jueves, 3 de septiembre de 2009

DULCES Y SORPRESAS Ch.22

Dulces y sorpresas.

Cap. 22

By Saiyi-chan



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Tras un buen almuerzo en una hamburguesería, cuya invitación corrió a cuenta del manager de BL, todos se dirigieron al apartamento de Eiri, dispuestos a llevar a cavo su plan.

Hacia rato que se hallaban fuera del edificio, escondidos tras una esquina de la calle por la cual no solía transitar demasiada gente, y la poca que se disponía a hacerlo, desistía de ello al ver la sospechosa actitud de los allí presentes.

-K-san, esto es necesario?- preguntó Hiro señalándose las dos marcas negras que manchaban sus mejillas, al igual que el pañuelo con estampado militar que llevaba en la cabeza, al igual que el resto de los presentes.

Entre discusiones, preguntas tontas y demás, habían tardado un buen rato en “arreglarse” para la ocasión, tomando como “camerino” los aseos de la hamburguesería, en los cuales, sin importar de hombre o mujer, habían entrado aparentemente con un aspecto normal y salido con aquel atuendo que mas que intimidar ocasionaba risa.

-Yes, es importante entrar en situación.- sonrió satisfecho al ver a los dos cantantes jugando en mitad de la calle como si lucharan en bandos distintos, claro que las armas que les había prestado no eran de verdad...

Por su parte, Sakano miraba de un lado a otro, sosteniendo nervioso entre sus manos un revolver que K le había entregado para que vigilara el lugar, el cual no era precisamente de juguete. Suguru permanecía sentado en el suelo, dejándose caer sobre la pared del edificio, bajando la cabeza con aire resignado ante la situación, mostrando en sus mejillas un leve tono rojizo ante la vergüenza hacia la situación en la que se encontraban.

-Ok, se acabo el juego, esto es una misión importante.- con voz imponente y con sus gafas de sol cubriendo sus ojos azules, las cuales haciendo juego con las marcas negras en su cara y el pañuelo en su cabeza, tomó a ambos cantantes de la camiseta, llevándolos a donde estaba el resto.

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-Donde se habrá metido?- Tatsuha recorría las estancias de NG en busca de su ídolo, el cual no hallaba en ningún sitio. –lo he buscado por todas partes y mi Ryuichi no aparece.- suspiró pesadamente, caminando de forma algo cansada, casi arrastrando sus pies por el suelo.

Había preguntado a cuanta persona se le había puesto por delante, pero ninguna supo decirle con exactitud donde se encontraba el cantante de NG. Unas le decían que lo habían visto corretear con Kumagoro sobre la cabeza en dirección al estudio de grabación donde se encontraba BL, otros le dijeron que seguramente estaría dibujando en la primera sala que encontrara, pero ninguno le había dado una respuesta certera.

-Te encontrare Ryuichi! Juro que te encontrare!- cansado pero sin darse por vencido, recorrió otro de los pasillos, pasando esta vez delante de una puerta la cual estaba semi abierta.

En el interior de aquella sala, un hombre rubio y de ojos verdes observó como una figura pasaba frente a la puerta de su oficina.

-Uhm? Ese es...- con decisión se levantó de aquella cómoda silla, acercándose a la puerta.

La abrió del todo, distinguiendo ya algo retirado a Tatsuha, quien con una mano sobre su nuca miraba de una lado a otro.

-Tatsuha-kun?- elevó la voz tratando de llamar la atención del otro.

El menor de los Uesugi al oír su nombre se giró, esperando que fuera Ryuichi quien lo llamaba. Pero para su desilusión, encontró a Tohma con su habitual sonrisa.

-Vaya, si que eres tu.- Tohma se acercó al mas joven. –nos volvemos a encontrar. Que haces aquí?-

-Pues... estaba buscando a Sakuma-san, se supone que debería estar aquí...-

-Ahora que lo dices... no lo he visto en toda la mañana.- con un gesto algo pensativo desvió la mirada al techo. –aunque... tuve que salir antes.- concluyó con una nueva sonrisa.

-Esta bien seguiré buscándolo...- resignado se encogió de hombros. Al parecer aquello seria mas difícil de lo que parecía.

-Tatsuha-kun, tienes un momento?-. ante la pregunta, Tatsuha asintió, tratando de disimular una mueca de desgana ante aquellas palabras, lo que quería era encontrar a Ryuichi cuanto antes. –bien, quiero hacerte una pregunta... quieres tomar algo?- sonrió amablemente.

-Bueno.. la verdad es que aun no he almorzado jeje.- rió algo nervioso al oír aquel sonido procedente de su estomago.

-Pues es bastante tarde para no haber almorzado aun.- con un gesto pensativo se llevo una mano hasta su barbilla. –en ese caso, vamos a la cafetería, te invito a que comas algo.-

-Jeje, si...-

Ambos se dirigieron hacia la cafetería del edifico, tomando asiento uno frente al otro en una de las mesas al fondo del local.

