jueves, 3 de septiembre de 2009

DULCES Y SORPRESAS Ch.24

Dulces y sorpresas.

Cap. 24

By Saiyi-chan

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-Espero que haya quedado todo claro.- ante las ultimas palabras del presidente de NG, los allí presentes asintieron en respuesta.

Aquella “reunión” había durado algo mas de una hora, durante la cual, Shuichi había bostezado mas de una vez irremediablemente, sin siquiera hacer el intento de disimularlo pese a los constantes codazos por parte de Hiro y las insistentes miradas de Tohma sobre él. Sakano se había disculpado mas de cien veces ante el presidente con continuas reverencias, consiguiendo que este se limitara a mostrar una sonrisa forzada ante aquella constante actuación por parte del productor.

Ryuichi había permanecido prácticamente ajeno a todo después de que Tohma lo hiciera llorar tras quitarle los lápices de colores para que no hiciera una de sus “obras de arte” en su propio despacho. Despues de aquello, el cantante fue consolado en los brazos protectores de su fiel Tatsuha, accediendo a jugar con Kumagoro y el menor de los Uesugi cada vez que Tohma se daba vuelta, para volver a adoptar una actitud inocente frente al de ojos verdes cuando este se giraba a mirarlos de nuevo.

El presidente les había dado una buena charla sobre comportamiento y asistencia al trabajo, al igual que lo hizo sobre el peligro de inmiscuirse en los asuntos ajenos, como el mezclar el trabajo con los asuntos personales.

Al finalizar la reunión, se disponían a abandonar el despacho de Tohma, no sin antes, dedicarle una nueva disculpa por parte del productor de BL.

-Ryuichi-san.- el aludido se giró hacia el presidente, deteniéndose en la puerta al igual que lo hizo el resto. -quiero hablar contigo.- ante aquellas palabras, sus ojitos azules mostraron una mirada curiosa al presidente. –a solas.- puntualizó mirando fijamente a los demás, en concreto a Tatsuha, quien se había detenido al lado del cantante.

Ante la expresiva mirada del de ojos verdes y aquellas palabras, los componentes de BL seguidos de manager y productor, optaron por salir de allí cuanto antes.

-A ti tampoco te quieren aquí.- K tomó a Tatsuha de la camiseta para sacarlo de la sala frente a la mirada desconcertada del cantante de NG.

-Esta bien, ya me voy! Puedo yo solito gracias.- con orgullo se colocó bien la camiseta después de que el manager lo soltara, en cambio fue la mágnum de este la que pretendía ocuparse del asunto apuntando a la cabeza del mas joven. , -eh...yo me voy, te esperare en la cafetería.- agitó la mano en el aire bajo la presión del arma apuntándole, obteniendo como respuesta que Ryuichi asintiera.

En el mismo momento en que el menor de los Uesugi se dio media vuelta abandonando la entrada del despacho del presidente, la mágnum de K dejó de tomar su cabeza como el blanco perfecto, consiguiendo que el mas joven suspirara aliviado.

-Ok, iremos a recuperar el tiempo que perdimos ayer.- comentó el rubio americano con una sonrisa a la vez que daba una palmada en la espalda a Sakano, quien tuvo que sujetarse las gafas para que no cayeran al suelo.

Un poco mas adelante, cantante y guitarrista de BL mantenían una curiosa conversación...

-Shuichi, esta vez te has pasado.- ante las palabras del guitarrista, Shuichi se giró hacia el con una expresión de desconcierto.

-A que te refieres Hiro?- se detuvo en mitad del pasillo, ocasionando que Hiro chocara con él, ocurriéndole lo mismo a Suguru, quien se limito a refunfuñar y seguir hacia la sala de ensayo.

-Shuichi, avisa antes de pararte hombre.-

-No me cambies de tema! A que te referías?- preguntó esta vez algo molesto, consiguiendo que el guitarrista lo empujara un poco para hacerle andar de nuevo. –Hiro!-

-Sigue andando, K-san viene muy de cerca.- le advirtió mirando de reojo como el manager vigilaba cada movimiento de ambos chicos.

-Vale pero dímelo.-

-Pues que no has parado de bostezar! Vale que te aburrieras, pero no se, podrías disimular un poco no crees?- con una sonrisa divertida le dio un golpecito en la cabeza.

-Ite! Hiro!- lloriqueó llevándose una mano a la zona golpeada. –no lo he hecho a posta, esta noche a penas he dormido.- en un gesto algo desolado bajó la cabeza.

Ante la respuesta de su amigo, Hiro esbozó una sonrisa tranquila, revolviéndole el cabello en un gesto cariñoso al igual que consolador.

A decir verdad, había notado a Shuichi bastante inquieto aquella noche; se había movido mas de lo normal y varias veces había sentido como el cantante se levantaba de la cama para volver a acostarse al rato.

-Veras como todo acaba por arreglarse cuando menos te lo esperes.- Shuichi asintió en respuesta.

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En el despacho de Seguchi Toma...

-Cierra la puerta.- le indicó dándose media vuelta para centrar sus ojos verdes en el exterior del edificio.

Ryuichi obedeció. De forma poco cuidadosa cerró la puerta, girándose para enfocar con sus ojos azules la silueta del rubio de espaldas a él.

-De que quieres hablarme?.- preguntó tranquilamente, acercándose a la mesa del rubio para tomar asiento en el cómodo sillón del mismo.

