jueves, 3 de septiembre de 2009

DULCES Y SORPRESAS Ch.17

Dulces y sorpresas.

Cap. 17

By Saiyi-chan


*********************************************************

El motor del coche dejó de oírse en el momento en que Eiri lo detuvo frente a la entrada principal de NG. El escritor bajó del vehículo, deteniéndose a encender un cigarrillo y dar la primera calada del mismo para tras cerrar a la puerta, caminar hacia el interior del edificio.

Una especie de terremoto comenzó a notarse en los pasillos tras la entrada del escritor, ocasionando que los empleados que por allí se encontraban detuviesen sus tareas alarmados, desviando la mirada hacia el lugar de donde parecía venir dicho temblor, el cual comenzaba a hacerse mas fuerte.

-Ya estamos...- murmuró Eiri de forma cansada para seguidamente distinguir al fondo del pasillo principal lo que parecía ser la causa de aquel terremoto.

-Yukiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!- a través de la nube de polvo que había levantado, Shuichi apareció ante la mirada indiferente del escritor. –Kyaaaaaaaaaaaaa ya esta aquí Yuki!- cuando aun le quedaban unos tres metros para llegar hasta el rubio, el cantante salió de la nube de humo dando un salto para caer perfectamente sobre Eiri.

Los allí presentes dedicaron una mirada curiosa a la pareja, de las cuales, varias fueron sustituidas por miradas de consideración para con el rubio cuando lo vieron sentado en el suelo con aquella especie de parásito de pelo rosa sobre él.

–Que bien que ya hayas llegado, no sabes cuanto te extrañé!- con entusiasmo, abrazó el cuello de Eiri con fuerza, rozando a su vez su mejilla con la de este.

-Deja de hacer eso, nos esta mirando todo el mundo.- murmuró entre dientes, consiguiendo que Shuichi por un momento prestase mas atención a lo que tenia alrededor de a él.

-Jeje, perdona, ya sabes...-

-Si, si, la emoción del momento.- con un gesto cansado se pasó la mano por el cabello, levantándose del suelo cuando su pequeño amante se lo permitió al hacerlo él primero.

-Que tal el viaje? Y la novela? Te aburriste mucho? Me has traído algo?- bajo la ultima pregunta, el cantante entrelazó los dedos de ambas manos, adoptando una expresión esperanzada en la cual destacaban unos grandes ojos violetas.

-Deja de hacer tantas preguntas.-

-Pero me has traído algo?- de nuevo aquella expresión.

Eiri giró el rostro a un lado, tratando de evadir aquella pregunta, al igual que trataba de no prestarle atención al movimiento nervioso que el cantante estaba comenzando a hacer alrededor de él, acompañado de un leve quejido que evidentemente reclamaba algo de atención.

-Iba a subir a buscarte, como has sabido que ya había llegado?- preguntó tratando de cambiar de tema, consiguiendo de aquella forma que Shuichi optara por un comportamiento algo mas correcto que el anterior.

-Jeje, por que he escuchado tu coche.- sonrió con aire importante a la vez que se daba un golpecito en el pecho. –conozco perfectamente el sonido del motor.-

-Que...?- una de las cejas del rubio convulsionó en un leve tic nervioso ante la respuesta. -...la culpa es mia por preguntar.- comentó con aire de derrota. –bien, marchémonos ya, no quiero que Seguchi se entere que estoy aquí.- dándose media vuelta, se dispuso a salir del edificio cuando la voz del cantante le hizo desistir de ello.

-Eto...- Eiri se volteó a mirarlo. -...jeje, me he ido del estudio de grabación sin pedir permiso... aprovechando que K-san no estaba.- se llevó una mano a la nuca con nerviosismo, jugueteando con el cabello de aquella zona, al caer en la cuenta de lo que podría llegar a ocurrirle si su manager se enteraba.

-Pues vete a avisar que te largas y coge tus cosas. Yo te esperare en el coche.- le indicó en un tono serio, asemejándose a una orden.

-Es que... no se si me dejaran salir ya.- Shuichi comenzó a jugar con sus dedos haciéndolos chocar entre si de forma distraída.

-Si tardas mas de quince minutos, te vas andando, estoy cansado.- Eiri se dio media vuelta y caminó hasta la puerta principal del edificio para salir de allí.

