jueves, 3 de septiembre de 2009

DULCES Y SORPRESAS Ch.25

Dulces y sorpresas.

Cap. 25

By Saiyi-chan



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-Hiiiiiiiiiiiiiiiiiiiirooooooooooooo!- el cantante de BL atravesó a toda velocidad uno de los pasillos de NG arroyando a cualquier persona o cosa a su paso.

El aludido levantó la mirada dirigiéndola hacia su amigo quien se acercaba cada vez mas a él, viéndose completamente envuelto por una nube de polvo a través de la cual tan solo resaltando su cabello rosado y una expresión bastante intimidante al igual que cómica.

Tras sentirse amenazado por poder ser arroyado por Shuichi cuando este pasara por allí, se echó a un lado, pensando que con aquello seria suficiente. Pero no fue así. Al pasar por al lado del guitarrista, el cantante de BL lo agarró de un brazo, llevándoselo “volando” bajo la mirada incrédula de los demás.

-Donde se lo lleva?- preguntó Tatsuha señalando a ambos amigos con un dedo, observando asombrado la velocidad que Shuichi podía llegar a alcanzar.

-Pues yo no pienso desaprovechar un día mas de trabajo.- Suguru entró decidido en la sala de ensayo, dispuesto a comenzar el trabajo aunque lo hiciera él solo.

-Ok, comencemos a trabajar, estos dos se quedaran hasta la noche si hace falta jajajajaja!- K soltó una carcajada. A decir verdad, seria mas divertido si tenia que hacer sufrir a ambos amigos con su mágnum.

-K!- antes de que aludido pudiera girarse a mirarlo, tenia a Ryuichi colgado de su cuello, haciéndolo caer al suelo. –K! Esta vez te pille na no da.- sonrió de forma traviesa tras sentarse a horcajadas sobre el rubio americano.

-Puedes levantarte, Ryuichi?- le pidió “amablemente” el rubio, disimulando una mueca de pocos amigos tras una sonrisa forzada.

–Uy, donde esta Shuichi? Pensé que estaba aquí no da.- sus ojitos azules miraron de un lado a otro buscando al cantante de BL. –pasó a mi lado corriendo, un poco mas y no me doi cuenta que era él jeje.- con una risita tonta se llevó una mano tras la nuca, quedando sentando en el suelo cuando K se levantó sin cuidado alguno. –eres malo na no da.- mostrando una expresión dolida en la cual resaltaban unos grandes ojitos azules a punto de llorar, Ryuichi abrazó a Kumagoro posesivamente contra su pecho.

-Mira lo que has hecho? No te da vergüenza con lo grande que eres?- el fiel defensor del cantante salio en su ayuda, plantándole cara sin miedo alguno al manager.

-What?- preguntó K incrédulo de que aquel mocoso se hubiera atrevido a señalarlo con el dedo.

Mientras Tatsuha se dedicaba a armarle una buena bronca por haber tratado así a su ídolo, el rubio americano fue adoptando una expresión malhumorada, llevando su mano temblorosa hasta alcanzar su arma con clara intención de utilizarla sobre el muchacho que seguía hablando y protegía al cantante mientras este mordía una oreja de Kumagoro de forma temblorosa.

-Calma K-san, no creo que debas utilizar eso, podría venir el presidente y volver a enfadarse!- trató de calmarlo Sakano utilizando su mejor sonrisa, la cual salió algo forzada ante la situación.

K desistió de usar su arma, girando el rostro a un lado con indiferencia para seguidamente entrar en la sala donde ya se encontraba Suguru.

-Eh... Sakuma-san, Shindou-san ha llegado corriendo, y sin decir nada se ha llevado a Nakano-san.- explicó el productor esta vez bastante mas tranquilo, recibiendo varios asentimientos por parte del cantante quien escuchaba atento las explicaciones aun entre los brazos de Tatsuha.

-Entonces no iremos a buscarlo verdad Kumagoro?- preguntó mirando al conejito de peluche que después de soportar otra dura mordedura a prueba de orejas, jugaba sobre la cabeza del menor de los Uesugi.

Sakano esbozó una sonrisa amable, haciendo una reverencia para él también entrar a la sala de ensayo.

-Umh...- Ryuichi se llevo un dedito con expresión pensativa cerca de la boca. –quieres pasar el dia en el parque de atracciones no da?- ante la pregunta, los ojos de Tatusha se iluminaron ante la idea de tener a su ídolo para el solo, asintiendo efusivamente con una sonrisa. –entonces... al parque de atracciones na no da!-

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-Oye Shuichi, para que me has traído aquí?- preguntó Hiro tras verse encerrado en uno de los cuartos de la limpieza junto a su amigo. –no estarás pensando en violarme verdad?- bromeó esbozando una sonrisa divertida, la cual desapareció tras comprobar la intensa mirada que Shuichi le dedicaba. –en serio Shuichi, me estas asustando, deja de mirarme así.-

-HIIIIIIIIROOOOOOOOOO! Tengo un problema!-

-Otro?- ante la pregunta formulada de forma nerviosa por el guitarrista, el cantante de cabellos rosados asintió mostrando esta vez unos grandes ojos llorosos. –pero ya lo has arreglado con Yuki-san no? Al menos eso me ha parecido a mi..- rio algo nervioso tras recordar cierta imagen al abrir la puerta de la sala.