Depositó a Kumagoro sobre la mesa, encima de varios papeles, para seguidamente dejarse caer de forma despreocupada sobre el respaldo del sillón, dejando sus piernas algo separadas e iniciando con ellas un leve movimiento del sillón giratorio de un lado a otro. Con cierto aire despreocupado, tomó de la mesa un pisapapeles plateado con las iniciales de NG, clavando sus intensos ojos azules en el objeto.

-Tiene que ver contigo cierto?- Tohma se giró hasta encarar al cantante, quien ante la pregunta desvió su mirada hasta centrarla en el rubio con un claro desinterés.

-Conmigo? El que?- preguntó con sorpresa fingida, sin dejar de mover el objeto entre sus manos.

-Sabes perfectamente de que te hablo.- sin romper el contacto visual, se inclinó un poco sobre el cantante, quitándole de las manos el pisapapeles para volver a colocarlo en su lugar. -el que Eiri-san piense que Shinduo-san le fue infiel tiene que ver contigo verdad?.-

-De veras crees que Eiri-san, piensa eso por mi culpa? En otras palabras... que Shuichi se acostó conmigo?- Tohma no dijo nada, tan solo mantuvo la mirada fija en Ryuichi, dándole a entender la evidente respuesta. –jajajajajajaja Tohma me sorprendes.- una mirada divertida se clavó en el rostro serio del presidente.

-Ryuichi-san, hace años que nos conocemos, y los dos sabemos bien que no eres precisamente un santo.- el presidente de NG se retiró del cantante para caminar unos pasos hacia el centro de la sala, donde tomó asiento en otro de los comodos sillones que la habitaban. –y también sabemos que “se te cae la baba” con ese muchacho.- comento esta vez usando un tono algo mas cómico, casi sarcástico.

-Eso ya lo se, pero Shuichi es mucho mas importante para mi que todo eso.- con un gesto despreocupado, se apartó el cabello del rostro, dejando que este cayera hacia atrás para enseguida volver a tener varios mechones sobre su frente. -En serio crees que aprovecharía la ausencia de Eiri-san para llevarme a Shuichi a la cama?- esta vez su tono de voz fue algo mas serio, al igual que la mirada que sus ojos azules dedicaron al rubio.

Ante la pregunta, Tohma volvió a guardar silencio, sosteniendo la mirada del cantante, dándole a entender nuevamente cual era su respuesta.

–En serio lo piensas?- Lo miró algo sorprendido. –vaya, me sorprendes Tohma, pensé que me conocías mejor.- una sonrisa algo irónica adornó su rostro para enseguida dar paso a un nuevo gesto de seriedad y algo de molestia hacia el rubio para seguidamente levantarse y caminar hacia Tohma.

Con una mirada algo intimidante ante la cual Tohma permaneció tranquilo, colocó ambas manos sobre los braceros del sillón que ocupaba el presidente, inclinándose hacia él para dejar ambos rostros a escasos centímetros.

-Puedes estar tranquilo, Shuichi no ha engañado a tu querido Eiri-san.- bajo la mirada de los ojos verdes, Ryuichi se retiró del presidente para caminar hacia la puerta. -ese chico quiere mas a Eiri de lo que tu piensas.- comentó dandole la espalda, abriendo a continuación la puerta para salir de allí y dar un portazo al cerrarla una vez que estuvo fuera.

Tras la salida del cantante de NG, Tohma se dejó caer sobre el respaldo del sillón, cerrando los ojos, apoyando los codos sobre los braceros para así entrelazar ambas manos.

-Quizás Shindou-san sea lo mejor para él después de todo.- murmuró adoptando una sonrisa algo irónica ante sus propias palabras.

Un suave golpeteo se escuchó en la puerta del despacho. Tohma abrió los ojos de golpe, dirigiendo su mirada a la misma.

-Puede pasar.- dio su permiso a la vez que se ponía en pie para dirigirse hacia su escritorio, donde vio como Kumagoro seguía sobre la mesa. –Ryuichi...- esbozó una sonrisa a la vez que alcanzaba al conejito.

-Tohma, me he olvidado a Kumagoro na no da.- Ryuichi asomó la cabecita tímidamente tras abrir la puerta, llevándose una mano tras la nuca para sacar la lengua traviesamente.

Sin decir nada y de espaldas al cantante, Tohma elevó al peluche mostrándoselo a este, quien entró corriendo en busca de Kumagoro.

-Kumagoro! Ya estoy aquí na no da.- tras tomar al peluche, lo abrazó contra su pecho, restregando la mejilla sobre el animalito de peluche. –gracias por cuidar de él Tohma.- con una sonrisa satisfecha salió de la sala.

-Nunca cambiaras.- esbozó una sonrisa cariñosa hacia el cantante.


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Se apartó las gafas oscuras del rostro, dejando ver el dorado de sus ojos en una mirada decidida, deteniéndose en la entrada de NG tras atravesar las grandes puertas del edificio.

Tras apagar el cigarrillo y tirarlo en una de las papelera de la entrada puestas para ello, se aproximó a una muchacha que portaba varios papeles entre sus manos.

-Disculpe, podría ayudarme?- le preguntó con una amable sonrisa en su rostro, la cual lo hizo mas interesante.

Tras dedicar una mirada al apuesto escritor, la muchacha dejó caer accidentalmente los papeles al suelo, agachándose rápidamente a recogerlos no sin antes disculparse con el rubio por su torpeza. Eiri la siguió con el mismo gesto, agachándose para ayudarla en su tarea.

Con una nueva sonrisa le entregó a la muchacha los papeles que había recogido, ofreciéndole seguidamente su mano para ayudarla a levantarse, consiguiendo como respuesta un rubor en la joven al igual que un “gracias” muy bajito.

