jueves, 3 de septiembre de 2009

DULCES Y SORPRESAS Ch.26

Dulces y sorpresas.

Cap. 26

By Saiyi-chan



**************************************************************

Aquella mañana el sol parecía entrar travieso a través de la ventana, atreviéndose a acariciar su apacible rostro mientras dormía.

Eiri se dio la vuelta en la cama, quedando en una cómica postura boca arriba, completamente atravesado en la cama con los brazos bien estirados a lo ancho de esta y con la sabana enredada entre las piernas.

Un suave ronquido escapaba de sus labios entre abiertos, al igual que lo hacia un fino hilo de babilla que le daba un aspecto mas aniñado.

Una mano se deslizó entre su cabello rubio de forma juguetona, apartando los mechones de la frente para seguidamente dejarlos caer de nuevo sobre la misma.

Esbozó una sonrisa cariñosa hacia el escritor. Le encantaba observarlo mientras dormía; en numerosas ocasiones ya lo había hecho, pero aun así, no se cansaba de hacerlo. Una expresión traviesa cruzó su rostro cuando una idea paso por su mente...

Sin pensarlo dos veces se puso de rodillas sobre un lateral de la cama, aprovechando un poco de espacio que el rubio había dejando en la misma. Con rapidez se deshizo de la camiseta, desabrochándose seguidamente el pantalón para bajarlo, arrastrando la ropa interior con el mismo. Luchando contra su propia estabilidad en la cama y la resistencia de las prendas para poder deshacerse de ellas, consiguió quedar desnudo ante su amante aun dormido, dedicándole a este una mirada algo lujuriosa.

Conteniendo con un gran esfuerzo una hemorragia nasal, comenzó a deshacerse de la única prenda que cubría el cuerpo del rubio; unos pantalones largos de color azul marino, de una tela muy fina.

Su mirada se centró deseosa en el cuerpo de su amante, sintiendo como un fino hilo de sangre resbalaba trazando el camino que distaba desde su nariz hasta su labio superior cuando Eiri pareció moverse a propósito para ayudarlo a quitarle los pantalones, emitiendo un suave jadeo cuando el viento fresco que entraba por la ventana rozó la piel que había estado cubierta hasta el momento.

Se cubrió la nariz con ambas manos, tratando de cortar la hemorragia nasal que le fue inevitable de retener. Su respiración se volvió inestable, tomando grandes bocanadas de aire para soltarlo de forma impaciente.

Cuando consiguió regular su respiración lo suficiente como para no asfixiarse, y la hemorragia nasal quedó en tan solo un hilillo de sangre, esbozó una sonrisa traviesa, inclinándose sobre el cuerpo de Eiri para observar su rostro mas de cerca.

-Eres mio Yuki... vas a pagar por haberme dejado ayer a medias! JAJAJAJAJAJA!- enseguida se cubrió la boca con ambas manos, cayendo en la cuenta de la risotada que acababa de saltar, temiendo el poder despertar al rubio. –pero de que me preocupo? Yuki no se despierta ni aunque haya un bombardeo!- llevándose la mano tras la nuca se rió tontamente, adoptando enseguida una expresión “seria” ante la situación.

Su rostro bajó por el cuello hasta el pecho del rubio sin llegar a tocarlo, tan solo sintiendo el olor de la piel de su amante envolver todos sus sentidos.

-KYAAAAAAAAAAAAAAAAA! No puedo! Esto es muy porno!- llevándose una mano a la frente de forma exagerada, se apartó del cuerpo del escritor, observándolo desde los pies de la cama, manteniendo una mirada inocente en sus ojitos violetas. –basta ya de estupideces Shuichi, este tio que esta aquí desnudo e indefenso, es tu amante! Puedes violarlo si te da la gana!- bajo sus propias palabras, asintió con seguridad, gateando hasta volver a quedar sobre Eiri.

El escritor emitió un leve quejido, moviendo un poco su cuerpo en el momento en que la rodilla del cantante llegó a rozar su entrepierna de forma in intencionada, consiguiendo que Shuichi se quedase estático durante unos segundos.

Con curiosidad, presionó su pierna un poco mas contra el cuerpo de su amante, observando embobado como la expresión de este denotaba lo que parecía ser una leve mueca de agrado, la cual era adornada por unos rasgos aparentemente aniñados e inocentes.

Ante aquella incitante visión, el cantante de BL acabó por dejarse ganar por la tentación y lanzarse sobre el cuerpo de su amante de una forma algo brusca. Sin saber bien como lo hizo, consiguió envolver la cintura de Eiri con sus piernas, al igual que hizo con los brazos pero estos alrededor de la espalda.