–Bien, no te robare mucho tiempo, tengo cosas que hacer.-

-Menos mal...- murmuró Tatsuha entre dientes, pero ya que el almuerzo le saldría gratis, se aprovecharía de la invitación.

-Como dices?-

-No, nada nada jajajajaja.- con nerviosismo negó con las manos, quedándose mas tranquilo al observa nuevamente aquella sonrisa en el rostro del rubio.

El camarero se acercó a su mesa, anotando en su libreta la petición de ambos, para seguidamente alejarse dejándolos nuevamente solos.

-Esta bien... Tatsuha-kun.- el aludido prestó atención a aquel rostro que se había tornado algo serio. -Que ha ocurrido con Eiri-san?- preguntó sin dar mas rodeos.

-Con mi hermano?-

-Si, esta mañana lo vi muy enfadado.-

-Ah! eso! Jajajajaja. No ha sido nada, un malentendido, solo eso jeje.- se rió quitándole importancia al asunto. -Es que mi hermano cree que Shuichi le ha puesto los cuernos...- ante las palabras del mas joven, Tohma mostró una expresión de sorpresa, atendiendo mas insistentemente a lo que su cuñado tenia que decirle. -...pero no es así. Mi hermano se toma las cosas muy enserio, y después no quiere escuchar a nadie.- con un claro gesto de molestia se cruzó de brazos a la vez que asentía con la cabeza.

-Ya veo...- Tohma guardó silencio cuando el camarero puso sobre la mesa el pedido de ambos, prosiguiendo a hablar cuando este se alejó. -así que se trata de eso...- murmuró para si mismo, adoptando seguidamente una expresión calmada al igual que una sutil sonrisa. –oye...- Tatsuha respondió con una mirada algo temerosa, mejor seria que no le preguntara algo mas sobre el asunto o seria Tohma quien acabaría matándolo por ser él el causante del problema. -...por que no llamas a Ryuichi a su móvil?- le propuso el rubio con una amplia sonrisa. –seguro que así lo encuentras.-

-Eh? Tienes razón! Por que no caería antes?- con una risita tonta negó con la cabeza varias veces, procediendo a sacar su móvil. -Ahora mismo lo llamo.- metió la mano en el bolsillo de su pantalón, buscando el movil en el. –no puede ser!- alarmado se levantó frente la mirada interesada de Tohma. –no lo tengo! Me lo he dejado en casa de Hiro! Aaarrrrggggg ahora tendré que ir a buscarlo!- suspiró resignado, consiguiendo que el presidente adoptara una sonrisa nerviosa.

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-Tengo que llevar esto na no da?- preguntó Ryuichi mirándose el pequeño micrófono que K le había colocado en la camiseta.

-Yes.-

-Para que tiene que llevar un micrófono?- Shuichi le dedico una mirada interesada a la vez que señalaba el aparatito.

-Por que así estaré informado de todo lo que ocurra en cada momento, además, será muy útil para saber cuando tenemos que intervenir jajajajajaja!.- el manager soltó una sonora carcajada, a la vez que con mimo, acariciaba su querida mágnum.

-No intentes pegarle un tiro a mi Yuki por que te como!.- dando un salto consiguió engancharse con los dientes al brazo del manager, donde se quedo colgando de forma graciosa.

-Ok, vayamos en busca de Eiri-kun!- gritó K elevando su brazo, llevándose de paso colgado al cantante, quien a pesar de todo el movimiento, siguió allí enganchado.

-Dudo que esto salga bien.- Hiro suspiró resignado, indicándole seguidamente a Sakano y Suguru que lo siguieran, quienes muy a su pesar, se adentraron en el edificio junto al resto.

Una vez en el interior del edificio, K dedicó una mirada examinante a ambos lados, comprobando como no había nadie en aquel momento. Con un gesto de cabeza, les indicó a los demás que entraran al ascensor.

Así lo hicieron, todos menos Shuichi quien seguía colgado del brazo de su manager, cosa que K solucionó en un momento cuando sacudiendo el brazo de forma algo brusca, logró desprenderse del cantante de cabellos rosados, quien quedó sentado al fondo del ascensor con una mirada dolida en su rostro.

Una vez dentro, K procedió a sacar un aparato de proporciones no muy grandes, pero lo suficiente como para que hiciera mas bulto en el interior de aquel ascensor que ya estaba hasta el limite de su capacidad.

-Que es eso na no da?- preguntó Ryuichi de forma inocente, señalando el aparato con un dedo.

-Esto es para escuchar todo lo que habléis.- explicó el rubio bajo la mirada curiosa de todos. -O de que serviría un micrófono si no tenemos nada para oírlo?-

-Será muy divertido, verdad Kumagoro?- el conejito asintió en respuesta.

-Well, subamos hasta el piso de mister Yuki.- con una sonrisa en su rostro, K presiono el botón que los llevaría hasta la planta del escritor.