-No hay de que. Ahora podría ayudarme?- preguntó adoptando una nueva sonrisa a la vez que soltaba la mano de la joven con una leve caricia.

La muchacha solo acertó a asentir, manteniendo su mirada clavada en los intensos ojos dorados que la miraban.

-Bien, podría decirme donde encontrar a Shindou Shuichi?-

-Shindou Shui...- la muchacha cambio su gesto pensativo por uno de sorpresa. –no me dirá que usted es Yuki Eiri-sama!- emocionada ante el asentimiento por parte del escritor, dibujó una enorme sonrisa en su rostro. –podría firmarme un autógrafo?- en un gesto rápido, le extendió el taco de folios que portaba.

Eiri dedicó una mirada algo sorprendida ante la rapidez y la cantidad de hojas de papel en blanco que la chica le había puesto por delante. No tenia problema alguno en firmarle un autógrafo, solo esperaba que no le pidiera firmarle el taco entero...

-Claro.- sonrió sacando un bolígrafo del bolsillo de su camisa.

-Por favor a nombre de Aby-chan.- la muchacha mantuvo una sonrisa hasta que el escritor le entregó los folios, con el primero de ellos firmado con una dedicatoria bastante extensa. –kyaaaaaaaaaa! Es genial! Ha sido una suerte el que ahora mismo me dirigiera a reponer los folios de la fotocopiadora!.- comentó mientras observaba felizmente la letra del rubio dibujando aquellas palabras. –muchísimas gracias. Yuki sensei.-

-Ahora me ayudara con lo que le he pedido?- preguntó el rubio simulando una sonrisa calmada.

-Claro, Bad Luck esta ensayando en la sala numero...-

-Cuatro.- ambos se giraron hacia el recién llegado. –hola hermanito.- saludo Tatsuha elevando la mano frente a los dos. –vaya, veo que no pierdes el tiempo, estaban ligando con esta jovencita?- el menor de los Uesugi se acercó a la muchacha, dedicándole una sonrisa encantadora.

-Son hermanos? Se parecen muchísimo!- comentó Aby sorprendida ante el parecido entre ambos hermanos.

-No creas, solo nos parecemos en el físico y... en ciertas cosas que podrias descubir si quieras....- Ante las palabras del menor de los dos hermanos, la muchacha volvió a ruborizarse, bajando la cabeza ante la intimidante mirada de Tatsuha.

Dejando a ambos jóvenes, Eiri se dio media vuelta dispuesto a ir en busca de Shuichi.

-Oye, vas a buscar a Shuichi?- preguntó dejando de mirar a la chica por un momento.

-Tu que crees?- se giró hacia su hermano un momento para enseguida seguir caminando.

-Espera un segundo que te acompaño!- tras aquellas palabras, Tatsuha sacó de uno de sus bolsillos una tarjetita, la cual le entregó a la muchacha. –hay tienes mi numero de teléfono, datos y demás, llámame y concertaremos una cita.- agitando la mano en el aire se alejó de allí, alcanzando seguidamente al rubio quien lo miró de reojo.

La muchacha se quedó observando a ambos hermanos con una sonrisa tontorrona, sosteniendo dificultosamente los folios con una mano y con la otra la tarjeta que Tatusha le había entregado.

-Es eso una forma de promocionarte?- preguntó el rubio con una sonrisa algo divertida.

-Lo dices por las tarjetas? Bueno, así es mucho mejor, no necesitas bolígrafo ni papel.-

-Muy ingenioso. Como todo lo que se te ocurre...-

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-Por ultima vez, no puedo seguir cantando!- refunfuñó Shuichi llevándose una mano a la garganta.

-Shuichi, el que no hayas dormido apenas no tiene nada que ver con tu voz.- Hiro sonrió algo nervioso ante la excusa de su amigo para no seguir con el ensayo.

Desde que habían llegado a la sala de ensayos hacia apenas quince minutos, el cantante no había podido cantar ni una sola canción completa. Comenzaba pero a los pocos segundos dejaba de emitir sonido alguno, poniendo la tonta excusa de que no había dormido y como consecuencia, no podía cantar.

-Pues mira tu por donde esta vez el sueño me ha afectado a la garganta.- con una expresión molesta ante la poca comprensión por parte de Hiro, Shuichi se sentó en una silla cruzándose de brazos.

Ante la acción caprichosa y absurda por parte de su amigo, Hiro suspiro pesadamente, dirigiendo una mirada algo suplicante al manager quien permanecía tranquilo apoyado sobre la pared y de brazos cruzados.

-K-san no vas ha hacer nada?- preguntó Sakano alterado ante lo que estaba ocurriendo en el interior de aquella sala.

Ante las palabras del productor, K sacó su mágnum y sin siquiera mirar al cantante, lo apuntó con ella dispuesto a disparar hasta que el sonido de la puerta abriéndose le hizo desistir de ello, volviendo a guardar el arma con una sonrisa satisfecha.

-Que haces tu aquí?- Shuichi dedicó una mirada de pocos amigos al recién llegado, quien curiosamente era su cuñado.

-Tranquilo cuñadito, no te alteres.- trató de calmarlo haciendo un gesto con las manos. –te he traigo “algo” que te interesará.- con una sonrisa se apartó de la puerta, dejando ver la presencia del escritor.

-Yuki!- el cantante se levantó de un salto, sorprendido por la presencia de su amante. –que haces aquí?- preguntó algo temeroso de que le rubio hubiera venido a recriminarle algo.

-Bueno yo...- Eiri desvió un momento la mirada hacia el resto de los presentes.