Ante la incomodidad de lo que parecía estar acostado sobre unos brazos y unas piernas en vez de un colcho, el escritor entre abrió los ojos, enfocando el techo de la habitación, confundiendo la realidad con un sueño cuando sintió como algo que parecía ser una lengua saboreaba todo su pecho libremente y de una forma un tanto... descarada.

Con un gesto interrogante en su rostro, levantó un poco la cabeza hasta que sus ojos dorados encontraron la imagen del cantante de cabellos rosados lamiendo su pecho como si de un perrito se tratase.

-QUE DEMONIOS CREES QUE ESTAS HACIENDO?!- un grito exasperado salió de su boca, sentándose en la cama de un salto y provocando que Shuichi cayera al suelo.

-Jeje, buenos días Yuki.- murmuró el cantante desde el suelo, manteniendo una graciosa postura a “cuatro patas” y una sonrisa inocente.

-ERES UN NI—ATO PERVERTIDO!-

-Noooooooo claro que no Yuki , como crees eso? Pero que poco me conoces...- antes de que Eiri pudiera seguir sus movimientos, Shuichi ya se había subido a la cama y comenzado a hacerle arrumacos al escritor.

-Precisamente por que te conozco me consta que eres un pervertido.- comentó esta vez tratando de mantener la calma, enterrando sus dedos en su cabello rubio el cual lucia alborotado.

-Si estaba haciendo esto es culpa tuya! Por que me dejaste ayer de esa forma? Y por que después por teléfono me dijiste que no viniera anoche?- con una expresión que daba miedo, se puso en pie sobre la cama, señalando efusivamente a su amante, quien había apartado la mirada del cuerpo desnudo del cantante, sintiendo vergüenza ajena ante el estado del mismo. -Lo ves? Es todo culpa tuya! Si no me hubieras hecho todo eso yo no hubiera venido ahora a verte! Bueno si.. eto... Yukiiiiiiii...- de nuevo se lanzó de forma mimosa a los brazos del escritor, restregando su mejilla contra el pecho de este.

Eiri suspiró pesadamente, alcanzando su paquete de tabaco para sacar un cigarrillo y encenderlo, dándole seguidamente la primera calada del día.

-Se puede saber para que has venido tan temprano?-

-Por que va a ser? Por que quiero estar contigo!- su rostro adopto una graciosa expresión de enfado, hinchando sus mofletes ligeramente sonrojados. –además, quería que pasáramos todo el dia juntos...- esta vez aquel gesto enfurruñado paso a ser una mueca inocente, bajando la mirada a la vez que hacia circulitos con el dedo índice sobre el muslo del rubio.

Ante la actitud sumamente mimosa del cantante, el escritor apago el cigarrillo, tomando el rostro del chico por ambas majillas para elevarlo y encontrarse con unos aniñados ojitos violetas.

-Crei haberte dejado bien claro que no quería que volvieras hasta que ese cantante y mi hermano se despeguen de ti.-

-Ya lo se, pero he venido yo solo.-

-Es que no te das cuenta que pueden venir a buscarte y estaremos en las mismas que si te hubiera dejado volver?- ante la pregunta, Shuichi bajó la mirada, mostrando sus ojitos nublados por varias lagrimas. –pero... por hoy lo dejare pasar, pasaremos el dia juntos.- esbozó una ligera sonrisa ante la expresión desolada de su amante, la cual cambio de inmediato a una de felicidad.

-Kyaaaaaaaaaa! Eres el mejor Yuki!- con un efusivo abrazo, consiguió dejar a Eiri sobre la cama, quedando él sobre el cuerpo desnudo del rubio. –naaaa Yuuuuukiii... por que no hacemos cositas?- comentó en tono mimoso a la vez que movía su cuerpo de forma incitante sobre el escritor.

Quince minutos después y Eiri salía de la habitación ya vestido tras una buena ducha, portando sobre su cuello la toalla con la que había secado su cabello.

Dirigió una mirada curiosa al interior de la cocina, encontrando en la misma al cantante de BL sentado a la mesa, con los brazos cruzados y gesto enfurruñado.

-Que tal tu cabeza?- preguntó manteniendo una sonrisita irónica refiriéndose al chichón que le había “regalado” al cantante cuando este después de hacerle ciertas proposiciones y el haberse negado, intento meterle mano nuevamente.

-Duele.- contestó secamente, manteniendo una mirada de reproche hacia el rubio.

-Je, te aguantas, pervertido.-

-Yuuuuuuuukiiiiiiii por que eres tan malo conmigo?- tras salir corriendo hacia su amante, se colgó de su cintura, abrazándolo posesivamente.

