jueves, 3 de septiembre de 2009

DULCES Y SORPRESAS Ch.18

Dulces y sorpresas.

Cap. 18

By Saiyi-chan



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Aquella sensación era algo extraña. Por un momento temió abrir los ojos, sabia que era de día, o al menos debía serlo ya que sentía su cuerpo totalmente descansado, como si hubiera dormido bastante. Antes de abrir los ojos esbozó una ligera sonrisa al saberse entre los brazos de Eiri. Por que aquel era Eiri verdad?

Bajo aquel pensamiento y al recordar lo ocurrido la mañana anterior con Ryuichi, abrió los ojos de inmediato, quedándose mas tranquilo al comprobar que aquel a quien tenia a su lado era su amante. Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, sentía una mirada que le quemaba, alguien que le observaba.

Con miedo fue girando la cabeza hacia el lado contrario del escritor, tragando saliva a la vez que sus ojos violetas se apartaban del rostro del rubio.

-KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!- de un salto se puso en pie en la cama, posando su mano sobre su pecho a la vez que respiraba agitadamente, despertando de paso a su amante quien abrió los ojos pesadamente para volver a cerrarlos y esconder la cabeza bajo la almohada.

-Good morning!.- saludó un sonriente K sentado a la orilla de la cama justo en el lado donde dormía Shuichi. –te ha gustado despertar y encontrar a mi querida mágnum?- le preguntó burlonamente a la vez que acariciaba el arma que momentos antes había estado apuntando a Shuichi ocasionándole tal susto.

-Que quieres, matarme? Por que demonios me has apuntado con eso? No es nada agradable despertar y verte pegado a la cara la cosa esa!- protestó señalando acusadoramente a su manager. –además, como has entrado?-

-Jeje, olvidas que soy el genial mister K? Nada es imposible para mi, pequeño.- sonrió con aire importante.

En realidad había conseguido entrar gracias a la copia de la llave que había guardado en el mismo momento en que le dio a Shuichi una para él y otra para el escritor de la nueva cerradura del apartamento. Y es que ocuparse de esos asuntos podrían resultar muy provechosos...

-Bueno y para que has venido? Aun no es la hora!- se quejó a la vez que se sentaba sobre la cama para después cruzarse de brazos.

-Podéis hacer menos ruido?- protestó Eiri dedicándoles una mirada para volver a esconder la cabeza bajo la almohada.

-Lo siento Yuki.-

-Ayer te fuiste sin mi permiso.- ante aquella palabras Shuichi tragó saliva dificultosamente. –creías que me iba a tragar ese cuento de que te había entrado una indigestión?-

-Ya sabia yo que eso no era creíble.- murmuró entre dientes.

-Así que hoy te vendrás mas temprano conmigo y recuperaras el tiempo que desaprovechaste ayer jajajajaja.-

-Que? Pero si aun es muy temprano! Yo quiero estar con mi Yuki!- con un gesto mimoso y lastimero dedicado al manager, Shuichi abrazó a su amante, consiguiendo que este gruñese en protesta.

Convencido de que no podría dormir mas, Eiri se incorporó sentándose en la cama, deshaciéndose de paso del abrazo del pequeño. Con una expresión malhumorada y el cabello totalmente revuelto, alcanzó su paquete de tabaco y sacó uno para llevárselo a la boca.

-Se hace tarde.- informó el manager apuntando nuevamente a Shuichi con su mágnum.

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-Oye, es necesario que tengas que vigilarme incluso en la ducha?- gritó Shuichi visiblemente sonrojado y enfadado ante la presencia de su manager en el interior del baño.

-Yes, lo es.- sonrió alzando nuevamente su mágnum. –y mejor que te des prisa.-

Shuichi prefirió quedar en silencio, no sin mostrar antes un gesto de frustración ante aquella situación que lo estaba poniendo nervioso. El tener aquel hombre apoyado tranquilamente sobre el azulejo del baño, cerca de la puerta para no mojarse y encima apuntándole con aquel arma... era demasiado para él.

-Aaaaay... que hice para merecer esto?.- suspiró pesadamente esperando alguna respuesta.

Quince minutos mas tarde, el cantante ya estaba duchadito y vestido, dispuesto para empezar otro día de trabajo. Claro que gracias a aquel hombre que se lo había pedido de aquella forma tan amable, había tardado relativamente poco tiempo en arreglarse...

Eiri había optado por ir a prepararse un café, sentándose seguidamente en el sofá, leyendo el periódico mientras “disfrutaba” del espectáculo que le ofrecían.