-Ok, vayámonos a tomar algo, invita Sakano verdad? jajajaja.- afirmó dando un par de golpecitos en la espalda del aludido.

-Como?-

-Verdad?- murmuró entre dientes llevando su mano en busca de la mágnum.

-Verdad, verdad.- asintió repetidas veces tragando saliva con dificultad.

-Si, vayamos a la cafetería, tenia que esperar allí a Sakuma-san.- intervino Tatsuha con una sonrisa.

-Nos vemos mas tarde Shuichi.- comentó Hiro a la vez que pasaba por al lado del cantante y revolvía su cabello.

-Jeje, no hagáis mucho ruido.- Tatsuha les guiñó un ojo adoptando una sonrisa traviesa, ante la cual, la pareja le dedico una mirada amenazante.

-Oye, como es que estabas tan tranquilo? Es que sabias que Yuki-san vendría?- pregunto Hiro algo sorprendido ante la accion anterior de su manager.

-It’s secret- sonrio a la vez que se llevaba un dedo a los labios.

Una vez que todos hubieron abandonado la sala, Shuichi y Eiri se miraron fijamente, rompiendo enseguida el contacto visual cuando ambos giraron el rostro a un lado, dejando que un incomodo silencio ocupara el lugar.

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Ryuichi salió del ascensor portando a Kumagoro sobre la cabeza. Se había detenido en la segunda planta, donde sabia que ensayaría Shuichi aquel día. Había ido hasta la cafetería donde el menor de los Uesugi le debía estar esperando como le dijo, pero al no hallarlo allí, pensó que quizás estaba en la sala con los demás, asi que decidió ir a la misma.

-Ahora veremos a Shu-chan, verdad Kumagoro?- con una sonrisa elevó la vista hasta mirar de reojo al conejito.

Al llegar a la puerta de la sala numero cuatro, la vio entre abierta. Se acercó despacio, dispuesto a entrar y dar una sorpresa a su amigo cuando la voz del mismo se dejó oir en el interior, ocasionando que se detuviera antes de entrar.

-Eto... Yuki.- murmuró el cantante dedicando una mirada fugaz a Eiri, quien lo miró esperando a que comenzara ha hablar. –veras, es que yo...-

//-Uhm? Yuki-chan esta aquí no da?.- se preguntó asomando un poco la cabecita para asi responder a su pregunta.//

-...siento mucho todo lo ocurrido!- se disculpó haciendo una reverencia algo exagerada ante el escritor para volverse a mirarlo de nuevo. –no se como se han podido liar tanto las cosas, ni como has podido llegar a pensar que yo te había engañado. Bueno, si que se como lo has podido llegar a pensar...- con algo de nerviosismo se rascó la mejilla. -... quiero que sepas que yo no hice nada, Yuki, todo ha sido un mal entendido, pero puedo explicártelo si quieres, veras todo ocurrió por que...-

-Nunca pensé que te habías acostado con esos dos.- interrumpió el rubio atrayendo la atención del cantante.

-QUEEEEEEEEEEEEEEEEE!?- gritó completamente sorprendido ante las palabras de su amante.

–Eres un baka hasta para hacer algo como eso.- sonrió de forma divertida.

//Al oir aquellas palabras por parte del escritor en el interior de la sala, Ryuichi sonrió satisfecho, dejándose caer sobre la pared, apoyando la cabeza sobre la misma y cerrando los ojos.//

-A ver, que yo me aclare...- murmuró llevándose una mano a la cabeza. –RESULTA QUE JAMAS PENSATE ESO Y NO ME HABIAS DICHO NADA!?- Eiri asintió en respuesta. –pe... pero por que?- preguntó con un gesto exagerado de manos casi al borde de la histeria.

-Pensé en decírtelo, pero tu mismo empeoraste las cosas antes de que pudiera hacerlo.- Eiri se encogió de hombros despreocupadamente.

-Bueno, eso es verdad pero aun asi...- Shuichi jugó de forma inocente haciendo chocar sus deditos entre si. –entonces por que te enfadaste tanto conmigo y me echaste de casa?- esta vez su rostro se contrajo en una expresión infantil, la cual amenazaba con comenzar a llorar.

-Me enfade tanto contigo por que me ocultaste lo que ocurrió. Y no solo eso, si no que te inventaste una excusa estúpida para encubrirlos, lo cual me cabreó aun mas cuando vi el video y lo entendí todo.- Eiri encendió un cigarro, dejándose caer seguidamente de costado sobre la pared.

-Y entonces por que cuando fui al dia siguiente a explicártelo todo no me dijiste que ya lo sabias?-

-Por que...- dio una calada del cigarro. –por que me enfadaste aun mas cuando me di cuenta de la poca confianza que piensas que tengo en ti.-

-Yuki, lo siento...- bajó la cabeza en un gesto arrepentido a la vez que se mordió el labio inferior.

-La verdad es que en este caso.. creo que yo tambien te debo una disculpa.- comento llevandose una mano a la nuca, desviando la mirada a otro lado.

-Yuki! me estas pidiendo perdon?- ante los ojitos completamente brillantes del cantante, Eiri contrajo una expresión algo nerviosa.

-No te emociones!- antes de que su amante se le tirase encima, puso una mano sobre la cara de este, parándolo en su intento. –Ademas, hubo algo mas...- murmuró desviando la mirada hacia el techo, consiguiendo que Shuichi lo mirara algo confundido. -...ese beso que te dio Sakuma-san.- esta vez su mirada se centro en el cantante, observando como este se sonrojaba ligeramente. –eso fue la gota que colmó el vaso.-

-Yuki! eso significa que estas celoso?- preguntó con una sonrisa, consiguiendo que Eiri esquivara su mirada algo nervioso. –jeje, creo que eso es un si.-

-Yo no he afirmado nada.- ante las palabras del rubio y el leve rubor en sus mejillas, Shuichi se llevó una mano a la boca riéndose entre dientes de forma divertida.