-Deja de hacer eso o te hago otro chichón.-

-No quiero!- ante aquella respuesta caprichosa, Eiri suspiró resignado, cerrando los ojos un momento para al abrirlos, fijarse en el desayuno que había preparado sobre una bandeja en la encimera de la cocina.

-Y eso?- preguntó haciendo un gesto con la cabeza, consiguiendo que Shuichi dejase de abrazarlo tan fuerte para centrar sus ojitos violetas en el desayuno.

-Ah eso... te hice el desayuno Yuki!- para suerte o desgracia del escritor, Shuichi lo dejó libre, corriendo hasta alcanzar la bandeja preparada. –mira, hice todo esto mientras te duchabas ves?- con una energía desbordante, le acerco la bandeja el rubio, poniéndola a la altura de su cara en un gesto algo exagerado. –para que veas que yo a ti si que te cuido.- esta vez su expresión se volvio algo resentida, ladeando un poco la cabeza a un lado para mirar al rubio de reojo.

Eiri tan solo elevó una mano hasta posarla sobre el cabello rosado, revolviéndolo de forma cariñosa. Ante aquel gesto, el cantante esbozó una sonrisa mimosa, perdiendo por un momento la estabilidad de la bandeja entre sus manos, siendo esta misma sujetada por las manos de Eiri antes de que pudiera caer al suelo.

-Baka.- comentó dedicando una mirada que pretendía ser de represalia hacia el cantante.

-Jeje, tienes buenos reflejos...-

*********************************************

Tatsuha permanecía sentado en el sofá de aquel salón, sosteniendo a Kumagoro en brazos y observando embobado aquel lugar donde había tenido aquella maravillosa experiencia con su ídolo y el helado el día que estuvieron allí.

Ryuichi seguía hablando en la cocina ya amueblada con los trabajadores, los cuales le habían informado que ya estaba todo listo.

Cinco minutos mas tarde y el cantante salió de la cocina con una sonrisa aniñada, dirigiéndose hacia Tatsuha quien se sobresaltó ante la inesperada llegada de su ídolo.

-Se ha portado bien Kumagoro no da?- preguntó deteniéndose frente al menor de los Uesugi quien respondió con una sonrisa. –entonces podrá comer helado.-

-*Helado*- ante aquella palabra, Tatusha pareció derretirse, mostrando en su rostro una sonrisa atontada, al igual que un hilillo de baba se desprendió de su boca entreabierta.

-Uy? Estas bien Tatsu-chan?- Ryuichi pasó su mano por el rostro del mas joven, tratando de espabilarlo.

-Si si! Tengo muchas ganas de comer helado yo también jeje.-

-Estupendo! Entonces iremos a almorzar y comeremos helado después de que llevemos a Kumagoro al psicólogo na no da.-

-Que?- al relacionar la palabra “psicólogo” con el termino “Kumagoro = conejito de peluche”, Tatsuha mostró una expresión completamente sorprendida. –vas a... llevar a Kumagoro al psicólogo?- preguntó de forma entrecortada a la vez que señalaba al conejito con incredulidad.

-Uhm!- asintió el cantante tranquilamente. –Kumagoro ha visto últimamente cosas que no debería ver na no da. Por eso hay que llevarlo al psicólogo, para que no pille un taruma infantil no da.- explicó a la vez que colocaba al conejito sobre su cabeza.

-Querrás decir trauma no?- sonrió de forma nerviosa el menor de los Uesugi, tratando de asimilar la información, obteniendo un asentimiento por parte del cantante. –jeje... pues.. llevemos a Kumagoro al psicólogo...-

-Y después comeremos helado los tres na no da!-

************************************************************************

-No, me niego!.- la voz del escritor sonó algo elevada, comenzando a exasperarse por culpa el cantante de cabellos rosados.

-Yuuuuuukiiiiii pero por que? Si no es tan malo! Anda di que siiiiiiii.- insistió esta vez abrazando al rubio desde la espalda y frotando su majilla contra la de este.

-Te he dicho que no. Si quieres hacer eso hazlo tu solo pero no cuentes conmigo.- Eiri se levantó de la silla despues de haber desayunado, alcanzando su paquete de tabaco para sacar otro cigarro.

-Vamos! Me hace falta tu ayuda, yo no se cocinar, y mucho menos se alguna receta de cocina española, por favor!- Shuichi corrió hasta posarse ante el rubio, colocándose de rodillas y juntando sus manos a modo de suplica a la vez que unos grandes ojitos resaltaban en su rostro.

