban algo asustados al hombre que se hallaba justo detrás de Shuichi.

-Eto... es K-san verdad?- preguntó manteniendo una sonrisa forzada, recibiendo como respuesta un asentimiento por parte de los otros dos. –ya.. me lo temía...-

-Te daré 5 segundos para que contestes a mi pregunta... mis métodos no son efectivos?-

-No! Claro que...-

-What?- el manager apretó aun mas el arma contra su blanco.

-Digo que no es eso, claro que son efectivos! Es mas, si no hubiera sido por tu llamada, me hubiera vuelto a dormir jeje.-

-Eso ya me gusta mas.- con una sonrisa triunfante procedió a guardar la reluciente arma.

Shuichi suspiró aliviado, intentando que el corazón se le normalizara de nuevo. Y es que después de tanto tiempo aun no se acostumbraba del todo a las formas de K. El rubio podía llegar a resultar demasiado peligroso en según que ocasiones...

-Uhm? Que hace ese tipo hay parado?- K miró con curiosidad a Tatsuha quien permanecía escondido tras uno de los bafles que había en la sala.

El menor de los Uesugi lo saludó con la mano manteniendo una sonrisa nerviosa cuando se supo descubierto.

-Ah él...- comentó Shuichi sin mucho interés. –él y Sakuma-san han venido a acompañarme, pero ya se iban, al parecer van a pasárselo en grande.- Shuichi suspiró pesadamente al recordar que él no podría ir.

-Ryuichi? Donde esta Ryuichi?- el manager miró de un lado a otro, buscando al cantante con la mirada ya que no parecía estar allí.

-Estaba aquí conmigo...- Tatsuha le siguió con el mismo gesto, al parecer se le había perdido sin saber en que momento.

-Oh! My god! Seguro que le ha dado por ir a dibujar de nuevo.- se llevó una mano a la cabeza suspirando resignado.

La ultima vez, el cantante se había dedicado a ir pintando cuanta sala se le ponía por delante, ocasionando que las mujeres que se dedicaban a mantener limpio el edificio amenazaran con dejar aquel trabajo que comenzaba a salirse de lo este debía ser en si.

-Yo iré a buscarlo, y entonces podremos marcharnos.- Tatsuha salió por la puerta, asomándose nuevamente para llamar a su cuñado. –Eh Shuichi, vendremos a recogerte, así que no te muevas de aquí!- con un gesto a modo de despedida se perdió tras el quicio de la puerta.

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Kumagoro se paseaba juguetonamente sobre la mesa de Tohma, esparciendo a su paso varios de los papeles que el presidente tenia sobre esta.

Tohma entró en su despacho, observando enseguida como en su sitio de trabajo se encontraba un conejito de peluche bastante quieto, podría decirse que trataba de esconderse. Con su habitual sonrisa se acercó a la mesa, observando los papeles algo desordenados sobre esta.

-Me pregunto quien habrá hecho esto...- ante las palabras del Rubio Kumagoro pareció esconderse mas a la vez que se tapaba la cara con las patitas delanteras. –bien, supongo que no dejaré salir a nadie de este edificio hasta que no salga el culpable.- Tohma miró de reojo al peluche, aun manteniendo la sonrisa.

Los ojos verdes del presidente apreciaron como el conejito de peluche desaparecía de su vista, para seguidamente darse cuenta de cómo alguien salía de debajo de la mesa andando a gatas, casi arrastrándose por el suelo.

Recorrió con la mirada y una expresión expectante la trayectoria del cantante de NG con Kumagoro sobre su cabeza, aproximándose ambos a la puerta.

-Ryuichi?- el aludido se detuvo en seco, volviendo la cara muy lentamente hacia su compañero.

Los ojitos azules se cruzaron con los verdes de Tohma, quien esta vez adoptó una mirada algo mas seria ante el cantante.

-Tohma!- Ryuichi dio un salto poniéndose en pie, saltando seguidamente sobre el presidente. –perdónale! Kumagoro estaba jugando y desarmó esos papeles sin querer no da!-

-Esta bien Ryuichi, ya basta.- cuando consiguió quitarse al cantante de encima, lo miró algo serio, consiguiendo que Ryuichi se asustara y abrazara mas a Kumagoro.