-Podrías haberte ahorrado el contármelo.- comentó tratando de salir de aquella situación tan incomoda para él.

-Pero Yuki! yo no quiero ocultarte nada! Por eso te lo conté.- se cruzó de brazos, girando su rostro a un lado para adoptar una mueca molesta.

Eiri apagó el cigarro, acercándose seguidamente a Shuichi quien le dedicó una mirada algo curiosa, observando como su amante se acercaba cada vez mas a él hasta que lo dejó acorralado entre el cuerpo del rubio y una de las paredes de la sala.

-Y tienes algo mas que contarme? Señor sincero?- preguntó acercando sus labios peligrosamente a los del cantante.

Shuichi negó con la cabeza a la vez que perdía sus ojos violetas en aquella mirada deseosa por parte del escritor, recibiendo enseguida los labios de este entre los suyos en un beso demandante que lo hizo jadear inevitablemente.

//-Parece que has decidido arreglar las cosas, muy astuto por tu parte, Eiri-san.- murmuró el cantante de NG para seguidamente alejarse de allí con una sonrisa satisfecha.//

-Yuki yo... mmmm si que tengo algo mas que decirte.- murmuró entre los labios del rubio.

-Dímelo después.-

-Es importante.- ante aquellas palabras y el debil empujón de los brazos de Shuichi sobre su pecho, Eiri rompió el beso, sintiendo como la respiración de su amante golpeaba sobre sus labios húmedos, manteniendo un fino hilo de saliva entre los labios de ambos. –veras es que, si que hay algo mas.-

-Dime.- suspiró resignado esperando a oir la confesión del cantante.

-Veras es que... Hiro y yo...- ante la duda del cantante, Eiri arqueó una ceja en un gesto expectante. –bueno, que nos besamos.- cerró los ojos con fuerza, esperando a que el rubio se apartara de él y se marchara enfadado.

-Eso es todo?- algo extrañado por la pregunta de Eiri, Shuichi asintió con algo de miedo. –vaya, no sabia que te dedicabas a besar a todo el mundo.- comentó con ironía. –claro que no será la primera vez que besas a Hiro verdad?-

-No Yuki! estas equivocado!- negó de forma nerviosa con las manos, acompañándolas con un movimiento efusivo de cabeza. -Esa fue la primera y la única de verdad! Además, hubo una razón, es que...-

-No me interesa eso ahora.- murmuró atrapando nuevamente los labios del cantante entre los suyos con besos suaves y deseosos de mas. –pero.. no vuelvas ha besar a otro que no sea yo, entendido?- Shuichi asintió en respuesta, esbozando una sutil sonrisa bajo los labios del escritor.

-Y dime, podré volver a casa ya verdad?-

-Solo cuando ese cantante tenga ya su casa lista y no haya peligro de que vuelva.- ante esas palabras Shuichi se rió entre dientes, besando seguidamente los labios del escritor.

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-Sakuma-san! Estamos aquí!- el cantante de NG se giró al oir su nombre, hallando a Tatsuha haciéndole señas con la mano, acompañado de los demás en la cafetería.

-Tatsu-chan! Así que estabas aqui na no da.- se acercó corriendo al menor de los Uesugi, quien se llevó una mano tras la nuca. –te hemos buscado por todas partes no da, donde te habías metido?- preguntó con una mueca algo molesta.

-Jeje, estaba en la cafetería esperándote, pero vi a mi hermano entrar y fui a saludarle, después lo llevé a que viera a Shuichi y todos nos vinimos aquí.- explicó a la vez que mostraba una sonrisa inocente ante el cantante de NG quien había abrazado fuertemente a Kumagoro apunto de llorar.

-Ah! si es eso no pasa nada no da.- su rostro mostró una sonrisa comprensiva. –uy, estáis todos, hay una fiesta?-

-Eh... no, pero ven, que te invito a tomar algo.- con total confianza pasó un brazo sobre los hombros del cantante, conduciéndolo a la mesa donde se hallaban los demás.


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-Mmmm Yuki! ah!- Shuichi enredó sus dedos entre el cabello del rubio, quien tenia su rostro enterrado en el cuello del cantante, dejando varias marcas en él, al igual que dejaba la piel humedecida al contacto con su lengua.

Las manos de Eiri jugaron hábiles sobre el torso del cantante, levantando la camiseta de este para dejar al descubierto su pecho, donde resaltaban los pequeños pezones sonrosados, los cuales fueron envueltos enseguida por los labios del rubio.

Deslizó sus manos hasta la cremallera de los pantalones, bajándola en un momento para quitar el botón de los mismos y enseguida dejar caer la prenda junto a la ropa interior al suelo, quedando enredadas entre las piernas de Shuichi, quien no pudo reprimir un evidente gemido ante el contacto de aquellas manos recorriendo sus muslos.

Shuichi se aferró con mas ansias al cabello rubio, inclinando la cabeza un poco hacia atrás, apoyándola sobre la pared y dejando su boca entre abierta de la cual escapaban jadeos y leves gemidos que no trataba de ocultar.