-Me da lo mismo que no sepas, no pienso ayudarte a hacerle un regalo a ese cantante.-
con indiferencia hacia su amante, Eiri caminó hacia el salón, tratando de ignorar el hecho de que Shuichi lo estaba persiguiendo como si fuera un perrito.

-Pero no seria un regalo en si, seria... una ayuda para su nueva cocina.- explicó haciéndose un sitio entre las piernas del rubio cuando este se sentó en el sofá, sentándose él en el suelo entre medio de estas. -anda Yuki por favor! Tan solo tendrías que ir dictándome las recetas de cocina española que tu sabes, el resto ya lo haré yo.!- volvió a insistir con voz suplicante, llegando incluso a ser bastante cargante para cualquiera.

-Precisamente tiene que ser de cocina española? Y se lo tienes que “fabricar” tu? No puedes ir a la tienda y comprar un libro de comida japonesa?- Eiri se llevó una mano a la frente, cansado de aquélla situación tan estúpida que no tenia por que aguantar.

-Es que... el otro dia Sakuma-san me dijo que se le había quemado un libro de cocina española cuando el incendio, y que cuando estuvo en España le gusto mucho la comida de allí, por eso lo compró, y ahora pues no lo tiene.- el cantante bajó la mirada, manteniendo sus manos apoyadas sobre los muslos del escritor, apretando un poco la tela de los pantalones con estas. –el siempre me ha ayudado mucho Yuki, por eso yo pensaba que... podría agradecérselo de esa forma...- adoptando una expresión algo dolida hacia el cantante de NG, se mordió el labio inferior, tratando de esbozar una sonrisita calmada.

Eiri centró sus ojos dorados que aquel chiquillo que tenia frente a si, comprendiendo que era completamente lógico y normal que le tuviera tanto aprecio a Ryuichi; al igual que era comprensible que se hubiera encariñado con él a partir de que ambos entablaran una relación no solo profesional; si no tambien de amistad. Despues de todo, aquel hombre era el idolo de su revoltoso amante, y eso tenia que aceptarlo.

-Esta bien...- suspiró resignado, apagando el cigarro ya acabado. -... te ayudare con esa idea tuya.- ante la afirmación, una sonrisa de oreja a oreja aparecio en el rostro del cantante de BL, arrancando con ella una leve sonrisita de los labios del rubio.

-En serio Yuki? kyaaaaaaaaa! si es que eres el mejor!- de un saltó se sento sobre las piernas de su amante, abrazándolo con energia a la vez que movía las piernas de forma nerviosa. –vamos a hacerlo ahora mismo! Voy a por cartulinas, lápices de colores, pegamento... ya veras que chulo queda!- antes que de a Eiri le diera tiempo a arrepentirse, Shuichi ya se habia bajado de su regazo y salido corriendo a buscar todo el material para la especie de “trabajo manual” que iba a hacer.

-Baka...- murmuró tratando de ocultar una sonrisa.

**********************************************

Silencio, tan solo silencio en el interior de aquella sala. Ni siquiera el tic-tac del reloj se atrevía a romperlo, claro que.. curiosamente, este se había quedado sin pilas minutos antes...

La mirada de un hombre mayor algo calvo; manteniendo un tono blanquecino en el poco pelo que le quedaba, se centró en aquellos ojitos negros que brillaban en un rostro que siempre mantenía aquella sonrisa tranquila. Tras varios minutos de silencio y miradas igualmente silenciosas y cuestionables, la voz de uno de los presentes rompio la tensión de aquel momento...

-Doctor, no va a examinar a Kumagoro no da?- preguntó el cantante de NG desviando la mirada hacia el hombre de pelo cano, manteniendo una expresión de incertidumbre.

Ante la pregunta del cantante, Tatsuha afirmó las palabras de este con un movimiento de cabeza, manteniendo a su vez una sonrisa apacible, aceptando aquella situación tan ridícula, ya que se trataba de algo relacionado con su idolo...

-Vera... como se lo explico?- se dijo a si mismo el psicólogo, llevándose una mano a la cabeza para acariciar su bien reluciente calva. –creo que a “Kumagoro”.- miró al conejito. –no le ocurre nada, esta perfectamente.-

-Ah! es eso, entonces mejor na no da.- su rostro descansó de aquella expresión que se habia mantenido en tensión, esbozando esta vez una sonrisa satisfecha. –vamonos ya Kuma-chan, el doctor dice que estas bien.- se levantó de su asiento para tomar al conejito entre sus brazos, encarando al psicólogo para hacer una reverencia frente a él. –arigato na no da.- con una sonrisa aniñada, abrio la puerta de la sala, saliendo de la misma seguido de Tatsuha, quien tras hacer él tambien una reverencia, le siguio.