-Por que me miras así? Me das miedo no da. Estas muy enfadado?.-

-Mmmm... solo un poco...- con un gesto cariñoso revolvió el cabello de su amigo y compañero. -Que haces aquí?- esta vez su expresión se suavizó mostrando nuevamente su habitual sonrisa.

-Venir a verte na no da.- contestó con una enorme sonrisa.

-Ya... tenias ganas de dibujar de nuevo?-

-Si, pero Tatsuha-kun me va a llevar a jugar a videos juegos no da. Vendré a dibujar otro día.-

-Así que Tatsuha... te cae muy bien verdad?- Ryuichi asintió en respuesta.

-Y a Kumagoro también na no da. Oh! Tengo que irme, Tatsuha-kun pensara que me he perdido.- el cantante corrió hasta la puerta, deteniéndose frente a esta cuando Tohma lo llamó.

-Ya has cumplido tu “misión” en casa de Eiri?- le preguntó en un tono algo burlón, a lo que Ryuichi le dedicó una mirada seria.

-Je, mas o menos. Hay cosas que no me gustan, así que... aun tengo que asegurarme.-

-Pero de que quieres asegurarte?- Tohma parecía algo molesto con aquel asunto, Ryuichi ya se traía demasiado misterio con todo aquello.

-Esta bien, tendré que decírtelo...- se encogió de hombros de forma indiferente. -Quiero comprobar por mi mismo si Eiri es bueno para Shuichi.- el presidente se sorprendió ante las palabras del cantante. –pero... es un secreto.- Ryuichi hizo un gesto de silencio con un dedo sobre sus labios, esta vez adoptando una expresión mas infantil. –tengo que irme na no da!- de una carrera salió del despacho.

El rubio se sentó frente a su mesa, perdiendo la mirada en algún punto de la habitación. Las palabras del cantante lo habían dejado algo confundido, pero a la vez le habían aclarado las cosas. Algo contradictorio, pero así era. Suspiró esbozando una sonrisa algo irónica.

-La pregunta seria... es Shindou-san bueno para Eiri?-

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-Sakuma-san! Donde te habías metido?- gritó Tatsuha corriendo hasta el cantante quien se detuvo de inmediato volviéndose a mirarlo.

-Tatsuha-kun, me estabas buscando no da?-

-Si, y casi me pierdo.- comentó llevandose una mano a la nuca.

-Había ido a visitar a Tohma, pero ya podemos marcharnos.- el cantante sujetó la mano del mas joven tirando de él.

Por un momento Tatsuha creyó que el corazón se le saldría por la boca. Su Ryuichi le había cogido la mano! Y a parte de aquello, pasarían prácticamente todo el día juntos, los dos solos, sin Shuichi de por medio.

Cascaditas de lagrimas parecieron escapar de los ojos esperanzados y felices de Tatsuha, percatándose de que estaban en el exterior del edificio cuando en su camino se cruzó una farola haciéndolo despertar de golpe, y nunca mejor dicho...

-Uy, estas bien Tatsuha-kun?- Ryuichi se detuvo al sentir un tirón en su mano, observando como el menor de los Uesugi se llevaba una mano a la cara con gesto de dolor.

-Quien demonios ha puesta eso ahí?- protestó señalando lo que se había cruzado en su camino.

-Te has hecho daño na no da.- Ryuichi llevó una mano a la frente del mas joven.

Apartó el cabello oscuro de este, distinguiendo la zona enrojecida. Sin decir nada mas y pasando a cámara lenta a través de la mirada de Tatsuha, el cantante se inclinó un poco hasta besar suavemente la herida.

-Ya veras como eso te cura.- sonrió amablemente ante un aturdido Tatsuha que creía estar soñando debido al golpe que había recibido. –Tatsuha-kun?- Ryuichi pasó una mano por delante de este, llamando si atención.