-Y si no sale bien? Y si Yuki se enfada aun mas conmigo?- Shuichi comenzó a dar vueltas por el espacio libre que quedaba en el ascensor, asustado ante la idea de que su amante no quisiera volver a verlo nunca mas.

-Tranquilo Shuichi, no creo que las cosas se pongan peor.- con una sonrisa irónica, Hiro trató de tranquilizar a su amigo, quien lo miro de forma algo amenazante.

La expresión del cantante de BL comenzó a tornarse a una mas suave, acabando esta por convertirse en una expresión asustadiza, manteniendo unos enormes ojitos llorosos y dibujando varios pucheros en su rostro.

-Hiro! Buaaaaaaaaaaaaaaaaaa estoy asustado!- sin poder contener el llanto, Shuichi se lanzó sobre su amigo, tirandolo de paso al suelo.

-Tenemos que solucionar esto ya mismo.- comentó Hiro dedicando una mirada suplicante al resto, quienes asintieron ante el peligro que corría el guitarrista.

Una vez que llegaron al piso solicitado, la puerta del ascensor se abrió, mostrando ante esta el pasillo que daba al apartamento del escritor.

-Todo depende de ti Ryuichi.- comentó K mientras le daba a un botoncito para encender el micrófono. –así que hazlo bien.- con una mirada firme poso ambas manos en los hombros del cantante, quien asintió efusivamente en respuesta.

El cantante de NG se encamino a salir del ascensor bajo varias ovaciones y aplausos por parte de los presentes, de los cuales tan solo K y Shuichi mostraban verdadero animo, deteniéndose seguidamente justamente en la puerta del mismo para girarse a los que estaban allí dentro, quienes dejaron de animar ante la mirada de desconcierto en los ojos azules del cantante.

-Eto... que tengo que decir no da?- ante aquella pregunta, pareció detenerse el tiempo, al igual que un silencio descomunal envolvió el lugar durante varios segundos.

-Aaarrrrrrrgggggggggg! Esto no va a salir bien! El presidente se enterara de todo y me despedirá!- gritó Sakano apuntándose a si mismo con el arma que K la había prestado, haciendo de paso llorar a Shuichi de forma escandalosa ante aquellas palabras tan negativas.

-Sakano-san no lo hagas! Aun eres muy joven! Nos iremos juntos a buscar trabajo con un grupo mas responsable!- Suguru trató de quitarle el arma, consiguiendo tan solo que esta se disparara hacia el techo del ascensor, asustando a todos con aquel estruendoso sonido.

Ante la escandalera en el interior del ascensor, y bajo el riesgo de quedar ahogados por el llanto del cantante, K dio un paso al frente, aplaudiendo un par de veces la ocurrencia de Ryuichi.

-Muy bueno Ryuichi, ha sido un buen chiste.- se acercó hasta el cantante, acercando su rostro al de este para hablarle seriamente. - di lo que se te ocurra, pero convencelo de que Shuichi es inocente.- Ryuichi pestañeó ante la información de lo que tenia que hacer para después asentir con una sonrisa.

El cantante de NG dedicó una mirada a Shuichi, quien seguía de rodillas en el suelo restregándose aquellos grandes ojitos violetas con ambas manos, mostrando una imagen completamente infantil.

-Eh Shuichi, no te preocupes no da.- el aludido levanto la cabeza, observando una mirada confiada en el rostro de Ryuichi. –Kumagoro lo arreglara todo, así que confía en él.- concluyo con una sonrisa tranquilizadora, recibiendo como respuesta un asentimiento por parte del otro cantante.


Ryuichi abandonó el ascensor, cerrándose la puerta de este tras su salida, dejando al resto en el interior del mismo. Recorrió el pasillo hasta llegar frente a la puerta del apartamento de Eiri, donde se detuvo dispuesto a tocar el timbre.

Con Kumagoro sobre la cabeza, elevó una mano para apretar el botoncito con un dedo, cuando otro sonido se dejó oír en el lugar.

-Que es eso?- preguntó Hiro cuando en el interior del ascensor y a través de aquel aparato se oyó una música algo extraña.

-Es el móvil de Sakuma-san.- afirmó Shuichi al reconocer aquella musiquita.

-No puede sonarle el móvil en otro momento?-

-Silent! No escucho.- ante la orden de su manager, ambos amigos se encogieron de hombros para seguidamente guardar silencio.

///-Uy? Pero si no le he dado al timbre no da.- sus ojos azules dedicaron una mirada extrañada al timbre, observando como su dedo estaba unos centímetros retirado de este, mientras aquella música insistía.///

-Coge el móvil de una vez.- murmuró K entre dientes preparando su mágnum.