-Es Sakuma-san.- murmuró bajando la mirada a la vez que jugaba con el filo de su camiseta.

-Otra vez? que ha pasado ahora? Te ha vuelto a besar?- la pregunta sonó algo burlona, no dándole demasiada importancia al asunto.

-No, es aun peor...- suspiró pesadamente. –Sakuma-san me esta confundiendo, a veces hace cosas que no entiendo por que las hace.-

-Anda! A mi me pasa justamente lo mismo contigo.-

-Hiro! Que va en serio hombre! Hazme caso!- una mirada amenazante e igualmente cómica, apareció en los ojitos violetas.

-Y me vas a decir que hizo esta vez?-

-Pues...- Shuichi se acercó a su amigo, empinándose un poco para llegar a la altura de su oreja, con la intención de contare al oido lo ocurrido.

-QUEEEEEEEEEE?! En serio hizo eso?- preguntó asombrado por lo que el cantante le acababa de contar, recibiendo un asentimiento en respuesta.

-Tu crees que eso es normal Hiro?- volvió a preguntar elevando la mirada, centrándola algo vergonzosa en el rostro del guitarrista, quien dudo antes de responder.

-Hombre muy normal no es que digamos...-

-Vamos, que tu no lo hubieras hecho no?-

-Claro que no! Estas tonto?- bajo una actitud algo nerviosa le dio un golpecito en la cabeza, consiguiendo que los ojitos violeta de su amigo se llenaran de lagrimitas. –y ni se te vaya a ocurrir pedirme que lo haga!-

-No voy a pedirte eso idiota!- grito algo ofendido por las palabras de su amigo, mostrando una graciosa expresión malhumorada en la cual resaltaban sus mejillas enrojecidas.

-Mejor así, por que si lo hiciera, seguro que lo próximo que querrías seria que te metiera mano.- comento con un tono burlón, mirando de reojo al cantante.

-Hiro!- El cantante de BL acabó subido a la espalda del guitarrista, pataleando de forma graciosa sobre este.

-Ya, ya, Shuichi, no te pases que duele. Oye, y por que no hablas con él?- ante la propuesta, Shuichi dejo de moverse sobre el guitarrista, mostrando una expresión expectante. –podrías preguntarle él por que hace esas cosas, lo mismo tienes suerte y te lo dice... en el caso en que llegue a entender la pregunta jeje.-

-Sabes que? Que tienes razón! Hablare con Sakuma-san! JAJAJAJAJA!- con una energía desbordante, el cantante se puso en pie sobre los hombros de Hiro, haciendo peligrar la estabilidad de ambos.

-Shuichi, nos vamos a ca...- ambos amigos quedaron tirados en el suelo en una postura algo cómica, con varias fregonas y bayetas sobre ellos. - ...er.-

-Jeje... lo siento Hiro-

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Bastante relajado tras una buena ducha, Eiri se sentó en el amplio sofá, portando entre sus manos el libro que había estado leyendo antes de que ocurriera todo lo relacionado a la cinta de video y demás.

Tras apartarse el cabello mojado de la frente, abrió el libro por la página que el marcador le indicaba, esbozando una sonrisa satisfecha hacia aquella tarde de tranquilidad que le esperaba.

La verdad es que había sido una buena idea prohibir a Shuichi que regresara hasta no asegurarse de volver solo; ya no solo por el hecho de poder ser seguido por los otros dos. Si no también por que así podría descansar al menos un par de días del trabajo y de su revoltoso amante.

No hubo apenas leído una frase de la pagina, cuando sus ojos dorados dedicaron una mirada amenazante al teléfono que comenzaba a sonar.

Suspiro pesadamente, volviendo a cerrar el libro para levantarse y alcanzar el aparato el cual descolgó al instante sin mucho interés.


//-YUKIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII! DONDE DEMONIOS ESTAS QUE NO TE VEO?!- la voz del cantante de BL sonó a través del teléfono, consiguiendo que Eiri se apartara el auricular de la oreja bajo un gesto incomodo por el grito. –respóndeme! Te has ido sin decirme nada! Te parece bonito? Eres malo Yuki! y me haces eso justo después de la “reconciliación” y de haberme dejado de esa forma? No tienes perdón! Eres un BAKAAAAAAAAAA!-

El rubio mantuvo en todo momento el aparato alejado de la oreja como solía hacer cada vez que era su amante quien lo llamaba, mirándolo de reojo de forma indiferente, hasta que su gesto fue adoptando un matiz algo molesto ante los gritos y palabras incoherentes por parte del cantante.

-Y eso no es todo... para colmo, no puedo volver ha casa todavía! No es justo Yuki! ahora mismo voy para allá.-

-No te atrevas a venir, ya sabes lo que te he dicho.- fue lo único que el escritor contesto casi gritándole al teléfono.

-Pero por que no? Tanto te interesa estar solo?-

-...........................-

-Yuuuuuuukiiiiii! No iras a ponerme los cuernos verdad?-

-Si sigues con esa actitud tan infantil no lo dudes.-

-Queeeeeeeeeee?! buaaaaaaaaaa! noooooo Yuki! no lo hagas! Yo todavía te quiero! Respétame no?- el cantante de BL rompió en llanto ante las crueles palabras de su amante, quien suspiraba resignado, esbozando una sutil sonrisa que no podría ser vista por el de cabellos rosados. –Y ahora tu que quieres?- ante le pregunta tan inesperada, Eiri dedico una mirada curiosa al aparato. –BUUUUUUUUUUUUAAAAAA DEJAME K-SAN! NO ME MATES POR FAVOR! ALEJA ESO DE MI! YUKIIIIIIIIIIIII...-//

Eiri se quedo con el teléfono en la mano, mirándolo con un leve tic nervioso en la ceja para enseguida soltarlo y retroceder un par de pasos como si el aparato estuviera maldito o algo por el estilo.