-Eh?-

-Vamonos ya na no da.- nuevamente tomó la mano del mas joven y casi arrastrándolo debido al estado de este siguieron su camino.

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Eiri se levantó perezosamente. Estaba algo cansado, la noche anterior había escrito hasta el amanecer. Se pasó la mano por el cabello revuelto, bostezando a la vez que instintivamente buscaba su paquete de tabaco. Cuando lo encontró observó como al lado de este había una nota. Inconfundiblemente era la letra de Shuichi, acompañada de varios dibujitos y corazones.

-Nunca cambiara.- murmuró con un gesto divertido a la vez que tomaba la nota para leerla.

//////Yuki, me voy a trabajar, me hubiera gustado mucho quedarme contigo en la cama, pero tengo que ir o de lo contrario vendrá K-san a buscarme y me abrirá la cabeza con una bala procedente de su mágnum eso fue lo que me dijo hace un rato cuando me llamó al móvil para asegurarse que ya estaba despierto. Bueno ya sabes como es ^_^u pero en el fondo es buena persona. ^_^ //////

Eiri suspiró pesadamente, todo eso para decirle que ya se había marchado? Y lo peor, la nota aun seguía...

/////Eto... no te entretengo mas leyendo esto que se que tienes mucho trabajo. No se a que hora llegaré a casa, creo que llegaré a media tarde, si es que no se complican las cosas claro.. que será lo mas seguro Yuki come algo, no bebas mucha cerveza y no fumes mucho! Que ya sabes que es malo para la salud >_< y buena suerte con tu novela! Te quiero! (corazones)//////

El escritor miró la hora, se había levantado antes de lo que pensaba, tan solo eran las 12:00 de la mañana. Dejó la nota sobre la mesita y dispuesto a darse una ducha para despues seguir con su trabajo, salió de la habitación.


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-Que? Un programa en directo? Ahora?- gracias a los gritos de Shuichi, Sakano había quedado pegado a la pared, sintiendo como su cabello se despeinaba gracias al vocinazo del cantante.

-Eso ha dicho...- comentó Hiro atrayendo la atención de su amigo, salvando de paso al productor.

-Ejem...- Sakano se pasó al mano por el cabello peinándose un poco. –tenemos que estar en el plató en una hora, una vez allí, cantareis el que será el nuevo single y nos volveremos aquí.- explicó con algo de nerviosismo, temiendo que Shuichi volviera a reaccionar como antes.

-Pero pero... no hemos ensayado casi nada! Es decir, hemos tenido unos días de descanso, después de una gira, y ahora nada mas llegar tenemos que cantar en directo?- preguntó Shuichi aun alterado ante la reciente noticia.

-No te crees capaz de poder hacerlo?- intervino Suguru.

-Claro que puedo hacerlo! Como te atreves a dudar de mi talento?- el cantante señaló a su compañero de forma acusadora, siendo ignorado por este.

-Ya vale Shuichi...- Hiro trató de poner orden, pero pronto se hizo el silencio gracias a un disparo.

Todos los que allí se encontraban se volvieron a mirar al manager, quien hasta el momento se había mantenido al margen, tan solo escuchando y observando la situación.

-Ok, todos conformes, nos vamos a la televisión.-

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Tras subirlos a todos en el coche, se encaminaron al estudio de televisión, llegando enseguida a este.

Después de caminar por un pasillo bastante largo, llegaron a una sala donde una muchacha los atendió. Les dijo en que momento tendrían que aparecer, les indicó donde estaban los vestuarios, y amablemente les sirvió te y algún aperitivo.

Shuichi salió de los camerinos, aquel programa no era uno de sus concierto, por lo cual esta vez vestiría de manera mas sencilla.

-Ok, ya estamos todos.- comentó el manager dando una palmada.

-Kyaaaaaaa!- Shuichi gritó consiguiendo que todos se volvieran a mirarlo. –Yuki! tengo que avisar a Yuki! tiene que verme en la tele!-

-Salimos en diez minutos, no puedes entretenerte en llamar ahora!- Sakano comenzaba a estar algo nervioso, mas de lo que estaba cuando entraron en aquella sala.