-Listo?- preguntó el manager comenzando a perder la paciencia que le quedaba.

-No! Aun tengo que desayunar! Tengo hambre! No lo escuchas?- el cantante observó expectante su vientre tras levantarse la camiseta, a ver si este emitía algún sonido audible para su manager...

-Uhm... no escucho nada...-

-Jooooooo! Por que no me ayudas cuando te necesito?- le gritó algo alterado a su propia barriga mientras bajaba la camiseta con evidente resentimiento.

Después de haber observado aquella patética escena a su parecer, Eiri negó con la cabeza resignándose. Ya conocía a Shuichi, así que eso no le pareció algo raro en el cantante...

-No hay tiempo de desayunar!- K sujetó al cantante por la tela de la camisa, suspendiéndolo en el aire para llevárselo de allí.

-Shuichi no se va de aquí sin que antes coma algo.- interrumpió el escritor dejando ver sus ojos dorados por encima de las hojas del periódico.

-What?-

-Lo que oyes, anoche no cenó, y no voy a dejar que se largue a trabajar sin que coma algo antes.- la mirada de Eiri se centró esta vez en el cantante quien había adquirido una brillo especial en sus ojitos violetas que los hacia verse mas grandes.

-Yuki!- después de un pataleo, consiguió que K lo dejase en el suelo, corriendo seguidamente hasta el escritor para colgarse de su cuello. –que bueno eres conmigo Yuki!-

-OK, tienes cinco minutos.-

Un momento después, descansaba sobre la mesa de la cocina un buen tazón de cereales, junto a un par de tostadas con mermelada de fresa.

-También tienes que apuntarme con eso mientras desayuno?- preguntó un malhumorado Shuichi sin atreverse a probar su desayuno, lo mismo K le disparaba por el simple hecho de hacerlo...

-Yes.- contestó el manager con una sonrisa de circunstancia.

-Este va a ser un día muy duro...- el cantante suspiró de forma cansada, llevándose una cucharada de aquellos cereales a la boca, tragando con dificultad.

-Jajajajajajajaja Come rápido!-

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Apenas había amanecido, pocas eras aun las personas que se hallaban a esas horas en los pasillos y oficinas de NG. En una de las salas de aquel enorme edificio, se encontraba el cantante de BL junto a su manager desde tempranas horas de la mañana...

-Me estoy aburriendo.- murmuró Shuichi apoyando la cabeza sobre la mesa a la vez que tamborileaba con los dedos en la silla de forma distraída.

El cantante de cabellos rosados recibió una mirada de advertencia por parte de los ojos azules de aquel que estaba a su lado tomándose una taza de te y leyendo el periódico tranquilamente.

-Jo... es que no estoy inspirado para escribir.- el cuerpo del cantante se escurrió por la silla hasta llegar al suelo, quedando de rodillas en el mismo y con la cabeza aun sobre la mesa.

-Quieres que te motive?- K volvió a pegar el frío metal del arma contra la sien de Shuichi, consiguiendo que el cantante adoptase una postura erguida e inmediatamente tomase el bolígrafo para comenzar a escribir cualquier cosa.

-Eto... no hace falta, creo que ya me viene la inspiración, la ves?- señaló al aire, como si de verdad la inspiración estuviera viniendo de camino.

-Ok, eso espero.- apartando su mágnum del cantante, aunque dejándola bastante a mano, el manager prosiguió con su taza de te humeante y la lectura de las noticias del día.

Shuichi suspiró resignado, tornando su expresión a una sonriente cuando observó sobre la mesa la libreta que Eiri le había regalado junto al bolígrafo que sostenía en su mano. Con una buena motivación llamada “Yuki”, comenzó a escribir de forma rápida y segura, asintiendo con cada frase que quedaba plasmada en aquella primera pagina de su libreta. Usaría el regalo de Yuki como era debido, y después le enseñaría al escritor todas sus creaciones.

K lo miró de reojo, esbozando una ligera sonrisa de satisfacción al ver lo ensimismado que el cantante estaba en su trabajo.

-Lo que no haga una buena motivación...- murmuró para si mismo acariciando su mágnum.

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-Buenos días na no da!- saludo Ryuichi bastante sonriente tras salir de la tienda de campaña y encontrar al escritor sentado en el sofá disfrutando de unos momentos de silencio, los cuales se vieron interrumpidos.

-.....................-

-Uy, donde esta Shu-chan?- preguntó después de mirar de un lado a otro buscando a su amigo.

-Se ha ido a trabajar.- le contestó secamente, sin apartar la mirada en ningún momento de las hojas de periódico.