-Esta loco, no entiendo como he podido liarme con un tio así.- se dijo a si mismo aun con la mirada clavada en el aparato cuando este volvió a sonar. –y ahora que...- volvió a descolgar el teléfono, sabiendo de sobra quien seria nuevamente.

//-Ahora que demonios te pasa? Es que no vas a dejarme en toda la tarde?- grito exasperado, dejando por un momento a la persona que estaba en el otro lado de la línea algo confundido, pero aun así, manteniendo aquélla sonrisa calmada.

-Vaya, que yo sepa es la primera vez que te llamo hoy, Eiri-san-

-Ah, eres tu Seguchi.- Eiri se llevó una mano a la frente con un claro gesto de cansancio, llevándose el aparato para así poder volver a sentarse en el sofá.

-Parece que últimamente siempre te pillo en situaciones poco recomendables.-

-Para que me has llamado?- preguntó cortante, consiguiendo que el presidente de NG ampliara su sonrisa al otro lado de la línea.

-Me he enterado que has estado aquí esta mañana.-

-Mucho has tardado en enterarte.- una sonrisa irónica se dibujo en el rostro del escritor, mostrándose algo indiferente hacia su cuñado.

-No es eso, es que he estado muy ocupado y no he podido llamarte hasta ahora.- ante la respuesta, la sonrisa de Eiri cambio a una un tanto nerviosa, pasando por su mente el pensamiento de si su cuñado se dedicaba a espiarle a todas horas. –has venido a buscar a Shindou-san, cierto?-

-Si lo sabes no se para que preguntas.- tomo un cigarro del paquete, colocándolo entre sus labios para a continuación encenderlo.

-Lo has arreglado todo con el verdad?-

-......................-

-Veo que si. Eiri, solo quiero que sepas que te apoyo en tus decisiones.-

-Siempre es bueno saberlo.- una nueva mueca irónica surcó su rostro. –tengo que colgar, estoy algo ocupado.-

-No te olvides de pasar a verme cuando vuelvas por aquí.-//

Tras aquella frase, Eiri colgó el teléfono, suspirando nuevamente algo cansado de tantas interrupciones, de que su cuñado se metiera tanto en su vida. Aquel asunto no tenia nada que ver con él, y sin embargo ahí estaba, al pie del cañón como siempre. Eiri sabia que Seguchi se preocupaba por él, que quería lo mejor para él, siempre lo había querido. Pero aquélla insistencia hacia su persona a veces le sacaba de quicio y le resultaba bastante molesta.

Algo fastidiado se apartó el cigarro de la boca, apagándolo en el cenicero a medio acabar. Volvió a coger el libro, dedicando una mirada esquiva al teléfono, esperando a que este volviera a sonar, pero por esta vez no lo hizo.

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-Montemos otra vez en al montaña rusa na no da!- Ryuichi salió corriendo hacia la “entrada” de la misma después de haber acabado de bajar de ella.

-Otra vez? Pero si ya hemos subido cinco veces!- Tatsuha se llevó una mano a la frente, cubriendo parte de su rostro a la vez que entre sus dedos dedicaba una mirada temerosa a la atracción.

-Pero es muy divertido! Kumagoro quieres subir de nuevo no da!- sus ojitos azules se llenaron de lagrimitas, mostrando una expresión completamente inocente la cual consiguió que algo en el interior del mas joven se revolviera.

-Esta bien, pero después iremos a la casa del terror.- antes de obtener una respuesta, Tatsuha fue arrastrado por el cantante de NG de nuevo a la montaña rusa.

Después de la cola de gente que tuvieron que volver a “saltear” mediante métodos bastante “infantiles” por parte de un aniñado Ryuichi llorando y añadiendo que estaba buscando a su mama, consiguieron colocarse nuevamente los primeros de la fila.

Tras un par de minutos que se hicieron interminables entre giros y demás, ambos ya se encontraban tocando tierra de nuevo. El menor de los Uesugi no había podido aguantar esta vez las ganas de vomitar en cuanto hubo bajado de la atracción, obteniendo de aquella forma varios mimos y cuidados por parte del cantante de NG.

-Te encuentras mejor no da?- Ryuichi le dio un par de golpecitos suaves en la espalda, atrayendo esta vez la mirada del mas joven sobre su rostro. –tienes que ponerte bien, ahora tenemos que subir a la casa del terror na no da.- una sonrisa divertida se dibujo en su rostro, consiguiendo que Tatsuha lo mirase ensimismado, barajando varias fantasías en su mente las cuales le hicieron recuperarse de golpe.

-Si! Ya me encuentro perfectamente! Podemos seguir!.- con una sonrisa de oreja a oreja se incorporó, haciéndose ver completamente recuperado ante su ídolo, quien asintió en respuesta.

Después de andar durante varios minutos entre el gentío, consiguieron llegar al lugar donde se ubicaba la casa del terror, viéndola enorme ante ellos.