-Solo será un momento, tengo el móvil en mi mochila.-

-Tienes un minuto.- le comunicó K con mágnum en mano.

A toda prisa buscó su mochila, encontrándola en un rinconcito. Buscó en el interior de esta, hallando por fin su móvil. Rápidamente marcó el numero del apartamento, comenzando a dar tonos.

-Vamos.. vamos Yuki contesta...- murmuraba en voz baja comenzando a dar saltitos cada vez mas nervioso.

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El teléfono sonaba insistentemente, comenzando a exasperar los nervios del escritor, quien estaba a punto de lanzarlo por la ventana.

Despues de varias señales saltó el contestador, dejando oír la voz de su pequeño amante.

-Yuki! Yuki estas ahí? Son las cinco de la tarde, no puedes estar dormido aun! Yuki! me oyes? Coge el teléfono es importante!-

-Mas te vale que sea importante de verdad.- Eiri se acercó al teléfono, descolgándolo para llevárselo cerca del oído, dejando bastante retirado al escuchar los gritos del cantante.

-Yuki! sabia que estabas ahí!-

-Que demonios quieres?-

-Date prisa, enciende la tele! Voy a cantar en directo, tienes que verme! Es una canción que no habíamos cantado antes en la tele! Te acuerdas de esa canción que...- Eiri colgó el teléfono, dejando a Shuichi oyendo la señal de este.


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-....Yuki? Yuki! me has colgado? Buaaaaaaaaaaaaaaaaa! Coge el teléfono Yuki!- el cantante había comenzado a gritar con el auricular del teléfono retirado de su boca, consiguiendo que los allí presentes lo mirasen asombrados de tal capacidad pulmonar. –eres un idiota Yuki!- colgó. –Buaaaaaaaaaaaaaaaaaa Yuki me ha colgado!- el cantante se dedicó a correr por toda la habitación hecho un mar de lagrimas, mojándolo todo a su paso.

Varios disparos se oyeron en la sala, consiguiendo que la gente que alli estaba se escondieran en cualquier lugar que tuvieran cerca. Tras los numerosos disparos, Shuichi cayo al suelo.

-Tenia que hacerlo.- K guardó la mágnum, sin oír nada mas en la sala que un leve quejido procedente del cantante.

El rubio se acercó a él, y cogiendolo de la chaqueta, lo elevó para impulsarlo después, consiguiendo que este llegara justamente al centro del escenario, sorprendiendo a los cámaras.

-Vosotros también queréis?- preguntó en tono divertido K dedicándoles una mirada a los otros dos que negaron con la cabeza y se fueron directos ha hacer compañía al vocalista.

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La imagen del cantante apareció en la pantalla justo antes de comenzar su canción, inundando inmediatamente aquel silencioso apartamento con las primeras melodías de “No style”


Furi dashita totsusen no ameni seka sareru ageseru
omae no nai biikuno seni shikame suiteru kodoku
kamisaimo yurusani aeni futari miserareteta ore ni bakare
sumeru maeni joshiki nante suteru yo
shinufukirukirushi o kigan nakono koine
oretahi moichi dou dake
onna shiumai kakete miose


Eiri se sentó en el sofá, con una lata de cerveza en la mano, observando como su amante se defendía en el escenario.

El cuerpo de Shuichi se movía acompasado con la música de aquella canción; vocalizando cada palabra, cada frase, siempre con sentimiento y fuerza; dedicando a las cámaras insinuantes y seductoras miradas procedentes de sus ojos violetas.