–Vale.. tengo que escaparme.- miró de un lado a otro, comprobando que nadie lo mirase y que por supuesto K no andará por allí, tenia que salir de allí en ese mismo instante.

Después de hallar el camino despejado, dejó escapar una risita traviesa, a la vez que se frotaba las manos entre si para seguidamente levantar una pierna y emprender el paso cuando una voz gritando su nombre llamó su atención.

-Donde vas Shu-chan?- la voz del cantante de NG le hizo detenerse de inmediato.

Ryuichi había aparecido justo en el recibidor del edificio tras salir de una de las esquinas a toda velocidad, seguido de Tatsuha y Hiro quien llevaba las cosas de Shuichi.

-Sakuma-san! Uf que susto, pensé que era K-san.- se llevó una mano al pecho suspirando aliviado.

-Mira que eres listo, aprovechas que K-san ha ido al servicio para escaparte.- comentó Hiro con burla acercándose a su amigo.

-No, es que Yuki ya ha llegado y tenia que verle.- ante la mención de aquel nombre, las mejillas de Shuichi adoptaron un leve color rojito, al igual que sus ojitos mostraron una mirada inocente.

-Eso supuse...-

Ryuichi sonrió de forma inocente ante aquella conversación, hallando seguidamente una maquina de chocolatinas justo en la pared a la cual el cantante de cabellos rosados daba la espalda.

-Oh chocolatinas! Kumagoro tu tambien quieres na no da? Entonces vamos. Te traeré a ti tambien Shu-chan- comentó antes de ir a la caza y captura del chocolate, obteniendo un asentimiento por parte de Shuichi.

-Voy contigo!- canturreó Tatsuha bastante sonriente, dispuesto a seguir a su ídolo donde hiciera falta.

-No me culpes Hiro, tenia muchas ganas de ver a Yuki.-

-Si, si lo se.- le dio un par de golpecitos en el hombro. -anda vete.- le propuso el guitarrista con una sonrisa de complicidad.

-Pero... que pasa con K-san? Si ve que me he marchado me matará...-

-Uhm... le diré que te entró una indigestión por comer pasteles en mal estado y te has tenido que marchar.- propuso Hiro con una sonrisa divertida ante la expresión de pocos amigos que había adquirido el cantante ante tal idea.

-Muy gracioso Hiro.-

Ambos amigos se giraron hasta encarar la maquina de dulces cuando oyeron un golpe que se asemejaba a una fuerte patada a la misma, hallando seguidamente al cantante de NG discutiendo acaloradamente con la maquina en cuestión y con el conejito de peluche sobre la cabeza. Claro que Tatsuha se dedicaba a defender a Ryuichi bajo las miradas curiosas de los allí presentes y la negativa de la maquina por querer darle al cantante una de las chocolatinas que este quería.

-Eto... por donde íbamos?- preguntó Shuichi manteniendo una sonrisa nerviosa.

-Te decía que... si prefieres quedarte, tu mismo.- se encogió de hombros.

-No! No! Yuki se ira si no me doy prisa, así que mejor me voy. Pero invéntate algo mejor Hiro- le advirtió señalándole con un dedo.

-Entonces lárgate.- Hiro le extendió al cantante su mochila.

-Gracias Hiro, te debo una.- sonrió a la vez que con una mano hacia el símbolo de la victoria.

-Ya, ya, me debes muchas amigo.- tras hacer un gesto con la mano a modo de “no tiene importancia” Hiro se acercó a Shuichi y le pasó un brazo sobre los hombros. –creo que ya se como me lo voy a cobrar.- sin que Shuichi lo esperase, el guitarrista mordisqueo de forma traviesa su oreja, provocando en el cantante un inmediato sonrojo.

-Hiro! Pero que haces?- inmediatamente se llevó una mano a la oreja visiblemente enfadado, o mas bien podría decirse avergonzado.

-Jeje, es que ya no te acuerdas de las cosas que hacíamos en el insti para conseguir lo que queríamos?- le comentó con picardía, consiguiendo una mirada inocente por parte de Shuichi, a la vez que este se metía un dedo en la boca a modo de “soy un niño bueno.” –vaya, te has vuelto muy tímido, amigo.-

-No es eso, es que..-

-Si, si, anda, vete ya o tu escritor va a enfadarse, pero mañana tengo algo que preguntarte y me lo tendrás que contar todo.- le guiñó un ojo.

-Si, lo que quieras pero ahora tengo que marcharme!- con rapidez se colocó la mochila sobre la espalda.