Tatsuha esbozó una sonrisa traviesa, imaginando todas las cosas que podrían hacerse en el interior de un sitio como ese, ya que no seria la primera vez que haría ese tipo de cosas en un lugar como ese... por el contrario, una mueca se contrajo en la cara del cantante, mostrando una expresión miedosa, a la vez que abrazaba fuertemente a Kumagoro y retrocedía algunos pasos.

-Eh? Tienes miedo?-

-A Kumagoro no le gustan las cosas que dan miedo no da.- negó efusivamente con la cabeza a la vez que varias lagrimitas se asomaban a sus ojitos azules.

-Pero Kumagoro no tiene que tener miedo, yo estoy con él, y también contigo.- tratando de ocultar tras una sonrisa confortante una de extremada picardía, tomo al cantante de los hombros haciéndolo sobresaltar al contacto. –veras como nos lo pasamos bien.- ante la sonrisa supuestamente confiada del menor de los Uesugi, Ryuichi asintió a la vez que tragaba saliva con dificultad.

Varios minutos mas tarde en el interior de la casa del terror...

-BUH!-

-BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!- un grito desesperado se escuchó en el interior de la instalación, a la vez que alguien salía corriendo sin siquiera mirar hacia atrás.

-Jajajajajajaja has visto que cara a puesto ese fantasma Tatsu-chan?- bajo varias carcajadas, el cantante de NG señalaba a uno de los actores de la atracción bajo la mirada incrédula del menor de los Uesugi.

El pobre hombre había salido corriendo despavorido cuando un conejito de peluche de color rosa apareció frente a él en el momento en que se disponía ha hacer su trabajo de asustar a los que llegaran.

-Vaya, si que se ha llevado un buen susto.- Tatsuha se rascó la cabeza manteniendo una sonrisita nerviosa, aquello no estaba resultando para nada como él había pensado.

-Vamos a seguir na no da! Esto es muy divertido!- sin siquiera esperar al otro, salio corriendo en busca de nuevas victimas a las que asustar.

-Si, divertidísimo...- murmuró el otro entre dientes. –espérame Sakuma-san!-


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-Kyaaaaaaaaaaaaaaaa! Hiro! No te parece genial que K-san nos haya dado dos días libres?- Shuichi se dedicaba a dar vueltecitas y saltitos por todo el pasillo del edificio donde se encontraba la vivienda de Hiro. –que feliz soy! Mañana podré pasar todo el día con Yuki! kyaaaaaaaaaaa! Mi Yuki! ya se lo que haremos! Pasaremos el día fuera! Pasearemos por el parque al atardecer mientras nos comemos un helado y nos iremos a casa y pediremos comida, y después... después...- adoptando unos grandes ojitos violetas que hacían juego con sus mejillas vergonzosamente sonrojadas, se llevó ambas manos cubriéndose el rostro. -...nos meteremos en la cama y haremos cositas KYAAAAAAAAAAAAAAAA!- el cantante comenzó a rodar por todo el pasillo de un lado a otro bajo la mirada nerviosa de su amigo.

Hiro hacia rato que permanecía con la llave dentro de la cerradura de la puerta tratando de abrirla, acción que se veía dificultaba bajo la presión a la cual se sometía al tener que aguantar a su amigo en estado “soñador”.

-Shuichi, mañana es domingo y supuestamente, todos los domingos tenemos el día libre, lo que es un milagro es que K no nos haya hecho trabajar mañana y encima nos haya dado el lunes libre...-

-Pero que dices? Si hoy se ha pasado! Mira que hora es!- con un gesto algo irritado le mostró a su amigo el reloj de muñeca que llevaba, el cual marcaba que eran las once de la noche ya pasadas. –ves? Nos ha tenido allí hasta tarde! Además, no me dejó seguir hablando con mi Yuki! y para colmo no lo veré hasta mañana!- esta vez el cantante de cabellos rosados se dedico a rebotar por las paredes, entrando en el apartamento justamente cuando Hiro abrió la puerta.

El guitarrista entro cerrando la puerta tras de si, llevándose una mano a la boca para aguantar una carcajada cuando se encontró a Shuichi empotrado contra la ventana en una postura bastante cómica.

-Puedes reírte si quieres.- murmuró algo malhumorado ante la expresión del guitarrista, quien no pudo mas que soltar aquella carcajada reprimida.

-Jeje, lo siento Shuichi, pero es que eres un payaso.- comentó secándose un par de lagrimitas ante una nueva mirada molesta por parte del cantante.

–Si, tu riete, pero yo he hecho las paces con mi Yuki. Kyaaaaaaaaaaa!- de un salto se puso en pie sobre la cama, elevando un brazo en un gesto triunfante a la vez que acompañaba a aquella pose con una sonora carcajada. -Uhm?- sin previo aviso y para sorpresa del guitarrista, Shuichi cambio aquella carcajada por una mirada algo curiosa, la cual se centró en todos los rinconcitos del apartamento. –no están.-

-Quienes?- Hiro le siguió la mirada. –a si! Pues es cierto, no están.- con un gesto de confusión se llevó una mano tras la nuca. –en ese caso...- su mirada se centró algo intimidante en su amigo. -...podremos meternos mano sin que nos molesten.-

-Hiro! Déjate de tonterías!- Shuichi gateó sobre la cama, huyendo asustado del guitarrista que parecía ir a por él.