Have nostyle jiyuu no Have nostyle subasate
tori mottochite style omaeto kasanetakodo o
Have nostyle omae no Have nostyle subetede
atsuku suwagi kara no nagusamete


-Baka... pensaste que no iba a verte?- sonrió para si mismo de forma divertida a la vez que bebía un trago del dorado liquido.


furi muhita sonno hitomi ga mada are o
matteitte kuretara itsu no hika tomado oteta kuchitzu kewa shina osou
tachikami aru koto futari ni wo aru no sa
hataka no mumeni furete arinomama ore wa kanjite


Le encantaba ver a su pequeño cantando, oír su voz entonando cada palabra, delinear su cuerpo mientras este se movía seguro de cada movimiento; seguramente el cantante era inconsciente de lo que esos movimiento le provocaban. Igual que lo que debían provocarle a las miles de fans que lo seguían. A Eiri jamás le resultó aquel pensamiento algo peligroso; estaba seguro de los sentimiento de Shucihi hacia él, y por mucho que todas aquellas niñas gritaran su nombre en los conciertos y corearan sus canciones, solo él podría tenerlo de esa manera tan especial.


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-Tatsuha-san corre mira esto no da!- el aludido se giró dedicándole toda la atención necesaria al cantante que se había detenido frente a una tienda de electrodomésticos.

-Uhm? Es Shuichi.-

-Si, esta cantando en directo! Corre vamos a entrar na no da.- de un tirón hizo que Tatsuha entrase con él a la tienda.

Ambos muchachos se detuvieron frente a una gran pantalla plana de televisión, observando la imagen del cantante de BL en ella. Aunque... le faltaba volumen.

-Puedo ayudarles?- el dueño del establecimiento se les acercó.

-Si, puede subir el volumen de esto no da?- Ryuichi señaló la pantalla.

-Oh, ya entiendo, esta interesado en esto verdad?- sonrió el hombre a lo que el cantante asintió en respuesta.

El volumen de la televisión subió notablemente, dejando oír la voz de Shuichi en aquel establecimiento.

Have no style jiyuu no Have no style subasate
konogaru mama daite dakara te kimitoikitai
Have no style saigo no Have no style rakuren
Kuchitsu kede misameru its destiny


-Puede ponerlo al máximo?- volvió a preguntar el cantante.

El hombre se encogió de hombros, pulsando el botón del volumen, consiguiendo que la música se escuchara de forma exagerada en aquel lugar.

-Puedo enseñarle las demás ventajas de la pantalla...- comentó el dependiente elevando la voz.

-Luego na no da.- hizo un gesto con la mano sin apartar la mirada de la tele.


There's nothing you can not do jounetsu no mama ni
The time of welcome is now, kobuuno saa
There's nothing you can not do hatto modori moshinai
The time of welcome is now.


Tatsuha miraba al hombre que comenzaba a parecer algo nervioso, intentando en repetidas ocasiones bajar el volumen, siendo descubierto por la mirada acechadora de Tatsuha que lo hizo desistir de hacerlo en mas de una ocasión, unos clientes eran unos clientes, por muy extraños que fueran...


Have no style jiyuu no Have no style subasate
tori mottochite style omaeto kasanetakodo o
Have nostyle omae no Have nostyle subetede
atsuku suwagi kara no nagusamete

Have no style jiyuu no Have no style subasate
konogaru mama daite dakara te kimitoikitai
Have no style saigo no Have no style rakuren
Kuchitsu kede misameru its destiny


Tras finalizar la canción, Ryuichi aplaudió a su amigo, quien tenia fija su mirada en una de las cámaras, como si lo estuviera mirando a él.

-Te ha gustado Kumagoro? Shu-chan ha salido muy guapo na no da.-

El hombre tosió un par de veces, esta vez bajando el volumen, consiguiendo atraer la atención del cantante.

-Bien, si usted esta interesado...-

-Oh! Que tarde es! Tenemos que hacer muchas cosas aun no da.- Ryuichi se acercó a la puerta del establecimiento seguido de Tatsuha, una vez allí se volvió a mirar al hombre. –gracias por todo na no da! es usted muy amable, vendremos otro día!- los dos salieron del establecimiento, dejando a aquel pobre hombre con la boca abierta, siendo observando de forma burlona por los demás empelados de la tienda.

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-Que bien he cantado! Si es que soy un genio jajajajajajaja.- Shuichi reía abiertamente llamando la atención de los presentes.