-Shuichi, nos vamos contigo na no da!- gritó Ryuichi desde la maquina de dulces presentando una graciosa visión al tener la boca llena de chocolate tras haber conseguido gracias a Tatsuha su tan ansiada chocolatina.

*************************************************************************

-Yuki! ya estoy aquí!- la cara de Shuichi apareció pegada al cristal delantero del coche de Eiri, asustando a este a su paso.

-Deja de hacer el tonto y sube.- comentó intentando esconder el evidente susto.

Shuichi subió al coche, aferrándose enseguida el brazo del escritor de forma mimosa a la vez que emitía una especie de ronroneo.

-Bien, me sueltas para que podarnos marcharnos?- le preguntó tratando de mantenerse lo mas tranquilo posible.

-Espera Yuki es que...- ante la duda del cantante, Eiri se giró a mirarlo, haciéndolo sonrojar bajo aquella intensa mirada que los ojos dorados le dedicaban. –es que...-

-Que ocurre?- preguntó acercándose a él, consiguiendo que el rubor de este aumentase notablemente.

A Shuichi no le dio tiempo a decir una palabra mas cuando se encontró con los labios de Eiri sobre los suyos y con la lengua del mismo intentando entrar en su boca de forma impaciente y demandante.

-Jeje, no podéis esperar a llegar a casa hermanito?- interrumpió Tatsuha cuando este asomó la cabeza por la ventanilla del lado de Shuichi.

Apartando un poco los labios de los de Shuichi, quien se había quedado paralizado y bastante mas rojo que antes, Eiri levantó la mirada hasta centrarla en su hermano menor quien sonreía de forma picara con los brazos apoyados en la ventanilla medio abierta.

-Nos vamos ya na no da?- esta vez tambien Kumagoro apareció ante los ojos dorados, posándose encima de la cabeza de Tatsuha.

Eiri se separó completamente de Shuichi, centrando su mirada esta vez en la carretera, apretando con fuerza sus manos sobre el volante a la vez que murmuraba entre dientes cualquier insulto dedicado a su querido hermano y compañía.

-Eh... Yuki, es que Sakuma-san y Tatsuha-san se vienen con nosotros...- murmuró Shuichi con algo de miedo a la reacción del escritor.

-Eso mismo hermanito, pensaste que te librarías de mi.?- comentó el menor de los Uesugi tras montarse en el coche, justamente en el asiento tras el rubio. –vienes cansado del viaje?- preguntó de forma traviesa a la vez que soplaba en la oreja de su hermano mayor.

-Tatsuha! Vuele a hacer algo así y te saco fuera del coche para atropellarte una y otra vez hasta que me quede tranquilo!.- Eiri se giró visiblemente alterado y con un leve sonrojo ante la acción de su hermano.

-Me encanta cuando te pones así hermanito.- jugándose su estancia en el interior del vehículo, el menor de los Uesugi pellizco la mejilla de Eiri de forma “cariñosa”.

-Kumagoro, Yuki-chan da miedo na no da.- la voz del cantante de NG atrajo la atención de los presentes, pudiendo observar como este se había hecho una bolita en un rinconcito y abrazaba a su conejito de peluche con visible temor.

-Has vuelto a asustar a Ryu-chan, que poco considerado eres hermano.- con una mirada recriminante hacia el rubio, Tatusha fue al rescate de aquella cosita de grandes ojos azules los cuales parecían que romperían a llorar.

-Eh... mejor nos vamos ya no?- comentó Shuichi tratando de poner algo de calma en aquella situación.

Sin decir nada mas, Eiri arrancó el coche, no sin antes dedicar una mirada que bien podía juzgarse de amenaza hacia su pequeño amante.

************************************************************

-What?- K se llevó las manos a la cabeza, alarmado ante las palabras del guitarrista.

-Eh... si, eso mismo... ha sido tan de repente...- Hiro negó con la cabeza en un gesto dramático.

-Y has dejado que se fuera él solo?- preguntó el manager con exagerada preocupación.

-Bueno... Sakuma-san y Tatsuha-kun se lo han llevado, dijeron que se encargarían de meterlo en la cama y que descansara jeje.- explicó el guitarrista con un evidente nerviosismo que no pasó desapercibo para el manager.