///-Oh! Pero es mi móvil! Por que no me lo habías dicho Kumagoro?.- con un gesto algo enfadado regañó al conejito para después sacar el móvil del bolsillo de su pantalón. –oh! Pero si es Tatsu-chan.-///

-Ya me extrañaba que no hubiera dado señales de vida...- murmuró Hiro con una sonrisita irónica al oír mencionar el nombre del menor de los Uesugi.

-Si... y seguro que cuando hablo con Yuki lo enfado aun mas.- Shuichi se cruzo de brazos con un gesto malhumorado.

Una mirada amenazante por parte del rubio americano les obligo a guardar silencio, tal y como hacían Sakano y Suguru; uno completamente asustado por lo ocurrió anteriormente con el arma y el otro por tratar de involucrarse lo menos posible en aquello.

///–Tatsu-chan! Donde estas na no da?.................... en casa de Hiro? Y que haces allí?................. buscándome? Pero yo no estoy allí no da.................... ah! que se te había olvidado el móvil y no podías llamarme na no da ..................... estoy en casa de Yuki-chan, estamos haciendo un flan........................ uhm, tu también puedes comer flan cuando acabemos. Bye bye na no da!- tras despedirse del menor de los Uesugi, Ryuichi colgó el teléfono para esta vez pulsar el timbre. ///

-Uhm... al parecer Tatsuha-kun viene para aca.- informó K llevándose una mano tras la nuca.

Shuichi fue a decir algo cuando noto como el ascensor se movía, desistiendo de hacerlo para prestar atención a aquel movimiento.

-Parece que alguien ha llamado al ascensor desde la planta baja.- comentó Hiro señalando el panel de los botones, hallando encendido uno de ellos.

-Nos verán aquí! Pensaran que estamos todos locos!- Sakano se llevo las manos a la cabeza, para seguidamente tratar de ocultar aquel arma.

-Y no lo estamos?- Suguru suspiro con resignación.

-Ok, nada ni nadie puede influir en nuestros planes, y si alguien quiere usar el ascensor que lo haga, y si no, que suba por las escaleras ajajajajaja.-

-Si consigo volver con Yuki, tendremos que mudarnos de edificio.- Ante aquel ultimo comentario por parte del cantante de BL, el ascensor se detuvo en la planta baja del edificio.

Las puertas se abrieron para dejar paso a dos mujeres; concretamente las señoras con las que Shuichi se había cruzado mas de una vez...

La interesante conversación que mantenían ambas mujeres, curiosamente el ultimo cotilleo de los programas del corazón, se vio forzosamente cortado ante la inusual imagen de un grupo de hombres muy pegaditos entre si a un extraño aparato donde parecía oírse una especie de monologo. Añadiendo a esa imagen el que dichos hombres llevaban marcas negras pintadas en la cara y pañuelos militares en la cabeza, sin descontar la presencia de armas de fuego.

Ante la presencia de sus dos “amigas”, Shuichi esbozó una sonrisita nerviosa, saludando a la vez con una mano para enseguida esconderse detrás de Hiro, quien fue el que esta vez mostró al sonrisita ante las señoras.

La puerta del ascensor se cerró de inmediato, dejando fuera de este a ambas señoras, quienes no habían podido hacer mas que quedarse con el rostro pálido y la boca medio abierta.

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-Será que Yuki-chan no esta en casa no da?- le pregunto a Kumagoro cuando pulso el timbre por segunda vez.

En el interior del apartamento, Eiri acababa de vestirse frente al espejo. Había escogido una camisa de seda en tono verde oscuro, haciendo juego con un traje algo informal pero no por ello menos elegante en un tono negro.

Se acomodó el cabello humedecido dejándolo caer sobre la frente de forma natural, dedicando una ultima mirada algo despreocupada a su aspecto cuando escucho sonar el timbre de su puerta.

-Ya me parecía a mi que antes habían llamado.- se dijo a si mismo a la vez que esbozaba una sonrisita algo irónica ante la situación. –Seguchi nunca se retrasa.- sin darse demasiada prisa caminó hasta el recibidor, procediendo a abrir la puerta.

-Yuki-chan! Por que has tardado tanto en abrir na no da?- el rostro molesto a Ryuichi fue lo primero que vio el escritor ante sus ojos, seguido del movimiento que el cantante le daba a Kumagoro agitándolo en el aire.

Al ver al cantante de NG con aquella extraña pintura en su cara al igual que con el pañuelo con motivos militares en la cabeza y antes de querer oír algo mas procedente de aquel cantante, Eiri cerró la puerta dejando a Ryuichi fuera, o esa había creído hasta que al darse la vuelta lo hallo frente a si.

-Como demonios has entrado?- sorprendido giró el rostro hacia la puerta, asegurándose de que efectivamente la había cerrado.

-Jeje, Kumagoro es muy rápido na no da.-

/////-Ya ha entrado.- corroboró K ante los demás, quienes aplaudieron ante tal proeza.////

Eiri caminó cansado hacia el balcón, dejándose caer en la barandilla de este para encender un cigarrillo.