-Vamos, pero si tu eres el primero que me pides cosas raras.-

–En serio Hiro que no tiene gracia! Por que me miras así! HIIIIIIIIROOOOOOO!- un grito inundó el apartamento cuando el guitarrista lo atrapó de las piernas haciéndole quedar en la cama prácticamente abajo suya. –Hi... Hiro.. yo comprendo que te sientas atraído por mi, soy muy guapo y todo eso, pero..-

-Jajajajajajajajajajajaja.- una sonora carcajada escapó de la boca de Hiro, dejando a Shuichi con un gesto confundido el cual se fue tornando a uno algo mas molesto. –mira que estas creído tío.- comentó a la vez que se sentaba sobre la cama, dejando libre al cantante.

-No vuelvas a gastarme una broma como esa te enteras!?. –le grito al oído, consiguiendo que el cabello rojizo se moviera a consecuencia de las ondas expansivas. –no tiene gracia.- haciendo un puchero se cruzó de brazos, ladeando la cabeza hacia el lado contrario del guitarrista.

-No te enfades Shuichi, solo bromeaba.- en un gesto mimoso hacia el cantante, le acaricio la cabeza, dejando el cabello rosado mas revuelto de lo que ya estaba.

-Pues no deberias bromear con...-

-Tadaimaaaaaaaaaaaaaaa na no da!- Ryuichi atravesó la entrada del apartamento dando saltos con Kumagoro sobre su cabeza, seguido de Tatsuha.

El menor de los Uesugi venia cargado de varios peluche, globos, manzanas de caramelo, algodones de azúcar y demás, portando a su vez una gran sonrisa con la cual pretendía no darle importancia al hecho de venir cargado de esa manera desde el parque de atracciones, ya que el haber estado con su ídolo lo merecía.

-De donde venís?- preguntó Hiro con una expresión de sorpresa, siguiendo con su mirada el camino que recorría hacia el techo uno de los globos que Tatsuha había soltado sin darse cuenta.

-Del parque de atracciones no da.- Ryuichi dio un salto, sentándose en la cama al lado del cantante de BL, quien giro el rostro algo avergonzado hacia el lado contrario. –uy, que te pasa Shu-chan? Te has enfadado por que no has venido?-

-Eh? No, claro que no.- se rió algo nervioso.

-El próximo día iremos todos juntos, pero es que hoy tenias que trabajar.- con una sonrisa divertida se llevó una mano tras la nuca. –oh! pero te hemos traído algodón de azúcar y manzanas de caramelos no da.- Ryuichi señaló a Tatsuha, quien sonrió de forma forzada ante su estado.

-Gra... gracias.- comento Shuichi en un tono de voz bajito, mirando tímidamente al cantante de NG quien le mostraba una sonrisa aniñada.

Después de dejar sobre la mesa todo lo que había traído, el menor de los Uesugi corrió hacia su mochila, buscando en ella algo a lo que después del incidente en casa de su hermano, le había dedicado muy poco cuidado.

-Eh? DONDE ESTA?- gritó a la vez que rebuscaba en su mochila.

-Que es lo que buscas Tatsuha-san?- preguntó Shuichi de forma traviesa, sabiendo perfectamente lo que este buscaba.

-Mi cinta de video! No esta! no estaaaaaaaaaa! Donde te has metido bonita, donde?- rápidamente, comenzó a buscarla por todo el apartamento.

Shuichi reia entre dientes, satisfecho al ver a su cuñado buscando como loco aquella cinta. Ryuichi lo miraba con curiosidad, creyendo que este estaba jugando a un nuevo juego.

-Oye tu! Busca esa cinta pero no me desarmes la casa!- le grito Hiro desde el sofá mientras fumaba el cigarrillo que acababa de encender.

-NO ESTAAAAAA! MI CINTA! MI QUERIDA CINTA!- el menor de los Uesugi se echó a llorar, pataleando en el suelo como si de un niño pequeño se tratase.

Hiro hizo un cerco alrededor del cuerpo del muchacho, pasando por su lado con miedo tras levantarse del sofa con dirección a la cama donde Shuichi estaba sentando observando toda la escena con aun sonrisa satisfecha, la cual disimulada cada vez que su cuñado lo mirada con la evidente pregunta dibujada en su rostro.

-Oye Shuichi, no crees que se la deberías dar ya?- le pregunto Hiro al oído.

-No, déjalo que sufra un poco mas.- murmuró entre dientes.

-Eto.. que esta buscando na no da?-

-Pues... la cinta que te dije ayer que escondieras, pero no se la podemos dar vale? Tiene que encontrarla él. Ese es el juego.- ante esas palabras, Ryuichi asintió en respuesta, quedándose bastante pensativo. –pasa algo Sakuma-san?- el aludido lo miro.

-Que Kumagoro no recuerda donde guardó la cinta jeje.- con una sonrisa divertida se llevo una mano tras la cabeza, sacando la lengua inocentemente.

-COMOOOOOOOOOOOOOOOOO?!- ante el grito del cantante de BL, Ryuichi lo miro algo asustado, abrazando a Kumagoro con fuerza, al igual que el menor de los Uesugi se giró a mirarlo. –esta bien.. no pasa nada, calmémonos...- se dijo a si mismo tras observar la mueca de llanto que comenzó a dibujarse en el rostro aniñado del otro cantante. –*vamos Shuichi, eso ya no es asunto tuyo, él te ha fastidiado a ti, así que tranquilo*.- tras recapacitar, mostró una sonrisa de oreja a oreja, la cual calmó a Ryuichi.