Aquel hombre se quedó estupefacto, mirando como aquellos dos muchachos salian de su consulta despues de haberle llevado como paciente a un conejito de peluche, y despues de todo.. se habian ido sin pagar!

-Creo que es hora de jubilarme...- se dijo a si mismo a la vez que se echaba sobre el diván que estaba en la sala.

************************************************

-Tienes que llevar esa cosa puesta?- una mueca de desagrado apareció en el rostro del rubio, observando a través de sus gafas de sol el complemento al atuendo que llevaba su amante.

-Ah esto...- Shuichi señaló el gracioso gorrito que llevaba sobre su cabeza, el cual tenia orejitas de conejo y asemejaba la cabeza del mismo, en un tono “rosa Kumagoro” –es que me lo regaló Sakuma-san por mi cumple, no te acuerdas?.- con una risita divertida se llevó la mano tras la nuca, obteniendo un suspiro resignado por parte del escritor. –ademas Yuki, asi no me reconocerán mis fans.-

-No... si llevas eso puesto no te mirara nadie...- comentó en un tono burlon, dandose cuenta de que el cantante prácticamente habia ignorado sus palabras cuando este no le hizo el mas minimo reproche.

-A ver... tiene que haber por aquí cerca alguna papelería abierta donde lo encuadernen.- Shuichi miró de un lado a otro, buscando el local en cuestión.

Se habían llevado toda la mañana y parte de la tarde después del almuerzo haciendo el regalo para Ryuichi. Una vez que este estuvo acabado, Shuichi se encontró con el problema de que las hojas estaban sueltas... arrepintiéndose Eiri por haberle dado la solución de llevarlo a encuadernar cuando el cantante lo miró con ojitos suplicantes para que lo acompañara. Y lo peor de todo es que habia accedido a la primera.

–Ah! mira Yuki! alli hay una!- salio corriendo hacia el establecimiento, portando en lo que parecía ser una carpetita la cual le habia dejado el escritor, todas las hojas del trabajo que habia hecho.

Eiri miró al cielo a modo de “que es lo que he hecho para merecer esto?” dedicando seguidamente una mirada recelosa a la puerta de la papeleria, observando como el cantante acababa de entrar. Resignado, se decidio a seguirlo.


************************************************

-Tatsu-chan! Alli hay un sitio libre na no da!- Ryuichi salio corriendo en busca del sitio libre que acababa de divisar en la terraza de la heladería.

Al ser prácticamente verano y encima un domingo soleado como aquel, muchas parejas y grupos de amigos se encontraban en aquélla prestigiosa heladería saboreando un delicioso helado.

-Vamos a sentarnos aqui?- pregunto Tatsuha mirando de un lado a otro, al parecer no muy conforme con el lugar tan a la vista de los demas donde no podria ni siquiera arrimarse a su adorado Sakuma.

-Si, ademas, asi podemos ver a la gente que pasa, sera divertido no da.-

-Esta bien, si quieres sentarte aquí, lo haremos.- el menor de los Uesugi tomo asiento, esperando a que Ryuichi hiciera lo mismo a su lado cuando la indiferencia de su idolo llamó su atención. –eh? Ocurre algo Sakuma-san?- preguntó desviando la mirada hacia el cantante quien parecia tener sus ojos azules perdidos en algun sitio.

-Esos de alli son Shuichi y Yuki-chan no da!- gritó a la vez que señalaba a una pareja que salia de un establecimiento.

El menor de los Uesugi clavó su mirada en la misma dirección que señalaba su idolo, divisando efectivamente, a su hermano y al cantante de cabellos rosados.

-Eh Shu-chan! Estamos aquí na no da!- grito agitando a Kumagoro en el aire para hacerse mas visible, aunque ya estaba lo suficientemente visible portando un gorrito igualito al de Shuichi...

Un poco mas retirados d la heladeria...

-Uhm?- Shuichi miro de un lado a otro, deteniéndose nada mas salir de la papeleria.

-Que te pasa ahora?-

-Pues que creo que me han llamado.- con una mueca confusa dirigio una mirada al rubio para enseguida apartarla de él y volver a mirar de un lado a otro.

-Seran cosas tuyas.-

-Ah! pero si es Sakuma-san!- gritó felizmente a la vez que le hacia señas al cantante indicándole que lo habia visto.

Eiri dirio la mirada hacia aquella dirección, encontrando efectivamente al cantante de NG junto a su hermano.