Suguru negó con la cabeza resignado, él había visto perfectamente como el cantante había salido atravesando la puerta de la sala a la vez que pronunciaba el nombre de Yuki, consiguiendo que Sakano sufriera el segundo desmayo del día, quien en ese mismo instante miraba de un lado a otro visiblemente nervioso ante la evidente mentira que el guitarrista se había inventado para encubrir a su amigo.

-Ok... entonces podrás explicarme por que esta rota esa puerta verdad?- K señaló a la puerta tras de si con un gesto de cabeza, sin ni siquiera girarse hacia la misma.

-A ver que se te ocurre ahora.- murmuró Suguru con una sonrisita divertida desde su lugar de trabajo sin siquiera levantar la vista.

-Pues... como comprenderás, tuvo que salir a toda prisa hacia el baño jeje-

-Hiroshi, no intentes engañarme, sabes que soy el gran mister K.- comentó con aire orgulloso a la vez que acariciaba su querida magnum. –por hoy lo dejaremos así, pero mañana... Shuichi pagara por lo que ha hecho JAJAJAJAJAJAJA.-


*************************************************************

Eiri se dejó caer pesadamente en el sofá, abrió la lata de cerveza que había cogió un momento antes de la cocina, y acompañada de un cigarrillo, comenzó a beberla.

El camino que distaba de NG a su apartamento había sido demasiado largo para el escritor, ya que había tenido que soportar la constante presencia de Kumagoro jugueteando sobre sus hombros y cabeza, el canturreo insoportable de ambos cantante y su propio hermano cantando canciones de viaje y demás chorradas a su parecer, y aun así, había tenido que presenciar una especie de discusión entre Ryuichi y aquel conejo de peluche en la que ambos distaban sobre la opinión de que sabor era el mejor; si el chocolate negro o el chocolate con leche. A la cual, claro esta que tambien se unieron su pequeño amante y su querido hermano...

Al llegar al apartamento había notado algo extraño cuando introdujo la llave en la cerradura de la puerta principal; esta no abría. Tuvo que ser Shuichi quien con sudores fríos y temblores, introdujera la llave que K le había dado aquella tarde en NG, la cual inmediatamente abrió la cerradura nueva. Ya tendría que ingeniárselas el cantante para cambiar las llaves de Eiri sin que este se diera cuenta...

-Vamos Yuki cuéntame algo del viaje!.- Shuichi se había posicionado al lado del escritor, adoptando una graciosa postura con la cual parecía un perrito, con disfraz incluido...

El rubio bebió otro trago, ignorando al cantante para centrar su mirada algo curiosa en los otros dos que parecía estar muy entusiasmados toqueteando el discman que acababan de sacar de la mochila de Shuichi.

-Y eso? Es tuyo?- señaló con un gesto de cabeza.

-Eh? Ah el discman! Si, es mío.- sonrió con total naturalidad ante la pregunta del rubio.

-Es nuevo verdad? No es el que te he visto siempre.- Shuichi se sobresaltó ante las palabras de Eiri, en ese mismo instante cayó en que aquel discman era el que le regaló Sakuma esa misma tarde.

-Eto... si, es que el mío se me rompió jeje.- la mirada del rubio se centró esta vez en el cantante. –es... es que se me cayó al suelo y se rompió, entonces Sakuma-san me regaló ese.- le explicó calmadamente.

-Ya veo...- sus ojos dorados rodaron hasta perderse en algún punto en el techo, dando una nueva calada al cigarro casi consumido.

-Yuki! no me contestaste! Me has traído algo del viaje?- insistió sentándose esta vez sobre las piernas del escritor.

-En mi maleta...- Eiri giró la cabeza a un lado. -...hay algo para ti.-

-En serio? Kyaaaaaaaaaaa eres genial Yuki!- de un salto se levantó para salir corriendo hasta la habitación en busca de la maleta de Eiri.

…l mismo la había dejado allí antes, cuando decidió ayudar al escritor con su equipaje, momento que aprovechó para cambiar las llaves de este. Shuichi puso la maleta sobre la cama, abriéndola con rapidez, sacando del interior de esta un paquete bien envuelto en papel de regalo.

-Que será, que será...- con impaciencia arrancó el bonito papel que lo envolvía.

Sus ojos violetas se abrieron llorosos de felicidad cuando descubrió lo que contenía aquel paquete. Con gran alegría tomó la libreta y el bolígrafo entre sus manos, examinándolo con entusiasmo con los ojitos llorosos y bajo una amplia sonrisa. Apretó el regalo contra su pecho, comenzando seguidamente a dar saltitos por toda la habitación.