-Mi cinta de video! Buuuaaaaaaaaaaaaaaa!- tras seguir con el pataleo, Ryuichi se levantó de la cama, acercándose a Tatsuha para inclinarse sobre él, colocándose a su altura.

-No pasa nada Tatsu-chan, te ayudare a buscarla no da, veras como la encontramos.- ante aquella palabras de animo, el mas joven asintió limpiándose los restos de lagrimas con el dorso de la mano. –ten, mientras te dejo a Kumagoro.- con una sonrisa amigable, le ofreció al conejito de peluche.

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Llevaba ya un buen rato tratando de conciliar el sueño. Se sentía inquieto, algo nervioso a causa de aquella actitud por parte Ryuichi en según que ocasiones. Sabia de ante mano que el hombre que fue su ídolo y que ahora se había convertido a uno de sus mejores amigos, lo apreciaba bastante, pero también era cierto que había notado como el cantante de NG parecía mostrar en contadas ocasiones otro tipo de interés hacia él, algo que le estaba inquietando bastante.

Se giró en la cama colocándose boca abajo, pensando que quizás de aquella postura conseguiría dormir, pero nuevamente aquella cuestión volvió a asaltarle.

-Ya basta Shuichi, déjate de tonterías!- se dijo a si mismo sujetándose la cabeza con ambas manos a la vez que la movía de un lado a otro. -Sakuma-san solo siente amistad por ti, deja de creerte el centro de universo! Baka! Baka! baka!...- con una expresión molesta para consigo mismo, comenzó a darse cabezazos contra la almohada, consiguiendo de esa forma que Hiro entonara un gruñido molesto. –baka! Baka! Baka! Ba... eh?- se mantuvo en silencio tras oír algo procedente de la tienda de campaña.

Con una mirada curiosa levantó la cabecita, manteniéndose escondido tras el cuerpo de su amigo para tratar de averiguar de que se trataba. En un momento sus ojos violetas reconocieron la figura del cantante de NG saliendo de la tienda.

Desvió la mirada rápidamente, haciéndose el dormido cuando este se dio media vuelta, mirando esta vez hacia la cama, caminando en dirección a la misma. Al acercarse, esbozó una sonrisa tranquila hacia el rostro del cantante de cabellos rosados supuestamente dormido, para enseguida dirigirse a la pequeña terraza del apartamento.

Ryuichi tampoco había podido conciliar aun el sueño. Se sentía intranquilo respecto a algo; su actitud con Shuichi durante los últimos días. No sabia exactamente por que razón, pero se había descubierto demasiado ante el chico. Pensó que quizás el hecho de haber permanecido tantos días a su lado lo había distraído de tal forma que había “bajado la guardia” y se había dejado llevar demasiado por su “verdadero yo.”

Salió a la terraza tras dedicar una ultima mirada a Shuichi, abriendo la puerta a continuación. Hacia una noche perfecta, la suave brisa mecía sus cabellos castaños, y la luna podía contemplarse prácticamente llena en un limpio cielo estrellado.

Tenia que hacer algo al respecto. No podía dejar que Shuichi descubriera cuales eran sus verdaderos sentimientos hacia él y mucho menos ahora que todo se había arreglado con el escritor. Tan solo le quedaba seguir con aquella “actuación” infantil para estar cerca de él y ayudarle en todo lo que pudiera.

Bajo aquel pensamiento esbozó una sonrisa irónica; encontrando igualmente irónico el hecho de que siempre conseguía todo lo que quería con aquella actitud infantil suya, pero que precisamente lo que mas quería no lo llegaría a conseguir ni siquiera de esa forma.


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Tras abrir los ojos cuando supo que Ryuichi había salido del interior del apartamento, se levantó sin pensárselo dos veces, tomando aire antes de hacerlo. De todas formas tenia que hablar con él, y que mejor momento que ese para hacerlo.?

Se asomó tímidamente a la puerta, observando la perfecta figura del cantante de NG, quien tan solo llevaba puestos unos pantalones cortos y una camiseta sin mangas algo ancha, la cual dejaba buena parte del pecho al descubierto. Decidido, caminó varios pasos con la intención de acercarse a él.

Ryuichi escuchó como alguien se le acercaba, desistiendo en girar su rostro, manteniendo una sonrisa calmada ante la aproximación de la otra persona.

-Sa.. Sakuma-san...- ante la mención de su nombre, el aludido se giro, adoptando enseguida una sonrisa infantil.

-Na, Shu-chan, que haces despierto? No puedes dormir?- ante la pregunta, Shuichi negó con la cabeza casi imperceptiblemente.

-No, pero estoy bien, solo un poco nervioso.- con un gracioso gesto se llevó la mano tras la nuca, agitando su cabello rosado, tratando de no darle importancia al asunto.

-Oh, hay algo que te preocupa no da?- preguntó esta vez adoptando una expresión algo preocupada al igual que curiosa, acercando un poco su rostro al del otro cantante.