-Lo que faltaba...- murmuró entre dientes, no pudiendo apartar la vista del cantante de ojos azules y su gorrito.

-Vamos con ellos Yuki.- tomando al rubio de la mano, lo arrastró a la fuerza hasta donde se encontraban los otros dos.

-Shu-chan!- Ryuichi abrazó con alegria al otro cantante, provocando que este tuviera que soltar la mano del escritor, quien obtuvo un saludo por parte de su hermano, el cual consistio solo en elevar una mano con una sonrisa divertida. -Que bueno que nos hayamos encontrado no da. Vais a comer helado?- preguntó una vez que se hubo retirado un poco del de cabellos rosados.

-Eh.. pues...- sus ojitos violetas miraron de cierta manera suplicantes al rubio, quien asintió resignado, tomando asiento en aquella mesa junto a su hermano.

-Ya completemos el dia de caprichos...- comentó a la vez que sacaba un cigarrillo el cual esperaba que le ayudase a soportar a dos cantantes locos y a un hermano pesado; y como no? A un conejito de peluche con vida propia.

-Yuki! gracias! Me voy a pedir el helado mas grande que haya!- con un gesto de manos, simulo el tamaño del helado.

-Yo tambien na no da! Y otro para Kumagoro!- afirmó el cantante de NG elevando al conejito en el aire.

Ambos cantantes se sentaron a la mesa, esperando a que los atendieran y hablando de sus cosas; como por ejemplo, el hecho de llevar ese dia los dos el mismo gorrito...

-Vaya hermanito, que hacias por la calle un domingo a estas horas? de compras con tu “novio” como una parejita de enamorados?- una risita traviesa escapó de sus labios a la vez que se atrevió a dar varios codazos al rubio.

-Tatsuha cállate, que aun no se me ha pasado el cabreo contigo.- le advirtió sin siquiera mirando, tan solo clavando su mirada en el humo disperso procedente de su cigarro.

-Jeje, vale, vale... pero no te enfades, no vaya a ser que el helado te siente mal.- ante el comentario una mirada amenazante por parte del rubio se centro en su rostro. –eto.. me callo.-

Sin previo aviso y ante la sorpresa de todos, Shuichi se levantó casi de un salto, sacando su telefono movil del bolsillo para comenzar a marcar un numero ante la mirada sorprendida de Ryuichi y Tatsuha, al contrario que la de Eiri que fue mas bien indiferente.

-A quien llamas no da?- pregunto acercándose para ver de quien era el numero que marcaba.

-A Hiro, a ver si quiere venir a comer helado el tambien.- el cantante de NG asintió efusivamente ante la idea del de cabellos rosados.

***********************************************

En el apartamento del guitarrista de BL, el mismo se encontraba tumbado sobre la cama de forma despreocupada, sosteniendo un cigarrillo entre sus dedos el cual parecia que se consumia sin tan siquiera darle una calada.

Hiro mantenia bien sujeto el telefono movil, hablando y riendo como un quinceañero enamorado. Al otro lado de la linea telefónica; Usami Ayaka.

Ambos llevaban ya enganchados al telefono casi una hora, hablando de todas las cosas que les habia ocurrido últimamente, claro que Hiro, tenia muchas mas que contar...

-Si, en cuanto pueda ire a verte ....................... ya, pensaba ir este fin de semana pero con todo lo que ha padado no he podido.- se llevo una mano a la frente, echándose el pelo hacia atrás con algo de nerviosismo. –si, te prometo que el fin de semana que viene ire a verte sin falta.............. en serio? No me digas ...................... y que fue lo que paso?.....-

************************************************

-Maldito Hiro! Por que no me coges el telefono?- le gritó al aparato. -Seguro que esta hablando con Ayaka-chan, cada vez que hablan se llevan horas!- explicó a los demas como si a estos le interesase la vida privada del guitarrista. -Pues nada, te quedas sin helado por tonto, hala.- tras aquella muestra de energia, el cantante de cabellos rosados guardo el movil, mostrando una amplia sonrisa a la joven muchacha que se habia acercado a atenderlos.

Esta se habia quedado atonita ante la efusividad del cantante, ya que cuando preguntó que era lo que iban a tomar, Shuichi saltó con aquellos gritos intimidantes.

–Yo quiero la copa de helado mas grande que tenga.- finalizo aun con aquella amplia sonrisa, como si su estado anterior no hubiera tenido lugar.

-Yo tambien na no da! Y otra para Kumagoro!-

-A ver.. yo... tomare lo mismo.- comento Tatsuha dedicando una sonrisa seductora a la muchacha.