-Has oido Kumagoro? Shu-chan esta trabajando y no volverá hasta tarde no da.- ante la conversación del cantante y conejito, Eiri levantó la mirada hasta posarla de forma imperceptible en ambos, negando seguidamente con la cabeza. -Uhm! Iremos a bañarnos na no da.!- tras dedicar una sonrisa infantil a Kumagoro, se giró hasta encarar al rubio. –eto... Yuki-chan, quieres venir con Tatsu-chan y con nosotros a pasar el día fuera?-

Eiri se mantuvo en silencio, tan solo bajó el periódico para dedicar una mirada un tanto irónica al cantante. Que le hacia pensar que accedería a salir con ellos? Tras aquella mirada que ya lo había dicho todo, cerró el periódico para dejarlo sobre la mesa y tomar un cigarrillo del paquete.

-No os deis prisas en volver.- comentó dando una calada.

Ryuichi se encogió de hombros ante la evidente negativa del escritor, mirando seguidamente al conejito como si le estuviera diciendo “él se lo pierde” y salió corriendo en dirección al baño.

El rubio lo observó alejarse en una carrera y de forma escandalosa, asemejándose bastante a la actitud de su propio amante. Al menos tendría el apartamento para él solo durante todo el día... esbozó una ligera sonrisa de satisfacción bajo esa idea, por fin podría comenzar a leer aquel libro que compró hacia ya como unos cinco meses o así.

Y es que desde que vivía con Shuichi apenas tenia tiempo para leer; si no era por su trabajo, era por que el pequeño cantante clamaba por atención, la cual solia acabar siempre de la misma forma. Así había ido retrasando aquel libro una y otra vez, hasta que por fin había encontrado el momento perfecto para relajarse y leerlo.

Cuando el cigarrillo se consumió, Eiri se levantó del sofá, acercándose a la tienda de campaña para seguidamente asomarse y observar como su hermano seguía durmiendo a pierna suelta en el interior de esta, emitiendo un evidente ronquido que podría llegar a resultar incluso molesto.

-Oye tu, levántate de una vez, esto no es un hotel.- introduciendo una pierna en el interior y manteniendo el equilibrio, dio varios golpecitos al cuerpo del mas joven.

Tatsuha murmuró algo, esbozando una sonrisa para seguidamente y de forma ágil, aferrarse a la pierna de su hermano, haciendo que este cayera al suelo sentándose a consecuencia.

-Tatsuha...- gruñó Eiri con evidente molestia al descubrir que su hermano menor lo miraba con una sonrisita traviesa.

-Jeje, te has hecho daño hermanito?-

-.......................- el rubio no dijo nada, la venita que comenzaba a aparecer en su frente lo decía todo por él.

-No pongas esa cara, tu me has despertado.- le recriminó gateando hasta salir de la caseta y posarse prácticamente encima del rubio.

-Quítate de encima ahora mismo.- le propuso lo mas amablemente que pudo.

-Por que? No te resulta excitante?- con picardía acercó sus labios hasta rozar la oreja del escritor, haciendo que este se incorporase de un salto y consiguiendo que Tatusha quedase revoleado en el suelo. –jajajajajaja te has puesto rojo, que mono.- se burló señalándolo con un dedo para después adoptar una posición sentada sobre el suelo.

-Ese cantante tuyo esta en el baño, dice que vais a ir a no se donde.- Eiri sacó un nuevo cigarrillo del paquete, tratando de ocultar el evidente nerviosismo que su hermano le había ocasionado. -Daos prisa y largaos de una...-

-My Honey Ryuichi! Espérame que voy!. Agh!- el menor de los Uesugi se vio suspendido en el aire como si fuera un cachorrito indefenso cuando su hermano mayor lo sujetó de la tela de la camiseta.

-Tu no vas a ninguna parte, no quiero que os pongáis ha hacer guarrerias en MI baño.- con semblante serio, ya algo exasperado, y con cigarro en boca, se llevó a Tatsuha colgando hasta dejarlo sentado en el sofá.

Eiri se sentó al lado de mas joven; lo suficientemente cerca como para vigilarlo pero a su vez, lo suficientemente alejado como para que este no pensase mal de aquella cercanía... lo que menos quería era que su hermano y ese cantante se pusieran a tontear en el baño, mas que nada por que así tardarian una eternidad en marcharse, y claro esta, no le hacia ninguna gracia que hicieran esas cosas bajo su techo...