-No vas a saludar a Kumagoro?-

-Para que has venido?- preguntó secamente. –espera, no me lo digas, tu también vienes a decirme que Shuichi no hizo nada verdad?.-

-Eh? Hacer? El que na no da?- pregunto algo confundido. –yo solo venia a visitarte.- esta vez su rostro mostró una sonrisa inocente ante el escritor a la vez que movía la patita de Kumagoro a modo de saludo.

////-Pero que haces! Sakuma-san! Tienes que convencerlo!- gritó Shuichi alterado sobre el aparato, como si de esa forma Ryuichi fuera a oírlo.

-Y ahora otra vez el ascensor.- Hiro señaló nuevamente al panel de botones cuando el ascensor comenzó a moverse de nuevo.////

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-Como tarda esto, seria mejor ir por las escaleras.- decidido, Tatsuha se acercó a las escaleras dispuesto a subir por ellas cuando se abrió la puerta del ascensor. –jeje, mejor por el ascensor.- corrió hasta el ascensor, pero al observar lo que había en su interior se detuvo en seco. -Que hacéis todos aquí?- tras dedicar una mirada a los allí presentes, adoptó una tonta expresión a la vez que señalaba el interior. –donde esta Ryuichi?- pregunto tras no hallar al cantante de NG pro ningún sitio

-Entra.- le indico K con un gesto de cabeza, sosteniendo a su vez la mágnum.

Ante la clara visión de aquel arma que amenazaba con con dispararle, Tatsuha tan solo opto por cerrar a boca y entrar al interior del ascensor.

-Oye de que va todo esto?- le preguntó muy bajito a Shuichi colocándose a su lado.

-No te hablo recuerdas?- protesto el cantante a la vez que se cruzaba de brazos y lo mirada de reojo.

-Aun estas enfadado? Eres peor que mi hermano.- con un gesto indiferente se encogió de hombros, sentándose a continuación en el suelo, apoyando su espalda contra una de las paredes del ascensor. –por cierto... como supusimos ayer, mi hermano piensa que le pusiste los cuernos, por si te interesaba saberlo.-

-Eso ya lo se! Hable con el esta mañana pero no me creyó! Y seguro que tu has empeorado las cosas!- el cantante encaró a su cuñado, elevando de forma amenazante el puño a la altura de su cara, mostrando una expresión bastante intimidante.

-Ey, de nada, a sido un placer intentar ayudarte.- respondió el menor los Uesugi con evidente sarcasmo.

Ante aquellas palabras, la expresión de Shuichi comenzó a contraerse en varias muecas las cuales pretendían acabar en llanto. Pero antes de que el cantante comenzara a entonar otro de sus habituales llantos, K le cubrió la boca, provocando tan solo que un par de lagrimas quedaran colgando de los ojitos violetas.

-Estamos en mitad de una importante operación, si no guardáis silencio os la tendréis que ver con ella.- con una sonrisa amenazante elevó la mágnum, ofreciéndole seguidamente un beso al frió metal del arma. –entendido?- Tatsuha asintió en respuesta. –y tu, o dejas de armar escándalo o te vas fuera.- le advirtió al cantante de BL, quien tan solo asintió de forma inocente llevándose un dedito a su boca ya liberada. –ok, ahora atentos a lo que ocurre ahí dentro.- finalizó con una sonrisa divertida.

Ante la cruel advertencia de su manager y dispuesto a tratar de rotarse en condiciones, Shuichi se acurruco contra Hiro, quien sonrió con algo de nerviosismo ante la actitud exageradamente infantil de su amigo.

Cuando todo pareció estar mas tranquilo, la puerta del ascensor se abrió de nuevo, dejando entrar esta vez a un hombre de unos cincuenta años, quien leía distraídamente un periódico a la vez que llevaba un perro bastante intimidante, al cual traía de dar un paseo.

Los allí presentes tragaron saliva con dificultad ante la presencia de aquel ejemplar de pastor alemán. Todos excepto K, quien estaba atento a lo que ocurría en el interior del apartamento del escritor.

El ascensor llegó a la planta solicitada, abriendo sus puertas para que el hombre con su perro salieran de allí. Respiraron aliviados, al contrario que aquel señor que no había notado la presencia de alguien mas, el perro se había quedado mirando fijamente y dedicando varios gruñidos a los allí presentes, en concreto a Sakano, quien se mantuvo en un rincón del ascensor, completamente firme aunque tembloroso, sujetando con fuerza el arma, sin atreverse siquiera a respirar por si aquel ejemplar le saltaba encima.

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Eiri se apartó el pelo de la cara con algo de nerviosismo. Por primera vez deseaba que Tohma llegara cuanto antes, al menos así podría quitarse al cantante de encima.

Ryuichi tomó un sorbo del refresco que el escritor le había servido, claro que no había sido por iniciativa del propio Eiri... si no mas bien por exigencia y amenaza de pataleta por parte del cantante.