-Y usted?- le pregunto la chica a Eiri quien parecia no tener intención de tomar helado.

-Yo... pedire una de las grandes, como la de ellos...- murmuró ante la mirada asombrada de los otros tres.

-Esta bien.- tras apuntar todo el pedido, la muchacha se retiro.

-Pero Yuki! te vas a comer un helado tan grande?- le preguntó extrañado, abriendo lo mas que pudo sus ojos violetas. -No me lo creo jeje.- su sorpresa rompió en una suave risita que pretendia ser burlona.

-Tienes algun problema con eso?- algo ruborizado, giró la cabeza hacia un lado, huyendo de la mirada de su amante para encontrarse con la sonrisa divertida de su hermano.

-Que lindo eres Yuki! en el fondo eres como un niño! Kyaaaaaaaaaaaaaaaaa!- ante la emocion, se abalanzó sobre el escritor para abrazarlo con fuerza.

-Deja de hacer eso ahora mismo.- protesto Eiri tratando de mantener la calma ante aquélla ridícula situación.

Diez minutos mas tarde, y los cuatro, bueno cinco... disfrutaban de sus respectivos helados bajo una “conversación” que consistia en risas y comentarios absurdos por parte de ambos cantantes, en los que Tatsuha tambien participaba cuando no decidia molestar a su hermano, quien preferia mantenerse en silencio en aquella conversación, contestando tan solo con miradas amenazantes a la actitud molesta de su hermano menor.

-Ah! ya que estas aqui Sakuma-san!- interrumpio Shuichi, agachándose un poco para coger del interior de la bolsa que habia dejado en el suelo un paquete envuelto. –toma, esto es para ti.- con una sonrisa, le entrego el paquete al cantante de NG.

-Para mi no da?- Shuichi asintió en respuesta. –que sera?- agito el paquete, tratando de descubrir que contenia.

-Por que no lo abres?.- insistio el menor de los Uesugi, curioso por saber que contenia.

Ante la indiferencia de Eiri y las miradas atentas de los otros dos, Ryuichi abrio el paquete, sacando del interior de este lo que parecia ser un libro.

-Oh! es un libro de dibujo na no da!-

-Eto.. en realidad.. es un libro de cocina.- comento Shuichi llevándose una mano a la nuca a la vez que sacaba la lengua de forma vergonzosa.

-Eh?- al cantante de NG dedico una mirada mas a fondo al libro, pudiendo ver letras en el. –es verdad! Jajajaja.-

-Bueno si, te lo he hecho yo, ves los colores y los dibujos?- el cantante de cabellos rosados señalo dicho dibujos en una de las paginas cuando Ryuichi abrio el libro. –Yuki y yo habiamos salido para encuadernarlo, y bueno, el hombre como era tan amable, se ofrecio a envolver el paquete jeje.- Shuichi rio nervioso, cerrando los ojos en una expresión algo forzada.

A decir verdad, el dependiente de la papeleria, tan solo se había limitado a encuadernarlo, preparándose para cobrar cuando el cantante de BL le pidio que se lo envolviera, obteniendo este una negativa por parte de aquel hombre. Lo cual acabó en una amenaza procedente de un muchacho que parecia querer comérselo si no le envolvia el libro...

-Y lo has hecho tu solo Shu-chan?- preguntó sorprendido a la vez que miraba hoja por hoja con detenimiento.

-Bueno... lo escribí y dibuje yo, pero Yuki fue quien me dijo las recetas jeje, yo no sabia ninguna.- algo avergonzado, rio tontamente ante la confesión.

-Yuki-chan tanbien?- los ojitos azules del cantante de NG se centraron en el rostro de Eiri, quien pretendia pasar desapercibido ante la situación. –arigato na no da.- sonrio abrazando el libro contra su pecho. –ahora podremos hacer una tortilla de patatas no da!-

-Mientra no incendies de nuevo la cocina..- murmuro Eiri con ironia.

-Oh! la cocina! Ya no me acordaba.- ante su despiste, saco la lengua en un gesto gracioso. –mi casa esta lista, ya tengo cocina na no da!-

-En serio?- ante el tono contento del cantante de BL, Ryuichi asintió en respuesta.

-Solo tengo que colocar las cosas, y este libro sera lo primero!.- sonrio mostrando el libro a los demas.

-Entonces mañana volveras a tu casa?- ante aquella pregunta por parte de Shuichi, el cantante de NG asintió en respuesta algo cabizbajo.

-Os echaremos de menos verdad Kumagoro?- sus ojitos azules dedicaron una mirada al conejito de peluche, quien asintió a sus palabras.