-Vamos hermanito... seré bueno te lo prometo, después lo limpiare todo, de verdad.- con un gesto inocente en su rostro, Tatsuha se arrastró sobre el sofá hasta pegarse al rubio, restregando seguidamente la mejilla sobre el hombro de este en un gesto mimoso.

-Deja ya de hacer eso, eres peor que Shuichi.- dio una calada al cigarro, soltando el aire seguidamente a la vez que miraba el techo de forma perdida. -al menos él tiene gracia.- murmuró para si mismo esbozando una sutil sonrisa algo ironica, la cual fue perfectamente visualizada por su hermano.

-Jijijijiji, tu esta muy enamorado hermanito...- se burló posando un dedo sobre la mejilla del rubio, quien se había sonrojado levemente ante el comentario del mas joven.

-Deja de decir estupideces! Como vuelvas a decir algo no respondo de lo que te hago, te enteras?- le gritó exasperado, aquello estaba acabando con su paciencia.

-Por ser tu.. puedes hacerme lo que quieras...- le insinuó de forma descarada mientras hacia círculos con el dedo índice sobre el pecho de su hermano mayor.

-Como puedes ser tan pervertido?-

-Si, si, yo seré un pervertido, pero tu estas enamorado jijijiji.- Tatsuha siguió riéndose por lo bajo ante la actitud un tanto vergonzosa y nerviosa del escritor.

Si es que no había cosa que le gustase mas que hacerlo enfadar... bueno si había una; Sakuma Ryuichi, y todo lo que tuviera que ver con él.

-Lárgate.- la voz esta vez calmada de Eiri interrumpió la risita del otro, haciendo que este lo mirase con algo de asombro. –no me has oído? Vete al baño si quieres.- esta vez se llevó una mano a la frente en señal de cansancio.

-Lo dices en serio?-

-Cualquier cosa mejor que el que tengas que estar aquí molestándome.-

-Si es que en el fondo eres un buenazo hermanito!- tras darle un efusivo abrazo a Eiri, quien luchó por quitárselo de encima, Tatsuha salió corriendo en dirección al baño.

-Imbecil...-

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Se detuvo frente a la puerta del baño con una sonrisa de oreja a oreja. Con decisión y sin cuidado alguno, abrió la puerta dejando ante su mirada la imagen de Ryuichi desnudo, quien se giró a mirarlo inmediatamente alertado por el ruido y sonrojado ante la presencia del otro.

-Kyaaaaaaaaaaa no espíes a Kumagoro na no da!- a consecuencia del susto, Ryuichi le lanzó la pastilla de jabón al mas joven, dándole en plena frente.

La pastilla de jabón resbaló por el rostro de Tatsuha hasta que calló al suelo, consiguiendo que este desistiera en su intento de entrar al baño y que en su rostro se dibujase una tonta expresión, para inmediatamente aparentar una sonrisa y cerrar la puerta con una reverencia a modo de disculpa.

-Te va a denunciar por espiar en la ducha a un conejo de peluche?- preguntó Eiri con un claro tono de burla.

El rubio iba de camino a su estudio, pero al ver como la pastilla de jabón volaba en dirección a la cara de Tatsuha, se dejó caer sobre la pared, cruzándose de brazos para contemplar la escena.

-Kumagoro es muy tímido, eso es todo.- comentó seriamente a la vez que se pasaba la mano por el cabello con aire orgulloso.

Eiri prefirió no decir mas al respecto, bastante tenia con aguantar todo aquello como para también seguirles el juego. Pasando de su hermano menor, entró en su estudio en busca del libro que comenzaría a leer encuanto se quedase solo.

Tatsuha suspiró resignado camino al salón. Se sentaría a esperar a que la ducha estuviera libre para ducharse él, ya que parecía algo casi imposible el poder ducharse con su ídolo. Una nueva sonrisa se dibujó en su rostro cuando recordó las palabras de la noche anterior del cantante; ese día tenían una nueva “cita” y una bastante prometedora a su parecer... y si no era así, ya se encargaría él de que lo fuera.

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Había mirado en las estanterías, el libro parecía que no estaba por allí. En su rostro se dibujó una mueca de confusión. Sabia perfectamente donde lo había dejado, y era algo prácticamente imposible el que Shuichi lo hubiera cogido para... leerlo? claro que bien podía haberlo cogido para alguna otra cosa... con el cantante de cabellos rosados nunca se sabia.

Sus ojos se abrieron sorprendido cuando tras unos libros bastante altos, le pareció ver algo; los movió un poco, percatándose que tras estos había una caja de cartón de un tamaño considerable.