-Kumagoro quería verte na no da- comentó de forma distraída, a la vez que jugaba a hacer burbujitas con la pajita que tenia su refresco. –tu no lo extrañas?-

////-Esa es la voz de mi Ryuichi!- gritó Tatsuha señalando al aparato cuando a través de este escuchó la voz de su ídolo.
-Ryuichi esta en una misión importante.- fue la única explicación de K le ofreció, sin dejar en ningún momento de prestar atención a la conversación.

-Pero... que se supone que tiene que...-

-Calla y escucha.- le contestó el manager antes de que el menor de los Uesugi pudiera decir algo mas.////

Ante aquella pregunta por parte del cantante de NG, Eiri suspiró cansado, dejando que su mirada se perdiera en el humo que escapaba de sus propios labios con cada calada que le daba al cigarro.

-Ya me ha visto, ahora largaos de aquí, tengo que salir.- el escritor dio por finalizada la conversación, cortándola con un tono frió, ignorando igualmente la pregunta de Ryuichi.

Apagó el cigarro a medio acabar en el cenicero, levantándose del sofá algo impaciente por la llegada de Tohma. Ryuichi le siguió en su acción, levantándose el también del suelo, dejando esta vez a Kumagoro en el mismo.

-Eto... por que te has enfadado con Shu-chan?- preguntó inocentemente, recibiendo una mirada algo sorprendida por parte del rubio, quien sonrió irónicamente. –el es bueno, te quiere mucho no da.-

-No tengo nada que hablar al respecto.- sus ojos dorados se clavaron fríamente, casi desafiantes en los azules del cantante, los cuales mostraron una expresión intimidante ante aquella mirada por parte del escritor.

-Te equivocas.- manteniendo su mirada clavada en Eiri, se llevó una mano al pecho, llegando a tocar el micrófono enganchado en su camiseta, pulsando el pequeño botón hasta haberlo apagado.

////-No! Pero que haces?- gritó el manager alarmado, llevándose las manos a la cabeza. -Por que apagas el micrófono!- aquellas palabras llamaron la atención de los demás, consiguiendo que estos lo mirasen algo alterados.

-Como que lo ha apagado?- Shuichi se acercó de inmediato al manager, dedicándole una mirada de preocupación. -Y ahora que hacemos?- preguntó bajo un evidente estado de nerviosismo.

-Uhm... solo podemos esperar a que todo salga bien.- K se encogió de hombros, suspirando de forma resignada a su vez.

-Esto no puede ser verdad.- murmuró Shuichi a la vez que retrocediera un par de pasos y negaba con la cabeza en un gesto dramático ante la situación.

-Tranquilo Shuichi, estamos contigo.- Hiro calmó a su amigo colocando una mano sobre su hombro en un gesto cariñoso. –verdad?- ante la pregunta del guitarrista, tanto Sakano como Suguru asintieron.

-Eh cuñadito, yo también te apoyo.- intervino Tatsuha, recibiendo esta vez una mirada calmada por parte del cantante.

–Confiemos en Ryuichi.- finalizó al manager asintiendo con la cabeza. -*oh well, sabia que actuarías de esta forma, justo como había pensado.*- bajo aquel pensamiento dibujó una sonrisa satisfecha en su rostro. ////

-Vaya, ya me extrañaba que no hubieras mostrado tu “faceta adulta” para tratar de defender a Shuichi. Ahora haces tu el papel de Hiroshi?- le preguntó sarcásticamente, obteniendo una risita divertida por parte del cantante.

-Hiro ya esta bastante ocupado teniendo que consolar a Shuichi.-

-Apuesto a que preferirías consolarlo tu.- ante aquellas palabras y el tono burlón del rubio, Ryuichi lo miró con evidente molestia, tornado enseguida su expresión a una sonrisa confiada.

-Eso no viene ahora mismo al caso.-

-Tu sacaste el tema.- Eiri se encogió de hombros de forma despreocupada, dándole a aquello la mínima importancia.

-Por que lo haces?- la mirada de Ryuichi se tornó demandante sobre el rubio, exigiendo una respuesta a su pregunta.

-Por que hago el que?- preguntó llevándose una mano a la frente, cansado ya de aquel interrogatorio.

-El tratar a Shuichi de ese modo.-

-Y según tu, de que modo lo trato?- preguntó en un tono divertido.

A decir verdad aquello le resultaba bastante irónico al igual que tonto. Al parecer todos se habían puesto desacuerdo para fastidiarle el día. Quien mas quedaría por ir a molestarle.?

-No intentes burlarte de mi, sabes bien de que te hablo.- Ryuichi dejó ver en su rostro una expresión de desagrado, pero aun así mantuvo el control ante las preguntas esquivas del rubio. –he visto que en ocasiones te muestras amable con Shuichi, incluso cariñoso. Pero aun así, la mayoría del tiempo lo tratas como si no te importara en absoluto.-

-No se te ha ocurrido pensar que eso es parte de mi carácter?-

-Y tiene Shuichi que pagar por ello?- ante aquella pregunta, Eiri se sintió incomodo, vencido por el cantante en cierto modo.