-No.. bueno, si.- sin poder evitarlo, un leve sonrojo bañó sus mejillas, no quedándole mas remedio que bajar la cabeza esquivando la mirada aniñada de Ryuichi. -Es que yo.. yo...-

-Puedes decírmelo na no da, somos amigos, recuerdas?- alargó un brazo hasta colocar la mano del mismo en el hombro de Shuichi, ofreciéndole una sonrisa sincera, la cual arrancó una de los labios del cantante de BL.

-No es nada, no te preocupes.- con un gesto despreocupado se giró, dando la espalda al cantante de NG dispuesto a dejar aquella conversación e irse nuevamente a la cama.

Seria una tontería preguntar a Ryuichi por que de esa actitud hacia él, seguramente el cantante de NG ni siquiera le habría dado importancia, por que tenia que dársela él? lo ocurrido aquella tarde en el baño seguramente había sido algo sin la mas minima importancia y sin mala intención, al igual que lo fue el beso que Ryuichi le dio aquel día tan solo para que no se sintiera celoso de Tatusha.

Ante la acción de querer marcharse por parte del de cabellos rosado, Ryuichi alcanzó a tomarlo de la muñeca, impidiendo que este se marchara a la vez que provocó que el corazón de Shuichi se acelerara irremediablemente.

Suspiró pesadamente, tomando aire, preparándose para cuando se girase encontrar aquella mirada penetrante en los ojos azules del otro cantante.

-Sakuma-san yo...- sus palabras escaparon de su boca apenas antes de girarse, cortando las mismas cuando al hacerlo y para su sorpresa, encontró aquella expresión aniñada en el rostro del cantante de NG

-Te duele algo na no da?- preguntó algo preocupado, observando a su amigo de arriba abajo, tratando de descubrir cual era la dolencia.

-Dolerme?- inclinó levemente la cabeza hacia un lado adoptando un gesto confundido.

-Estas muy raro no da, eso es que te duele algo.-

-Eh.. si, si, me duele el estomago.- en un gesto fingido, se llevó la mano al mismo, pensando que lo mejor seria dejar las cosas como estaban, no darle mas importancia a algo que quizás no la tenia.

Ryuichi esbozó una sonrisa cariñosa, agachándose seguidamente hasta quedar su rostro prácticamente a la altura de la cintura del de cabellos rosados.

Shuichi clavó su mirada en el otro, sintiéndose extrañamente tranquilo ante la acción por parte del cantante de NG, quien levantó un poco la camiseta de este para depositar un suave beso sobre su vientre.

-Ya veras como te sientes mejor ahora na no da.- ante aquella sonrisa amigable, Shuichi asintió en respuesta, sintiéndose mas tranquilo respecto a su inquietud.

Tras estar hablando un buen rato de sus cosas, ambos cantantes decidieron marcharse a dormir, ya que el sueño les había invadido cuando cada uno se sintió mas tranquilo respeto a aquello que les preocupaba.

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A la mañana siguiente...

Ryuichi se desperezó de forma cansada, emitiendo un leve lloriqueo a la vez que buscaba a ciegas por el interior de la tienda de campaña el móvil que sonaba insistentemente desde hacia un buen rato.

-Kumagoro esta dormido na no da, vas a despertarlo. Contesto a través del auricular del aparato con voz somnolienta. –ohhh! Es usted! Jajajajajajajaja ......................... naaaaaaaaaaaaa ya es hora de que Kumagoro se levante no da, y Tatsu-chan también.- una mirada algo refunfuñona se centró en la figura del menor de los Uesugi quien dormía sin darse cuenta de nada mas. –ayer por la tarde? Mmmmmmmmmm... ah si! Estaba en el parque de atracciones, por eso no me entere del móvil na no da ........................... uhm.- asintió efusivamente a lo que le estaban diciendo a través del móvil. –bye bye na no da!- enseguida cortó al llamada para dejar el móvil a un lado y tras dibujar una sonrisita traviesa, lanzarse encima de Tatsuha y sentarse sobre su espalda.

El menor de los Uesugi se despertó sobresaltado, sintiendo algo pesado sobre su cuerpo, justamente sobre su espalda.

-Nooooooooooooo! Quítame eso de encima! Socorro! Sálvame Ryuichiiiiiiii! Un Kumagoro gigante quiere aplastarme!- gritó aun adormilado, confundiendo la realidad con la pesadilla que acababa de tener.

El cantante dedicó una mirada curiosa a los brazos y piernas del mas joven, los cuales se movían impacientes como si estuviera tratando de escapar. Ante aquella graciosa actitud, esbozó una sonrisa divertida, inclinándose sobre el cuerpo de Tatsuha para enterrar su rostro en el cuello de este.

-Buenos días na no da!- gritó en su oído, mordiendo seguidamente la oreja de este de forma juguetona e infantil.

El menor de los Uesugi no pudo hacer mas que abrir bien los ojos, saliendo de aquélla pesadilla en la que un Kumagoro gigante se le tiraba encima cuando el justamente trataba de proteger a un indefenso Ryuichi del mismo.

Con una expresión curiosa e incrédula, giro un poco la cabeza, encontrándose la sonrisa aniñada del cantante de NG, quien se había vuelto a sentar sobre su espalda y mantenía una mano elevada a modo de saludo.

-Sa... Sakuma-san!- gritó ante la sorpresa, centrando su mirada en el torso desnudo del cantante.

Un hemorragia nasal estuvo a punto de hacer acto de presencia cuando tras recorrer la silueta del cantante, descubrió como este permanecía sentado sobre su espalda con las piernas bien separadas, dejando ver entre la tela de los cortos pantaloncitos y la piel de sus muslos, mas piel de la que debería enseñar...