-Que demonios es esto?- tomó la caja entre sus manos, abriéndola a continuación para hallar dentro ropa de cuero negro; un conjunto de un tamaño normal y otro conjunto tamaño mini.

Enseguida supo a quien pertenecía... ese tamaño solo le vendría bien a... Kumagoro... y solo había una persona que podía hacer algo tan tonto como lo era encargarle ese tipo de ropa a un conejo de peluche para ir a juego con él. Ya que dedujo que la talla grande pertenecía a Ryuichi...

-Los mato, a todos...- comentó sintiendo como la venita de su frente volvía ha hacer acto de presencia.

-Que es eso na no da?- interrumpió Ryuichi de repente.

Eiri saltó del susto, dejando caer la caja al suelo y volviéndose de inmediato a mirar al cantante de NG quien estaba ya vestido y con Kumagoro sobre su cabeza.

-Uy, se me había olvidado quitarlo del escondite na no da.- se acercó a la caja agachándose seguidamente para comenzar a meter nuevamente las prendas en la caja. -es que como Shu-chan ya lo ha visto, no hace falta que lo siga escondiendo.- comentó en el momento en que tenia el chaleco “talla grande” entre sus manos. –se sorprendió mucho no da.-

Eiri no dijo nada, tan solo volvió a su tarea de buscar el libro, encontrándolo caído tras otros mas gruesos en la estantería de abajo.

-Sakuma-san! Estas listo?- Tatsuha apareció en la puerta del estudio, también duchado y vestido, aun con el cabello completamente mojado cubriendo de forma rebelde su frente y parte de sus ojos.

-Si, podemos marcharnos na no da.-

-Uhm? Que estáis haciendo?- preguntó al percatarse de que su ídolo colocaba sobre el escritorio de Eiri la caja.

-Yuki-chan descubrió mi escondite no da.- sacó la lengua de forma inocente, llevándose una mano tras la nuca.

-Jeje, debías haber visto a Sakuma-san con esa ropa hermanito... y la cara que se le quedó a Shuichi jajajajaja.- ante aquellas palabras, Eiri dedicó una mirada amenazante a su hermano.

El rubio desvió la mirada esta vez hacia el cantante, quien jugaba de forma distraída con Kumagoro. Prefirió no creerse demasiado las tonterías que estaba diciendo, seguro que solo lo hacia para enfadarlo, y claro, el cantante le seguía el juego.

-No os ibais?- preguntó de forma seca.

-Oh! Es verdad na no da Se hace tarde!- Ryuichi miró su reloj de muñeca con un exagerado gesto a modo de “llego tarde”. –vamonos Tatsu-chan.- sujetando a Kumagoro con una mano por la oreja y casi arrastrando a Tatsuha sujetándolo del brazo, salió del estudio, dejando nuevamente el paquete sobre el escritorio.

-Adiós hermanito!- gritó desde el pasillo.

-Bye bye na no da!-

-Pesados...- dedicó una mirada desconfiada a la puerta, no fuera a ser que aparecieran de nuevo.

Suspiró tranquilo cuando escuchó por fin el portazo de la puerta principal. Sus ojos dorados se centraron un momento en la caja del escritorio, observándola de forma perdida.

-No puede ser...- murmuró para si mismo con una leve sonrisa irónica, negando a su vez con la cabeza.

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-Y esto es lo que has hecho desde esta mañana temprano?- preguntó Hiro con una mueca irónica.

-Algún problema?- el cantante lo miró de forma recriminarte, llevándose seguidamente un puñado de patatas a la boca.

-No... es solo que pensé que K-san no quería que te molestásemos por que estabas escribiendo todas las canciones del disco, y no solo... “esto”.- con un gesto divertido le mostró a su amigo la hoja con la “canción” la cual estaba llena de tachones y anotaciones.

-Hiro! que te crees que soy? Una maquina? No puedo escribir tanto en tan solo una mañana!- en un momento de nerviosismo, el cantante cogió la hamburguesa que pretendía comerse, metiendosela entera en la boca de una vez.

-Ya, ya, lo se. No te enfades.- le hizo un gesto con la mano para calmarlo a la vez que esbozaba una sonrisa. –y no seas tan bruto comiendo que te vas a poner malo.-

-Esffo fe bef..-

-Shuichi, mastica, traga y ahora hablas quieres?- le propuso de forma indiferente, centrando su mirada en la ventana. –no seria conveniente que te ahogaras y tuviera que hacerte el boca a boca.- bromeó esta vez mirando como su amigo luchaba por acabar de masticar el alimento y tragarlo ayudado de un buen trago de su refresco.