Esbozó una sonrisa irónica ante la situación, una sonrisa que consiguió molestar aun mas al cantante de NG con aquélla indiferencia.

-Je, ya veo que los días que has estado aquí te han servido para examinar a fondo mi comportamiento con Shuichi.-

-Jajajajajaja- tras aquella risa producida por las palabras del escritor, Ryuichi aplaudió de forma pausada.. –muy inteligente por tu parte.- comentó de forma divertida, consiguiendo arrancar del rubio una mirada amenazante.

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-Que estará ocurriendo allí dentro?- comentó Tatsuha asomándose a la puerta del ascensor cuando esta se abrió para dejar salir a una ancianita con varios paquetes de pasteles. -Sakuma-san tarda demasiado.-

-No te preocupes, Shuichi le ha guardado algunos dulces verdad Shuichi?- ante el comentario del guitarrista, el cantante de BL le dedicó una mirada distraída, mostrando una expresión infantil donde resaltaban varias manchas de chocolate alrededor de la boca.

Aquella amable ancianita quien venia a visitar a su nieta, les había regalado un par de paquetes de dulces, ya que les había resultado simpáticos al igual que divertidos aquellos jovencitos encerrados en el ascensor jugando a espías.

-No me preocupa que se quede sin dulces, yo le compro los que quiera! Lo que me preocupa es que mi hermano lo haya secuestrado, o peor aun! Si lo amenaza con descoser a Kumagoro? Seria horrible! Sakuma-san se quedaría fatal! Aunque...-

(Imaginación de tatsuha...
-Oh no! No mates a Kumagoro na no da!- suplico el cantante con lagrimas en los
ojos.
-Jajajajajajaj! Acabare con el!- y Eiri acabo descosiendo al conejito...
Minutos mas tarde aun en la imaginación de Tatsuha...
-Buaaaaaaaaaa! Yuki-chan ha matado a Kumagoro! Buaaaaaaaaaa!- Ryuichi
lloraba desconsoladamente sobre el regazo de tatsuha.
-No llores Ryu-chan, Tatsu-chan te cuidara.- con cariño paso la mano por el cabello
del cantante.
-De verdad?- Tatsuha asintió con aire heroico. –Ya no necesito a Kumagoro
si te tengo a ti...-
fin de la imaginación de Tatsuha.)

-Jijijijijijijiji...- ante aquel pensamiento, Tatsuha comenzó a reír de forma un tanto cínica.

-Que es lo que le pasa?- preguntó Suguru asustado frente a la actitud enloquecida del menor de los Uesugi, quien ya estaba tendido en el suelo girando de un lado a otro.

-Ignóralo.- Hiro esbozó una sonrisa algo forzada.

-Atención todos!- anuncio K poniéndose de pie en el centro del ascensor. –esperaremos cinco minutos, si Ryuichi aun no... oh! Uno de fresa.!- con una sonrisa, tomó de forma descarada uno de los dulces que Shuichi tenia en el paquetito donde había guardado los de Ryuichi.

-Oye! Ese lo había guardado para mi Yuki!- protestó adoptando un gesto caprichoso, a la vez que agitaba los bracitos enérgicamente.

-Ejem... como iba diciendo...- ignorando al cantante quien comenzó a llorar nuevamente, K decidió seguir hablando tras comerse aquel dulce y lamerse los dedos.

-Ya, ya, Shuichi, después iremos a comprarle mas a Yuki quieres?- ante el ofrecimiento de su amigo, el cantante asintió secándose las lagrimas.

-Well, si dentro de cinco minutos Ryuichi no ha salido, iré a buscarlo.- con una sonrisa prepotente, elevó el arma, dando a entender que no iría el solo en busca del cantante de NG...

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-Creo que ya hemos hablado bastante, será mejor que te marches.- manteniendo una expresión calmada, caminó unos pasos, girándose enseguida nuevamente hacia Ryuichi cuando notó como este no se había movido de allí. –o aun tienes que convencerme de que Shuichi no hizo nada con mi hermano y contigo? aparte de ese beso que le diste...- aquella pregunta fue intencionada por parte de Eiri, en cierto modo tratando de intimidar al cantante.

Ryuichi no pudo evitar sorprenderse ante el conocimiento de aquel beso por parte del escritor, dándole de esa forma una satisfacción al mismo al haber conseguido lo que pretendía con el comentario.

-No tengo que convencerte de nada.- comentó ignorando el resto de las palabras del rubio, limitándose tan solo a contestar a su pregunta. -tu sabrás lo que tienes que creer, eso depende de la confianza que le tienes a Shuichi.- respondió tranquilamente.