-Eh... Sakuma-san... yo puedo pasar la primera noche contigo para que no te sientas solo...-

-Eso es genial Tatsu-chan! A Kumagoro le gusta la idea no da.-

-Bueno yo.. si quieres mañana puedo ir a ayudarte a arreglarlo todo.- se ofrecio Shuichi mostrando una sonrisa sincera ante Ryuichi quien lo miraba expectante.

-Kyaaaaaaaaa! Entonces mañana lo pasaremos muy bien na no da!-

-Tu vas a venir Yuki?-

-Ni lo sueñes, y es un NO innegociable.- despues de su respuesta para la pregunta de su revoltoso amante, se levantó de la silla donde habia estado sentado, dando por acabados el helado y la reunion por su parte.

-Eto.. donde vas?- la mirada interrogante del cantante de BL se centro en el rubio mientras este encencia un nuevo cigarro.

-Me voy a casa.- comento tras dar la primera calada. –solo...- recalco antes de que el cantante pudiera decir algo mas. –nos vemos mañana, Shuichi.- finalizo adoptando una sonrisa sincera hacia su amante, quien se la devolvió acompañada de un asentimiento.

Eiri dedicó una mirada al cantante de NG, quien parecia estar distraido viendo aquello que pretendia ser un libro de cocina. Cuando sus ojos dorados fueron a desviarse a otro lugar, los azules de Ryuichi le devolvieron la mirada; una mirada intensa que hacia juego con la sonrisa satisfecha en el rostro del cantante.

****************************************************

Ya habia oscurecido. Despues de haber estado toda la tarde de un lado para otro entre tiendas y heladerias despues de que Eiri se marchara, ambos cantantes y el menor de los Uesugi, habian llegado al apartamento de Hiro, donde este parecia llevar ya un buen rato esperándolos..

-Donde os habiais metido? Hace casi una hora que llegaron las pizzas!- protesto Hiro señalando las cajas de las mismas.

-Jeje, ha sido una tarde muy divertida Hiro.- Shuichi paso a su lado dándole un golpecito en el hombro. –por cierto... que demonios estabas haciendo? te he llamado 958 veces al movil!- lo encaró con un gesto amenazante, al igual que su puño alzado daba la misma impresión intimidante.

-No exageres, seguro que no me has llamado ni la mitad de veces.- sin mostrar temor, hacia su amigo, tomo el puño de este haciendole que bajara el brazo.

-Bueno, ya no importa... pero te has quedado sin comer helado! que lo sepas.- ante el gesto burlon del cantante, Hiro sonrio algo forzado, dedicando una mirada a los otros dos que estaban alrededor de las pizzas.

-Vais a tener que calentarlas, ya estaran frias. Por cierto, yo ya he cenado.- sonrio satisfecho, llevándose una mano a la barriga.

-Hirooooooooooooo!- el cantante de BL se tiro sobre su amigo, dedicándole una exprecion inocente donde resaltaban unos grande ojos violetas.

-Que me vas a pedir esta vez?-

-Eto.. mañana por la mañana me llevaras a casa de Yuki con mis cosas verdad?- ante la pregunta, Hiro lo miro algo extrañado. –es que Yuki ya me deja volver.-

-Asi que es eso...- Shuichi asintió en respuesta. –en ese caso.. te llevare, lo que sea por librarme de ti.- con un gesto divertido, miro al cantante de reojo.

-Naaaaaaaaaaa me da lo mismo lo que digas, estoy muy contento! Ahora mismo voy a cenar y a hacer una cosita!-

************************************

Despues de haber comido su parte de la pizza y de que los demas se hubieran acostado a dormir, Shuichi tomó una sudadera y se la puso por encima, cogiendo a su vez el cuaderno y el bolígrafo que Eiri le habia regalado para seguidamente, salir a la terraza.

Esbozo una sonrisa algo triste cuando vio como habia dejado las hojas del cuaderno que su amante le habia regalado, arrepintiéndose una vez mas de lo que habia hecho.

Suspiró pesadamente, abriendo el cuaderno por la ultima hoja que quedaba libre, comenzando a escribir con soltura en esa misma pagina.

Unos ojos azules lo miraban desde la puerta de la terraza, tratando de que el cantante de cabellos rosados no se percatara de su presencia.

Antes de alejarse de alli, Ryuichi esbozo una sonrisa cariñosa hacia Shuichi cuando consiguió leer por encima un par de frases que habia escrito, sintiéndose orgulloso ante la entrega y la lucha de aquel chico hacia lo que tanto amaba.


Continuara...

*****************************************************

No hay comentarios:

Publicar un comentario