-Ya esta, me la he comido.- con un gesto serio posó el vaso del refresco sobre la mesa. –Hiro, que demonios le contaste a K-san para que viniera a buscarme esta mañana tan temprano? Pensé que me ibas a cubrir.- sus ojitos violetas amenazaron con romper a llorar a la vez que un moquillo colgaba de su nariz y una mueca infantil se dibujaba en su rostro.

-Eh... bueno, le dije que te pusiste malo por los pasteles... pero me pilló la mentira jeje.-

-Pues sabes que? Esta mañana me ha dado un susto de muerte! Me desperté y allí estaba! Apuntándome con la cosa esa!- se llevó una mano a la frente gesticulando para explicarle a Hiro de que forma la mágnum le estaba apuntando. –y eso no es todo... me siguió hasta a la ducha! Sabes lo que es ducharse mientras te apuntan con un arma?- Hiro tan solo se llevó su hamburguesa a la boca para darle un mordisco. –ya claro, ya se que no lo sabias, no hace falta que me lo digas. Y además, un poco mas y no me deja ni desayunar! Y me estaba muriendo de hambre! Menos mal que Yuki estaba allí y el me salvó.- sonrió inmediatamente al recordar el gesto del escritor. –pero una vez mas, tuvo que vigilarme mientras desayunaba. Te aseguro que pensé que me sentaría mal la mermelada de fresa con tanto estrés...- cruzándose de brazos movió la cabeza de forma afirmativa. –y aun hay mas... ayer se cargó la cerradura de la puerta del apartamento! Y Yuki se ha dado cuenta! Hablando de Yuki...-

-Me extrañaba que tardarse tanto en contarme algo de él..- murmuró Hiro para si mismo, suspirando de forma resignada para seguir con su almuerzo.

-... mira lo que me trajo Yuki de Osaka!- le mostró a su amigo el cuaderno esta vez cerrado y el bolígrafo. –kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! A que esta chulo Hiro? Si ya lo se, no hace falta que me lo digas jajajaja. Que feliz soy! Yuki me trajo un regalo! No quería usarlo por que me daba pena estropearlo, pero me dijo que se enfadaría si no lo usaba. Así que... tengo que usarlo!- la sonrisa del cantante pasó de inmediato a una expresión algo decaída. -Pero después de todos esos detalles de Yuki hacia mi me siento mal, ayer tuve que mentirle.- las palabras del cantante atrajeron la atención de Hiro quien se volvió a mirarlo.

-Como que has tenido que mentirle.?- preguntó el guitarrista visiblemente interesado.

-Pues que...-

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-En serio le dijiste que habías cambiado las sabanas por que te habías hecho pis? Jajajajajajaja eres un caso.- Hiro se llevó una mano hasta cubrirse parte del rostro, limpiándose seguidamente las lagrimitas que se asomaron a la comisura de sus ojos.

-No te rías Hiro, lo pasé muy mal, no quería mentirle, pero es que no me atrevía a decirle la verdad...- esquivando la mirada del guitarrista, comenzó a hacer circulitos don el dedo índice sobre la mesa.

-Entonces era por eso..-

-Eh? El que?- levantó la mirada de forma curiosa.

-Ayer te noté algo extraño con Sakuma-san, algo distante quizás, mas aun cuando llegó Tatsuha-kun, aparte de que te sonrojaste y te pusiste nervioso en aquel momento.- le explicó tranquilamente. –me dejaste algo preocupado, pensé que había ocurrido “algo” al no estar Yuki-san en casa... y que por eso estabas de esa forma.-

-No! Claro que no Hiro! No pasó nada. Bueno... casi nada...- murmuró ruborizándose y bajando la cabeza a la vez que comenzaba a arrugar una servilleta entre sus manos de forma nerviosa.

-Shuichi, pasó algo?- el aludido solo asintió tímidamente. –que es lo que has hecho?- preguntó algo alarmado ante la actitud de su amigo.

-Yo... yo no hice nada, fue... fue Sakuma-san.- escondió la cabeza en su pecho de forma avergonzada.

-Y que hizo?-

-Me... me be... me besó.- murmuró muy bajito de forma que ni el guitarrista que había pegado al oreja a el se había enterado.

-Te que?-

-Que me besó!- esta vez su tono de voz fue bastante mas elevado, sonrojándose aun mas de lo que ya estaba en el momento en que se descubrió de pie con las manos apoyadas en la mesa y la mirada de los presentes sobre él.

Adoptando una expresión de “tierra trágame” y con una risita nerviosa, se volvió a sentar en su sitio, encogiéndose de forma que quedó hecho una bolita sobre la silla.