-Kyaaaaaaaaaaa! Yuki me ha hecho un regalo! Es maravilloso! Que bonito es! Jajajaja. Kyaaaaaaaaaa Yuki!- esta vez frotó su mejilla sonrojada contra la libreta.

-Eso es que te ha gustado?- comentó Eiri desde la puerta, apoyado en el marco de la misma y cruzado de brazos.

-Yuki! si! Claro que me ha gustado es muy bonito! Muchas gracias.-

-No me las des, solo quiero ver si con eso eres capaz de escribir algo que valga la pena.- comentó de forma irónica.

-Estas loco? Como voy a usar esto? Me lo has regalado tu! No quiero que se gaste.- volvió a abrazar el regalo, esta vez de forma totalmente protectora.

-Te comprare otro si se gasta... pero quiero ver que uses eso o me acabare enfadando.- le dijo con tono sensual tras cerrar la puerta, acercándose seguidamente al cantante con una mirada penetrante y desabotonándose la camisa a su vez.

-Eh yo...- sus ojos violetas se centraron tímidamente en los dorados, recibiendo de estos una mirada ardiente, al igual que lo fue la caricia de la mano de Eiri sobre su pecho bajo la tela de su camiseta. –mmmm...Yuki...-

-Ssshh... sera mejor aprovechar ahora que están distraídos con el aparato ese no crees?- le preguntó en un todo travieso, mordisqueando seguidamente el labio inferior del pequeño.

Shuichi solo asintió de forma vergonzosa, dejándose guiar por el rubio quien tras quitarle la libreta y el bolígrafo de las manos y colocarlos en la mesita de noche, tumbó al cantante sobre la cama, haciéndole cerrar los ojos y suspirar bajo una sonrisa, la cual fue oculta bajo un beso demandante.

Comenzó a devolver aquel beso con ganas, sintiendo como las manos de Eiri comenzaban a jugar sobre su piel, subiendo cada vez mas la camiseta, la cual quedó por encima del pecho del cantante, dejando al descubierto la suave y apetecible piel del torso.

-Uhm?- Eiri rompió el beso cuando algo en aquella habitación le llamó la atención.

-Que ocurre Yuki?- preguntó Shuichi algo desconcertado.

-Por que has cambiado las sabanas?-

-Que?-. ante aquella pregunta, Shuichi se sobresaltó. –eh... no creo que eso importe ahora verdad?- comentó visiblemente nervioso ante la mirada expectante del escritor. –mejor que sigamos con esto Yuki...- tomó la cabeza de Eiri indicándole que la inclinara para que volviera a prestar atención a sus labios.

-No, vas a contarme ahora mismo el por que están las sabanas cambiadas.- negándose a la petición de su amante, el escritor se incorporó sentándose en la cama con los brazos cruzados. –las cambié antes de marcharme, por que las has cambiado de nuevo Shuichi?- preguntó alzando una ceja, dedicando una mirada de sospecha al de cabellos rosados quien cada vez se ponía mas nervioso.

-Bueno es que... Yo... veras- sus ojos violetas esquivaron la mirada de Eiri, jugando a su vez de forma nerviosa con sus dedos.

-Estoy esperando.- recalcó ante el nerviosismo y la duda del cantante.

-A si! Es verdad jeje, es que veras... resulta que... las cambiaste antes de marcharte? Vaya! pensé que las sabanas llevaban mas tiempo puestas jeje...- con el dedo índice se rascó la mejilla de forma distraída, esquivando nuevamente la mirada del rubio. -...además, ya estaba cansado de esas sabanas, así que puse estas, no te parecen mas bonitas?-

-Nunca te han gustado estas sabanas.-

-A no? Pensé que eran otras, que tonto.- se dio un golpecito en la cabeza bajo la mirada expectante del rubio.

-Ya...- comentó como si le estuviera siguiendo el juego.

-Vale, no te has creído nada verdad?- Eiri tan solo negó en respuesta. –entonces te lo contare...- suspiró resignado. –yo... yo...- ante la duda del cantante, Eiri decidió ayudarle a que hablara dedicándole una mirada de advertencia. –Yo...-

-Tu?- preguntó bastante exasperado.