Eiri acarició con ansias los muslos del cantante, llevando sus manos esta vez a las caderas de este, donde presionó notablemente con una de sus manos, mientras la otra se dedicaba a deshacerse de su propio pantalón. Una vez lo hubo dejado caer al suelo junto con su ropa interior como hizo anteriormente con la del cantante, apretó aun mas su cuerpo contra el de Shuichi, haciéndole sentir no solo el contacto de su torso desnudo gracias a haberse deshecho anteriormente de la camisa, si no también el contacto cálido y húmedo de su miembro erecto rozando sobre su vientre

Aquel enloquecedor contacto ocasionó que Shuichi elevara una pierna deshaciéndose de esa pernera del pantalón para envolverla en la cintura del escritor, bajando a su vez una mano la cual palpaba deseosa la espalda de este hasta posarla sobre el trasero del rubio, donde presionó con fuerza la piel que una de sus nalgas en un desesperado intento por acercar mas ambos cuerpos.

Aquella acción por parte del cantante consiguió que un intenso escalofrío recorriera el cuerpo del rubio, quien en un arrebato llevó una mano hasta alcanzar la pierna elevada de su amante, sosteniéndola fuertemente por la zona alta del muslo, casi llegando a rozar la nalga, tomando con la otra mano la nalga restante para elevar el cuerpo del pequeño acomodándolo sobre sus caderas, haciéndolo golpear de forma algo brusca contra la pared, la cual ayudada por el agarre de las piernas de Shuichi alrededor de su cintura, le ayudo a mantener la postura.

-Yuki! hazlo ya por favor!- suplicó moviendo sus caderas de forma demandante contra las del escritor.

-Si lo hago ya va a dolerte.- murmuró a la vez que sus labios volvían a recorrer aquel cuello bastante enrojecido por los besos.

-No me importa! Quiero tenerte dentro Yuki ah! no puedo esperar mas!.- con impaciencia llevó una mano hasta posarla sobre la que Eiri tenia en su muslo, tomándola por la muñeca para conducirla a su propia boca.

-Mmmm Shuichi... ahh...- Eiri dejó escapar un evidente jadeo cuando sintió la lengua húmeda del cantante deslizarse entre sus dedos, consiguiendo que un calor intenso recorriera su cuerpo haciéndole sentir completamente extasiado.

Con fuerza clavó los dedos de la otra mano en las nalgas del cantante, moviendo su cuerpo contra el del pequeño, siendo esta vez el escritor quien inclinaba la cabeza hacia atrás, cerrando sus ojos y entreabriendo la boca, disfrutando que aquella agradable sensación.

Ante aquélla tentadora visión que mostraba Eiri ante él, Shuichi succionó los dedos del escritor, introduciéndolos en su boca de una forma totalmente necesitada, rodeando el cuello de este con su brazo libre y comenzando a moverse sobre el cuerpo de su amante haciendo rozar su erección contra el vientre de este a la vez que sentía el miembro completamente erguido de Eiri rozar su entrada.

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-Estan tardando demasiado en arreglar el problema, ya deberíamos estar trabajando.- refunfuñó el rubio americano mientras caminaba por el pasillo en dirección a la sala de ensayo numero cuatro.

-Esas cosas llevan su tiempo.- lo tranquilizó Sakano con una sonrisa nerviosa, intentando pese a todo que el manager no usara su querida mágnum, a la cual le dedicaba varias caricias.

Hiro sonrió divertido ante la conversación de ambos hombre, deteniéndose frete a la puerta de la sala con intención de abrirla del todo cuando la visión de la pareja en una situación algo comprometida para él, le hizo desistir de hacerlo, acabando por cerrar la puerta rápidamente.

-Ocurre algo Sakano-san?- pregunto Suguru cansado de estar ya dando vueltas de un lado a otro, el solo quería trabajar tranquilamente.

-Eh... creo que... el plan dio resultado.- comentó visiblemente nervioso. –es mas, la reconciliación aun dura jeje.- sintiendo como un sudor frío recorría su espalda, se llevó una mano tras la nuca tratando de disimular.

-Reconciliación na no da!- gritó el cantante de NG agitando a Kumagoro en el aire.

-Mas tarde podemos jugar a reconciliarnos, no crees?- una sonrisa traviesa se dibujó en los labios de Tatsuha, quedándose apenas sin aire cuando Ryuichi asintió a su propuesta.

-Ok, ya entiendo en que consiste esa reconciliación.- el rubio esbozó una sonrisa satisfecha para enseguida sentarse en el suelo con las piernas cruzadas y apoyando la espalda contra la pared. –entonces esperaremos a que acaben.-

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-Ah... Yuki no puedo mas! Vas a matarme ahh! Hazlo ya pro favor!- Su cuerpo se contrajo en una serie de movimientos involuntarios, acompañando sus palabras por sonoros gemidos que escapaban como suplicas. –Yu... Yuki!- volvió a lamer los dedos del rubio, sintiendo el delicioso roce de la erección de este sobre su entraba, acabando por derramarse de forma casi inesperada entre ambos vientres.

Shuichi detuvo el movimiento de su cuerpo, dejando caer la cabeza contra la pared, respirando agitadamente. Eiri abrió los ojos observando al cantante; como el cabello de este se pegaba a su frente y parte de su rostro violentamente sonrojado.

Sus labios volvieron a ocupar los del cantante, quien aceptó el beso manteniéndolo costosamente debido a la agitada respiración. Deslizó su mano humedecida por la saliva del cantante hasta el trasero de este, acariciando su entrada y embadurnándola con la misma, acariciando la zona con la clara intención de entrar.

-Yu... Yuki... mira lo que has conseguido.- refunfuño algo molesto al sentirse algo pegajoso contra el vientre del escritor.