-Umh.. no ha estado mal teniendo en cuenta que apenas habéis ensayado.- K intervino dándole un par de palmadas en la espalda al cantante.

-Espero que al final Yuki me haya visto... pero de todas formas sigo siendo genial!-

-Vamos chico genial, tenemos que volver a NG- el manager cargó a Shuichi sobre su hombro sacándolo de los estudios de televisión mientras este seguía riendo y alabándose a si mismo.

Los dos componentes restantes, caminaban con la cabeza algo agachada, sonriendo con nerviosismo ante la actitud de su compañero y la mirada de las personas ajenas. Por su parte, Sakano se dedicaba a disculparse ante todas aquellas personas.

-Volvemos al estudio.- una vez en el coche, K arrancó el motor con rumbo a NG.


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Se había hecho bastante tarde, el cielo comenzaba a oscurecerse. El día de trabajo había acabado, ahora solo deseaba llegar a casa y ver a Yuki.

-Shuichi... ya tengo que marcharme, te acerco a tu casa?- le comentó Hiro subiendo a su moto.

-Eh... mejor no hace falta Hiro, esperare un poco mas, deben estar al llegar.... - contestó cruzándose de brazos algo cansado ya de esperar.

-Seguramente estarán distraídos con todos esos juegos del salón recreativo.-

-Si... yo también quería ir!-

-Iremos otro día.- Hiro le dio un par de golpecitos en la cabeza con gesto cariñoso para animarlo.

-Na no na no na nooooooooo na no na no daaaaaaaaaaa...- la voz de Ruyichi canturreando se escuchó en aquel momento, hasta que los dos amigos lo divisaron a lo lejos con un Tatsuha muy sonriente.

-Mira por allí vienen.- Shuichi asintió en respuesta dispuesto a echarle la bronca a su cuñado por tardar tanto. –Shuichi, yo mejor me voy ya, no sea que a Sakuma-san se le ocurra que nos montemos los cuatro en la moto...- con una sonrisa nerviosa se despidió del cantante quien le respondió del mismo modo.

Hiro se colocó el casco, arrancó su moto y pasó por al lado de los dos que venían saludándolos con un gesto de mano.

-Bye bye na no da!- respondió Ryuichi enérgicamente. –Shuichi!- divisó al cantante de BL –te he visto cantar! Salías muy guapo na no da!- acercándose a él se dispuso a abrazarlo.

-Anda, llevas mucho aquí esperando cuñadito?-

-Media hora... he estado a punto de marcharme sin vosotros.-

-Jeje, es que le estaba intentando conseguir a Sakuma-san un peluche de una maquina.-

-Mira Shu-chan! Me lo consiguió Tatsuha-kun no da!- entre todos los peluches que Tatsuha llevaba en los brazos, le enseñó a Shuichi uno muy gracioso de un cerdito. –ah si! Y este es para ti.- rebuscó entre todos los que llevaba y sacó un osito pequeño de color blanco con un lazo violeta alrededor del cuello. –te lo conseguí yo mismo.-

-Oh! Que bonito! Muchas gracias Sakuma-san!- Shuichi tomó el peluche encantado, provocando una gran sonrisa en el otro cantante.

-Si, si, muy bonito, pero vamos ya, quiero probar el juego nuevo que me he comprado.- intervino Tatsuha algo cansado ya de cargar con todos esos peluches.

Una vez llegaron al apartamento, Tatsuha entró soltando todos los peluches sobre el sofá, dispuesto a poner seguidamente la video consola para jugar con Ryuichi, quien ya se había preparado con el mando en la mano. Shuichi hizo el intento de ir a ver a Yuki, deteniéndose a mitad de camino.

-Uy, Ocurre algo Shu-chan?-

-Yuki debe estar muy ocupado... mejor que no lo moleste.- se giró con una sonrisa calmada en sus labios. –iré mas tarde a verlo, así le llevaré algo de comer.-

-Esto esta listo, vamos a jugar!- comentó el menor de los Uesugi atrayendo la atención de los otros dos que se sentaron a su lado dispuestos a relajarse un rato antes de la cena.


Continuara....

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