-Vamos Shuichi, no es tan grave, fue solo un beso. Verdad?- le dedicó una mirada desconfiada al cantante, a lo que este asintió. –...además, tratándose de Sakuma-san, no creo que fuera un beso demasiado... a ver como lo digo...-

-Me gustó.- interrumpió el cantante sin abandonar su postura.

-Que? Dices que te gustó?- Hiro se sorprendió ante la respuesta de su amigo, obteniendo una nueva afirmación de este. –bueno.. un beso siempre es agradable no crees?- se rió tratando de quitarle importancia.

-Hiro esto es serio.- sus ojitos violetas se asomaron a través de sus cabellos dedicando a su amigo una mirada de advertencia.

-Esta bien, perdona.-

-No se si decírselo a Yuki.- suspiró pesadamente volviendo a esconder la mirada. -es que puede que se enfade mucho y no quiero. Sakuma-san no lo hizo con mala intención, lo hizo para que no estuviera... celoso de Tatsuha-san.-

-Pues menos mal que le dio por besarte y no por...- una mirada amenazante de Shuichi le hizo callar. –...de todas formas, no creo que le tengas de dar tanta importancia, y tampoco veo razón para que se lo tengas que decir a Yuki-san.- un silencio se prolongó durante unos segundos. –oye Shuichi...- el aludido levantó la cabeza. -...no te excitaste con ese beso verdad?-

-Claro que no! Como se te ocurre?- respondió algo alterado a la vez que avergonzado. –solo.. solo me sentí bien, nada mas.-

-Entonces no le des mas importancia.- sonrió de forma tranquilizadora.

-Pero...-

-Sakuma-san lleva mucho tiempo siendo tu ídolo, y ahora es tu amigo. Te sientes bien con él eso es todo. Supongo, que te sentirías igual si yo te besara...- ante aquellas palabras, Shuichi el dedicó a Hiro una tímida mirada, la cual parecía ser de interés. –por que me miras así? no... no querrás que yo...- la mirada de los ojitos violetas se volvió suplicante, a la vez que el cantante dejaba escapar un suave gemido a modo de perrito necesitado de amor. –aaarrrrgggg! esta bien! Pero no te vayas a acostumbrar!-

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Después del almuerzo y antes de finalizar su tiempo libre para volver al trabajo, ambos amigos habían entrado en los servicios de aquella planta del edificio, asegurándose que nadie andaba por allí en aquel momento.

-Bien, estas listo Shuichi?- el cantante asintió en respuesta visiblemente nervioso. –no estarás nervioso verdad?- preguntó Hiro con un tono divertido y una mirada algo traviesa hacia su amigo.

-No... es solo que.. Hiro, a ti no te molesta verdad?-

-Si es por ayudarte... prefiero esto a tener que soportarte en “estado culpable” durante el tiempo que tardes en contárselo a Yuki-san para después tener que aguantarte en “estado deprimente y enfadado” cuando este te deje por haberle puesto los cuernos.- volvió a bromear.

-Hiro!- sus ojitos amenazaron con llorar.

-Vale, vale, era solo una broma.- el guitarrista se acercó a su amigo con decisión, observando como este se sonrojaba ante la cercanía.

Sin pensarlo, sujetó al cantante por la nuca, atrayendo el rostro de este hacia el suyo, dejándolo separado a escasos centímetros.

-Vaya... estas cosas ni siquiera las hacíamos en el instituto... jeje- comentó tratando de aliviar un poco la tensión que notaba por parte del cantante.

-Hiro no bro...mmm- el cantante se vio callado por los labios de su amigo, sintiendo la presión que estos ejercían sobre los suyos.

Shuichi cerró los ojos a la vez que sus labios comenzaron a abrirse para acariciar y ser acariciados por los de Hiro, quien no tardo demasiado tiempo en introducir su lengua en la boca del cantante, quien se resistió un poco pero finalmente acabó por aceptarla.

-Bien, que tal ha estado?- sonrió de forma calmada tras romper el beso y separarse de Shuichi. –te ha gustado?- pregunto esta vez con una risita traviesa.

-Hiro eres un guarro!- le recriminó con las mejillas sonrojadas.

-Oye, tu me lo pediste! Por que dices que soy un guarro?-

-Por que me has metido la lengua! Y Sakuma-san no hizo eso!-

Un golpe se escuchó en la entrada del baño, haciendo que ambos amigos dejaran su interesante conversación para centrar su atención en la persona que yacía medio inconsciente en la entrada del baño.