-Vale! me hice pis en la cama! Si, eso es lo que pasó- sus ojos violetas se cerraron con fuerza, sintiéndose completamente avergonzado ante lo que acababa de decir sin ni siquiera pensarlo antes.

-Que tu que?- Eiri no pudo evitar su sorpresa, ni siquiera había intentado ocultarla como hacia otras veces, aquello si que lo había dejado bastante desconcertado.

-Pues que...-

-No, déjalo. No me lo repitas, me he enterado perfectamente.- con un evidente gesto de enfado se levantó de la cama.

-Yuki donde vas?-

-No pensaras que vamos a hacer algo después de haberme confesado algo tan... “adulto” verdad?- tras dedicar una mirada de desagrado al cantante, caminó hasta la puerta con la clara intención de abrirla. –y algo mas Shuichi... ahora estoy cansado, pero ya tendrás tiempo de explicarme el por que de que la cerradura de mi apartamento sea nueva.- salió de la habitación cerrando la puerta de forma algo ruidosa.

-Jo... he metido la pata...- Shuichi se dejó caer nuevamente sobre la cama, suspirando pesadamente y cubriéndose con un brazo parte de sus ojos y frente. –pero no podía decirle lo que pasó en realidad... si Yuki se entera los echara a patadas, y puede que a mi tambien...- con un nuevo suspiro esta vez de resignación, giró la cara a un lado, mostrando una gran sonrisa al hallar sobre la mesita el regalo que Eiri le había hecho.

-Esto ya esta llegando demasiado lejos.- murmuró el rubio de forma molesta a la vez que se cubría parte del rostro con una mano tras salir de la habitación.

********************************************************************

Con tan solo una toalla atada a su cintura y otra sobre sus hombros tras haberse dado una relajante ducha, Eiri entró nuevamente en la habitación donde momentos antes había dejado a Shuichi, con la intención de ponerse algo cómodo.

Al hacerlo descubrió como el cantante estaba acurrucado en un lado de la cama. Se acercó despacio a él, observando como este parecía estar profundamente dormido. Un detalle le llamó la atención e hizo que adoptara una expresión algo divertida; el cantante se había quedado dormido con la libreta que le había regalado, la cual estaba abierta en la primera pagina, dándose cuenta que este tambien tenia el bolígrafo bien sujeto en su mano. Al parecer había intentado escribir algo, pero el sueño le había vencido antes de hacerlo.

-Parece que no soy el único que esta cansado.- tomó el material con cuidado, sin que Shuichi lo notase, con la intención de colocarlo sobre la mesita como ya hizo anteriormente.

El pequeño se movió un poco emitiendo una especie de quejido cuando el escritor fue a quitarle el bolígrafo, el cual estaba bien sujeto por la mano de este. Eiri estaba seguro que si notaba que alguien trataba de quitarle el regalo, saltaría a morder la mano a aquel que se había atrevido a hacer semejante cosa.

Cuando por fin consiguió quitárselo pese al leve lloriqueo del cantante, lo dejó sobre la mesa junto a la libreta para después cubrir a Shuichi con las sabanas. Se sentó a su lado, dedicando una cálida mirada a aquel rostro que parecía tan calmado en ese momento. Acarició la frente del cantante, apartado un mechón de cabello de la misma, esbozando una sonrisa a su vez.

-Je, como esperas que me crea esa tontería? No sabes mentir Shuichi.- su sonrisa cambió a un gesto algo mas serio. –me estas ocultando algo.- tras dedicar una ultima caricia esta vez a la mejilla del pequeño, se levantó de la cama para vestirse e ir a cenar algo.

La verdad es que aquella actitud nerviosa de Shuichi le labia llamado la atención, por que razón le había mentido? Eso no lo sabia, pero de lo que estaba seguro era de que el cantante no le había dicho la verdad al respecto de por que había cambiado las sabanas. Aquello le empezaba a parecer bastante sospechoso.

Dudó en despertar a Shuichi, pero pensó que si se había quedado dormido tan pronto es que debía necesitar descansar, así que optó por dejarlo dormir. Si se despertaba mas tarde y tenia hambre ya comería...

******************************************************************

Ryuichi y Tatsuha ya habían dejado “tranquilo” el discman de Shuichi, después de haber descubierto a base de toquetear botones, el como se activaba la alarma del aparato. Después de aquello, Ryuichi había encontrado en la cocina el paquete de comida preparada que había traído Eiri para la cena, observándolo de forma examinante, hasta que Kumagoro se decidió a abrirlo un poco y descubrir su contenido.