-La culpa es tuya por no saber aguantarte.- dedicándole una mirada de reproche fingido, acabó con enterrar sus dedos en el interior del pequeño, consiguiendo que este se arqueara contra su cuerpo.

-Mmmm... Yuki...- murmuró casi sin aliento, sintiendo como un par de dedos se adentraban en él, los cuales comenzaron a jugar en su interior. –...no me hagas esperar mas.- lloriqueó de forma entrecortada ante las sutiles caricias de la erección del rubio entre sus nalga, casi enterrada entre las mismas.

Esbozando una sonrisa satisfecha, Eiri sacó los dedos del interior del cantante, ocupando estos enseguida por la punta de su miembro, el cual presionaba sobre la entrada tratando de penetrar en ella.

-Mmmm eso es Yuki ah!-

-Estas muy caliente hoy Shuichi. Ya veo que te pone hacerlo aquí.- con un movimiento rápido, su miembro resbaló fácilmente en el interior del cantante, arrancando de este un gemido placentero al igual que un gruñido mas asemejado a un gemido lo hizo de su propia boca.

Comenzó a moverse despacio, incrementando el ritmo enseguida al saberse perfectamente acoplado dentro de Shuichi, quien con la cabeza algo inclinada hacia atrás, mostraba una perfecta expresión de placer, la cual hacia sentir mas que satisfecho al escritor.

Eiri se aferró con fuerza a las nalgas del cantante, moviendo el cuerpo de este perfectamente para la postura tan cansada para él en la que se encontraban, sintiendo sobre su vientre bañado en semen el roce del de Shuichi al igual que el de su miembro nuevamente erguido.

-Si Yuki! ah! mas fuerte!- las palabras del cantante provocaron un nuevo escalofrío en el escritor, quien aumentó la profundidad de sus embestidas, sosteniendo con sus brazos ya cansados el peso de aquel cuerpo.

Shuichi bajó una mano hasta el vientre del rubio, pasando sus dedos por el mismo, recogiendo parte de su propio fluido, el cual llevó hasta la boca entreabierta del escritor, introduciendo sus dedos en la misma para hacerle sentir el sabor de su orgasmo.

Eiri saboreó aquello que el cantante le ofrecía, lamiendo los dedos de este con deseo, sintiendo como su propio orgasmo comenzaba a consumarse. Embistió un par de veces mas en aquel interior, vaciándose del todo a la vez que dejaba los dedos del cantante para jadear sin reprimiciones, escuchando los perfectos gemidos descontrolados que escapaban de la boca de su amante.

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-Podríamos ir ensayando nosotros mientras en otra sala no crees?- preguntó Suguru con un claro tono de angustia ante todo el tiempo que estaban perdiendo últimamente.

-Oh, no problem, tenemos tiempo esta tarde para recuperar.- K sonrio de forma divertida hacia el mas joven de BL, procediendo a sacar una carta de las que tenia en su mano ganando el juego de ese modo. –well, volví a ganar jajajajajaja.-

-Esto no es serio.- Suguru suspiró resignado.

Desde que se habían “instalado” en el exterior de la sala, K, Hiro, Tatsuha y Sakano se habían dedicado a jugar a la cartas para matar el tiempo. Suguru había tratado de hacer algún arreglo de una partitura, pero el jaleo que habían montado los jugadores no le dejaba concentrarse. Por su parte, el cantante de NG se había dedicado a pintorrear las paredes de la sala de al lado, saliendo recientemente de esta con una enorme sonrisa para acercarse al resto y dedicarse a mirar las cartas de los jugadores y a murmurárselas a Kumagoro en voz baja.

-Vas a jugar otra vez?- le preguntó Hiro al menor de los Uesugi quien se había acercado a la puerta de la sala acercando la oreja a la misma.

-Eh? No, no, esta vez no juego.- comentó sin siquiera apartarse de la puerta.

-No vas a oir nada, esta insonorizada.- le advirtió Hiro con una expresión tranquila a la vez que repartía las cartas.

-Shhh tu déjame a mi.- ante las palabras de Tatusha, el guitarrista se encogió de hombros.

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Eiri salió con cuidado del interior del cantante, consiguiendo con un movimiento que Shuichi desenvolviera las piernas de su cadera, haciéndolo quedar nuevamente de pie en el suelo.

Sintió los músculos de sus brazos tensos, moviéndolos un poco tratando de aliviar la tirantez.

-Yu...ki no vamos a seguir?.- jadeó Shuichi mirando a su amante con los ojos entre abiertos dejando caer su cuerpo excitado contra la pared, a la vez que sus brazos quedaron paralelos a este, apoyados contra la misma.

El escritor dedicó una mirada curiosa al cantante, examinándolo de arriba abajo, centrando sus ojos dorados en la necesitada erección del pequeño para después mirarlo a los ojos y sonreír de forma divertida.

-No, no vamos a seguir.- comentó a la vez que se subía los pantalones para seguidamente abrocharlos y colocarse la camisa.

-QUE!? COMO QUE NO!?- gritó alterado ante la contestación de su amante. -No puedes dejarme asi!- con sus manos hizo un gesto tratando que el escritor comprendiera el estado en el que se encontraba.

-Si que puedo.- una vez que hubo encendido un cigarro, se dio media vuelta en dirección a la puerta. –no te lo tomas como algo personal, es solo que... yo ya estoy satisfecho.- esbozando una sonrisa tomó el pomo de la puerta dispuesto a girarlo.