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-Que le habéis hecho al pobre hombre esta vez?- preguntó el manager rascándose la cabeza a la vez que observaba como Sakano se encontraba en trance acostado sobre el sofá y negando con la cabeza.

-Eto...- Shuichi comenzó a jugar de forma inocente chocando los dedos índices de ambas manos.

-Resulta que Sakano ha visto algo que no tenia que ver y escuchado algo que tampoco debía escuchar...- explicó Hiro con algo de nerviosismo.

El manager dedicó una mirada desconfiada a los dos chicos.

-Parece que esta volviendo en si.- informó Suguru a la vez que ayudaba al hombre a incorporarse para ofrecerle seguidamente un vaso de agua.

Diez minutos después, Sakano ya esta “como nuevo.” Había conseguido explicar a duras penas bajo la mirada adquisidora de K que era lo que le había ocurrido.

-No os da vergüenza hacer esas cosas en el trabajo?- les regañó K a los dos chicos que no habían podido hacer mas que bajar la cabeza y mostrar una mirada inocente bajo la presencia de la imponente mágnum del rubio. –espero que tengáis una buena excusa para esto.- se cruzó de brazos esperando a oírla.

-Pues... veras...- comentó Hiro. –dilo tu Shuichi.- sonrió dándole un pequeño empujón a su amigo para que fuera el quien hablara.

-Ya te vale Hiro.- le dedicó una mirada amenazante en respuesta.

-Habla, te escuchamos.- K se cruzó de brazos esperando a ir la explicación.

-Bueno es que...- el cantante dudó en decirlo, sonrojándose ante la presencia de su manager, productor y tercer miembro de BL. –esta bien...- cerró los ojos con fuerza, suspirando de forma resignada. –la otra noche cuando Yuki no estaba Sakuma-san me besó y como yo estaba preocupado por que me había sentido bien con el beso le pedí a Hiro que me besara para comprobar si también con el me sentía bien o si lo de Sakuma-san fue algo especial, con lo cual me sentiría muy pero que muy culpable con Yuki y no podría volver a mirarlo a la cara por esa razón Sakano-san nos a encontrado besándonos en el baño.- tras soltarlo todo de carrerilla y sin respirar, el cantante tomó una buena bocanada de aire, soltándolo seguidamente para sentirse mas tranquilo. –esa es la verdad, lo juro.-

-Y entonces?- preguntó el manager.

-Entonces que?-

-El beso, si te gustó también con Hiroshi.-

-Eh...- el cantante se sonrojo ante la pregunta del rubio, asintiendo tímidamente en respuesta.

-Ok, pues todo arreglado, así que espero que esto no vuelva a ocurrir.- dio una palmada en la espalda de Shuichi dando el tema por zanjado. –volvamos al trabajo! No hay tiempo para tonterías jajajajajajajaja-

-Estas ya mas tranquilo?- le susurró Hiro al oído, recibiendo un asentimiento y una sonrisa de agradecimiento por parte de Shuichi. –me alegro de haber servido de ayuda.- le golpeó el hombro un par de veces con una sonrisa satisfecha.

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El espléndido sol con el que había amanecido el día, había acabado convirtiéndose en una tormenta primaveral al llegar la tarde.

Después de andar un rato bajo al lluvia, Tatsuha y Ryuichi habían ido a parar al apartamento del ultimo, ya que les pillaba de camino y a pesar de haber estado andando bajo la lluvia, esta se había intensificado bastante, haciendo incomodo el estar en la calle.

-Ha sido divertido andar bajo la lluvia na no da.-

-Si, y ya veras lo divertido que será el resfriado.- comentó el menor de los Uesugi observándose empapado de arriba a abajo.

-Jeje, si te resfrías Kumagoro te cuidará.- con una sonrisa inocente le mostró al conejito.

-Entonces no me importa resfriarme.- entre risas, ambos se adentraron en el apartamento, dejando a su paso un rastro de agua y algo de fango en el suelo.

Tatsuha se detuvo en el mismo momento en que lo hizo Ryuichi, observando la expresión algo desconcertada del cantante.

-Ocurre algo?-

-Jeje, quieres comer ahora helado no da?- le mostró la bolsa que llevaba, la cual contenía helados de varios sabores. –mi cocina esta desarmada y no los puedo guardar en la nevera na no da.- Ante la mirada inocente de los ojos azules, Tatsuha esbozó una ligera sonrisa algo perversa. Una idea había pasado por su mente...

-Esta bien, nos comeremos el helado ahora!-


Continuara...

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