Al momento después, el cantante de NG daba saltitos y vueltas por el salón con Kumagoro sobre la cabeza y bajo la atenta y acechadora mirada del menor de los Uesugi.

-Esta noche cenamos pasta na no da! Te gusta la idea verdad Kumagoro?- el conejito de peluche movió su cabecita asintiendo. -Claro, es tu comida favorita no da.-

-Que bien que mi hermano haya traído la cena, por que yo no tenia ganas de ponerme a prepararla jajajaja.- Tatsuha se recostó en el sofá, colocando los brazos de forma cruzada tras su cabeza, manteniendo una sonrisa satisfecha.

-Vamos a buscar a Shu-chan y a Yuki-chan no da?- preguntó el cantante sentándose al lado de Tatsuha, dejando que sus piernas colgaran en el sofá a la vez que las movía de forma juguetona.

-Mmmm... mejor que no, creo que estarán ocupados.-

-Uy, a que te refieres?-

-Quieres que te lo explique?- una sonrisa picara se dibujó en su rostro, obteniendo una sonrisa inocente por parte de Ryuichi quien asintió con la cabeza.

El corazón de Tatsuha comenzó a latir con fuerza, sintiendo como este pretendía salirse de su pecho al observar aquella expresión infantil. Al parecer el cantante de NG estaba en su mejor momento para “manejarlo” a su antojo.

Sin que el otro lo esperara y haciendo que se sobresaltara a su paso, el menor de los Uesugi se lanzo sobre él, dejándolo aprisionado sobre el sofá y bajo su cuerpo.

-Que haces Tatsu-chan?- preguntó con curiosidad, dejando ver en sus ojitos azules un brillo de timidez el cual excitó aun mas al mas joven.

-Ahora mismo lo sabrás.- bajo la mirada asustada del cantante, Tatsuha acercó sus labios a los de este con la clara intención de atraparlos en un beso devorador, pero antes de poder hacerlo, una presencia a su lado le hizo girarse hasta la misma.

-Que demonios haces?- Eiri había aparecido de repente ante Tatsuha, mirándolo de forma curiosa, manteniendo una expresión fría a su vez y los brazos cruzados sobre su pecho.

-Jeje, vaya hermanito, tu no estabas ocupado?- preguntó dejando un poco de libertad al cantante de NG quien solo se limitó a incorporarse y volveré a colocar a Kumagoro sobre la cabeza.

-Eso no te importa.- contestó en un tono cortante, dándose media vuelta con intención de caminar hacia la cocina.

-Donde esta Shuichi no da?- Ryuichi había conseguido retener al escritor sujetándolo de la tela de la camisa, haciendo que este suspirada pesadamente.

-Esta dormido.- se giró esta vez hasta encarar los ojitos azules de Ryuichi quien lo miraba expectante. –y no quiero que vayáis a despertarlo.- concluyó mirando de paso a su hermano para después desprenderse de la mano del cantante que lo había seguido sujetando hasta ese momento.

-Que mala leche tienes siempre, parece mentira que seamos hermanos.- comentó el menor de los Uesugi adoptando un gesto algo prepotente.

-Jeje, vamos a cenar na no da!- de un saltó bajó del sofá, y con Komagoro sobre su cabeza, corrió hasta la cocina en busca de su cena y de la del conejito.

-Espérame yo tambien quiero cenar!-

***********************************************************************

Eiri observaba de forma sorprendida la escena que tenia frente a si; estaba sentando a la mesa con un tío que le daba de comer a un conejo de peluche. Y es que el cantante había insistido hasta llegar al punto de dedicar una sonora pataleta al escritor para que este le pusiera tambien su ración de pasta a Kumagoro, ya que el conejito estaba en pleno desarrollo y tenia que alimentarse bien...

Pero lo mas fuerte vino cuando se sintió un insistente tic nervioso en un ojo en el momento en que su mirada se encontró con una visión algo... desagradable para su gusto, aun mas que la anterior.

Tatsuha había propuesto al cantante de NG un juego. Dicho juego consistía en tomar cada uno un extremo de cada espagueti que se llevaban a la boca, limitando la distancia entre ambos para ver quien recorría la mayor longitud de la pasta hasta llegar a los labios del otro.