-Uy, pasa algo Tatsu-chan?- una mirada curiosa recorrió su propio cuerpo, siguiendo la mirada del otro hasta detenerse en el punto que este miraba.


Ante de que Ryuichi pudiera decir palabra alguna, Tatsuha se había dado la vuelta, tomando al cantante por los hombros hasta llegar a tumbarlo en el colchón de agua de forma algo brusca.

-Me has asustado na no da!- refunfuñó con una expresión molesta hacia el mas joven.

-Ya te acostumbraras a los “sustos”- con una sonrisa lujuriosa enterró el rostro en el cuello del cantante, dedicándole un mordisco a pesar del movimiento inquieto de este por liberarse.


-Tatsu-chan! No tengo ganas de jugar! Déjame no da!- aquellas palabras dichas en un tono algo mas elevado consiguió que el menor de los Uesugi le sujetara los brazos por las muñecas, colocándolos por encima de su cabeza. –Déjame! Eso de ahí esta muy duro na no da!-

-Pues espera a que se pong aun poco mas duro y veras lo que hago.- comentó moviéndose esta vez de forma insistente sobre el cuerpo del cantante, haciéndole sentir su miembro perfectamente erguido.

-No vas ha hacer nada, no en mi casa.- Hiro se asomó a la puerta de la tienda tras haber oído toda la “conversación.”

Una mirada molesta por parte del mas joven se clavo en el guitarrista, apartando por un momento la atención del cantante, quien aprovecho para escabullirse de sus garras.

-Hiro-chan! Que bien que has venido no da!- corrió a esconderse tras el pelirrojo. –Tatsu-chan me estaba dando miedo.- comento en un tono bajo de voz, casi lloriqueando. –no me gusta cuando hace esas cosas.-

-Jeje, pero si no te iba ha hacer anda malo.- se defendió el menor de los Uesugi adoptando una sonrisa inocente.

A decir verdad, el siempre había pensado que jamás obligaría a su ídolo o le haría algo que el no quisiera, pero cuando este adoptaba aquella faceta tan inocente e indefensa, no podía resistir las ganas de hacerle todo tipo de cosas pervertidas.

-Me da lo mismo lo que hagáis, pero no en mi casa, y menos conmigo dentro, entendido?- una mirada seria se centró en Tatsuha, quien asintió con una sonrisa fingida.

-*Jeje, si tu supieras... no te metías mas a la ducha*- ante el pensamiento y la mirada desconfiada del guitarrista, Tatsuha mantuvo la sonrisa.

-Eto... tengo que ir a mi casa no da- intervino el cantante saliendo de detrás de Hiro, llevándose un dedito cerca de la boca. –me dijeron algo de una comida.- sonrió levantando ese mismo dedo, recibiendo una mirada confusa de los otros dos.

-No seria una cocina?- pregunto Hiro adoptando una sonrisa nerviosa, suponiendo que lo que le comentaron al cantante era a cuenta de la cocina nueva.

-Uy? Creo que si jajajaja.- el guitarrista sonrió resignado hacia la actitud del cantante. –vienes conmigo Tatsu-chan?-

-Siiiiiii! Claro que voy!- afirmo el menor de los Uesugi con una amplia sonrisa, no pudiendo evitar el fantasear ante aquella invitación.

-Te sientes bien na no da?-

-Perfectamente! Marchémonos!-

-Siiiiiiiiiiiiiiii!- respondió agitando a Kumagoro en el aire.

-Eh.. antes seria mejor que os pusierais algo mas decente para salir a la calle.- intervino Hiro señalando la escasa vestimenta en ambos chicos.

-Jeje, es verdad.- Ryuichi se llevo una mano tras la nuca con una sonrisita tontorrona. –eto.. quieres venir Hiro-chan?-

-No, mejor me quedo aquí, aprovechare para estar tranquilo y llamar a Ayaka-chan por teléfono jajajajaja.- el rostro del guitarrista adopto una expresión tontorrona, a la vez que reia sin motivo alguno.

-Y donde esta Shu-chan? El seguro que quiere venir no da.-

-*Si, si que venga, que me los “comeré” a los dos* jijijiji.- ante aquella risa cínica, los otros dos se giraron a mirar al menor de los Uesugi. –jeje, nada, nada.-

-Shuichi no esta, salió temprano a ver a Yuki-san.-

-Ah! entonces nos iremos nosotros, verdad Tatsu-chan?- le dio un golpecito en la espalda.

-Verdad, verdad.- respondió el otro acercándose a la mesa de la cocina para atrapar una tostada.

-Oye tu, que esa era mia.- una mirada de pocos amigos se dibujo en el rostro del guitarrista.

-Hiro-chan, Kumagoro quiere saber que vamos a desayunar.- el cantante de NG dedico una mirada infantil al guitarrista, quien suspiro resignado.

-Ahora preparare algo.-

-Oh! entonces Kumagoro se quedara contigo! voy a la ducha na no da!.- dejando al conejito sobre la cabeza de Hiro, se marcho corriendo.

-Yo también vo... mdgfffm- antes de poder acabar la frase, el menor de los Uesugi se encontró con una tostada entera metida en la boca, gentileza de Hiro.

-Tu come y calla.-

-Mmffrsrrf...-



Continuara...



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