-Eso no es asunto tuyo.-

-Tienes razón, puede que no lo sea, pero aun así, no quiero que le hagas daño.- sus ojos azules se volvieron a centrar amenazantes sobre los dorados. -Shuichi es muy importante para mi.-

-Tanto como para sentir algo mas que amistad por él no es cierto?- sus palabras fueron mas una afirmación que una pregunta en si, consiguiendo que el cantante se sorprendiera, sorpresa que disimuló con una sonrisa confiada. –crees que no me he dado cuenta de cómo miras a Shuichi? Al igual que tu, yo también te he estado examinando estos días.- sonrió triunfante.

-Si, es cierto.- esta vez fue la seguridad que Ryuichi había mostrado en sus palabras la que había conseguido sorprender al escritor. –pero nunca he intentado algo con el, y sabes por que? Por que el te quiere. Pero puedes estar seguro que si sigue sufriendo por tu culpa, no dudare en intentar quitártelo.- sin intención de decir algo mas, tomó a Kumagoro del suelo.

-Es una amenaza?- Eiri no pudo evitar el tono irónico en sus palabras, al igual que la sonrisita divertida que se dibujo en su rostro.

Ryuichi caminó con decisión hacia la entrada del apartamento, siendo observado en todo momento por Eiri. Al llegar frente a la puerta, se giró de nuevo hacia el escritor, recibiendo por parte de este una mirada algo prepotente.

-No es una amenaza pero si una advertencia.- fue a abrir la puerta, pero el sonido de varios disparos en el exterior del apartamento le hizo desistir de hacerlo.

Eiri abrió los ojos con sorpresa al caer en la cuenta de quien podía ser el loco que estaba pegando tiros en un edificio donde vivían personas. Enseguida sus sospechas fueron resueltas.

Ryuichi acabó por abrir la puerta, dejando ante ambos la visión de K con arma en mano corriendo hacia ellos. El rubio americano acabó por entrar en el apartamento dando una especie de voltereta, para acabar en una posición perfectamente estudiada.

A través de sus gafas oscuras miro de un lado a otro, hallando al escritor con expresión malhumorada, a la vez que apretaba los puños con fuerza.

-Todo bien Ryuichi?- preguntó esta vez mirando al cantante de NG que abrazaba a Kumagoro, mostrando de nuevo una expresión infantil, en la cual resaltaba una calmada sonrisa. -Ok, larguémonos de aquí.- mostró una sonrisa al escritor para después decirle adiós con la mano.

Tomó a Ryuichi bajo un brazo, dispuesto a salir del apartamento, pero su intento se vio frustrado cuando al presidente de NG apareció frente a ellos.

-Que ocurre aquí?- preguntó Tohma con total desconcierto.

-Nada, marchémonos de una vez, tengo hambre.- puntualizo Eiri a la vez que salía del apartamento, empujando “accidentalmente” y de paso al manager de BL.

Una vez con todos fuera, el escritor cerró la puerta con llaves, dándose media vuelta en dirección al ascensor donde pulso el botón.

-No creo que deba entrar allí.- advirtió K llevándose aun mano tras la nuca a la vez notaba como Ryuichi comenzaba a balancearse como si su brazo fuera un columpio.

-Ocurre algo con el ascensor? He tenido que subir por las escaleras.- preguntó Tohma con expresión algo seria, no le había hecho mucha gracia el haber estado llamando al ascensor durante un rato y que este no bajara...

-Pues...- K miró a Eiri quien parecía estar pensándose si entrar en el ascensor o no cuando la puerta se abrió.

Eiri se quedo paralizado cuando al abrirse la puerta, encontró en el interior a Shuichi y compañía con aquel extraño atuendo, mas un extraño artilugio y varios papeles de dulces por el suelo.

-Yuki!- gritó el cantante algo avergonzado al saberse descubierto por su amante, procediendo seguidamente a reír de forma tontorrona y saludarlo con una mano.

-Ocurre algo Eiri-san?- Tohma se acercó al escritor, encontrando lo mismo que este había encontrado segundos antes.

Sin decir nada, Eiri se dio media vuelta, dirigiéndose a las escaleras mientras murmuraba algo entre dientes.

-Yuki espera un momento puedo explicártelo!- Shuichi salió del ascensor, corriendo tras el escritor escalera abajo.

Tohma por su parte, dedico una mirada al resto, quienes sonrieron nerviosos, todos excepto Sakano, quien tras darse intencionadamente un golpe en la cabeza con la pared del ascensor, cayó al suelo en redondo.

Sin decir nada, el presidente se giró hacia el manager, quien ya había soltado a Ryuichi en el suelo.

-Mañana os quiero a todos en mi despacho para que me expliquéis por que razón no estáis trabajando.- puntualizó para seguidamente bajar las escaleras en busca de Eiri.

-Uf, creo que la hemos liado...- murmuró K obteniendo una mirada confundida por parte del cantante de NG.


Continuara...

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