-Yuki espera un momento!- con rapidez se colocó los pantalones para correr hacia el rubio. –tienes que acabar lo que has empezado Yuki! es que no vez como me has dejado?-

-Por que no haces una cosa?- con una mirada intimidante, se inclinó hacia Shuichi, acercando sus labios al oido de este. –vete al baño y soluciona tu mismo el problema.- finalizó dedicando una sutil caricia a la erección que se notaba bajo la tela de los pantalones del cantante, consiguiendo que este jadeara al contacto.

Sin mas abrió la puerta dispuesto a salir de alli cuando la presencia de su hermano y el resto en el exterior de la sala le hizo detenerse.

-Yuki! en serio, no me dejes así!- ante la detención del escritor, el cantante hizo lo mismo, sonrojándose al encontrar allí a los demás. –eto... yo... ahora vuelvo!- completamente avergonzado salió corriendo de la sala, consiguiendo que los demás centraran su mirada en él, todos menos Eiri quien permanecía pasivo.

-Adonde va ahora?- K se llevó una mano tras la nuca adoptando un gesto confundido.

-Je, no tardara en volver.- comentó el rubio con una sonrisa irónica tras dar una calada al cigarro y dar un par de pasos dispuesto a marcharse.

-Lo habéis arreglado hermanito?- ante la pregunta, Eiri se detuvo un momento.

-Tu que crees?- fue su única respuesta, la cual acompañó de una sonrisa satisfecha para esta vez seguir caminando.

-Misión cumplida.- sonrió el rubio americano a la vez que hacia el signo de la victoria con sus dedos.

-Eh? Donde esta Sakuma-san?- preguntó Tatsuha mirando de un lado a otro, obteniendo como respuesta que los demás se encogieran de hombros. –lo he vuelto a perder...-

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-Yuki eres un idiota como te atreves a dejarme asi?.- comentó el cantante de BL bastante molesto a la vez que masajeaba su erección con ambas manos.

Tras salir corriendo hacia el baño en busca del alivio que su propio amante le había negado, se había dejado caer sobre la puerta, procediendo a bajar sus pantalones y acariciar su miembro dolorido con ansias, tratando de descargar de ese modo tanto el placer acumulado como las ganas de matar al rubio por semejante jugarreta.

-La proxima vez ah! vas a enterarte baka! Mmmm ah!- cerró los ojos con fuerza, sintiendo como su cuerpo temblaba ante sus propias caricias. –ahh! Yuki.. mmmm Yuki!- no pudo evitar el pronunciar el nombre de su amante acompañado de varios gemidos cuando sintió como parte del cálido liquido resbalaba entre sus manos.

Mantuvo las caricias durante unos segundos mas, acabando por vaciarse completamente, sintiendo como su cuerpo se estremecía ante aquella placentera sensación. Entre jadeos, tragó saliva costosamente, apartando sus manos de la delicada piel, respirando de forma agitada tratando de encontrar la estabilidad de la misma.

-Esta me la voy a cobrar Yuki.- murmuró de forma entrecortada a la vez que esbozaba una sonrisa traviesa.

Cuando su cuerpo se hubo relajado, tomó un trozo de papel, limpiando el liquido derramado para después volver a colocarse los pantalones y abrir la puerta de los aseos.

-Te sientes ya mejor, Shuichi?.-

-Sa... Sakuma-san! Que haces aquí?- preguntó completamente sonrojado ante la presencia del cantante de NG.

-Parece que estamos destinados a encontrarnos en estas situaciones...- dejó escapar una risita divertida para acercarse al cantante de cabellos rosados.

Shuichi bajó la cabeza avergonzado, abrochándose disimuladamente los pantalones con manos temblorosas. Los ojos azules de Ryuichi se centraron en las manos del cantante de BL.

-Ya lo has arreglado?- preguntó sin apartar la mirada de sus manos, esbozando a su vez una sonrisa.

-El que?!- Shuichi lo miro algo sorprendido por la pregunta, sonrojándose aun mas al comprobar sobre que parte de su cuerpo parecia estar puesta la mirada del otro cantante.

-El problema con Eiri-san, que iba a ser si no?.- esta vez la mirada de Ryuichi se centró divertida en los ojos violetas del otro.

-Si... ya esta arreglado.- sonrió de forma nerviosa.

-Me alegro.- sin apartar la mirada de la de Shuichi, tomó la mano derecha del cantante, acercándola hasta su boca.

Shuichi lo miró algo desconcertado por aquella acción, hasta que observó como Ryuichi se acercaba la mano a sus labios para lamer unas gotas del liquido que había quedado en el dorso de la misma, cerca de la muñeca.

Durante esos segundos, contuvo la respiración, sintiendo como el rostro le ardía, y lo que fue aun peor; ni siquiera pudo apartar su mirada de la del cantante de NG.

-Si vuelves a necesitar ayuda para algo no dudes en pedírmela.- su voz sonó calmada, dejando impreso en ella un leve tono de sensualidad. –sea lo que sea.- Shuichi asintió confundido ante las palabras de Ryuichi, a la vez que este dejaba su mano y le dedicaba una sonrisa para darse la vuelta lentamente.

Con el rostro completamente sonrojado, Shuichi se miró sorprendido la mano, sintiendo aun la humedad que la lengua del cantante de NG habia dejado sobre la piel, sintiéndose desconcertado ante aquella actitud que Ryuichi tenia hacia el en según que momentos .

Sus ojos violetas se apartaron de la piel de su mano, observaron como el cantante de NG se alejaba de alli esta vez lanzando a Kumagoro por el aire para volver a recogerlo mostrando una actitud infantil que distaba bastante de su comportamiento de momentos antes.

-Esto.. es bastante extraño...-



Continuara...

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