El juego se hizo divertido para el cantante de NG, quien disfrutaba como un niño cada vez que él era el ganador. En cambio, al mas joven le parecía de lo mas excitante. Que mas le daba si ganaba o perdía en cada carrera? Lo importante era llegar a rozar los labios de su ídolo.

-Jajajaja he vuelto a ganar na no da!-

-Si... vaya, es una pena que nunca gane.- suspiró Tatsuha de forma teatralmente derrotada.

-Jeje, si Shu-chan estuviera aquí podría jugar el también.- ante las palabras de Ryuichi, Eiri apoyó las manos sobre la mesa ocasionando que su plato se moviera sobre esta, atrayendo la atención de los otros dos.

Sin decir una sola palabra, se levantó de su sitio, dejando el plato a medio comer sobre la mesa, consiguiendo que los otros dos lo mirasen algo descolocados por su actitud. Tratando de mantener algo de calma, Eiri encendió un cigarrillo, soltando el humo de la primera calada junto a un sonoro suspiro.

-Ocurre algo?- preguntó el menor de los Uesugi antes de que el escritor abandonase la cocina.

No hubo respuesta alguna, tan solo la “huida” de Eiri de aquel lugar murmurando algo in entendible. Aquellos dos locos le habían quitado las ganas de cenar y mucho menos tenia ganas de seguir soportando sus tonterías.

-Uy, que le ha pasado a Yuki-chan?-

-Va, da lo mismo.- se encogió de hombros apartando la mirada de la puerta para centrarla esta vez sobre Ryuichi, dedicándole de paso una amplia sonrisa. –seguimos?-

-Si!-

*****************************************************************

Eiri entró nuevamente en la habitación dispuesto a acostarse de una vez. Con cuidado de no despertarlo, se acomodó al lado de Shuichi, acariciando de forma cariñosa la mejilla de este, escuchando como susurraba su nombre entre sueños.

Sonrió sutilmente, siempre que se acostaba y Shuichi ya estaba dormido, este solía susurrar su nombre, como si supiera perfectamente que él ya estaba en la cama a su lado, preparado para acurrucarlo entre sus brazos.

Sus ojos dorados se fueron cerrando lentamente, dejando a un lado la imagen apacible del pequeño para dar paso al sueño, quedándose dormido tras sentir como el cantante, una vez mas, se había acercado a su cuerpo instintivamente, dejándose envolver por el calor de este.

Mientras tanto en el salón...

-Que película quieres ver Sakuma-san?- preguntó un sonriente Tatsuha con varias cintas de video en las manos, pero con una en especial dentro del video.

-Tengo sueño na no da.- Bostezó a la vez que se restregaba los ojos con el puño cerrado y sujetaba a Kumagoro de una oreja con la otra mano.

-Entonces no quieres?- como respuesta obtuvo una negativa del cantante, a la vez que este se bajaba del sofá de forma perezosa y entraba en la tienda de campaña dispuesto a dormir.

-Esta bien... lo dejaremos para otro momento.- se encogió de hombros, dedicando una mirada fugaz a la televisión.

A pesar de haberle mostrado mas cintas de video al cantante, tenia previsto ver el video que había grabado la tarde anterior. Quizás si hacia que Ryuichi recordaba lo ocurrido, volvería a conseguir lo que tanto deseaba. Por que una sola sesión de sexo salvaje no le había sido suficiente... es mas, nunca le seria suficiente si se trataba de su honey Ryuichi. Pero al parecer el cantante estaba cansado, mejor seria dejarlo para el día siguiente...

Resignado, entró a la tienda, acomodándose al lado del cantante, quedando su rostro bastante cerca del de Ryuichi, a quien descubrió mirándolo con una sonrisa y unos grandes ojitos azules.

-Mañana vendrás conmigo na no da?-

-Eh? Claro que si! Iré contigo a donde quieras!- contestó con una sonrisa de oreja a oreja. –eto... a donde iremos.?-

-No lo se no da. Pero.. no importa donde vayamos si vamos juntos no?- le guiñó un ojo en un gesto travieso, consiguiendo que Tatsuha aguantara a duras penas que un fino hilo de sangre saliera de su nariz. –buenas noches na no da.-

-Bu... buenas noches...- con una sonrisa algo tonta en su rostro y con el pensamiento de todo lo que haría al día siguiente, se quedó dormido.


Continuara...

*****************************************************

No hay comentarios:

Publicar un comentario